lunes, 31 de agosto de 2020

Filipinas, Asturias, los dominicos y el Nuncio. Por Rodrigo Huerta Migoya

España y Filipinas son dos tierras que mucho se dicen una a la otra, pero si de España habría que elegir una región seguro que nuestra Asturias se llevaría la palma. Aún hoy se conserva en Filipinas la esencia que dejaron los buenos asturianos que allá fueron, hasta el punto de que una localidad de allí de más de 44.000 habitantes lleva el nombre de "Asturias". 

El nuevo Nuncio en España es Filipino, y siempre se dijo no en balde, que los asturianos habían sido muy destacados en la evangelización de ese país, no sólo por los numerosos religiosos de la Orden de Predicadores que a esas misiones se entregaron, sino también de la Orden de San Agustín sobresalieron importantes religiosos asturianos cuyos nombres están ligados al anuncio del Evangelio en Filipinas. 

Hoy quisiera fijar mi atención preferencialmente en los dominicos, pues aunque el nuevo Nuncio proviene del clero secular de la diócesis de Talibon en la que ejerció su ministerio pastoral durante cinco años antes de ingresar en 1990 el Cuerpo Diplomático de la Santa Sede, lo que no todos saben es qué, además, es miembro de la Fraternidad Sacerdotal de Santo Domingo de Guzmán; es decir, que vive la espiritualidad propia de los hijos del Santo de Caleruega. 

Desde que en 1521 Filipinas fuera descubierta en la expedición de Magallanes, la presencia de Españoles en el lugar se iría haciendo cada vez más habitual con los viajes  que desde España y Méjico se empezarían a organizar a esas nuevas tierras. El Papa Alejandro VI encargó mediante solemne bula a los Reyes de España y virreyes de Méjico, que se anunciara la Buena Nueva en la tierra descubierta. Los primeros en llegar fueron cuatro sacerdotes seculares y cuatro frailes agustinos. Los agustinos iniciaron una importante misión en la zona del Cebú. En 1578 llegaron los franciscanos, y en 1581 además de los jesuitas, llegó el primer obispo para esa tierra en la persona del fraile dominico alavense, Fray Diego de Salazar. Fray Diego se encontraba en el convento de San Esteban de Salamanca cuando fue preconizado el 2 de Noviembre de 1578 como obispo de Manila; recibió la consagración en Madrid. Todo ese tiempo hasta Mayo de 1979 en que partió desde Sevilla a Filipinas, se dedicó a reclutar religiosos dominicos que quisieran acompañarle para fundar en aquel país y ayudarle a iniciar la vida de la nueva diócesis. Por desgracia, en el viaje le murieron casi todos los frailes, sobreviviendo únicamente dos. El 17 de Septiembre de 1581 hizo su entrada en Manila y logró tras muchos ruegos, que la Orden de Predicadores le enviara ya  en 1587 a quince frailes para Filipinas y tres para Macao, con la única misión de convertir a los infieles de Asia. Nació así la Provincia Dominicana de Nuestra Señora del Rosario de Filipinas. El Obispo, Monseñor Salazar, repartió a los religiosos entre Bataán, Pangasinán y Parián. En 1595 llegó la segunda misión de dominicos españoles para evangelizar el Valle de Cagayán, las islas Batanes y Babuyanes. En 1611 los dominicos crean la Universidad de Santo Tomás de Manila, y en 1630 fundan el Colegio San Juan de Letrán para formar a los niños filipinos y a los hijos de los españoles. 

Filipinas será muy importante para la Orden, pues de aquí saldrán a fundar a otras zonas de Asia:  Japón en 1602, Taiwan y Formosa en 1626, China en 1632, e Indochina y Tonkin en 1676. No perdamos de vista que en Tonkin (Vietnam) recibirá la ordenación episcopal en 1855 el santo mártir asturiano San Melchor de Quirós. 

Si Filipinas nació como diócesis única en 1579 con sede episcopal en Manila, en 1595 nacen tres nuevas diócesis: la de Cebú, Nueva Cáceres y Nueva Segovia, ascendiendo Manila a sede metropolitana de todas ellas. Y en 1865 será erigida  la diócesis de Jaro de una parte territorial de la de Cebú. Es cierto que no fueron muchos los dominicos procedentes del convento de Oviedo los que pasaron por la misión de Filipinas si los comparamos con otras zonas de España donde la Orden llevaban mucho más tiempo presente y había más población y vocaciones; sin embargo, hay que añadir aquí también que hubo muchos asturianos que ingresaron en la Orden de Predicadores en otros lugares por circunstancias diversas y que luego terminaron allí destinados. El mismo San Melchor ingresó en Ocaña, dado que en el siglo XIX fue la única comunidad de dominicos que quedó en España; es decir, que sí hubo dominicos asturianos en Filipinas, aunque casi eran más los procedentes de Provincias como la de Castilla o la Bética, que los que formaban la comunidad de Oviedo. Sin embargo, para la realidad religiosa de Asturias entre los siglos XVII y XIX -que era considerada una tierra alejada de la mano de Dios y de pobres agricultores y ganaderos- es digno de reconocer que salieron de ella grandísimos hombres y mujeres de Dios en la vida religiosa para la misión evangelizadora. 

Creo que era el P. Amalio Valcárcel O.P., al que le escuché decir que ''el país de Asia donde más devoción se tenía a la Santina de Covadonga era Filipinas'', y eso gracias a los agustinos y dominicos que llevaron la Palabra de Dios a esa tierra y qué -como se suele decir- "barrieron para casa" llevando la advocación de nuestra Madre de Asturias a aquellos lugares donde tantos entregaron igualmente su vida para dar a conocer a Jesucristo. 

En otra ocasión, y por ser también de justicia, me gustaría escribir sobre los Agustinos en Filipinas, más hoy toca hablar de los Predicadores. En una magnífica monografía de Fray Manuel González Pola O.P., titulada ''Dominicos asturianos en la evangelización de Filipinas'', el autor reconoce que la antigüedad y las fuentes no nos permiten asegurar el número de dominicos asturianos que ejercieron la misión en aquellas tierras, más sí encontró él un asturiano en el siglo XVI, quince en el siglo XVII, dieciocho en el siglo XVIII, noventa y nueve en el siglo XIX y ciento diez  entre 1900 y 1970. Un total de 243 dominicos asturianos que por allí pasaron: ¿Cómo no van a conocer en Filipinas tanto a la Santina?... 

Ya en los comienzos de la Orden y de la Iglesia Católica allí, había un dominico asturiano; nos parecerá poco, pero es que apenas llegaron cuatro en aquella expedición de 1587 y este asturiano entre ellos. Era el P. Pedro Bolaños, religioso del convento de Oviedo. Así lo encontré recientemente en un libro titulado: "The First Book Printed in the Philippines", Manila, 1593. 

A comienzos del siglo XVII, -1602- llega el asturiano P. Alonso Collar O.P. del Convento de Oviedo, el cual trabajó el apostolado con los chinos del Parian de Manila, y cuatro años después en 1606 llega el P. Mateo de la Villa O.P., piloñés de Villamayor proveniente del Convento de San Esteban de Salamanca. Jugó un papel muy importante como misionero en Cargayán, llegando a ser el superior de la comunidad y una figura clave en la evangelización de la zona. En 1621 fue trasladado a Manila como Prior de la comunidad, y un año más tarde será nombrado Procurador de la Provincia filipina dominica de España. Su labor fue encomiable, no dejó de buscar la fundación de nuevas comunidades, hacer gestiones ante el Consejo de las Indias y la Corte Española, y haciendo que Universidad de Manila pasara a ser Universidad Pontificia. Fue incluso propuesto para Obispo de "Nueva Segovia" a lo que renunció por su humildad. 

En esa primera etapa de evangelización de Filipinas destacaron muchos dominicos asturianos, algunos de los más renombrados fueron: el P. Juan Fernández O.P., el P. Antonio Argollanes O.P., el P. Bartolomé Marrón O.P. o Fray Sebastián de Oquendo O.P. entre otros. Y de los que pasaron por Filipinas en el siglo XVIII no podemos omitir al Fray Miguel Calderón O.P. (natural de Oviedo), a Fray José Amandi O.P. (natural de Villaviciosa) y a Fray Manuel Corripio O.P. (natural de Santa Eulalia de Morcín). 

