martes, 19 de agosto de 2025

Sobre lobos, corderos y pastores, pero también sobre zorros y alimañas. Por José María Varas Baizán

En defensa de un arzobispo bueno, fiel y valiente

En la sección de Opinión de este diario del pasado 16 de agosto aparecía publicado un artículo titulado "Sobre lobos, corderos y pastores", firmado por el eurodiputado del PSOE Jonás Fernández. Artículo de por sí, a mi juicio, sumamente irrespetuoso e injurioso contra el arzobispo de Oviedo, Fray Jesús Sanz Montes.

Que los políticos socialistas son auténticos maestros en el "arte" de la manipulación es algo que ya no es noticia, nos tienen acostumbrados a sus bulos, mentiras y tergiversaciones varias.

La polémica suscitada por la prohibición del Ayuntamiento de Jumilla (Murcia) a que la comunidad musulmana utilizase el polideportivo municipal para realizar la fiesta del cordero, es un claro ejemplo de ese "arte" de la manipulación partidista, por eso en el artículo de Don Jonás, titulado "Sobre lobos, corderos y pastores", faltaba para ser correcto la alusión a otros ejemplares de la fauna ibérica, los zorros y otras alimañas,….

El Gobierno socialista, del "galgo de Paiporta", por seguir con terminología zoológica, va cuesta abajo y sin freno, la marea de corrupción sin precedentes en magnitud e intensidad que rodea al presidente y que afecta a su esposa, a su hermano y a sus más inmediatos e íntimos colaboradores, es más que una marea, es más bien un tsunami que amenaza con arrasar cualquier vestigio de poder socialista en esta sufrida tierra de España. Por ello "el zorro!, siempre astuto, no puede perder ocasión para distraer a la atención pública y ante las encuestas de distintos medios, que dan todas ellas como dato común, una subida imparable en perspectiva de voto al PP y a VOX y una caída sin parangón al PSOE, ante esta realidad hay que seguir manipulando, mintiendo y amenazando a la ciudadanía con el "súper coco" de la "extrema derecha"….

En Jumilla no se ha producido ningún atentado contra la libertad religiosa, el Ayuntamiento de dicha localidad no ha hecho más que cumplir con la ley al no permitir la matanza de varios centenares de corderos en un polideportivo de propiedad municipal. La legislación española sobre matanzas de animales busca equilibrar la necesidad de sacrificio animal con el respeto al bienestar de los animales, promoviendo prácticas seguras e higiénicas.

Mientras a nuestros ganaderos se les ponen todo tipo de trabas para poder llevar a cabo las tradicionales matanzas realizadas en nuestros pueblos, se pretende ahora que en un polideportivo se puedan sacrificar cientos de corderos sin ningún tipo de control sanitario y vulnerando la legislación española y europea que regula el sector agropecuario.

Curiosamente los que intentan por todos los medios prohibir la fiesta de los toros, seña de identidad de nuestra nación, son ahora los que permanecen mudos ante la matanza por miles de los sufridos corderos, cuánto odio a lo español y qué tolerancia con lo musulmán….

Convendría también señalar que el propio rey de Marruecos ha prohibido este año la celebración de la fiesta del cordero en el país vecino y ello por razones de salubridad pública, no he escuchado a los mandatarios socialistas ni una sola crítica contra Mohamed VI, por semejante atentado contra los fieles de Alá en el reino alauita.

Los musulmanes pueden celebrar su fiesta del cordero en Jumilla y en cualquier otro municipio español porque la libertad de culto está garantizada por nuestra Constitución, pero cosa distinta es pretender utilizar un polideportivo cuyos fines obviamente son otros y muy distintos a los de un "matadero municipal".

Estos brotes de sensibilidad pro libertad religiosa que han surgido durante estos últimos días en los corazones de dirigentes socialistas y comunistas, chocan por otra parte con lo que suele ser su manera de actuar en el ejercicio de sus responsabilidades gubernamentales, en las que de manera continua atentan contra la libertad religiosa, pero eso sí, de la comunidad católica.

