"Éste es el tiempo de la inocencia, de la pureza, de la amabilidad, de la ternura, de la alegría, de la paz. Es un tiempo en el que toda la Iglesia aparece vestida de blanco, con su traje bautismal, con aquellas resplandecientes y luminosas vestiduras que llevará en el monte santo".
(San John Henry Newman)
¡GLORIA A DIOS EN EL CIELO Y EN LA TIERRA PAZ!
Desde esta Parroquia de Lugones, y en nombre de toda la Comunidad cristiana que conforma esta feligresía de San Félix Mártir queremos desearos que la celebración de la Pascua Navideña sea ante todo un tiempo para la comunión, que no es sino la unión común. Navidad es un tiempo privilegiado para redescubrir que siempre es más lo que nos une, que lo que nos separa. Decía un anciano sacerdote que era una dicha especial acudir a la misa de medianoche el 24 de diciembre a comulgar, recordando aquella noche única en la que de algún modo Dios comulgó también con toda la humanidad.
En el saludo y felicitación de Navidad a los trabajadores de la Curia Romana, el Papa León XIV hacia una bellísima reflexión utilizando las figuras del belén que decía así: "En el belén, la imaginación popular ha insertado a menudo muchas figuras tomadas de la vida cotidiana, que pueblan el espacio alrededor de la gruta. Así, además de los inevitables pastores, protagonistas del acontecimiento según el Evangelio, podemos encontrar figuritas que representan diferentes oficios: el herrero, el posadero, la posadera, la lavandera, el afilador, etcétera. Por supuesto, se trata de oficios de antaño: algunos de ellos han desaparecido o se han transformado por completo. Sin embargo, conservan su significado dentro del belén. Nos recuerdan que todas nuestras actividades, nuestras ocupaciones cotidianas, adquieren su pleno sentido en el designio de Dios, que tiene su centro en Jesucristo. Es como si el Niño Jesús, desde el pesebre en el que yace, bendijera todo y a todos". Os invitamos desde la Parroquia a dejaros bendecir por el Enmanuel, y a que en estos días nuestros labios bendigan también a todo semejante nuestro en el que Dios también nace. En el belén de nuestra vida también hay pastores cojos, soldados, mercaderes despistados y Herodes nada amigos, que seamos capaces también nosotros de mover las figuras de nuestro belén viviente, que los que tenemos por malos los pongamos con los buenos, pero que los buenos no pasen tampoco a ser malos.
Le pedimos al Niño de Belén que sepamos contemplarle en estos días, que todo lo que nos ofrecen los días de Navidad no sean distracción que nos impidan vivir la auténtica Natividad del Señor. Dónde hay ideologías no hay Navidad, donde hay excesos no hay Navidad, donde hay odios no hay Navidad... Vaciamos el corazón de tanto que nos sobra y que impide a Cristo encontrar su cuna en nuestro interior. Son días para la felicidad "Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva a hombros el principado, y es su nombre: «Maravilla de Consejero, Dios fuerte, Padre de eternidad, Príncipe de la paz»" (Is 9, 5).
De corazón: Feliz, dichosa y Santa Navidad con Jesús, María y José. Le hemos dicho en este tiempo de Adviento "Ven Señor ". Ahora en Navidad le decimos "Aquí estamos, esperándote, con lo poco que somos y tenemos, con nuestras flaquezas y pecados, para que viéndote recién nacido nos conmovamos y convirtamos".
Joaquín Manuel Serrano Vila,
-Párroco-


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