sábado, 4 de octubre de 2025

De enganches y reenganches. Por José Manuel Fueyo Méndez

  -En la última hoja que repartí tocaba despedida, pero de momento lo que toca es reengancharse, aunque no me precisaron cuánto durará el reenganche, por lo cual no me atrevo a incluir en esta hoja los horarios de las celebraciones de Difuntos de primeros de noviembre. Ya comenté más veces que el Consejo Episcopal diocesano nos sorprende con frecuencia y especialmente en materia de nombramientos de párrocos, con lo cual el hecho de que publiquen un nombramiento sin que estén atados todos los cabos cabe decir que entra dentro de la anormal normalidad diocesana. Y eso que por fin nos reenganchamos al boletín diocesano, después de tres años en barbecho. Algo es algo. De momento la vida de esta Unidad Parroquial sigue igual y lo que sea sonará. Aprovecho para reiterar el agradecimiento por la despedida que me hicisteis, tan bonita como inmerecida, así como por los numerosos y valiosos regalos que me ofrecisteis. Que haya resultado prematura es otra historia. A los que también les toca reengancharse es a los niños de la catequesis de Primera Comunión: los que vienen a Argüero ya comenzaron el curso y los que van a Arroes lo iniciarán el próximo domingo, en ambos casos con los horarios de años precedentes.

-En cuanto a la actualidad eclesial más cercana, este año la Misa de la Santina sólo generó polémica los días previos por la negativa del Presidente Barbón para acudir al Real Sitio, secundado por la prescindible TPA, que volvió a mostrar descaradamente su servilismo al poder y no retransmitió la celebración. ¡Qué dispendio económico más absurdo el de la TPA, habiendo como hay ya dos cadenas públicas! No saben gobernar sin dilapidar tu dinero sin ton ni son. A lo que iba: este año nuestro Arzobispo no consideró oportuno incluir en su homilía del día 8 un apartado de “sesión de control” al Gobierno Central y el que se llevó algún “palo” de los supuestos progres fue el Presidente de la Junta, señor Cofiño, que sí acudió ese día a Covadonga. A don Jesús le habían zurrado la badana unos días antes, tanto políticos como medios seudoprogres, por mor del conflicto de Jumilla. El gobierno municipal de la citada población murciana (PP-Vox) les negó a un grupo de musulmanes el permiso para celebrar en el polideportivo un acto, en el que, entre otras cosas, iban a sacrificar unos corderos. Los sociatas, sus socios de gobierno y sus pelotas mediáticos encantados de colar ese “mosquito” durante varios días como cortina de humo, mientras tragan los “camellos” de sus continuos dislates. Hasta la Conferencia Episcopal terció ingenuamente en el tema para condenar la supuesta marginación a los musulmanes. Y eso que se trataba de un tema local, en el que bastaba y sobraba con que se pronunciase el obispo de la diócesis murciana, pero nuestros prelados, como nos pasa a tí y a mí, a veces hablan cuando deberían callar y callan cuando deberían hablar. Don Jesús se desmarcó del buenismo de sus colegas y puso los puntos sobre las íes: subrayó con razón lo exagerado de la polémica; les reprochó a los falsos progres, políticos y mediáticos, su silencio ante los numerosos casos de cristianos asesinados en países musulmanes, semana sí y semana también, en lo que también tenía toda la razón y sugirió como “táctica” política la reciprocidad con los musulmanes, reclamando que deberían darnos en sus países a los cristianos las mismas facilidades de que disponen ellos en España. Eso vamos a dejarlo en discutible, aunque sea de sentido común, porque la política no siempre marida con el sentido común e incluso la situación actual permite que se esté cumpliendo, aunque sea sin querer, un mandato evangélico, dado que se les devueve a los musulmanes bien por mal. El caso es que don Jesús en su tuit utilizó la palabra “moritos” y la patulea seudoprogre aprovechó para colar ese mosquito de los moritos, convirtiendo en despectivo lo que en realidad es, como mucho, un término anacrónico y tragaron sin rubor el camello de los cristianos asesinados todas las semanas, sobre los que quería llamar la atención don Jesús, al que tildaron de racista, xenófobo, ultraderechista y demás lindezas. Como sólo leen El País y escuchan la Ser, la Sexta y las cadenas públicas ignoran que el Arzobispo ya dio numerosas pruebas, escritas y habladas, de no ser racista ni xenófobo. Y que te llame ultraderechista un socialista habrá que entenderlo como un piropo, dado que lo más ultraderechista que sufrimos en España los últimos cuarenta años fue el siniestro GAL, que creó precisamente un gobierno socialista. O sea que, si estuviesen insultando al obispo, se estarían insultando a sí mismos. Y nadie cabal se insulta a sí mismo.