Cuando Ocaña quedó como único convento de la Orden en toda España por la Desamortización y cierran casas religiosas, este convento de la Provincia de Toledo jugó un papel muy importante como centro vocacional, al cual llegaron muchos asturianos a formarse para luego ser enviados de misioneros a diferentes lugares del mundo, dado que en España no podían fundar y ya era casi un milagro mantener aquella Casa abierta. En aquel noviciado hubo importantes rectores, procuradores y profesores que promovieron discretas campañas vocacionales por Asturias, dado que al ser estos profesos originarios de aquí, tenían contactos en pueblos y parroquias para buscar vocaciones y formar en Ocaña sin llamar la atención, evitando así problemas con el Estado. Unos de estos promotores vocacionales fue el P. Juan Álvarez del Manzano (Coaña 1805). 

Curiosamente casi todos los religiosos asturianos que pasaron por Filipinas en los siglos XIX y XX procedían en su mayoría de catorce concejos asturianos; a saber: Nava, Villaviciosa, Gijón, Oviedo, Siero, Piloña, Bimenes, Sobrescobio, Laviana, Langreo, Quirós, Mieres, Lena y Aller. 

Con la fundación de los dominicos en Corias en lo que antaño había sido un monasterio benedictino, se generó un auténtico semillero de vocaciones para la Orden de Predicadores en el suroccidente asturiano. 

De los dominicos asturianos que pasaron por Filipinas en el siglo XIX nos suenan por ser más próximos a nosotros y estar aún muy viva su memoria, el Cardenal Fray Zeferino González O.P. (natural de Villoria - Laviana 1831) cuya faceta académica en el campo de la filosofía se consideró todo un referente avanzado al pensamiento de su época. Falleció en Madrid siendo Cardenal-Arzobispo emérito de Sevilla, habiendo pasado por la sede primada de Toledo. 

El P. Norberto del Prado O.P. (lorío - Laviana 1852). Fue catedrático de filosofía y teología durante quince años en Filipinas hasta que enfermó, y temiendo sus superiores por su vida fue obligado a regresar a España para reponerse. En 1891 tras un año de recuperación asume una cátedra en la recién fundada universidad de Friburgo (Suiza).

Fray Bernardino Nozaleda y Villa (Pruneda, Cuenya - Nava 1844)

Aunque fue destinado a Filipinas con sus estudios muy avanzados, allí terminó doctorándose en Filosofía y Derecho Canónico. Se le encomendó la disciplina eclesiástica de la Universidad. Se conservan al menos nueve obras suyas, tres de las cuales son Pastorales de su ministerio episcopal. 


El P. Joaquín Fonseca O. P. (Aramil - Siero 1822) poeta e historiador, el cual llegó a ser Rector de la Universidad de Manila. 

P. José Noval O.P. (Valdesoto-Siero). También fue Rector de la Universidad de Manila, pero por lo que más destacó fue por sus conocimientos y habilidades para las cuestiones legislativas. Canonista de primer orden, tuvo que abandonar Filipinas al ser requerido por la Santa Sede para fundar la facultad de derecho canónico en el convento dominicano de Roma de la Minerva, integrado en el Colegio Angelicum y hoy llamada Universidad Santo Tomás de Roma. Un discípulo suyo, el P. Manuel Suárez Fernández O.P. (Herías-Lena 1895) llegará a ser el Maestro General de la Orden. 

Fray Ramón Martínez Vigil O.P. (Tiñana-Siero 1840). Fue catedrático de Filosofía y Teología en Manila, así como creó el museo de historia natural de la Universidad Filipina. Regresa a España en 1876 como Procurador para la Provincia Filipina.  Fue preconizado obispo de Oviedo en 1884.

P. Cándido Fernández Velasco O.P. (Casorvida - Lena). Renombrado biblista, fue el primer dominico español enviado a cursar estudios a la Escuela Bíblica de Jerusalén. En Manila desarrolló unos novedosos métodos en la enseñanza bíblica, y sus escritos fueron recogidos en numerosos volúmenes editados en la misma Universidad de Manila.  

P. Pedro Nolasco del Medio O.P. (Nava). Misionero en Cagayán. Llegó a editar una gramática con el vocabulario de la lengua "ibanag" de Cagayán. Fue un gran entendido en ciencias y Cosmología. 

Otros dominicos asturianos de esta época fueron el P. Jesús Castañón O.P. de Casorvida - Lena, el P. Jesús Díaz O.P. de Jomezana - Lena, el P. José Ramón González O.P. de Villoria - Laviana, el P. Bartolomé Álvarez del Manzano O.P. de Bárzana de Quirós, P. Buenaventura García Paredes O.P. de Castañedo - Valdés, Fray José Hevia Campomanes O.P. de Pola de Lena, Fray Juan Bautista Velasco O. P. de Parana - Lena (Obispo de Amoy y Vicario General de los chinos en Filipinas).

Otros dominicos asturianos que desempeñaron el pastoreo episcopal, ya fuera en diócesis de nueva creación o en vicariatos, aún por ser en aquellos momentos tierra de misión dentro de la Provincia Dominica de Filipinas fueron: 

San Melchor García Sampedro O. P.  natural de Cortes - Quirós, 
Obispo coadjutor de Tonkin (1856 - 1857) y vicario apostólico (1857 - 1858).

Fray Gaspar Fernández O.P. natural de Ciaño - Langreo. 
Vicario Oriental del Tonkin (1864 - 1869).

Fray Máximo Velasco O.P. natural de Casorvida - Lena.
 Obispo coadjutor (1890-1902) Vicario apostólico del Tonkin septentrional (1902 - 1925)

Fray Máximo Fernández O.P. natural de Zureda - Lena. 
Vicario Apostólico del Tonkin central (1898 - 1906)

Fray Miguel Calderón O.P. natural de Oviedo. 
Obispo coadjutor (1840-1849) y vicario apostólico de Fukien (1849-1883).

Fray Alejandro Cañal O.P. natural de Oviedo,
Vicario Apostólico de Amoy

Fray Clemente Fernández O.P. natural de Peñerudes - Morcín. 
Primer Prefecto Apostólico de Formosa - Taiwan (1913 - 1920).

Del pasado siglo XX nos limitamos a citar los tres más conocidos: 

Fray Guillermo Tejón O.P., 
natural de Felechosa - El Pino (Aller)

Fray Aniceto Castañón O.P. 
natural de Linares del Puerto (Aller)

P. Pedro Luis González O.P. 
natural de Malvedo - Lena. 

Por desgracia, la diócesis de Oviedo perdió entre el siglo XIX y los comienzos del siglo XX la mayor parte de su patrimonio artístico, entre lo que por lo que sabemos se encontraban crónicas, libros de fábrica e inventarios y piezas procedente de Filipinas, a buen seguro traídas por los misioneros, religiosos y obispos asturianos que ejercieron en aquellas tierras. 

En el concejo de Cudillero, en el pueblo de Luiña, se venera una preciosa talla en marfil de la Santísima Virgen que la tradición popular afirma que los vecinos la encontraron flotando en el mar. "La Virgen de la China" -la denominaron- siendo una advocación mariana muy querida en la zona. 

También la diócesis de Oviedo tiene un sacerdote diocesano nacido en Filipinas, Don Federico Abad Martínez, hijo de asturianos que le nacieron en la localidad de San Miguel de Tarlac, motivo por el cual el difunto cura de San Vicente de Naviego (El Acebo), Don Santiago Pérez García ("Xilindrín"), solía referirse él como ''el filipino de la diócesis''.

Monseñor Bernardito Cleopas Auza, Arzobispo titular de Suacia, actual Nuncio de su Santidad en España, afirmaba en una de sus primeras declaraciones a su llegada a nuestra Nación al contemplar la imagen de la Santina de Covadonga en la madrileña iglesia de San Antón, que sus primeras vacaciones en España en 1986 las había pasado en el Santuario de Covadonga. Hoy, en la cripta de este Santuario se venera una preciosa imagen de la Madre de Dios con rasgos filipinos, y es que representa bajo la protección mariana la unión de Asturias y Filipinas. Le deseamos al Sr. Nuncio una feliz estancia en nuestra tierra asturiana y española, que para él será no sólo también la de María, sino la cuna de la fe que llegó a su país. 

