jueves, 31 de octubre de 2019

Los seis mejores dulces de monjas en España




(Gourmet Código Único/ Noelia Gómez) Los dulces de convento representan la tradición y la identidad de muchos lugares de España. Sobre todo, el enclave en el que más triunfan en Sevilla. Si quieres visitar la capital andaluza, no sólo podrías hacer muchos planes en 48 horas, sino que probarás los dulces más famosos hechos por las distintas congregaciones de monjas. Entre ellos mantecados, Yemas de Leandro o bollitos de Santa Inés… 

En cualquier ciudad o pueblo podrás disfrutar de un dulce elaborado con la mayor de las delicadezas y con ingredientes artesanales, pero aquí te presentamos los 5 famosos de España. ¿Cuál es tu favorito?



1. Los mejores dulces de monjas en España: Mantecados (Sevilla)

Las Clarisas de Marchena en Sevilla elaboran en el monasterio de la Purísima Concepción los mejores mantecados que te puedes encontrar en España. En la página web de las Clarisas de Marchena se nos dice que «los dulces de las monjas no saben a fábrica, a industrialización. Saben a casa y horno de pueblo con algo de cielo». 

Los mantecados de almendra los elaboran con ingredientes naturales, concretamente con harina de trigo, manteca de cerdo, almendra, azúcar, canela y sésamo. Un kilo de estos dulces cuesta unos 15 euros.

2. Los mejores dulces de monjas en España: Rosquillas de Santa Rosa (Palencia)

Las rosquillas son ampliamente conocidas en España, de hecho, son de los dulces más famosos. Sin embargo, más allá de la típica receta de rosquillas tontas y listas, las monjas del monasterio de Nuestra Señora de la Piedad en Palencia elaboran unas mucho más especiales. 

De hecho, su receta es mucho más elaborada e innovadora. Han cogido los ingredientes tradicionales como el aceite de oliva, el huevo, y el azúcar y le han dado un toque «de gracia», el anís. Y así han creado un dulce irresistible.




3. Los mejores dulces de monjas en España: Bollitos de Santa Inés (Sevilla)

En el convento de Santa Inés de Sevilla se elaboran unos famosos bollitos conocidos también como «los bollitos de Santa Inés». Las clarisas viven en este convento desde 1374. Igualmente antigua es la tradición de elaborar dulces para su venta como sustento del que las monjas viven y con el que financian la conservación del lugar.

Los bollitos de Santa Inés es el dulce que llevan elaborando más tiempo y que más famoso se ha hecho; se remonta a 1600. Su receta se basa en usar en grandes cantidades de los siguientes ingredientes: aceite, harina, azúcar y el elemento sorpresa: el ajonjolí.


4. Los mejores dulces de monjas en España: Yemas de San Leandro (Sevilla)

En el Convento de San Leandro de Sevilla se elaboran sus famosas Yemas desde hace seis siglos. Y su receta sigue resultando un misterio. Lo que sí se sabemos es que los ingredientes son tres: azúcar y huevos de calidad junto con un poco de almíbar. Al huevo hilado le dan forma de montaña y después de salir de los obradores, las empaquetan ellas mismas en cajas de madera.

La preparación es de lo más delicada puesto que en el mismo convento estas monjas elaboran otros dulces, principalmente hechos de harina. Y para evitar que las yemas se contaminen de gluten, las elaboran en otra cocina. Además, no les añaden ningún tipo de aditivos.



5. Los mejores dulces de monjas en España: Mazapán de San Clemente (Toledo)

El mazapán es uno de los dulces más famosos en España, sobre todo en época navideña. Y este manjar es originario del convento de San Clemente, en Toledo. Algunas fuentes establecen que este dulce surgió en plena batalla de Navas de Tolosa como una receta inventada en el convento para dar sustento a aquellos que acudían en busca de ayuda. 

La elaboración se basa en machacar almendras hasta configurar una masa que mezclamos con azúcar. Pasamos luego a darle las famosas formas que este dulce puede tener, y que son siempre distintas, para ya finalmente meterlos en cocción y después revestirlos con el huevo.


