(C.E.E.) En esta ocasión la campaña hace referencia a tres realidades que están condicionando el tiempo en que vivimos: la conectividad que facilitan las tecnologías pero que provocan el aislamiento del presente, la soledad que a veces se vive en medio de la multitud y el dolor que provoca el sufrimiento y la injusticia. En medio de todas esas realidades, la campaña invita a descubrir las zonas luminosas de la aventura humana y el papel que tienen los sacerdotes para generar esperanza.
Cuatro rasgos de este tiempo suscitan depresión y desesperanza: la incertidumbre económica; el miedo a la enfermedad; el uso masivo de redes sociales impregnadas de ideologías y bulos; y el envejecimiento progresivo de la población. Las consecuencias se manifiestan en los altos índices de depresión y de suicidio, que se han convertido en problemas importantes de salud pública.
En este contexto social, 15.285 sacerdotes católicos desempeñan su misión en la Iglesia española cumpliendo la misión de anunciar el Evangelio y sanar las heridas de este tiempo. Esta es, también, la motivación que anima a cada uno de los 1.036 seminaristas que se forman en los seminarios de las diócesis españolas en este curso 2024-2025. Su formación está centrada, precisamente, en ir desarrollando progresivamente las actitudes y aptitudes que se necesitan para ser sembradores de esperanza siendo sacerdotes misioneros a lo largo y ancho de la geografía española. Y cada uno de estos seminaristas es una razón para la esperanza en los 82 seminarios que hay en España, reunidos en 57 comunidades formativas. Como seminaristas siguen el plan de formación vigente, un tiempo que se prolonga entre 7 y 9 años, y en el que los seminaristas atraviesan cuatro etapas: propedéutica, discipular, configuradora y de síntesis vocacional, que son indispensables para que se manifieste la idoneidad de su vocación.
En este día del Seminario se hace visible cómo el ministerio sacerdotal hace frente en muchas ocasiones a las raíces de la desesperanza. Así, frente a la incertidumbre económica, los sacerdotes son sembradores de esperanza porque se comprometen en el acompañamiento de las personas que viven en situación de soledad o enfermedad y desarrollan las 4.488 Cáritas parroquiales, que atienden más de 2,5 millones de personas necesitadas y coordinan los equipos de voluntarios en las parroquias.
Frente al miedo a la enfermedad, los sacerdotes acompañan a miles de enfermos en sus parroquias y coordinan equipos de visita y de compañía a los enfermos que viven en el territorio parroquial. Además 870 capellanes, acompañados de voluntarios de Pastoral de la Salud, sirven en los hospitales y centros asistenciales y ofrecen un acompañamiento personal a los pacientes, para confortarles en su enfermedad, independientemente de cuál sea su fe o vivencia espiritual.
Frente a las adicciones digitales y las situaciones que atraviesan los jóvenes, los sacerdotes, sembradores de esperanza, acompañan a los jóvenes en grupos de formación parroquial, en las actividades de tiempo libre y en las escuelas y colegios, en ocasiones como capellanes, profesores o tutores, velando por la educación integral de los alumnos que incluye la dimensión espiritual. Esta labor educativa también se lleva a cabo mediante un acompañamiento de las familias en situaciones de dificultad.
También frente a la despoblación y al envejecimiento demográfico, los sacerdotes son sembradores de esperanza en el mundo rural. La mitad de las parroquias que hay en España (22.921 parroquias) se encuentran en zonas rurales. Al frente de las mismas están sacerdotes que acompañan a las personas que viven allí, las atienden espiritualmente y hacen presente el Evangelio de Jesucristo en zonas muchas veces abandonadas por otras instituciones.
En definitiva, de muchas maneras los sacerdotes en España son sembradores de esperanza, en medio de una sociedad que está amenazada, precisamente, por la desesperanza. El compromiso silencioso de los sacerdotes con cada persona es generador de esperanza en el día a día, ayudando a encontrar soluciones a sus problemas y aportando un sentido a sus experiencias vitales. El motor que mueve a los sacerdotes a emprender este servicio no es otro que la propia experiencia personal de haberse encontrado con Cristo y de descubrirse llamado por él a través de la Iglesia para servir a la humanidad sembrando la esperanza del Evangelio.
El spot de la campaña ha sido producido por Ábside Media Producciones y se ha grabado en el Teatro Ramos Carrión de Zamora, con la colaboración de la Diputación Provincial.
Materiales para el Día del Seminario
Para el Día del Seminario, la Subcomisión Episcopal para los Seminarios ha preparado distintos materiales. Entre ellos están los carteles de la jornada, materiales para explicar en las catequesis, una reflexión teológica o los subsidios litúrgicos para la celebración de la eucaristía. Además, este año se ha preparado por primera vez un Viacrucis. En el marco de la Cuaresma, se aprovecha esta oración para pedir especialmente por las vocaciones sacerdotales.
La reflexión teológica está a cargo del arzobispo de Tarragona, Mons. Joan Planellas, que también resalta la llamada de los sacerdotes a ser «sembradores de esperanza por medio del ministerio ordenado» y analiza algunas de las funciones sacerdotales como el ministerio profético, pastoral o de santificación.
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