(Rel.) El Papa Francisco había anunciado en varias ocasiones que escribiría una Carta con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Santa Teresa del Niño Jesús. Había mucha expectación sobre esta publicación sabiendo que la devoción de Francisco hacia Teresa de Lisieux es muy grande y que el mensaje y la doctrina de Teresa como un “huracán de gloria” (Pio XI) se han hecho cada vez más universales, especialmente a partir de ser proclamada Doctorado de la Iglesia en el año 1997.
Entresacamos varios “signos” con los que el Papa Francisco ha manifestado con esta Exhortación el lugar principal que debe ocupar la “Ciencia del Amor” enseñada por la “santa más grande de los tiempos modernos” (San Pío X).
1) Una exhortación apostólica.
Es la primera vez que un Papa dedica una Exhortación Apostólica a un santo (fuera de San José, que está en “otro nivel”). Esto muestra la importancia que para el Papa Francisco hoy tiene el mensaje de Teresita. Otros textos que ha dedicado a santos (a San Francisco de Sales, por ejemplo, o a San Jerónimo) son Cartas Apostólicas, menos exhortativas y de menor rango.
2) La fecha de la publicación: Teresa de Ávila
El Papa subraya que ha querido publicarla en esta fecha del 15 de octubre por dos razones: para que “su mensaje sea asumido como parte del tesoro espiritual de la Iglesia” y, al ser el día de la memoria de Santa Teresa de Jesús, “quiere presentar a santa Teresita como fruto maduro de la reforma del Carmelo y de la espiritualidad de la gran santa española”.
3) La dedicación de la Carta
No está dedicada a “Teresita” sino al centro de su mensaje: “la confianza en el Amor Misericordioso de Dios”. Francisco señala que la expresión “'la confianza y nada más que la confianza puede conducir al amor', bastaría para justificar la declaración de su doctorado”.
4) La Exhortación Apostólica y los Papas previos
Esta Exhortación es un hito en el Magisterio Eclesial de los Papas del siglo XX y XXI con el que reiteradamente han mostrado la importancia y necesidad de la doctrina del camino de la infancia espiritual como faro luminoso para los hombres de nuestro tiempo (ver párrafo 6).
5) El contexto histórico y eclesial: Sínodo y guerras
Es importante el contexto en que se ha publicado. El Papa no hace referencia a ello, pero no se puede obviar el carácter providencial de esta exhortación en medio de la celebración del Sínodo de los Obispos y de la crisis de guerra recién estallada en Oriente Medio. El Papa recuerda la centralidad para la Iglesia del Amor Misericordioso de Dios y la invitación a la confianza con expresiones como ésta de Teresita: “Los que corremos por el camino del amor no debemos pensar en lo que pueda ocurrirnos de doloroso en el futuro, porque eso es faltar a la confianza” (24).
6) Evangelización desde el silencio y ejemplo
Contextualiza e ilumina con la doctrina de Teresa y su propio testimonio de vida evangélico en el silencio del claustro un tema reiterado en el Magisterio de Francisco: “la evangelización se realiza por atracción y no por presión o proselitismo” (párrafo 10). Con ello el Papa subraya el valor misionero del “caminito” de Teresita.
7) Los méritos tienen valor
El Papa hace referencia a la doctrina católica del crecimiento de la gracia y el valor de los méritos (en las notas se cita por dos veces al Concilio de Trento) desde la presentación que ofrece la doctrina de la confianza y el abandono en el amor Misericordioso de Dios vivido y enseñado por Teresita. Teresa de Lisieux, ¿puente del diálogo católico-protestante sobre este tema? (18-19).
8) La llamada universal a la "vida mística"
Una "vida mística" entendida desde Teresita como experiencia diaria de amor, sin necesidad de pasar por experiencias y fenómenos extraordinarios. Es lo que el Papa denomina “el amor más grande en la mayor sencillez” (35).
9) Mirar a la Iglesia con una mirada de fe
Es una llamada a mirar a la Iglesia con una mirada de fe, entrando como Teresita en su Corazón ardiente de amor y a no escandalizarnos por los límites y debilidades de la “institución eclesiástica” (41).
10) Un nuevo "título" para Teresita
Francisco se dirige a Teresa como “Doctora de la síntesis”, llamada a iluminar a teólogos, moralistas, pensadores y pastores (50).
11) Una santa y su doctrina, vivas
El Papa constata que “un siglo y medio después de su nacimiento, Teresa está más viva que nunca en medio de la Iglesia, en el corazón del Pueblo de Dios” (53).
12) Una oración final que lo sintetiza
La síntesis de lo que el Papa quiere y pide para la Iglesia está resumido en la oración final que llena de afecto le dirige a Santa Teresita:
Querida santa Teresita,
la Iglesia necesita hacer resplandecer
el color, el perfume, la alegría del Evangelio.
¡Mándanos tus rosas!
Ayúdanos a confiar siempre,
como tú lo hiciste,
en el gran amor que Dios nos tiene,
para que podamos imitar cada día
tu caminito de santidad.
Amén.
(Puede leer aquí entera en español la Exhortación Apostólica C'est la confiance).
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