6. Los mejores dulces de monjas en España: Amarguillos (Tordesillas)

En Tordesillas, concretamente en el convento de Santa Clara, se elaboran otros de los mejores dulces de monjas que puedes probar en España: los amarguillos. Las monjas clarisas de este pueblo vallisoletano producen pastas de abuelo, roscos fritos o los conocidos como corazones de Castilla. Pero su especialidad son los amarguillos.

Lo exquisito de este dulce proviene de la delicada elaboración con únicamente tres ingredientes básicos: azúcar, huevos y almendras. El secreto está en que este dulce quede crujiente por fuera y blando por dentro.

Carta semanal del Sr. Arzobispo

La memoria de otoño 
y sus recovecos

Tienen un particular encanto los días en esta época del año. Ya hemos cambiado la hora ajustando la luz en cada jornada, clareando antes y atardeciendo más temprano. Todo entra en un ambiente calmo, que te desliza serenidad lejos del bullicio más bullanguero del estío veraniego ya lejano. Nos asomamos a esa fiesta de colores ocres, que el artista divino ha sabido pintar la vida con maestría en tonos pastel.

Son fechas para escuchar su música con adagio en su tiempo. Largos movimientos que te dilatan la mirada con sana nostalgia en el imparable paso de los días mientras dejas atrás momentos, escenarios, y tantos rostros amigos de gente especialmente querida que hoy no pueden ya compartir contigo tantas cosas importantes en las que se pone el corazón y sus querencias, el afecto y sus lenguajes, con todos sus gestos y sus gestas.

Así sucede nuevamente cada vez que llega este otoño ya metido en varas, y comienza el noviembre del almanaque anual. Es humilde este mes del año por todo este ropaje noblemente ceniciento, que comienza con un recuerdo entrañable que nos pone en danza a los cristianos. En primer lugar, porque hacemos memoria de todos esos hermanos nuestros que ha canonizado Dios tan discretamente, que sólo Él conoce su proceso de canonización, los méritos y virtudes anónimos a los ojos humanos, pero que ante la mirada de Dios han hecho que Él los pusiera en un altar: ese que tiene como título algo así como “al santo desconocido”. Bueno, desconocido para quien tiene una mirada limitada, por no decir corta, que no es precisamente la de los ojos del Señor. Ya decía el primer libro de Samuel en aquella escena en la que se elige al pequeño David como futuro rey de Israel, “que Dios no se queda en las apariencias, sino que ve el corazón” (1 Sam 16,9). La fiesta de Todos los Santos es precisamente eso: un reconocimiento de tantos hombres y mujeres que han vivido sus días y sus cosas sabiéndose acompañados por el Buen Dios, abandonando en Él todo su cuidado, porque han sabido que el Señor protege la vida de sus hijos. Nuestros familiares, amigos, vecinos y conocidos… ¡cuántos de ellos serán santos de esos que sólo canonizó Dios! A ellos nos encomendamos y les pedimos su ayuda desde nuestra pequeñez cotidiana.

Por este motivo, al día siguiente celebramos una memoria también especial, estrechamente relacionada con Todos los Santos: se trata de los Fieles Difuntos. Aparecen en nuestro recuerdo las personas vinculadas con nosotros y que ahora duermen el sueño de la paz, tras haberse dormido en el Señor. Así llamaban los cristianos desde los primeros tiempos los lugares donde se enterraban a sus seres queridos: no los llamaban “necrópolis” (ciudad de los muertos), sino “cementerios”, es decir, dormitorios. Allí descansan todos ellos. Y entre todos los santos que en el mundo han sido, y todos los difuntos que no olvidamos, nos ponemos en movimiento con afecto: queremos hacer memoria del recuerdo de sus vidas, de sus palabras, de sus ejemplos; llevamos unas flores, las propias del otoño que ponen una nota de color ante algo que nos conmueve como es la “hermana muerte”, según la llamaba con audacia piadosa San Francisco; y también elevamos una oración por todos ellos, encomendándonos a ellos también.

