La administración pública y los políticos debaten el nombre que se ha de dar de modo definitivo a la ría que une, no separa, Asturias y Galicia. En lo que no hay discusión es en el nombre del puente que vuela sobre aquellas bellísimas aguas en el instante de adentrarse en el mar Cantábrico: “de los Santos” se llama, ya que en sus extremos hay sendas capillas, dedicadas a san Miguel, en Ribadeo, y a san Román, en Figueras, que tutelan el tránsito de quienes circulan por él.
La asturiana capilla de San Román es una atalaya que recibe con su blanca faz a los viajeros que llegan al Principado desde la provincia de Lugo y los miembros de una asociación local solicitaron, a través del Arzobispado, que la imagen de la Santina de la capilla en desuso de la Residencia Sanitaria “Nuestra Señora de Covadonga” de Oviedo fuera cedida para que, entronizada en la de San Román, además de para la veneración de los fieles, diese amorosamente la bienvenida a quienes, por el puente de los Santos, entren en Asturias e iluminase con su luz, desde allí, cual faro, a los navegantes, pues, como es sabido, «Santa María, en el cielo, es una estrella que a los asturianos guía» y a todos los que la admiran, invocan y tienen por Madre.
Las gestiones se iniciaron a principios del año 2018, en el que se conmemoró el primer centenario de la coronación canónica de la Virgen de Covadonga. Vinieron a Oviedo miembros de la mencionada asociación para ver cómo se podía hacer la excarcelación de la imagen, encastrada en el testero de la capilla, pues se requiere, para ello, un andamio, medios de elevación y, después, un vehículo adecuado para transportarla, ya que debe de pesar más de cien kilos. Es de piedra.
La primera solicitud, dirigida a la Dirección Provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social, salió del Arzobispado con fecha 6 de marzo de 2018. Hubo acuse de recibo. Luego, más escritos. El último, el pasado 31 de enero. Es preciso agradecer a la Delegada del Gobierno en Asturias el interés que mostró siempre para que la obra se llevase a efecto. De igual modo, la Dirección Provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social hizo, en la tramitación de la autorización, cuanto le correspondía dentro del marco de atribuciones que le han sido otorgadas. ¿En dónde se ha producido entonces la demora para la cesión? Fuera de Asturias.
Entendemos que la autoridad nacional competente esté ocupada e incluso desbordada tratando de solucionar problemas de mayor extensión y más urgentes, pero tal vez no ha sabido calibrar el impacto, en el pueblo asturiano, de los actos de profanación perpetrados en la capilla en la que aún se encuentra la imagen de la Santina, a la que los asturianos, sea cual sea su ideología, aman con toda el alma.
De ahí también la repulsa general ante el hecho de que a alguien se le hubiese ocurrido disfrazarse de Virgen de Covadonga en carnaval o, en otras circunstancias anteriores, haber diseñado unos carteles de pésimo gusto y ofensivos en los que se ridiculizaba a la Señora de la Montaña.
Y puesto que, no sólo en la televisión y en la prensa, sino también en las redes sociales, se están vertiendo opiniones infundadas sobre el decurso de este asunto, deseo por este medio de La Nueva España dar a conocer la hermosa iniciativa concebida y acometida por unos feligreses del noroccidente asturiano, que vienen haciendo, desde hace cinco años, todo lo humanamente posible para que la Virgen de Covadonga no esté sola en la lóbrega tristeza de un edificio abandonado y tenga un hogar dignísimo entre ellos. Allí, siendo la Señora de la Ría y del Mar, como es, en el Auseva, de la Montaña, brillará en la Atalaya con ese resplandor suyo que ni la más rutilante de las estrellas logrará jamás igualar: «Respice Stellam, voca Mariam!»
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