sábado, 19 de agosto de 2023

Notas acerca de hechos reseñables de la historia de Lugones



Reminiscencias de nuestro pasado.
Por Rodrigo Huerta Migoya


Uno de los lugares con más pasado. El profesor de la Universidad de Oviedo, antaño Director General de Patrimonio Cultural del Principado de Asturias y uno de los mayores expertos en prehistoria, de forma concretísima en lo concerniente al periodo paleolítico, José Adolfo Rodríguez Asensio, siempre ha considerado a la localidad de Lugones y su entorno como la presencia humana más antigua de toda Asturias. Ya en 1983 publicó un valioso estudio sobre esta cuestión donde analizaba los primeros yacimientos descubiertos en Paredes (Lugones) junto a los otros próximos de Vallín (Limanes) y La Pasera (Noreña), o los restos y piezas líticas encontradas en las zonas de Meres (Siero), en ''Regueru el Campón'' y ''Altu la Mayá'' (Arguelles), así como el Silvota y el ''cantu negru'' (Bobes). El paso del tiempo confirmaría aún más la hipótesis, pues a los primeros descubrimientos acaecidos en 1970 con la construcción de la autopista Y se sumarían otros con el paso del tiempo. Gran valor tiene el minucioso trabajo de otro investigador, José Manuel González, sobre “el Monte les Muries”.

Siglo XI: Un canónigo de la Catedral de Oviedo nacido en Lugones. Se conserva en el Catálogo de Pergamino del Archivo Catedralicio la donación del sacerdote capitular ‘’G. Fernández’’, de una casa en Folgueres y una heredad (finca) en Murias de Paredes al Cabildo Catedral. Estas debían de ser las propiedades que éste poseía al tratarse de la casa familiar. Quizás al no tener hermanos ni familiares próximos optó por donarlo a la Institución a la que dedicó los últimos años de su vida sacerdotal.

Una herencia de principios del siglo XII. En el año 1109 una vecina de Lugones llamada Jimena Anáyez entrega, junto a su marido llamado Martín Muñiz, la herencia que a ella le correspondía por parte de sus padres, que al parecer eran naturales y vecinos de Lugones al Monasterio de San Pelayo de Oviedo “por su alma”. La citada propiedad estaba cerca del Nora en esta villa en la que ellos habitaban, y estaba formada por más de una vivienda, pues el texto especifica: ‘’Casas, hórreos, cubas y sus ganados’’. La ganadería la formaban dos caballos, dos bueyes, tres vacas con sus terneros y diez animales más de los cuales unos son vacas y otros cerdos.

Lugones suelo ovetense con hórreos en la Edad Media. Las escrituras, títulos y testamentos siempre han sido los documentos mejor custodiados en el devenir del tiempo por el interés de los propietarios en demostrar su dominio sobre estos. Gracias a una escritura de venta fechada en el año 1113 sabemos que Lugones pertenecía a lo que hoy llamaríamos concejo de Oviedo. Los vendedores eran un vecino de Lugones llamado Pelayo Díaz y sus hijos, mientras que el comprador es llamado en el documento como el ‘’señor Suero Ordoñez’’. La ubicación de la propiedad nos la describe de la siguiente forma: está sobre el río ‘’Naura’’, lo que entendemos que estaba junto al Nora, formada por una villa familiar herencia de los antepasados y por un pequeño grupo de casas, hórreos, fuentes y molinos. Otro dato valioso al respecto: en plena edad media sabemos que los hórreos formaban parte del paisaje de Lugones. Se denomina al lugar de la parroquia o finca como ‘’Olali’’. Uno lee esa descripción e inmediatamente la mente se le va a las casas de Puente Nora, pero, ¡ojo!: estamos en el siglo XII. Nos da algún dato más: la finca tiene manzanos y ‘’montes’’, lo que entendemos de que había pequeñas peñas o colinas como las que aún hoy encontramos en las proximidades del río, por ejemplo en la senda que empieza en la zona del Cabroncín -por detrás del actual Tanatorio- a la vera del Nora. El precio acordado de la venta fue de ‘’20 bueyes de tres modios cada uno’’. Por último se concisa que esta propiedad está ‘’in alfauce Ovethao, in territorio Siero’’; es decir, en el alfoz de Oviedo, en territorio de Siero. Geográficamente Lugones era suelo sierense; sí, pero estaba dentro del distrito y jurisdicción de Oviedo.