No es momento de extrañas celebraciones paganas y ajenas a nuestra cultura occidental y tradición cristiana, jugando con calabazas iluminadas por dentro con una efímera vela, a la danza macabra o frívola que no tiene esperanza, sino la memoria humilde y agradecida que nos recuerda la vocación a la santidad cristiana, mientras recordamos a nuestros seres queridos que tanto bien nos hicieron.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

miércoles, 30 de octubre de 2019

Conferencia sobre los Mártires


Cáritas publica «Propuestas políticas para una sociedad más justa» ante las elecciones generales en España

(Caritas) En un intervalo de apenas seis meses y ante la nueva convocatoria de elecciones legislativas para el próximo 10 de noviembre, Cáritas Española recuerda la necesidad de poner en marcha, sin nuevas demoras, una batería de políticas públicas urgentes, cuya aprobación se ha visto obstaculizada por la situación de parálisis política y que son imprescindibles para atajar la situación de vulnerabilidad de esos 1,8 millones de personas a los que el VIII Informe FOESSA denomina la «sociedad expulsada».

Si la necesidad de impulsar estas políticas era ya inaplazable en abril pasado, cuando se celebraron las últimas elecciones legislativas, la urgencia es ahora máxima si se atiende al retrato de la realidad social en España que refleja la vasta investigación de FOESSA presentada en el mes de junio.

Como recordaba recientemente la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro, con motivo de la presentación de la Memoria anual, «la exclusión social se ha enquistado en la estructura social de nuestro país». Alertaba, en concreto, de la situación de especial precariedad «que afecta a esos 1,8 millones de personas que se malviven en el extremo de la exclusión más severa y a los que podemos definir como la sociedad expulsada, que son el 3,8% de la población y que ha seguido creciendo en los últimos años, hasta incrementarse en más de 200.000 personas».

Son ciudadanos sobre los se ha cebado la desigualdad y la precariedad en sus diferentes formas: la vivienda insegura e inadecuada, el desempleo persistente, la precariedad laboral extrema, la falta de políticas públicas eficaces y la invisibilidad para los partidos políticos.

Para afrontar esta realidad, Cáritas recuerda la urgencia de articular una serie de políticas públicas improrrogables. Este es el objetivo del documento en el que, bajo el título «Para una sociedad más justa, Propuestas políticas ante las elecciones legislativas de 2019», Cáritas desarrolla un total de 8 medidas concretas, que se presentaron en su día a los distintos grupos parlamentarios con motivo de la convocatoria electoral del 28 de abril y que mantienen toda su vigencia ante la nueva cita con las urnas del 10 de noviembre.

Cáritas ha preparado estas Propuestas desde su propia experiencia de trabajo con las personas en situación de mayor dificultad social. «Desde nuestra presencia diaria en las fronteras de la exclusión–se explica en la introducción del documento–, proponemos algunas ideas, tan urgentes como factibles y constructivas, para que las distintas formaciones políticas puedan articular respuestas cercanas, eficaces y de calidad a las necesidades de los más vulnerables».

Papel de Cáritas como agente de transformación social

Cáritas reivindica ante esta convocatoria electoral su papel como agente activo de transformación de la sociedad, tanto a nivel local como global. Es una misión que viene respaldada por su amplia base social (84.000 voluntarios y 3 millones de personas participantes en España y en proyectos de cooperación internacional) y su importante presencia territorial (70 Cáritas Diocesanas y casi 6.000 Cáritas Parroquiales).

La presentación de estas Propuestas responde, también, a la alerta lanzada por la Asamblea General de Cáritas de 2018, donde en su declaración final se denuncia que «mientras aumenta la escandalosa acumulación de riqueza en manos de unos pocos, siguen siendo muchas las personas y familias que carecen cada día de unos recursos mínimos que les permitan satisfacer con dignidad sus necesidades básicas».

Esos ciudadanos y ciudadanas son los integrantes de esa «sociedad expulsada» que, en palabras de Natalia Peiro, «son a día de hoy la encarnación de la emergencia social a la que Cáritas está respondiendo, que es invisible para muchos de nosotros por un exceso de individualismo posesivo, donde lo colectivo, lo social y lo comunitario se valora mucho menos que el proyecto individual o personal de cada uno».