-El caso es que estos no necesitan reengancharse, porque viven permanentemente enganchados al desacierto y a la trampa. Mira que llevan tiempo protagonizando barbaridades de todo tipo, pero les faltaba boicotear la vuelta ciclista y lo han hecho este año con el pretexto de su poco, por no decir nada, creíble solidaridad con Gaza. El Gobierno, que debe velar por el normal desarrollo de la competición deportiva, encontró en el conflicto palestino-israelí otra estupenda cortina de humo para intentar disimular sus tropelías, arengó a sus seguidores más violentos y los ciclistas las pasaron canutas en algunos momentos para concluir las etapas. Tienen el país hecho unos zorros y pretenden arreglar el mundo e incluso proponen a Sánchez para el Nobel de la paz. Daría la risa, si no resultase patético, como resulta desternillante la flotilla de la supuesta solidaridad, a la que ahora los del “no a la guerra” añadieron una fragata. Y, si fuera la última necedad, nos daríamos con un canto en los dientes, pero todo apunta a que mañana seguirá el dramático serial. Y sino que se lo pregunten a la ministra de Igualdad, señora Redondo: la que nos decía no hace mucho a quién debemos dar la Comunión en la Iglesia está metida ahora en el lío de las pulseras antimaltrato. Otra lumbrera, cuyo feminismo hace juego con el de su antecesora doña Irene Montero, la del casoplón, que sacó de la cárcel a los violadores, y más juego aún con el feminismo del yerno de Sabiniano, el de los puticlubs. El caso es que, aún con tanto desacierto, harán todo lo posible por seguir enganchados al poder y sus socios de Gobierno, en especial catalanes y vascos, encantados de seguir aprovechándose del enganche. Tan es así que me suena haber leído u oído que un político catalán declaró hace poco que están consiguiendo del Gobierno central mucho más de lo que imaginaban. ¿Qué futuro nos espera con esta tropa? No soy adivino, pero de momento casi todo invita al pesimismo.

-Como en todas partes cuecen habas y en mi casa a calderadas, escribo esto después de enterarme de un escándalo protagonizado por un cura de Toledo, enganchado presuntamente a la droga y al sexo. Para más inri, el pecador ocupaba un alto cargo en la diócesis, con lo cual queda retratado el obispo por su “ojo clínico” para rodearse de colaboradores. No es fácil conocer bien a 300 o 400 curas, pero al menos hay que intentarlo, hablando con ellos y pateando la diócesis, porque sino te acabarás fiando de una primera impresión, un título académico, un alzacuello o una sotana, que no desvelan gran cosa sobre quién hay detrás de los mismos. Y así surgen escándalos, de los que en esta diócesis desgraciadamente también sabemos algo. En fin, que tanto la justicia civil como la eclesiástica pongan a este pobre hombre en su sitio, que el pecador pida públicamente perdón y que el escándalo afecte lo menos posible a los cristianos de a pie, que esperan que sus pastores lo sean de verdad y no se conviertan en lobos disfrazados.

Hoja Parroquial de la Unidad Pastoral de La Marina (Villaviciosa)

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