Piezas Hispano - Filipinas del Museo de la Iglesia (Oviedo)


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domingo, 30 de agosto de 2020

Homilía en la Fiesta de la Visitación de María a su prima Santa Isabel

 Querido hermanos en el Señor:

En este domingo XXII del Tiempo Ordinario en nuestra Parroquia nos vestimos de fiesta, por ello los sacerdotes no usamos el verde cuyo color indicaría la liturgia del día, sino de blanco. Alguien me comentó: Don Joaquín qué bonitas las casullas que llevan el azul y blanco como la bandera y el escudo de Lugones. Yo respondí: cierto; coincide muy bien, pero antes de ser los colores de la localidad son los colores de María y de Isabel que fusionamos también hoy aquí. Si el escudo de Siero es un jarrón con azucenas, símbolo de la Inmaculada, podemos decir que el azul y blanco de Lugones no es porque seamos del Oviedo -la mayoría- sino por que hacemos nuestros los colores de Nuestra Señora y de su Prima, tan presentes en nuestra vida local. El azul es color mariano por antonomasia y, además, es el de la imagen de Santa Isabel que va de blanco y azul, como azul igualmente es el color del manto de Nuestra Señora del Buen Suceso en el Carbayu. Hasta en los más pequeños detalles nos habla el Señor; hagamos nuestra entonces esta catequesis del amor y devoción a Santa María. 

Este año nuestras fiestas han sido “silenciosas”, pero no por eso no ha habido ni deja de haber fiesta. La celebración empieza en el corazón de los que sintiendo estos días muy suyos como buenos lugonenses, no quieren dejarlos pasar como unas fechas ordinarias sin más, sino como en verdad es, una de las principales del Pueblo. La festividad este año se reduce a lo esencial y primordial: la Santa Misa en la Parroquia, contexto en el que esta celebración -como las demás- surge, aunque a veces se olvide o se pretenda obviar. El ambiente que respiramos actualmente de secularización y laicismo lleva a la intención de que todo lo que nos recuerde a Dios o nos “huela” a Iglesia ha de ser relegado, borrado o suprimido. Por eso desde la Parroquia los creyentes hemos de preservar y cuidar con mimo ya no tanto lo que es de la Iglesia -que nada quiere tener que no sea suyo ya- sino lo que es del pueblo fiel que a su vez ha recibido como regalo y legado de sus antepasados a los que hoy también recordamos y honramos. Esta localidad supo perfectamente desde antaño por qué celebrar a estas dos grandes mujeres, a estas benditas primas. Si no cuidamos el aspecto espiritual de esta fiesta que empezó siendo la “Visitación de María a Santa Isabel” y por reduccionismo y acomodo en la abreviación quedó en “Santa Isabel,” dentro de no poco tiempo -ya se pretende en algunos casos- serán únicamente “las fiestas de Lugones”, pues ya hasta “Santa Isabel” empieza a ser un nombre incómodo para algunos. 

Personalmente estoy muy contento y satisfecho del nuevo enfoque que le hemos dado a esta celebración con las dos imágenes y el rito de bendición de las embarazadas. Es una catequesis visual, un canto a la vida, un momento de emoción sentido desde la fe, la tradición y la verdadera historia. Ojalá el año que viene podamos recuperar toda la grandeza de la fiesta, la religiosa y la alegre en las calles, que bien vividas pueden ser el complemento perfecto. 

María, apenas adolescente y en un contexto histórico y sociocultural donde la mujer no tenía consideración alguna, se hace valer por sí misma. Se presenta como la persona sensible ante la situación de su prima; se nos da como la mujer valiente partiendo hacia “Ain Karem”, se nos ofrece como la creyente plena que a lo largo de toda su vida no dejó de subir y “zigzaguear” montañas, consciente de que las sendas más difíciles que se encontraba se hacen más fáciles de la mano del Señor. 

No nos cansemos nunca de contemplar, de meditar y hacer nuestra esta escena preciosa de la vida de María. Decía San Juan Pablo II que "la Visitación" no sólo fue un acto de solidaridad humana, sino una muestra de caridad autentica, algo que sólo crece en uno cuando Cristo está presente. María en lugar de pensar en su salud antepone la situación de su prima por delante de ella misma hasta el punto de enfrentarse -embarazada- a un viaje de 130 kilómetros. 

Los primeros días del confinamiento, quizá por el humano miedo a la falta de control sobre lo que siempre manejamos, nos hizo a todos más sensibles, y me llamó la atención que todas las personas que nos cruzábamos casi a hurtadillas por las calles -que éramos pocos- nos saludábamos o nos interesábamos por los demás; parecía que en esos días hasta los vecinos enfadados se amigaron y nadie negaba el saludo a nadie. En esta vida nuestra de prisas y ruidos, egoísmos y orgullos, hemos olvidado decir “hola”, de interesarnos por los demás, de elevar la empatía… 

María nos da una lección sublime en “la Visitación” e interés por su prima, siendo para nosotros modelo de preocupación solidaria por los demás: ¿intentamos nosotros ponernos en la piel del otro? ¿cuidamos de verdad a los que tenemos cerca, o intentamos acercarnos a los que están lejos?... Vayamos pues, como Ella a la montaña, superemos nuestras cuestas, fobias, manías y recelos, y hagamos de nuestra vida -que se nos escapa volando- y de este mundo un lugar mejor donde vivir. 

En la Visitación aprendemos que no basta con no ser malo, con rezar uno sus devociones. ¡No!; hemos de salir de nosotros y visitar a quien nos necesita aceptando las diferencias (que es mucho más que ser “tolerantes”; palabra no exenta de carga punitiva y peyorativa) y llevar a Cristo en la mochila, pues Él no viene a quitarnos nada ni a someternos a nada, sino a darnos la libertad plena y verdadera que tanto anhelamos y nos sale por la boca so pena de vivir esclavizados de otras cosas en su búsqueda. 

No vamos a negar que el panorama está feo para la Iglesia, pero también para los políticos, para los estudiantes, para los artistas… Nuestra sociedad está tan saturada de todo que ya no cree en nada y en nadie. Un religioso comentaba al respecto que hoy es más difícil predicar el evangelio que hace dos mil años, pues entonces Jesús y los apóstoles hablaban para judíos o para paganos; es decir, para creyentes de diferentes deidades pero abiertos a la trascendencia. 

Hoy la moda atea impera y prospera, dicho sea de paso, debidamente promocionada y subvencionada. Es un triunfo temporal del mal; cierto, pero nunca tiremos la toalla ni hagamos batallas con los que no nos quieren bien. Nadie dijo que seguir a Cristo fuese tarea fácil, máxime hoy, pero el mismo evangelio nos recuerda y anticipa ya: ‘’Dichosos vosotros cuando os insulten -os critiquen-, calumnien y persigan de cualquier modo por mi causa”… 

Ojalá nuestras miradas, nuestras palabras, nuestras escuchas y latidos se acompasen a los de nuestra Madre del cielo y a los de su prima Santa Isabel. 

La Visitación a Isabel tampoco ha de ser sólo hoy, la fiesta no se limita a un día; no perdamos de vista las palabras de San Lucas: ‘’María se quedó tres meses con Isabel’’. Que el gozo, la paz, la sonrisa, la esperanza, no dure sólo una jornada. Hemos dejado atrás un duro camino y seguimos subiendo una gran montaña, ahora prolonguemos el gozo de sabernos visitados y saludados por el mismo Dios; hagamos nosotros lo mismo con los demás.

Joaquín, párroco

Evangelio de la Visitación de María a su prima Santa Isabel

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,39-56):

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre.

Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»

María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.»
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

Palabra del Señor

viernes, 28 de agosto de 2020

La Visitación en palabras del Papa

“El servicio y encuentro hacen sentir una alegría que llena nuestras vidas, si aprendiésemos a servir y fuésemos al encuentro de los otros, cambiaríamos el mundo”.

Aquí está el coraje femenino, la capacidad de ir al encuentro de los otros, de extender la mano para una ayuda, de la solicitud. Y todo empieza por la alegría que llena el corazón y da a la vida un nuevo sentido y una nueva dirección.