Para la secretaria general de Cáritas «corremos el riesgo de seguir buscando soluciones aisladas a los problemas y de reforzar un escenario social en el que los más vulnerables, los más frágiles acabarán perdiendo una vez más». Por eso, las próximas elecciones son una oportunidad para reforzar la defensa del bien común y la construcción de una sociedad vinculada como ciudadanos y como seres humanos

Las 8 Propuestas

Estas son, en síntesis, las 8 Propuestas que Cáritas presenta ante la convocatoria electoral del próximo 10 de noviembre:

1. Ratificación de la Carta Social Europea revisada en 1996 y del Protocolo adicional de 1995. Cáritas propone que el Reino de España ratifique la Carta Social Europea revisada y su Protocolo de 1995 de reclamaciones colectivas, con objeto de hacer posible que los derechos contemplados en ella –entre otros, la protección frente a la pobreza– sean una realidad para todas las personas en todo el territorio del Estado.

2. Garantía de ingresos para los hogares en situación de pobreza. Cáritas propone un sistema de garantía de ingresos mínimos de ámbito estatal para que toda persona en situación de pobreza tenga derecho a un ingreso mínimo como medida imprescindible frente a la pobreza.

3. Acceso al derecho humano a la vivienda. Cáritas propone la adopción de políticas públicas que hagan efectivo el Derecho Humano a la vivienda para todas las personas y familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad y/o exclusión social y una reforma legislativa que proteja a los hogares vulnerables en caso de desalojo.

4. Inclusión plena del empleo del hogar en el Régimen General de la Seguridad Social. Cáritas propone realizar los cambios legislativos necesarios para que las personas empleadas en este sector alcancen la plena equiparación de derechos y tengan garantizada una protección social completa, tal y como establece la Ley General de la Seguridad Social.

5. Garantizar la protección de los menores extranjeros no acompañados y su tránsito a la vida adulta. Cáritas propone modificar la legislación de extranjería con respecto a los menores extranjeros no acompañados de acuerdo a lo establecido en el marco internacional de la Convención sobre los derechos de la Infancia y la Adolescencia para garantizar no sólo su protección sino su tránsito a la vida adulta.

6. Garantizar los derechos humanos también en los procedimientos de expulsión. Cáritas pide la derogación de la Disposición Adicional Segunda de la Ley Orgánica de Extranjería, con la que se pretende dar visos de legalidad a unos procedimientos de expulsión sumaria que se realizan sin ningún tipo de garantía.

7. Luchar contra el cambio climático y garantizar el derecho a la energía. Cáritas propone la adopción de una Ley de Cambio Climático y Transición Energética, así como medidas activas para garantizar el derecho a una energía limpia para todas las personas.

8. Fortalecer la política de desarrollo y cooperación internacional. Cáritas demanda una política de desarrollo regida por los derechos humanos y la sostenibilidad ambiental, que cuente con más recursos y de más calidad, y que fortalezca el rol de la sociedad civil.

martes, 29 de octubre de 2019

Hoja Informativa del Cementerio Parroquial de Lugones 2019
















MOVIMIENTO ECONÓMICO:

-SALDO a 01/11/2018: 7.643´86

-INGRESOS por cuotas, servicios y colectas desde el 01/11/2018 al 31/10/2019: 15.858´00

Sigue habiendo gente que no paga, aunque la regularización empieza a asumirse con cierta normalidad, manteniéndose los ingresos por “cuotas”; también algunos sólo se ponen al día cuando se les exige por la Funeraria concesionaria de servicios al ejercitar -por “necesidad”- el “Derecho de Uso”

Por retrocesiones y recuperaciones de nichos tenemos algunos a disposición (Sólo adjudicables a feligreses). Igualmente, los nichos que reiteradamente en el tiempo no abonen la cuota y/ó se encuentren en estado de “abandono”, podrán ser intervenidos ante la necesidad de nuevos enterramientos, trasladando los restos al Osario Parroquial.

Se constata, igualmente, la genérica mantenida de ingresos por “servicios” y por colectas de funerales en un prolongado y acusado descenso, al igual que el año anterior.

