jueves, 2 de octubre de 2025

Carta de la Hermana M.ª de la Paz Mena, Superiora General de las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda


«Vivan, pues, mis queridas hijas, constantemente en unión y caridad; ámense en Dios y por Dios; éste es el modo de atraer las bendiciones celestiales sobre cada una de ustedes y sobre nuestra querida Congregación. Sin esta hermosa virtud, somos infelices en este mundo». (MSP 26/12/1859)

«… no basta que nos contentemos con llevar este hermoso nombre de Ángel, es preciso serlo de hecho, arder de amor de Dios como estos Espíritus celestes. Este hermoso nombre será a menudo materia de nuestras meditaciones»(MSP, Quillan, 17 de enero 1853)

Queridas Hermanas y Familia Ángel de la Guarda:

En la celebración de la fiesta de los Santos Ángeles de 2024 declarábamos abierto el AÑO CONGREGACIONAL MADRE SAN PASCUAL. Han pasado 365 días en los que hemos saboreado algunas de sus frases haciéndolas pasar por el corazón, orándolas. Hemos vivido un año de gracia en el que nos hemos acercado a su espiritualidad y hemos saboreado algunas de sus frases haciéndolas pasar por el corazón, orándolas. Hemos vivido un año de gracia en el que nos hemos acercado a su espiritualidad y hemos profundizado en sus escritos que nos han ayudado a conocerla más. Damos gracias a Dios por tanto bien recibido.

Las tres lineas de acción propuestas por el Gobierno General para dar cauce a este acontecimiento: Celebrar, Profundizar, Dar a conocer… nos han puesto en camino para conocer su vida y legado carismático, agradecer a Dios su vida y celebrarla. Este tiempo celebrativo nos ha permitido profundizar en su ejemplo de fe firme, en su amor incansable a Dios y en su ternura para con los más pequeños y necesitados. Su vida sigue siendo para la Familia Ángel de la Guarda un faro que nos recuerda que es posible vivir con sencillez, confianza en la Providencia y generosidad en la entrega.

Distintas celebraciones a lo largo del año nos han puesto en contacto con la sencillez de esta mujer que caminó abierta a la Palabra de Dios y supo, como buena discípula, saborearla y testimoniarla con su vida siendo «Angel Visible» para todos.

Laicos y Hermanas hemos ido estrechando lazos a través de todo lo vivido y ojalá que esta experiencia nos ayude a seguir a Jesús con más hondura y fidelidad y nos entusiasme en la vivencia del Carisma en la Iglesia.

Por esto, os invito a cerrar este año celebrativo no como la conclusión de una experiencia, sino como una oportunidad para continuar haciendo vida su legado. Después de lo vivido durante este año, es un buen momento para hacernos algunas preguntas: ¿Qué ha supuesto para cada uno la vivencia de este acontecimiento congregacional? ¿Podría sintetizarlo con una palabra, frase o experiencia? ¿Qué queda resonando en mi vida? ¿Me ha acercado más a la Palabra de Dios para hacerla vida y testimoniarla?

En mi carta de apertura expresaba el deseo de adentrarnos en la realidad de nuestro mundo desde la mirada de la Madre San Pascual y a vivir con hondura nuestro seguimiento a Jesús en lo cotidiano. Sigue siendo invitación y reto para cada Hermana y laico, porque este compromiso tiene que seguir vivo en cada una y cada uno de los que hemos vivido la experiencia de este año celebrativo. Ojalá todo lo aprendido, celebrado y compartido se transforme en servicio, fraternidad y motivos para la esperanza en lo cotidiano.

Todos, Hermanas, Familia Laical, Comunidades Educativas, jóvenes, monitores, catequistas y cuantas personas comparten proyectos con nosotros nos sentimos llamados a ser «Ángeles Visibles» siendo cauce de la ternura y misericordia de un Dios que hace camino junto a nosotros.

Seguimos encomendándonos a la Madre San Pascual en nuestra oración para que interceda por la Familia Ángel de la Guarda. Que la semilla sembrada por ella en cada uno de nosotros siga dando frutos abundantes y sigamos orando para que haya nuevas y auténticas vocaciones, consagradas y laicas, que se sumen a su pequeña Congregación.

Deseamos su pronta beatificación. Por esto, no nos olvidemos de enviar los favores concedidos por su intercesión.

Hoy clausuramos un año de gracia para la Familia Ángel de la Guarda que se convierte para todos en reto y oportunidad para continuar profundizando en la vida de esta Mujer y su compromiso en la Iglesia y el mundo. Que el Ángel de la Guarda, protector y guía, nos acompañe siempre en este camino.

Un fuerte abrazo,

Hna. M. de la Paz Mena.
Superiora General

2 de Octubre: Santo Ángel de la Guarda

 

Ángel de la paz, Ángel de la Guarda, 
a quien soy encomendado, mi defensor, 
mi vigilante centinela; gracias te doy, 
que me libraste de muchos daños del cuerpo y del alma. 
Gracias te doy, que estando durmiendo, me velaste, 
y despierto, me encaminaste; 
al oído, con santas inspiraciones me avisaste.

Perdóname, amigo mío, mensajero del cielo, 
consejero, protector y fiel guarda mía; 
muro fuerte de mi alma, defensor y compañero celestial. 
En mis desobediencias, vilezas y descortesías, ayúdame y guárdame 
siempre de noche y de día. Amén.

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