 Realiza su visita de servicio sin inseguridades,“se dirigió apresuradamente”, aunque estuviese embarazada y arriesgase depararse con malhechores en el transcurso del camino.

María, es la mujer corajuda. “Esta joven de 16 o 17 años, no más”, “tenía coraje. Se levanta y va”:

“Coraje de mujer. Las mujeres corajudas que existen en la Iglesia son como Nuestra Señora. Esas mujeres que llevan adelante la familia, esas mujeres que llevan adelante la educación de los hijos, que enfrentan tantas adversidades, tanto dolor, que curan a los enfermos… Corajudas: se levantan y sirven, sirven.

El servicio es señal cristiana. Quien no vive para servir, no sirve para vivir. Servicio en la alegría, esta es la actitud que me gustaría destacar hoy. Hay alegría y también servicio. Siempre para servir”.

 “Esas dos mujeres se encuentran, y se encuentran con alegría”. “El encuentro es otra señal cristiana. Una persona que se dice cristiana y no es capaz de ir al encuentro de los otros, de encontrar a los otros, no es totalmente cristiana. Sea el servicio, sea el encuentro, requieren salir de sí mismos: salir para servir y salir para encontrar, para abrazar a otra persona. Es con este servicio de María, con este encuentro que se renueva la promesa del Señor, se actúa en el presente, en aquel presente. Y propiamente el Señor – como oímos en la primera Lectura: ‘El Señor, tu Dios, está en medio de ti” – el Señor está en el servicio, el Señor está en el encuentro”.

Necrológica

Falleció el sacerdote diocesano Rvdo. Sr. D. Roberto Peña Cueli

Nació en la Isla (Colunga) el 19 de Febrero de 1943

Ingresó en la Compañía de Jesús realizó la formación filosófica y teológica en Argentina donde fue compañero de Jorge Bergoglio -hoy el Papa Francisco-. 

 Recibió la ordenación sacerdotal el día 13 de Diciembre de 1970. Trabajó como misionero en Brasil, en el estado de Minas Gerais. 

Se incorpora a la Diócesis en 1980 incardinándose el día 15 de marzo

Sus destinos pastorales fueron los siguientes:

Ecónomo de Santa Eulalia de Mallecina, así como Encargado de Santa María de Ardesaldo, San Cristóbal de Priero y San Juan de Malleza - Salas (1980 - 1990)

Teniente-Arcipreste de Salas (1982 - 1988)

Miembro del Consejo Presbiteral (1982 - 1985)

Párroco de Santa María de Salas, San Vicente de Arcellana, San Miguel de Linares y San Félix de Villamar - Salas (1989 - 2000)

Teniente-Arcipreste de Salas (1994 - 1997)

Arcipreste del Fresno (1997 - 2004)

Miembro del Consejo Pastoral Diocesano en representación 
de los arciprestazgos de la vicaría de Occidente (1997 - 2000)

Párroco de San Julián de Santullano - Salas (1998 - 2005)

Administrador Parroquial de Santiago de Biescas, Santa María de Cermoño, San Juan de Godán, San Pedro de Soto de los Infantes y Santiago de Villazón- Salas (1999 - 2000)

Administrador Parroquial de los Santos Justo y Pastor del Pedregal - Tineo (1999 - 2000)

Párroco de San Juan de Santianes de Molenes, San Salvador de Ambás, Santa María de Las Villas, Santa María de Tameza, Santos Cosme y Damián de Tolinas, San Martín de Vigaña, Santa Marina de Villamarín - Grado (2000-2004)

Párroco de San Martín de Pereda, Santa María de Restiello, Santiago de Sorribas y Santa María de Villandás (2000-2001)

Administrador Parroquial de Santa Cruz de Yernes (2002-2004)

Párroco de Santa Eulalia de Luarca - Valdés (2004 - 2012)

Administrador Parroquial de Santiago Apóstol de Villapedre y 
San Bartolomé de Polavieja - Navia (2005 - 2006)

Arcipreste de Villaoril (2004 - 2010)

Miembro elegido del Consejo Pastoral Diocesano (2004-2009)

Párroco “in solidum” de Santa Eulalia de Luarca (2012-2014).

En el año 2014 ante su falta de salud renuncia a la cura pastoral fijando su domicilio en su pueblo natal de la Isla (Colunga), donde ha venido colaborando en las parroquias del concejo mientras las fuerzas se lo permitieron. Tras una dura recaída esta primavera, y tras pasar por el hospital, decidió residir en la Casa Sacerdotal de Oviedo donde ha pasado sus últimos meses y donde falleció en la mañana de hoy a los 77 años de edad y cincuenta de ministerio sacerdotal.

D. E. P.

El funeral por su eterno descanso tendrá lugar este Domingo 30 de Agosto a las cinco de la tarde, en la parroquia de Santa María de Tona - La Isla (Colunga). Además, mañana Sábado, tendrá lugar una eucaristía por su eterno descanso a las diez de la mañana en la Casa Sacerdotal, con acceso restringido.

‘’Nosotros aguardamos al Señor: 
él es nuestro auxilio y escudo’’ (Sal 32)

jueves, 27 de agosto de 2020

Triduo de la Visitación 2020

 



Día 1º del Triduo: 

Jueves 27 de Agosto a las 18:00 horas 

‘’Porque el Señor me ha hecho así en los días en que 
me miró para quitar mi afrenta entre los hombres’’ (Lc 1,25) 



Día 2º del Triduo: 

Viernes 28 de Agosto a las 18:00 horas 

‘’Alégrate María llena de gracia’’ (Lc 1, 30) 



Día 3º del Triduo: 

Sábado 29 de Agosto a las 18:00 horas 

‘’¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?’’ (Lc 1, 42) 



Día Grande: Domingo 30 de Agosto a las 12:00 horas 

Misa Solemne de la Visitación de María a su prima Santa Isabel 

‘’María fue a prisa a la montaña’’ (Lc 1, 39)

La Visitación de María y nuestros milagros cotidianos. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

Queridos feligreses y amigos : 

Conscientes del peligro que están suponiendo los rebrotes de “coronavirus”, estamos viviendo un verano atípico donde nuestras romerías y fiestas populares se han visto obligadas a ser suspendidas. En lo que respecta al ámbito religioso, también tenemos que vivirlas de una forma más austera, breve y prudente. 

Nos queda celebrar la última festividad del verano lugonino, la Visitación de María a su prima Santa Isabel. A mí me gusta decir siempre que Lugones es una realidad plural y un tanto cosmopolita difícil de encasillar. No es sólo un pueblo, una ciudad, un conjunto industrial o una zona residencial, sino que en sí mismo encierra múltiples realidades. Pero si hubiera que hacer una dicotomía; es decir, partir Lugones en dos, podríamos decir que es aldea verde y ciudad de asfalto. Aldea verde lo que comprenden todos los barrios rurales y residenciales encabezados por el Carbayu y la parte urbana que un día también fue rural. Si la zona más verde y rural siente como suya a la Virgen del Buen Suceso, la zona más urbanita y asfáltica siente como suya a Santa Isabel visitada por María. Más aparte de piquillas sanas, ni los de un lado de las vías del tren ni los del otro hacen problema por unirse en las fiestas de buenos vecinos, sintiendo las dos fiestas como propias aunque cada cual defienda con vehemencia la suya. 

El Sr. Arzobispo en su homilía del año pasado nos regalaba una reflexión que quiero actualizar aquí para nuestra preparación interior poniendo los ojos en el “Santa Isabel” de este 2020: La vida se hizo camino en Isabel, a la que llamaban la estéril, y en el de María. La vida era un don, un inmenso regalo, y no censuraban esa vida que tocaba a la puerta. Descubramos los guiños que Dios nos muestra en el día a día, como el milagro que obró con María e Isabel. No son impresionantes, no son deslumbrantes, pero son los pequeños milagros de cada día. Y saltó el pequeño Juan en el seno de Isabel. Preguntémonos pues qué hacemos saltar cada día en los demás, ¿las alarmas o la alegría?... 

Ojalá sepamos mirar al otro, caminar por la vida e ir de visita del necesitado de “Visitación” al igual que lo hizo Nuestra Señora con su prima. 

A todos: lugoninos, fieles, Sociedad de festejos, gente que desde la distancia os unís a nuestra celebración; a los enfermos, embarazadas y a los niños, desde la Parroquia os deseamos una feliz fiesta. 

