(Infovaticana) El pasado 9 de julio, el gobierno de Nicaragua canceló el estatus jurídico de Radio María, una emisora que ha transmitido en el país centroamericano durante más de 40 años. La decisión fue reportada por el sitio independiente Noticias.
La disolución de Radio María, junto con otras 12 entidades, fue aprobada por la ministra del Interior, María Amelia Coronel, y publicada en el periódico oficial del gobierno, «La Gaceta de Nicaragua».
Para justificar la medida, el gobierno alegó que Radio María no presentó los balances financieros del periodo 2019-2023 y que su comité directivo expiró el 8 de noviembre de 2021. La cancelación se produjo después de que la emisora anunciara la reducción de su horario de programación de 24 a 14 horas, y tras el bloqueo de sus dos cuentas bancarias, lo cual impidió que recibiera donaciones.
Esta acción es parte de una serie de medidas represivas del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia católica en Nicaragua. Desde 2018, cuando estallaron las protestas antigubernamentales, la Iglesia ha sido crítica de las violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno.
En respuesta, Ortega ha intensificado la persecución, cerrando medios de comunicación religiosos, expulsando a sacerdotes, y hostigando a líderes eclesiásticos hasta el punto de llegar a encerrar al obispo Rolando Álvarez quien afortunadamente pudo exiliarse en Roma. Esta represión se ha visto reflejada en la detención de clérigos, la clausura de organizaciones religiosas, y la expropiación de propiedades de la Iglesia, todo en un esfuerzo por silenciar las voces críticas y consolidar su poder.
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