TOTAL INGRESOS: 23.501´86€

GASTOS:

-Por reparaciones y arreglos en zonas comunes (desconchados, cargas, pinturas y saneamiento de nichos antiguos recuperados)  5.250´15€

-Por retrocesiones compensadas en las titularidades de nichos antiguos  4.460´00€

-Por conservación, mantenimiento general y limpieza muro exterior y ordinaria 3.500´17€

TOTAL GASTOS: 13.210´32€

SALDO A 31/10/2019: 10.291´54€

Se mantiene el protocolo de recursos económicos y financiación:

A) -Cuotas y servicios; 
B) -Colectas de Funerales;
 C) -Aportaciones de la Parroquia
D) –Créditos (si hiciesen falta)

Las cuentas continúan saneadas y en “positivo”, aunque sigue siendo de vital importancia mantener la línea de responsabilidad en el pago de las cuotas para poder seguir atendiendo como se merecen y en un lugar digno a nuestros difuntos, enfrentando juntos las eventualidades que se van presentando, así como el costoso mantenimiento ordinario de nuestro Camposanto.

CUENTA CEMENTERIO:

(BANCO SANTADER -antes “Popular”- 
Pero sigue siendo la misma cuenta y Oficina):

0075 0882 19 0600029256 (se debe pagar a nombre del titular, no de terceros, pues si paga alguien que no tiene nichos adjudicados puede no identificarse el pago debidamente)

RECORDAMOS que el impago de la cuota puede dar lugar a la revocación del título del “Derecho de Uso” (quien abandona la obligación que conlleva un derecho, abandona también el propio derecho) y, en todo caso, no se atenderá ningún “servicio”, ni por la “Funeraria SAN PABLO” (encargada del Cementerio -antes “San Mateo”-) ni por la Parroquia, que no esté al corriente de pago. Igualmente, TODAS las obras que se realicen en los nichos o en su entorno han de contar con el PERMISO ESCRITO de la Parroquia, titular y única administradora del Cementerio y sus nichos, y, en caso de su concesión, quedará el mismo condicionado al cumplimiento del criterio estético que recoge la normativa eclesiástica vigente y que se reseña al reverso de los “Títulos o Escrituras.”

-Funeraria San Pablo: (985 27 79 99) exigirá siempre para cualquier intervención en los nichos el Título (“Escritura”) del “Derecho de Uso” y los recibos de estar al corriente de pago de las anualidades del 2005 en adelante, así como el Permiso de Obras para intervenir en ellos.

ANTE CUALQUIER DUDA O ACLARACIÓN DIRIGIRSE AL DESPACHO PARROQUIAL:
DE MARTES A VIERNES DE 18 A 19 HORAS
TF.985 26 04 14//URGENCIAS: 659 31 33 53

El Instituto diocesano San Juan Pablo II

Una oferta de estudio sobre los fundamentos teológicos y pastorales de la fe

Junto con la implantación de las Unidades Pastorales, la formación permanente para los laicos es, probablemente, uno de los temas más estudiados y trabajados en la diócesis, y al que mayor atención se le da, por ser, al mismo tiempo, una petición constante en todas las reuniones y encuentros. Con este motivo, son numerosas las iniciativas que surgen para dar respuesta a esta demanda, como la Semana Diocesana de Formación, la cita más importante y numerosa del año, que tiene lugar todos los meses de septiembre en el Seminario y que reúne a más de trescientas personas entre profesores de Religión, catequistas, voluntarios y agentes de pastoral en general, que acuden movidos por la interesante oferta que se plantea, y por la posibilidad de comenzar un nuevo curso “renovados”, y conociendo más a fondo algún aspecto de la fe o de la manera de llevar a cabo la labor evangélica. Pero la oferta no acaba en el mes de septiembre. Desde hace años, el Instituto diocesano de Teología San Juan Pablo II ofrece a todas las personas que lo deseen la posibilidad de formarse, a lo largo de todo el año, en los fundamentos teológicos y pastorales de la fe.

