La falta de relevo generacional obliga a dejar el servicio a los residentes a Summa Humanitate
(lne/ Manuel Noval Moro) La comunidad de Hermanas Dominicas de la Anunciata que, desde 1973, apoyaba y servía a los residentes de la Casa Sacerdotal de Oviedo dejará de hacerlo con el plazo de unas pocas semanas, según reconocen fuentes de la propia congregación.
La razón es que no hay un relevo generacional. Hermanas que tengan fuerza y juventud suficiente para la exigencia del trabajo. Aunque las Dominicas tienen asignados servicios como el de la Casa Sacerdotal, su función principal es la educación y la misión apostólica, incluso fuera de Europa. Actualmente, tienen destinada la mayoría de sus vocaciones a ese ingente trabajo.
Las hermanas, según asegura la propia congregación, han estado dando ''alma, vida, corazón y tiempo'' y, tras todo este tiempo de servicio, ''su trabajo con los sacerdotes cada vez se hace más difícil, por razones físicas y de salud''.
A partir de finales de este mes o principios del próximo se encargará de este trabajo el personal de la Fundación Summa Humanitate. Es una entidad sin ánimo de lucro al servicio de la Iglesia Católica integrada por laicos.
La comunidad de Dominicas de la Casa Sacerdotal está formada por cuatro hermanas, con una priora al frente. Se encarga de atender a los sacerdotes enfermos o impedidos ''con delicadeza y cariño'', incluyendo también la enfermería.
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