Tenemos unos días para vivir el aspecto religioso que dio nombre, origen y sentido a la folixa de esti llugar. El Señor nos habla hoy y nos da pistas para caminar juntos en medio de las dificultades de nuestro tiempo. Vivamos el gozo de celebrar nuestra fe junto a María e Isabel. Si no es de ésta ya habrá tiempo para los amigos y la familia, para mantener la comida fraterna del día grande o la cena amistosa del bollo el lunes. Lo importante es recorrer juntos el camino, aunque de momento sea con mascarilla y a metro y medio de distancia. Feliz Fiesta entre alegría y prudencia. 

Joaquín, párroco

miércoles, 26 de agosto de 2020

Aviso sobre la peregrinación a la Novena de Covadonga




Estimada feligresía:

Sentimos comunicar que este año no habrá como Parroquia peregrinación a la novena de la Santina yendo al Real Sitio - Santuario de Nuestra Señora de Covadonga. 

Conscientes de la crisis sanitaria y los crecientes rebrotes, nos parece una imprudencia en este momento organizar una peregrinación en grupo que pudiera poner en riesgo la salud de todos.

Sin embargo, conscientes de la gran devoción que todos profesamos a la Santina os animamos desde la Parroquia a peregrinar de forma familiar o particular alguno de los días de la Novena, así como a facilitar a los mayores y enfermos de la casa la posibilidad de unirse a todas las celebraciones en honor de nuestra Señora a través del canal de "Youtube" del Santuario. 

Quiera el Señor bendecirnos con un 2021 sin peligros, con salud y gratitud para retornar como comunidad parroquial a Covadonga -pequeños y grandes- para cantarle de nuevo a la Santina "Bendita la Reina de nuestra montaña que tiene por trono la cuna de España".

Joaquín, párroco

Lugones 26/08/2020


El cimborrio y los dos ángeles de San Juan, la próxima semana


Los profesionales de Almeida elevarán las piezas en un día y la basílica, «al fin», clama el párroco, podrá librarse de su andamiaje

(A. Arce/ El Comercio) Hierro, piedra, mortero y cristal, cuatro materiales para levantar un templo. La última fase de la rehabilitación de la basílica de San Juan el Real comenzará la próxima semana. Los profesionales de Almeida, Albañilería y Construcción elevarán, a partir del lunes, los últimos tres elementos que faltan para culminar la primera fase de las obras de rehabilitación de la «Catedral del Ensanche». Los dos ángeles y el cimborrio volverán a su sitio después de ocho meses gracias a una grúa de 55 metros. Así lo adelantó a este diario el párroco de El Real, Javier Suárez.

En ese sentido, la crisis sanitaria había retrasado esta última parte. La empresa Gádava Arte Metal fue la encargada de fabricar los dos nuevos ángeles gracias a un molde en tres dimensiones creado a partir de una de las figuras dañadas. «Los recogeremos el miércoles», explicó el encargado de la obra, Pablo Almeida, «para darles los últimos retoques y montarlos en lo alto», sentenció. La operación durará poco menos de un día, a sumar los retoques durante las jornadas posteriores.

La operación no será fácil, a cuarenta metros de altura y con precisión casi quirúrgica los operarios soldarán las piezas a sus nuevos anclajes. Los ángeles, al completo; y en el caso del cimborrio, montarán la cúpula de la linterna, fraguada y paletizada desde hace semanas en la nave de la empresa en La Felguera. Después de eso, aseguró el cura, «al fin podremos desmontar los andamios», colocados hace ya veinte meses y en los que la parroquia hasta ahora ya se ha desembolsado casi 100.000 euros. «Cuando hagamos otra obra los volveremos a instalar, pero no pueden estar ahí para siempre», sentenció Suárez.


En ese sentido, fue hace poco menos de un año cuando, después de advertir el elevado coste que supondrían los trabajos, el consejo económico de la basílica comenzó a buscar patrocinadores para sufragar la restauración. Corría septiembre y el desmontaje de emergencia de los elementos ornamentales aún no había comenzado; sin embargo, la parroquia ya empezaba a llamar a las puertas de empresas y particulares que quisieran colaborar para devolver su esplendor a la iglesia de 1915.

La cúpula de Friobas

Hasta la fecha, la parroquia ya ha ingresado 600.000 euros que han ido llegando a través de donaciones de particulares y compañías, y de la colecta entre los feligreses. De ellos, el que ha contribuido a la causa de forma más cuantiosa ha sido el empresario asturiano José Castro, dueño de la firma de congelados Friobas Basilio, que sufragará parte del coste total del cimborrio con una aportación cercana a los 40.000 euros y estará presente durante su colocación

Aun así, a San Juan aún le queda trabajo para volver a lucir como el primer día, cuando el discípulo de Gaudí, Claudi Alsina, comenzó a erigirla. Los pasos dados hasta la fecha en la restauración del templo son cortos en comparación con las obras que aún faltan por acometer en la basílica. Las piezas de mortero y las partes de hierro de toda la estructura presentan graves deficiencias de conservación provocadas por la humedad. Aún quedan otra decena de ángeles que terminarán desmigajándose hasta el colapso y el resto de vidrieras. Una necesidad que el párroco ya había cifrado en más de dos millones de euros, pero que podría ascender hasta los cinco, según el arquitecto, Fernando Secades.


Ahora, la falta de fondos, y la utilización de estos para gastos derivados de la crisis sanitaria, ha obligado a posponer la iniciativa durante meses o años. También la intención del equipo técnico y de la propia parroquia, de contratar la redacción de un plan director con actuaciones contempladas durante los próximos diez años ha quedado pospuesto a la llegada de tiempos -y fondos- mejores.

martes, 25 de agosto de 2020

Más de 2.500 centros católicos se preparan para empezar curso

(C.E.E.) Los 2.586 centros educativos de inspiración católica se preparan para afrontar el nuevo curso. La formación integral de las personas en todas las edades es una una actividad fundamental de la Iglesia.

Con este motivo, ofrecemos los datos de la actividad educativa que recoge la Memoria Anual de actividades de la Iglesia Católica en España 2018, que se presentó el pasado mes de junio.

A los centros católicos asisten 1.521.196 alumnos, número que ha supuesto un incremento de 24.085 alumnos con respecto a 2017. De ellos, 71.031 son alumnos extranjeros. Asimismo, cuentan para la atención de todos ellos con 130.448 trabajadores, de los cuales 106.005 son docentes, que se distribuyen en 62.077 aulas. En estos centros el 95,9% es personal seglar y el 4,1% personal religioso.

Particularmente importantes son los 2.455 centros católicos concertados que suponen un ahorro al Estado 3.531 millones de euros. Además, la asignatura de Religión alcanza los 3.303.193 alumnos inscritos, que es impartida por 34.868 profesores dedicados a ella.

La Iglesia Católica suma además 429 centros de educación especial, donde acceden a ellos 11.710 alumnos. El 23,3% de alumnos con necesidades educativas especiales estudian en la escuela católica concertada.

En el ámbito universitario, son 15 las universidades vinculadas con la Iglesia que reúnen a 115.050 alumnos en grados y postgrados.

La Iglesia Católica cuenta también con 331 colegios diocesanos, que forman a los 110.197 estudiantes que asisten a ellos.

Flores para María e Isabel

lunes, 24 de agosto de 2020

‘’Y vosotros ¿quién decís que soy yo?’’. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

Nos encontramos en el domingo XXI del Tiempo Ordinario, y la Palabra de Dios vuelve a invitarnos a la introspección de nuestra alma en el camino que atraviesa el estío, como tiempo de descanso y sosiego propicio también para reflexionar sobre nuestra vida. Los textos de este día llevan nuestra mirada a San Pedro, recordándonos que nuestra fe está cimentada sobre los Apóstoles.

Si nos fijamos en la primera lectura de Isaías, encontramos cómo el Señor concede a Eliacín un poder especial. Afirma el profeta: ‘’Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá’’. Dios le concede unas llaves terrenales; ahora bien, en el evangelio de San Mateo proclamado, la concesión es mucho mayor y trascendente: ‘’Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo’’.