Sus destinatarios, además de sacerdotes y religiosos, son también diáconos, profesores, voluntarios y profesionales de todo tipo: “Personas, en definitiva, que se sienten llamadas a ministerios laicales, así como aquellas que se muestran interesadas en conocer y profundizar en la fe y lo que supone la misión evangelizadora”, tal y como explica el responsable del Instituto, el sacerdote Enrique Álvarez Moro, quien señala que el Instituto San Juan Pablo II “es como un instrumento general básico para todo el mundo. Porque no todo el mundo puede acceder a cursar un grado, pero sí que pueden realizar una formación básica y por ello la diócesis, a través de este instituto que ya tiene un largo recorrido, lo ofrece a todos, y además cada año con asignaturas distintas que vienen a complementar la formación básica de un cristiano”.

Todo el recorrido formativo del Instituto San Juan Pablo II se basa en cuatro módulos troncales: Fe y Cultura, Dogmática, Moral y Sagrada Escritura. Estos módulos vienen además completados con otro especial que se lanza cada año, en función de las necesidades del momento. En esta ocasión, en el encuentro de programación anual de Covadonga, que se realiza a finales de curso para planificar el curso siguiente, se plantearon entre arciprestes, vicarios y delegados diocesanos los siguientes temas para ofrecer en el Instituto: “El duelo en clave cristiana”, “La verdad del ser humano: ideología de género, aborto y eutanasia”, “Doctrina social de la Iglesia” y “la Celebración de la Palabra en espera del presbítero”. “Temas muy actuales que responden a los signos de los tiempos”, asegura Álvarez Moro.

Para facilitar la asistencia a los cursos, procurando adaptarse a las exigencias de los horarios laborales y la conciliación familiar de los laicos, el Instituto San Juan Pablo II cuenta con varias sedes: Oviedo –sede principal–, Gijón, Avilés, Navia y Cangas del Narcea, aunque “sensibilizando en otros lugares de Asturias podrían nacer otras sedes, contando, eso sí, con la ayuda de los vicarios y los arciprestes”, añade su responsable.

El Instituto está afiliado al Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Melchor de Quirós, por lo que sus cursos cuentan como créditos formativos y están reconocidos oficialmente, al tiempo que permite acceder al reconocimiento de la DECA para Infantil y Primaria.

“Quisiéramos sensibilizar a toda la diócesis de la necesidad de este Instituto” –destaca su responsable–. “Siempre digo que, si no existiera, habría que inventarlo. Es la forma generalista de estudiar la Teología, de una forma básica y sencilla, y también al ritmo de los alumnos. Existimos para ofrecer este servicio. Y si se ve que es necesario que existan más sedes, estamos al servicio de la diócesis, sumando esfuerzos para ofrecer nuevos temas, en función de las necesidades. Por eso agradecemos que nos llamaran para formar parte de la reunión de programación en Covadonga, porque así estamos en línea con el sentir de nuestra Iglesia, unidos a los signos de los tiempos”, afirma. Y hace un llamamiento a los párrocos: “Es fundamental que entiendan lo que supone este Instituto, y que lo puedan ofrecer a sus catequistas y agentes de pastoral, pues se trata de una herramienta muy buena y completa, que puede ayudar a la gente en muchas facetas de su vocación cristiana”.

El Instituto San Juan Pablo II acaba de estrenar página web www.institutojp2oviedo.com, donde puede encontrarse toda la información actualizada sobre su oferta formativa, y además, es posible ponerse en contacto con el mismo a través de su secretaría técnica, situada en el Seminario Metropolitano, y a través del teléfono 985 22 08 97.

Presentación del libro ''Lugones, factor humano''




domingo, 27 de octubre de 2019

Evangelio Domingo XXX del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,9-14):

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:

«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:

“¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.

El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:

“Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.

Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra del Señor

sábado, 26 de octubre de 2019

Nadie sin hogar


La verdadera religión según Jesús. Por Fray Miguel de Burgos O.P.

