Nació en 1927 en la localidad piloñesa de Robledo, parroquia de Santa María de Anayo.
Criado en una familia de labradores, ingresó en el Seminario Diocesano en la postguerra durante la campaña vocacional que se hizo en la diócesis concienciando a los niños de que había que cubrir las vacantes de los más de 125 sacerdotes martirizados en Asturias los años previos.
Terminados sus estudios de teología en Oviedo fue ordenado sacerdote el 7 de junio de 1952 por el entonces obispo de Oviedo Monseñor Francisco Javier Lauzurica y Torralba
Sus encomiendas pastorales fueron las siguientes:
Ecónomo Santa María de Rao (Lugo) así como encargado de San Justo de Balouta (León) y San Bernardino de Pelliceira - Ibias (Oviedo)
*Estas dos citadas parroquias eran entonces Diócesis de Oviedo, desde 1954 por el Concordato de la Santa Sede con España Rao pasó a la diócesis de Lugo y Balouta a la diócesis de Astorga.
Coadjutor de Santa María de Noreña y Capellán del Reformatorio de Menores (1953 - 1961)
Coadjutor de Santa María de Noreña y Capellán del Reformatorio de Menores (1953 - 1961)
Párroco de Santo Toribio de Cocañín y su filial de la Hueria Carrocera (1961 - 1975)
Delegado Episcopal de la Zona 5ª Langreo (1965 - 1970)
Delegado Episcopal de la Zona 5ª Langreo (1965 - 1970)
Miembro del Consejo Presbiteral por elección (1966 - 1969)
Encargado de San Luis Gonzaga de la Nueva (1970- 1978)
Ecónomo de San Esteban de Ciaño - Langreo (1970 - 1978)
Encargado de San Luis Gonzaga de la Nueva (1970- 1978)
Ecónomo de San Esteban de Ciaño - Langreo (1970 - 1978)
Miembro del Consejo Presbiteral por elección (1971 - 1972)
Miembro de la Comisión Permanente del Consejo Presbiteral por la zona sur (1971 - 1972)
Vicario Episcopal de Occidente (1972 - 1976)
Rector y Prefecto de Estudios del Seminario Metropolitano de Oviedo (1977 - 1987)
Rector y Prefecto de Estudios del Seminario Metropolitano de Oviedo (1977 - 1987)
Miembro del Consejo Presbiteral (1979 - 1982)
Miembro nato del Consejo Presbiteral (1984 - 1987)
Miembro del Colegio de Consultores (1984 - 1990)
Párroco de Santo Tomás de Cantorbery - Avilés (1987 - 2013)
Párroco de Santo Tomás de Cantorbery - Avilés (1987 - 2013)
Miembro designado del Consejo Presbiteral (1988 - 1991)
Administrador Parroquial de Nuestra Señora del Carmen de San Juan de Nieva (Sept-Oct 1990)
Miembro del Consejo Presbiteral elegido por la vicaría norte (1991 - 2000)
Miembro del Colegio de Consultores (1995 - 2000)
Arcipreste de Avilés (1997 - 2000)
Moderador del Equipo Sacerdotal de Santo Tomás de Cantorbery - Avilés (1999 - 2009)
Miembro designado del Consejo Presbiteral (2003 - 2006)
Miembro del Colegio de Consultores (2003 - 2014)
Miembro elegido del Consejo Presbiteral (2006 - 2009)
Miembro de la Comisión Preparatoria del Sínodo Diocesano (2007-2011)
Rector de la Iglesia de San Antonio de Padua (2013-2022)
Su primer destino fue verbal de boca de su obispo entonces, asignándole la tarea de Prefecto del Seminario de la Inmaculada de Valdediós, de Junio a Noviembre 1952. En el Seminario Mayor impartió la asignatura de Teología Moral el curso 1977 - 1978 y ejerció en el Seminario Menor de la Asunción como profesor de la asignatura de religión católica, el curso 1978 - 1979.
Hijo espiritual de San Josemaría Escrivá, supo encarnar en su etapa de sacerdote en la cuenca minera del Nalón la importancia de la defensa del trabajo como medio de santificación. Le tocaron años difíciles y convulsos, en los que se ganó fama de conciliador, por lo que fue requerido para muchos cargos de responsabilidad. Fue Delegado Episcopal de la cuenca del Nalón con Monseñor Tarancón, y Vicario Episcopal de la zona sur con Díaz Merchán. Siendo párroco de Ciaño restauró con gran acierto el Santuario de Nuestra Señora del Carbayu, patrona de Langreo, y hasta asumió para evitar que desaparecieran la directiva de las fiestas del pueblo al no querer nadie dar continuidad. Fue nombrado cofrade de honor del Carbayu (Langreo). Tras luchar con los problemas de huelgas y manifestaciones en las parroquias de la Vicaría Sur, fue requerido por Monseñor Díaz Merchán para reorientar la dirección del Seminario Metropolitano, el cual se encontraba fuera de las orientaciones del Concilio Vaticano II y dominado por postulados ideológicos contrarios al Magisterio de la Iglesia. Don Ángel devolvió paulatinamente la normalidad al Seminario, y fue un gran promotor de la formación del laicado y de la Acción Católica.
Estos últimos 36 años de su vida ministerial los dedicó a la parroquia de Santo Tomás de Cantorbery, en Sabugo de Avilés. En ese periplo cabe reseñar su implicación en el colegio parroquial así como su permanente atención espiritual a cofradías avilesinas, siendo consiliario de de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santa Vera Cruz durante más de veinticinco años, la cual le nombró "Cofrade de Honor". Una vez jubilado de las responsabilidad de párroco, se le designó en un primer momento -en julio de 2013- adscrito a la parroquia de San Juan de Ávila de Avilés, nombramiento que se anuló ante el anuncio semanas después de la marcha de la comunidad de franciscanos de la ciudad, la cual se efectuó al final del verano. Al presentarse esta novedad la diócesis le pidió que asumiera la atención pastoral de dicho templo. Así atendió D. Ángel los últimos nueve años la iglesia de San Antonio de Padua de Avilés familiarmente llamada de los padres franciscanos, siendo al mismo tiempo Consiliario de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza.
En estos años al frente del templo franciscano le tocó hacer frente al arreglo de la cubierta del mismo, así como la adaptación del interior de éste a la nueva realidad tras la marcha de los frailes: sacristía, acceso al coro, iluminación, espacios comunes, arreglo del órgano. En esos años se inauguró la Adoración Perpetua de Avilés en esta iglesia, y supo dar estabilidad a esa pequeña comunidad en ausencia de la orden Franciscana. Aunque con algún problema cardíaco que tuvo que resolver siendo más joven, hasta la fecha gozó de una salud y vitalidad portentosa. En los últimos tiempos experimentó un gran deterioro físico y también se mermó su memoria, abandonando el ministerio activo el pasado mes de octubre dejando de atender el templo de San Antonio. Falleció a las cinco de la madrugada del día de hoy sábado 18 de marzo -día de María- en su querido Avilés. Tenía 95 años de edad, y 70 de ministerio sacerdotal.
D. E. P.
Mañana domingo a las 17.00 de la tarde está prevista la celebración de un responso en Santa María de Anayo (Piloña) y posterior entierro de sus restos mortales en el cementerio parroquial. El funeral por su eterno descanso se celebrará el lunes 20 de marzo a las 17.00 de la tarde en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery de Avilés, presidido por el Arzobispo. La capilla ardiente ha quedado instalada en la Sala nº 3 del Tanatorio de Avilés.
''En verdad, en verdad os digo: llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán'' (Jn 5,25) |
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