Jesús reconoce públicamente a Pedro como el principal, como el cabeza de los apóstoles, lo que en la Iglesia se llama la Primacía Petrina. El Señor nos dejó un guía visible: ‘’tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará’’. Pedro hoy se llama Francisco, y en este pasaje evangélico vemos con claridad cómo la Iglesia no es un invento de hombres ni un enmarañado ajeno a Cristo. Fue el Señor quien quiso que el obispo de Roma fuera la máxima autoridad sobre el resto de comunidades cristianas. Por ello es tan importante para nosotros amar al Papa, orar por él, sentirnos unidos a su ministerio y hacer nuestras sus enseñanzas. He aquí el sentido de las llaves del Reino que le son confiadas a Simón, al que el Señor llamó Pedro. 

Es muy interesante también la primera parte del evangelio antes que Jesús reconozca su primado. El Señor ante los suyos pregunta: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?». Nosotros podíamos actualizarlo y encarnarlo en nuestro tiempo, vida y circunstancias: ¿Qué dicen por ahí de la Iglesia, del Papa, los curas, de la Parroquia, de los obispos, de la fe…? Jesucristo es consciente de que muchos hablan, que muchos critican, que muchos desprecian; pero a Él las habladurías y chismorreos no le preocupan ni importan, y les hace -nos hace- la pregunta realmente importante y directa: ‘’Y VOSOTROS, ¿QUIÉN DECÍS QUE SOY YO?’’. Es muy fácil repetir lo que dicen los demás: unos hablan bien, otros mal, otros ni fu ni fa… «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas». Pero la interpelación va directamente a nosotros: ¿quién decís que soy?... Quizás daríamos respuestas bonitas y elaboradas, aunque siempre teóricas, pero, ¿sabríamos dar una respuesta de experiencia personal, de conocer realmente al Señor, de sentirlo vivo y continuamente presente en mi vida?...

Él no deja de sorprendernos, de querer contar con nosotros, de anhelar formar parte de nuestra vida. Incluso muchos sin querer saber nada de Cristo se lo han encontrado cara a cara. Esto le pasó a San Pablo que relata en su epístola a los romanos el acontecimiento canta: ‘’¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios!; ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!’’ Pero cuidado amigos, no nos quedemos únicamente con el Jesús teórico, sólo con el personaje histórico, con el Jesús idealizado al que veo en el siglo I pero que no siento vivo en mi aquí y en mi ahora; reducir a Jesucristo simplemente al personaje histórico ensombrecerá por completo nuestra fe. Cristo vive hoy entre nosotros, nos invita a navegar en la barca de la Iglesia que preside Pedro con las llaves del cielo y de la tierra, rumbo al puerto de la eternidad.

Obras son amores. Por Carlos Fernández Llaneza

El legado de Sor Esperanza en la Cocina Económica

Tal vez sea una sensación subjetiva; tengo la impresión de que cada vez es más difícil encontrar referentes. Alguien que por sus hechos nos pueda servir como modelo. Acertadamente, Bertolt Brecht creía que "el regalo más grande que le puedes dar a los demás es el ejemplo de tu propia vida". Coherencia, ¡qué reto más difícil! Por eso es de agradecer encontrar personas que nos regalen el testimonio de su propia vida. Y una de esas personas es Sor Esperanza Romero, religiosa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, quien, en próximos días, y tras nueve años al frente de la Cocina Económica, pondrá fin a su etapa al frente de uno de los pilares esenciales de la solidaridad ovetense. 

Su vida es la respuesta a una llamada. Y, como tantos otros religiosos y religiosas por todo el mundo, esa vocación la ha llevado a comprometerse, incondicionalmente, con los más necesitados de esta sociedad que, una vez más, afronta una dura crisis que vuelve a abarrotar los comedores de esta institución centenaria. Fue la nevadona de 1888 la que llevó al entonces obispo, fray Martínez Vigil, a establecer una "tienda asilo" con el fin de paliar los efectos que esa nevada estaba causando entre las capas más pobres de la población ovetense. 

132 años después, las Hijas de la Caridad junto con los empleados y numerosos voluntarios siguen, día tras día, con su ejemplar dedicación. Una labor de entrega y de solidaridad con la que no solo llenan los estómagos, sino también los corazones de los que llaman a sus puertas. La tarea de tantos que hoy personalizamos en Esperanza Romero contribuye a que la ilusión y las certidumbres no salten por la ventana cuando la necesidad entra por la puerta. Oviedo debe mucho a la Cocina Económica. Sin duda, sus centenarios fogones han dado alimento y calor a la par que reciben gratitud; bien merecida tiene la medalla de oro que la ciudad le otorgó en diciembre de 2009. 

Muchos echarán de menos la sonrisa diaria de Esperanza. Pero nos queda la seguridad de que lo que sí seguirá en la ciudad es la solidaridad que enraizó en Oviedo en 1888. Solidaridad, "una palabra un poco desgastada y que, a veces, se interpreta mal. Pero que es mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad", como bien definió el Papa Francisco. Esperanza y sus compañeras de las Hijas de la Caridad, bien lo han entendido.

Por tanto, vaya desde estas líneas mi agradecimiento por su testimonio. Por su ejemplo. Por su coherencia. Esperanza es una de esas mujeres que luchan toda la vida; una de esas personas que para Bertolt Brecht, al que citaba al principio, "son imprescindibles".

domingo, 23 de agosto de 2020

Evangelio Domingo XXI del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,13-20):

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: 

«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»

Ellos contestaron:

 «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»

Él les preguntó:

 «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»

Simón Pedro tomó la palabra y dijo: 

«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»

Jesús le respondió:

 «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»

Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

Palabra del Señor

sábado, 22 de agosto de 2020

Ya a la venta

Dios y la pandemia. Por Monseñor Juan Antonio Martínez Camino

La fe como asidero, más allá de la ciencia, para la esperanza en superar los efectos de un padecimiento global.

Nos ha tocado la primera pandemia global. La humanidad ha sufrido muchos flagelos que pusieron en cuestión su modo de vida. Unos, de origen natural, como el terremoto de Lisboa, y otros causados por el hombre, como las terribles guerras del siglo XX. Pero ésta es la primera vez que cada uno de los seres humanos en toda la Tierra nos sentimos directamente amenazados por un peligro mortal, acompañado de graves secuelas económicas y sociales. El Covid-19, cuyo origen parece natural o fortuito, se ha difundido como un rayo en el entramado de un mundo global. 

Por eso, se está hablando de la ''macrovulnerabilidad''. Que cada uno de nosotros es vulnerable y mortal era una cosa bien sabida, aunque tantas veces reprimida o minimizada por la cultura del consumo y del bienestar. La novedad parece estar en que la pandemia global ha puesto de nuevo de manifiesto que la Humanidad en su conjunto no es menos vulnerable que cada uno de los individuos que la componemos. ¿Que consecuencias se derivarán de esta nueva experiencia? ¿Estaremos ante un cambio de época?.

Este es el apasionante tema del curso que, si Dios quiere, tendremos en La Granda los próximos días 25 al 27. Es un curso de teología, con la participación de historiadores, filósofos y teólogos. Examinaremos si el cambio de época que se vaticina, si es que acontece, afectará y cómo a uno de los mitos fundantes de la Modernidad: el de la llamada ''ideología del progreso''.

Después de la pandemia global ¿seguirá teniendo tanta fortuna la idea de que la Humanidad, que ha sido capaz de construir un mundo global, gracias a su ciencia y a su técnica, es también capaz de alcanzar, por esos mismos medios, el reino de la seguridad, la bondad y la paz? ¿Seguirá este mito haciendo plausible una cultura pública que prescinde de Dios?.

La pandemia hay que combatirla con los medios que la ciencia y la técnica tienen a su disposición. Pero la nueva experiencia de este flagelo inédito, podría ser la ocasión para recuperar aspectos preteridos por la razón, tan esenciales como que el recibir y el padecer no son menos humanos que el dar y el hacer. Entonces, la plaza pública se abriría de nuevo a la fe, por la que se deja espacio al Infinito origen no sólo del poder hacer, sino también de todo don y de toda compasión. 