Agricultura y ganadería en Lugones a mitad del siglo XVIII. En torno a 1749 el Marques de la Ensenada redactó su famoso Catastro por mandato del rey Fernando VI. En aquel Lugones de menos de 200 habitantes sabemos por esta valiosa estadística de la época que los habitantes de esta localidad vivían principalmente de la agricultura, la ganadería y los molinos existentes en los ríos Nora y Noreña. Conocemos por este texto que el cuartillo de leche valía 8 maravedíes y el término medio de una yunta de bueyes de labranza oscilaba los 30 ducados, el potranco 50 reales, una potranca 100, el muleto 200 reales, la muleta 300, el cordero o cabrito estaba en 3 reales, mientras que el lechón a 4. De toda la zona de Siero el ganado más valorado en calidad era el de las parroquias de Lugones, Granda y Viella cuyos terneros mamones al ser tan reconocidos se vendían a 33 reales mientras en el resto de parroquias lo más que se pagaban eran 25 reales. De los molinos se habla de cuatro en el río Noreña de los cuales dos son de doble molar con un funcionamiento de ocho meses, otros dos molinos en el barrio de Folgueres con 4 y 3 molares cada cual, y se habla de un molino en el río Nora de 3 molares propiedad de D. Manuel Estrada Nora. Los dos molinos de Folgueres eran propiedad del Conde de Peñalba. Otro dato de gran valor es que afirma que los vecinos son 134, la mayoría labradores los cuales dice ‘’utilizan el llamado la Cebada para una ganadería de 259 animales’’ lo que entendemos que se refiere a la Cebera, cuyos terrenos serían empleados como terreno comunal en beneficio de los vecinos.

Dos muertes en la francesada. Los franceses llegaron a Lugones el 19 de marzo de 1809 situándose sus tropas sobre el Nora en el enlace de las carreteras Gijón–Avilés, avanzando desde ahí hacia Oviedo y los alrededores llegando al día siguiente a la Pola. Saquearon y robaron varios templos y capillas de la zona. Un vecino de Lugones que les plantó cara murió heroicamente, este se llamaba Antonio Reguera. En el año 1813 el Ayuntamiento de Siero una vez superado el triste acontecimiento del intento de invasión por parte de los franceses, encarga un relación municipal para conocer al detalle las consecuencias de lo ocurrido: número de bajas, heridos, viudas… En Lugones se vieron afectadas dos familias, las cuales fueron compensadas otorgando a las viudas una pensión de 3 reales diarios al haber muerto sus esposos en acción de guerra. Sabemos de una cantidad asignada por el ilustre ovetense D. José Fernando de Abascal y Sousa que era Marqués de Concordia, Virrey del Perú y Capitán General, de conceder una entrega de 190 o 140 reales a cada viuda del concejo sierense cuyos maridos hubieran perdido la vida en la francesada.

1870 y 1880, dos fechas en la industrialización de Lugones. En 1870 se pone en funcionamiento en la localidad la fábrica de cerámica Guisasola para materiales refractarios. Su rápido crecimiento y buena fama propició que a los veintidós años de su inauguración se ampliara y mejorara la fábrica con la instalación de los últimos adelantos del momento de aquel lejano 1892. Empleaba en aquel momento a nada menos que a 1.250 trabajadores, hasta el punto de disponer la empresa de tranvía propio para transportar los productos desde su almacén hasta el embarcadero de la estación de tren de Lugones. La fábrica recibió la medalla de oro en la exposición regional de Gijón de 1899. Otro año redondo para Lugones fue 1880 con la fundación de la Sociedad Anónima Santa Bárbara para fabricación de pólvora a iniciativa de Don José Tartiere Lenegre con un capital de 25 millones de pesetas. Se incorpora a la Unión española de explosivos en 1895. Se calcula que sólo durante los años de las guerras coloniales se vendieron más de trescientas toneladas de pólvora. Algunas de las distinciones de esta fábrica fueron la medalla de oro de la exposición minera universal de Barcelona en 1888 o la de París de 1889.

1872 Llega el ferrocarril a Lugones. Fue la Compañía del Norte la concesionaria del ferrocarril que enlazaba León con Gijón la que puso en funcionamiento en el citado año la línea Gijón–Oviedo inaugurándose así la parada y estación en Lugones. Pocos años después, el 13 de junio de 1884 la empresa ovetense de diligencias ‘’La Esperanza’’ estableció una línea diaria entre Oviedo y Pola de Siero pasando por Lugones, de la que se vieron beneficiados los vecinos que debían acudir a dicha Villa para gestiones de todo tipo. Este servicio salía a las tres de la tarde de Oviedo y las siete de la mañana de La Pola; muchas personas utilizaban esta diligencia para apearse en el Berrón donde había línea de ferrocarril a Langreo. El precio por asiento del viaje en diligencia era de 2 reales.