A la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz, tan amiga y devota ella del difunto Papa Francisco, no le tembló la mano siendo concejala de Cultura en el Ayuntamiento de Ferrol a la hora de prohibir que el pregón de la Semana Santa ferrolana tuviera como escenario el teatro municipal y ello a pesar de que la Pasión de dicha ciudad goza de un gran calado social y es la más famosa de toda Galicia. Yo mismo he sido testigo y sufridor de la sectaria discriminación que padeció la Semana Santa ovetense durante los cuatro años de gobierno social-comunista, en la que se nos negó cualquier tipo de subvención, se nos expulsó de un edificio municipal en la que la Junta de Cofradías , al igual que otras entidades y asociaciones tenía su sede social y se intentó censurar los programas procesionales ovetense para que en los mismos no apareciese publicada la carta de saludo del arzobispo, monseñor Sanz Montes.

El Gobierno de Pedro Sánchez no se ha visto satisfecho con no respetar la paz de los muertos, profanando una basílica pontificia, sino que como alimañas hambrientas no han parado hasta que han conseguido el cese del padre Cantera como prior de la abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y siguen a la carga para expulsar a la comunidad benedictina de dicho lugar.

El derribo de cruces, so pretexto de la aplicación de la ley de memoria democrática, ha sido imparable en todos los rincones de España y ello a pesar de que las placas alusivas a cualquier acontecimiento de la guerra Civil ya habían sido previamente retiradas.

La campaña contra la asignatura de religión allá donde hay gobiernos socialistas es una acción común e incesante. La burla contra los sentimientos y signos de la fe cristiana es práctica frecuente y ha sido despenalizada .

Y frente a todo esto, la Conferencia Episcopal Española permanece callada o tal vez podríamos decir mejor, "amordazada", sin decir una sola palabra en defensa del derecho a la libertad religiosa y a los continuos y sectarios ataques contra la Iglesia católica. ¿Cuáles son los motivos de este incomprensible silencio? Todo parece señalar hacia la amenaza chantajista que al estilo de la mafia más rastrera presuntamente se ejerce desde los palacios gubernamentales, cuyos prepotentes inquilinos buscan una Iglesia sometida, calladita y no molesta.

Por eso las manifestaciones de la Conferencia Episcopal sobre el asunto de Jumilla, que de manera ingenua e inocente se ha dejado enredar en las redes manipuladoras de "la madriguera" de Ferraz, han merecido el aplauso del gobierno y sus satélites, pero a su vez han provocado el rechazo más que justificado de una parte considerable de ese sufrido Pueblo de Dios que ya está cansado de contemplar los complejos y la cobardía de sus pastores.

Por todo ello, somos muchos los católicos de a pie que agradecemos a nuestro arzobispo, fray Jesús Sanz Montes, su valentía y su coraje, verdaderamente evangélicos, para defender la verdad, para denunciar la mentira y la manipulación. Don Jesús es un hombre libre y precisamente por ello defienda la libertad siendo si es preciso eso que hoy llaman "políticamente incorrecto", pero siendo ante todo fiel a su misión y a su oficio de sucesor de los apóstoles, sucesor de aquellos que por cierto nunca fueron adulados por los poderosos, ni aplaudidos por el populacho, sino perseguidos, calumniados, encarcelados y martirizados.

Señor eurodiputado, tiene usted y su partido una magnífica ocasión para demostrarnos a todos que creen de verdad en la libertad religiosa. El Gobierno del Principado de Asturias ha decidido que este año la misa solemne de la festividad de Nuestra Señora de Covadonga, que presidida por nuestro arzobispo se celebrará el próximo 8 de reptiembre a las 12 del mediodía en el Real Sitio, no sea retransmitida en directo por la televisión autonómica, rompiendo con ello una larga tradición e impidiendo que miles de asturianos, especialmente los ancianos y enfermos puedan seguir esta entrañable celebración por la televisión pública, ente que se sustenta con los impuestos de todos los asturianos. Hable usted con sus amigos, Adrián Barbón y Adriana Lastra, aconséjeles que dejen al margen su inquina contra el arzobispo de Oviedo y no priven a los asturianos de poder ver por televisión la misa de la Santina.

Espero que logre convencerlos, si no fuera así seguiré pensando que ustedes nunca han creído en la libertad religiosa. Aquí en Asturias tenemos buena prueba de ello, pásese usted por el claustro de nuestra Catedral y podrá contemplar la lápida con la larga lista de191 sacerdotes asesinados en Asturias por sus camaradas socialistas y conste que con esta alusión no hago más que ejercitar esa "memoria democrática" que ustedes tanto divulgan.

Y recuerde, no solo lobos y corderos, sino también zorros y alimañas.

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