Si la fe en el Amor incondicional, en el Dios crucificado y vivo, por la que sabemos que es el amor, y no nuestra ciencia - técnica, el que de verdad nos salva. Más allá de la utopía está la esperanza.

viernes, 21 de agosto de 2020

Para pensar

Del Oficio del Día

De la Constitución apostólica Divino afflátu del papa san Pío décimo(AAS 3 [1911], 633-635)

LA VOZ DE LA IGLESIA QUE RESUENA DULCEMENTE

Es un hecho demostrado que los salmos, compuestos por inspiración divina, cuya colección forma parte de las Sagradas Escrituras, ya desde los orígenes de la Iglesia sirvieron admirablemente para fomentar la piedad de los fieles, que ofrecían continuamente a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el tributo de los labios que van bendiciendo su nombre, y que además, por una costumbre heredada del antiguo Testamento, alcanzaron un lugar importante en la sagrada liturgia y en el Oficio divino. De ahí nació lo que san Basilio llama «la voz de la Iglesia», y la salmodia, calificada por nuestro antecesor Urbano octavo como «hija de la himnodia que se canta asiduamente ante el trono de Dios y del Cordero», y que, según el dicho de san Atanasio, enseña, sobre todo a las personas dedicadas al culto divino, «cómo hay que alabar a Dios y cuáles son las palabras más adecuadas» para ensalzarlo. Con relación a este tema, dice bellamente san Agustín: «Para que el hombre alabara dignamente a Dios, Dios se alabó a sí mismo; y, porque se dignó alabarse, por esto el hombre halló el modo de alabarlo.»

Los salmos tienen, además, una eficacia especial para suscitar en las almas el deseo de todas las virtudes. En efecto, «si bien es verdad que todas las partes de la Escritura, tanto del antiguo como del nuevo Testamento, están inspiradas por Dios y son útiles para instruir, según está escrito, sin embargo, el libro de los salmos, como el paraíso en el que se hallan (los frutos) de todos los demás (libros sagrados), prorrumpe en cánticos y, al salmodiar, pone de manifiesto sus propios frutos junto con aquellos otros.» Estas palabras son también de san Atanasio, quien añade asimismo: «A mi modo de ver, los salmos vienen a ser como un espejo, en el que quienes salmodian se contemplan a sí mismos y sus diversos sentimientos, y con esta sensación los recitan.» San Agustín dice en el libro de sus Confesiones: «¡Cuánto lloré con tus himnos y cánticos, conmovido intensamente por las voces de tu Iglesia que resonaba dulcemente! A medida que aquellas voces se infiltraban en mis oídos, la verdad se iba haciendo más clara en mi interior y me sentía inflamado en sentimientos de piedad, y corrían las lágrimas, que me hacían mucho bien.»

En efecto, ¿quién dejará de conmoverse ante aquellas frecuentes expresiones de los salmos en las que se ensalza de un modo tan elevado la inmensa majestad de Dios, su omnipotencia, su inefable justicia, su bondad o clemencia y todos sus demás infinitos atributos, dignos de alabanza? ¿En quién no encontrarán eco aquellos sentimientos de acción de gracias por los beneficios recibidos de Dios, o aquellas humildes y confiadas súplicas por los que se espera recibir, o aquellos lamentos del alma que llora sus pecados? ¿Quién no se sentirá inflamado de amor al descubrir la imagen esbozada de Cristo redentor, de quien san Agustín «oía la voz en todos los salmos, ora salmodiando, ora gimiendo, ora alegre por la esperanza, ora suspirando por la realidad»?

RESPONSORIO 1Ts 2, 4. 3

R. Así como hemos sido juzgados aptos por Dios para confiarnos el Evangelio, así lo predicamos. * No buscamos agradar a los hombres, sino a Dios.
V. Nuestra exhortación no procede del error, ni de la impureza, ni con engaño.
R. No buscamos agradar a los hombres, sino a Dios.

ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, para defender la fe católica e instaurar todas las cosas en Cristo, colmaste al papa san Pío décimo de sabiduría divina y de fortaleza apostólica, concédenos que, dóciles a sus instrucciones y ejemplos, consigamos la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

jueves, 20 de agosto de 2020

El Papa Francisco envía material sanitario a Brasil

(Vatican News) Otra donación del Papa en tiempos de pandemia. Esta vez el corazón de Francisco late por Brasil, el segundo país más afectado del mundo por el nuevo coronavirus. Tal como anuncia hoy la Limosnería Apostólica a través de un comunicado firmado por el cardenal Konrad Krajewski – “en estos días se enviarán a Brasil 18 respiradores Draeger para cuidados intensivos y 6 ecógrafos portátiles Fuji”.

Una ayuda concreta, que ha sido posible “gracias al generoso compromiso -leemos de nuevo en el comunicado- de la Asociación Hope Onlus que, altamente especializada en proyectos humanitarios de salud y educación, ha trabajado para encontrar el equipo médico de alta tecnología que salva vidas a través de varios donantes, el procedimiento de transporte y la instalación en hospitales individuales”.

Por tanto, la Limosnería Apostólica continúa con el compromiso incesante y universal de apoyar a aquellos en todos los rincones del mundo que son más afectados por el Covid-19. Lo hace cumpliendo lo que es la voluntad del Papa: llegar a aquellas realidades en las que la emergencia vinculada al nuevo coronavirus ha puesto en crisis los sistemas de salud ya fuertemente probados por otras urgencias y dificultades anteriores a la pandemia.

La primavera pasada los respiradores donados por Francesco llegaron al continente americano – desde Venezuela hasta Haití, pero también al propio Brasil y a otros países – y al continente asiático, con los enviados a Bangladesh por citar algunos ejemplos. La ayuda del Pontífice ha llegado también a Europa -Italia, España y Ucrania- y luego el continente africano: entre los países que recibieron los respirados están Camerún y Zimbabwe. Las donaciones continuaron durante la temporada de verano, la última de las cuales fue a Brasil. 

La ayuda de la Limosnería Apostólica es concreta y efectiva. Para ello, la atención a los detalles es máxima, para no poner en peligro el éxito real de las donaciones. “Una vez que lleguen a Brasil, estos dispositivos – se especifica en el comunicado de hoy – serán entregados y donados a los hospitales que la Nunciatura Apostólica ha indicado en el territorio nacional para que este gesto de solidaridad y caridad cristiana pueda ayudar realmente a los más pobres y necesitados”. En Brasil, recordamos, hay más de 3 millones 300 mil casos de Covid-19 y al menos 107 mil víctimas.

Santoral del día: San Bernardo

(Cope) El Viejo Continente siempre ha vivido desde sus raíces cristianas y son muchos los que han puesto los cimientos para que no decayese el Evangelio que nos trajeron los Apóstoles y los sucesores en el tiempo. Hoy celebramos a San Bernardo de Claraval, hombre fuerte como pocos en el levantamiento del Continente Europeo rico en Fe.

Nacido en Dijón (Francia), el año 1091, de niño aprende a amar inmensamente a Jesús, al tiempo que profesa una tierna devoción a María, inspiradora en el futuro, de sus escritos. Al poco de cumplir los veinte años, ingresa en el Cister, en el Monasterio de Citeaux. En su decisión de hacerse monje le acompañan otros treinta amigos que, en otro tiempo, se aficionaron al tema de la caballería, como él. Su fama de santidad, le hace ser elegido Abad del propio Convento, pero el Plan de la Providencia va más allá, ya que las herejías azotan Europa.

Es necesario poner orden y, tanto los Papas como los Emperadores ven en este hombre una autoridad indiscutible en el proceso de cristianización y consolidación del Viejo Continente. Tras sentar las bases de la Fe, su salud se va desgastando progresivamente, retirándose a Claraval, en sus últimos tiempos. Aquí será grande su influjo que siempre se le conocerá como Bernardo de Claraval.

Así se va consolidando su personalidad manifestada en la dulzura que adquiere gracias a la penitencia y a la sobriedad, dejando atrás su carácter duro, que le acompañó desde el principio pero que hizo de él hombre capaz de coser los rotos que se producían en la construcción de la sociedad europea. Por eso se llamará “El Doctor Melifluo”. Entre sus obras destacan algunas que comentan libros de la Sagrada Escritura, así como algunas reflexiones sobre la Virgen. Muere el año 1153.

miércoles, 19 de agosto de 2020

Día de la Misión Diocesana

Queridos hermanos: 

El Señor os llene de paz vuestro corazón y conduzca vuestros pasos por el bien. 
Paz y bien a todos vosotros.