Escolarización en 1888. La llegada de la industria a Lugones empezó a traer consigo importantes mejoras en el pueblo, ya hemos visto las novedades del transporte y ahora veremos cómo estaba el campo educativo. Un vecino de Lugones denunciaba esta realidad en un escrito que envió al periódico El Carbayón el 20 de mayo de 1888. En este medio reflexionaba el autor del texto que de 182 vecinos censados en la parroquia tan sólo estaba matriculados en la escuela 65 niños, aunque sólo asistían a diario a clase unos cuarenta. Por aquel momento no había edificio de escuela ni para niños ni para niñas, sino que parece que se utilizaba la pequeña iglesia parroquial para ello por lo que no había sitio para todos. Sabemos que los niños tenían la clase diaria en el atrio del templo, mientras que las niñas no sabemos, pero todo parece pensar que ellas la tendrían en el interior del templo. Este vecino reclamaba que se financiara la construcción de una escuela para niños y niñas costeada a partes iguales entre el Municipio, la Diputación y los vecinos de Lugones, dada la realidad tan precaria de la educación en el pueblo.

Finales del siglo XIX, Lugones quiere independizarse de Siero y unirse a Oviedo. En el devenir de la historia las disputas de pertenencia a Oviedo y Siero fueron frecuentes, y como vemos en tantos documentos se pasó por múltiples estadios. A finales del siglo XIX Lugones estaba como hoy, dentro del concejo de Siero teniendo por capital la Pola. No debían de estar muy conformes los vecinos con esta realidad cuando en el año 1884 se produjo un intento oficial de secesión solicitando que Lugones pasara a ser del concejo y ayuntamiento de Oviedo. Los documentos nos dicen que había censados en la parroquia tan sólo 166 vecinos, de los cuales firmaron la instancia 117 y sólo 49 no firmaron, bien por no estar de acuerdo o por no posicionarse en el asunto. Parece que instruido el expediente, fue aprobado por la Diputación Provincial en la sesión que tuvo lugar el 13 de noviembre de 1887. Los concejos próximos dieron todos su visto bueno, a excepción de Siero que dio su parecer en contra de dicha petición. Se pasó toda la documentación al Ministerio de la Gobernación. Pocos años después el Ayuntamiento de Oviedo procedió en noviembre de 1889 a dejar claro lo que estaba dentro y fuera de su territorio con la colocación de 142 mojones de piedra para aclarar sus límites. Los trabajos comenzaron en la Peña del Escobar donde Oviedo, Siero y Langreo se abrazan. De ahí se siguió hacia San Julián de Box (Tudela Veguín), Olloniego, Las Segadas…Se continuó señalando la división que hace el río Nora entre Oviedo y Siero. Y especifica que sigue sucesivamente por Lugones, Santa Marta de Colloto (debería decir Santa Eulalia, quizá sea una errata o se refiera a alguna capilla desaparecida), Pontón del mismo nombre y Moreo, y que llegó hasta el camino de la Paranza, llamado francés, para terminar en la Peña de Escobar. En 1891 cuando parecía todo ya olvidado el Ministerio de Gobernación envía toda la documentación al alcalde de Oviedo con el asunto enfocado, pero que de cara a un arreglo conforme a la ley municipal quedó en suspenso hasta que se considerase oportuno formar el correspondiente “proyecto de ley’’. El pleno del Ayuntamiento de Oviedo abordó el tema en el pleno del 16 de mayo de 1891 donde la corporación se dio por enterada de esa Real Orden del ministerio de la gobernación que dictaba el expediente de incorporación de la parroquia de Lugones al término municipal ovetense. En un primer momento parecía que había una buena predisposición a acceder a dicha petición, más dicho expediente se dejó en suspenso en espera de un oportuno proyecto de ley a las Cortes. La burocracia administrativa paralizó la gestión, quedando así Lugones en Siero.

Toponimia lugonense. En una localidad con tantos siglos a sus espaldas es normal que muchos nombres de sus lugares se hayan perdido, otros han llegado hasta nosotros pero difícilmente los localizamos, aun así conservamos muchos otros que siguen vigentes en nuestro pueblo, unos más antiguos otros más modernos, pero que forman parte de la riqueza cultural del lugar: El Villar, Paredes, Los Peñones, El Tiru Cañón, Puente Vieyu, Les Folgueres, La Corexa, El Carbayu, El Sucu, La Iría o Ería, El Cruce vieyu, La Faya, El Cuetu, El Cruce Nuevu, El Castro, La Braña de Riba, El Cabroncín, La Caleya´l Palacio, La Casona, Canales, Les Cases del Puente, Los Molinos, La Torre, El Resbalón, El Sucu, La Cebera o Santa Bárbara, El Cantarranes, El Tocote, La Ponte, El Palacio, La Llosa la Villa, barrio San Félix…

2 comentarios:

  1. Me parece de lo más interesante. Por cierto, en qué año se construyó la Iglesia de Lugones? Entiendo que la que se menciona aquí como "escuela" es la misma que hay ahora, verdad? Gracias

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  2. Hola Ana, la iglesia de Lugones construida en el siglo XII fue destruida en 1936. El templo actual fue levantado en el solar del anterior. La primera piedra fue colocada el 19 de marzo de 1939 y fue consagrada el 23 de junio de 1940.

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