Cuando llegan determinadas fechas, sucede que recordamos el camino que atrás vamos dejando desde que tuvo comienzo algo importante en nuestra vida y que nos ha marcado una trayectoria tanto personal como con otros cercanos que nos han podido acompañar. Así sucede con ese rito anual sencillo y cuidado en torno a nuestro cumpleaños. Nos es que nazcamos de nuevo, pero sí que es una ocasión de amable pretexto para dar gracias por el regalo de la vida. Y lo hacemos junto a la gente que queremos y que ella nos quiere. 

En la historia de una comunidad cristiana sucede exactamente lo mismo y vamos tejiendo nuestro calendario de fechas a no olvidar y en las que tenemos la cita del agradecimiento. Esto es lo que en nuestra Iglesia Diocesana de Oviedo celebramos este año con motivo de una efeméride particularmente querida: nuestra historia misionera. 

Hace ahora cincuenta años que como Iglesia diocesana de Oviedo se realizó la apertura de la primera misión en Burundi, a la que luego seguirían Guatemala y Ecuador, y posteriormente Benín, que es donde seguimos estando. En el capítulo de agradecimientos aparecen los nombres de sacerdotes diocesanos de Oviedo, de religiosas que en algún momento también se unieron desde sus respectivos carismas e incluso algunos laicos. 

Pasan los años, y hojeando nuestros álbumes de fotos, las páginas de nuestros diarios misioneros, vemos que tenemos detrás una hermosa historia evangelizadora que ha protagonizado el Señor y tantos hermanos. Desde aquel envío primero que hizo Jesús mandando a sus discípulos para que anunciaran la Buena Noticia hasta los confines de la tierra, bautizando luego en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (cf. Mc 16, 15 - 20), se han escrito tantas páginas misioneras. También ha habido escribanos de Asturias que han llevado esa bondadosa nueva a quienes no conocían a Jesús, o a quienes ayudaban a conocerlo mejor. Escribanos misioneros que han redactado con la tinta de su entrega, por amor a Dios y a los hermanos, dejando sus mejores años en esas tierras lejanas, dedicando todo su tiempo a quienes fueron encontrando, mientras construían una comunidad cristiana como casa encendida y abierta de la verdadera Iglesia del Señor.

Mirando hacia atrás, ponemos en el altar de nuestro mejor agradecimiento los nombres de tantas personas que han ido escribiendo este relato de puro Evangelio , acercando a tantos hombres y mujeres, a niños, jóvenes y ancianos, en escenarios bien diversos, incluso arriesgados, lo que ellos habían recibido aquí en sus familias y parroquias de Asturias, en la vida cristiana que fue madurando hasta hacerse empeño evangelizador llevando a Jesús hasta donde les llevará la divina Providencia. 

Todo está escrito en el libro de la vida, que es el que Dios mismo edita cada día, tomando buena nota de nuestra esperanza cierta, nuestra fe recia y nuestra caridad solícita. Por todo ello damos gracias, a Dios y a tantos hermanos con su nombre, su edad, su recorrido misionero. Este es el motivo de nuestra alegría, cuando se cumplen de modo redondo los primeros cincuenta años de la historia reciente de nuestras misiones asturianas como Iglesia diocesana que no tiene más fronteras que las que dibuja el buen Dios que nos llama, nos congrega y nos envía. 

Con todo mi afecto, recibid también mi bendición fraterna 

+Fr. Jesús Sanz Montes O.F.M.
Arzobispo de Oviedo

La mayoría despreciada. Por Jorge González Guadalix

(De profesión cura) Estamos en esa época en la que está de moda lo de preguntar al pueblo. A las bases dirían algunos. También seguimos viendo manifiestos, escritos, declaraciones. Y, por supuesto, nos preocupa y mucho lo que digan los medios de comunicación. Esto es normal en muchos sitios y me temo que en la Iglesia no nos es ajeno.

Hay tres voces a las que en la Iglesia se tiene mucho respeto y que paso a exponer sin que el hecho de que vayan primera, segunda o tercera no tenga mayor importancia. En algún orden había que exponerlas.

Teólogos, pseudoteólogos y pequeños grupos de disidencia. Son esa gente que se cree agraciada con una iluminación especial del Espíritu Santo que, curiosamente, los lleva a criticar justo lo que el mismo Espíritu ha sugerido para bien de la Iglesia. Coloquen aquí teólogos a los que se retiró hace mucho tiempo la venia docendi para impartir sus teorías en universidades de la Iglesia, párrocos alternativos, sacerdotes cabreados con todo lo que se menea, religiosos y religiosas autoproclamados de base, cuatro grupúsculos autodenominados comunidades de no sé qué.

Parece mentira que a esta gente se la tenga en tantísima consideración. Es que lo ha dicho Fulanítez (con más años que los rodapiés de las cuevas de Altamira y dudas de aceptable equilibrio mental), hay un manifiesto de los curas de Tal, un video de las Társilas sección renovada y además ha salido en un blog en “Iglesia Fatal”.

¿Miedo a qué? Pues hay que ver a esta gente, con menos porvenir que el Alcoyano en la Champions, cómo se la respeta. Es que son grupos de Iglesia… ¡Anda ya!

En un segundo lugar se hace más caso del que queremos reconocer al qué dirán de nosotros los no creyentes, en todos los ámbitos y muy especialmente en la televisión. Pues qué van a decir, que somos malos malísimos, si eso ya se sabe. Lo preocupante sería lo contrario. Pero deseamos conocer su opinión, a ver qué piensan de la Iglesia, que ya lo sabemos. Lo que piensan es que debemos limitarnos a ser una ONG y punto pelota. Ducho eso, lo que buscan es acabar con nosotros como sea. Nos creemos que con hacer un par de gestos de acercamiento nos van a perdonar la vida. Todo lo contrario. Se crecen. Lo vemos cada día.

En tercer lugar, tomamos en consideración a los grupos de las parroquias, muchas veces formados por marisabidillos. Concedo que sean gente de muy buena voluntad, aunque, en la gran mayoría de los casos, con una formación más que justita. ¿Cuánta gente de nuestras parroquias puede estar en grupos opinando y trabajando? De los que suelen acudir a misa los domingos, ¿Cuántos pertenecen además a alguno de los distintos grupos parroquiales? ¿Un veinte, un treinta, un cuarenta por ciento?

En el mejor de los casos, nos encontramos los domingos en misa con un sesenta, setenta por ciento de los fieles a los que nadie pregunta. Son fieles que asisten a misa todos los domingos y festivos, aportan su donativo, intentan vivir como católicos y son la base

Gente que demasiadas veces sufre con paciencia los excesos litúrgicos de su párroco, las ocurrencias del equipo de liturgia, los avisos de Cáritas y las misas con niños tan repetidas como insufribles. Son las Rafaelas de cada parroquia que están siempre pero no pintan nada.

Rafaelas a las que preguntar qué piensan de su parroquia y que quisieran que fuera. Que a lo mejor, teniendo un coro bueno, nos dicen, por ejemplo, que si no es posible tener alguna misa rezada sin más o que se cansan de ese monitor tan amable. Rafaelas que piden algo tan sencillo como que la misa sea una misa siguiendo el misal, los avisos sean mínimos y resulte fácil confesarse o acudir al despacho.

Rafaelas que aguantan con dignidad campañas, testimonios, avisos, cantos, moniciones, catequesis de la experiencia y renovación ecológica. Gente buena, de los que van a misa también en vacaciones, pero completamente ignorados en el día a día.

No sé la forma. Pero basta estar atentos a algunas voces. Lo mismo nos llevamos sorpresas.

Los teólogos progres, los grupos de base y la disidencia crónica no aportan más que disgustos y sus personales frustraciones para privar a la Iglesia de fieles y de medios materiales. Los no creyentes y los medios de comunicación van a ir a por nosotros siempre, aunque sonrían como táctica. Los fieles de nuestros grupos son de lo mejor que tenemos, pero nada sería posible sin las Rafaelas de cada día. Justo, las ignoradas o incluso despreciadas.

Hoy reivindico, una vez más, a las Rafaelas de cada parroquia. Si tuviéramos más en cuenta sus opiniones, lo mismo nos llevábamos sorpresas.