El texto del evangelio es una de esas piezas maestras que Lucas nos ofrece en su obra. Es bien conocida por todos esta narración ejemplar (no es propiamente una parábola) del fariseo y el publicano que subieron al templo a orar. No olvidemos el v. 9, muy probablemente obra del redactor, Lucas, para poder entender esta narración: “aquellos que se consideran justos y desprecian a los demás”. Los dos polos de la narración son muy opuestos: un fariseo y un publicano. Es un ejemplo típico de estas narraciones ejemplares en las que se usan dos personajes: el modelo y el anti-modelo. Uno es un ejemplo de religiosidad judía y el otro un ejemplo de perversión para la tradiciones religiosas de su pueblo, sencillamente porque ejerce una de las profesiones malditas de la religión de Israel (colector de impuestos) y se “veía obligado” a tratar con paganos. Es verdad que era un oficio voluntario, pero no por ello perverso. Las actitudes de esta narración “intencionada” saltan a la vista: el fariseo está “de pie” orando; el publicano, alejado, humillado hasta el punto de no atreverse a levantar sus ojos. El fariseo invoca a Dios y da gracias de cómo es; el publicano invoca a Dios y pide misericordia y piedad. El escenario, pues, y la semiótica de los signos y actitudes están a la vista de todos.

Lo que para Lucas proclama Jesús delante de los que le escuchan es tan revolucionario que necesariamente debía llevarle a la muerte y, sin embargo, hasta un niño estaría de parte de Jesús, porque no es razonable que el fariseo “excomulgue” a su compañero de plegaria. Pero la ceguera religiosa es a veces tan dura, que lo bueno es siempre malo para algunos y lo malo es siempre bueno. Lo bueno es lo que ellos hacen; lo malo lo que hacen los otros. ¿Por qué? Porque la religión del fariseo se fundamenta en una seguridad viciada y se hace monólogo de uno mismo. Es una patología subjetiva envuelta en el celofán de lo religioso desde donde ve a Dios y a los otros como uno quiere verlos y no como son en verdad. En realidad solamente se está viendo a sí mismo. Esto es más frecuente de lo que pensamos. Por el contrario, el publicano tendrá un verdadero diálogo con Dios, un diálogo personal donde descubre su “necesidad” perentoria y donde Dios se deja descubrir desde lo mejor que ofrece al hombre. El fariseo, claramente, le está pasando factura a Dios. Esto es patente y esa es la razón de su religiosidad. El publicano, por el contrario, pide humildemente a Dios su factura para pagarla. El fariseo no quiere pagar factura porque considera que ya lo ha hecho con los “diezmos y primicias” y ayunos, precisamente lo que Dios no tiene en cuenta o no necesita. Eso se han inventado como sucedáneo de la verdadera religiosidad del corazón.

El fariseo, en vez de confrontarse con Dios y con él mismo, se confronta con el pecador; aquí hay un su vicio religioso radical. El pecador que está al fondo y no se atreve a levantar sus ojos, se confronta con Dios y consigo mismo y ahí está la explicación de por qué Jesús está más cerca de él que del fariseo. El pecador ha sabido entender a Dios como misericordia y como bondad. El fariseo, por el contrario, nunca ha entendido a Dios humana y rectamente. Éste extrae de su propia justicia la razón de su salvación y de su felicidad; el publicano solamente se fía del amor y de la misericordia de Dios. El fariseo, que no sabe encontrar a Dios, tampoco sabe encontrar a su prójimo porque nunca cambiará en sus juicios negativos sobre él. El publicano, por el contrario, no tiene nada contra el que se considera justo, porque ha encontrado en Dios muchas razones para pensar bien de todos. El fariseo ha hecho del vicio virtud; el publicano ha hecho de la religión una necesidad de curación verdadera. Solamente dice una oración, en muy pocas palabras: “ten piedad de mí porque soy un pecador”. La retahíla de cosas que el fariseo pronuncia en su plegaria han dejado su oración en un vacío y son el reflejo de una religión que no une con Dios.

El arte cristiano de vivir


viernes, 25 de octubre de 2019

Orar con el Salmo del día















Sal 118,66.68.76.77.93.94

R/. Instrúyeme, Señor, en tus leyes

Enséñame a gustar y a comprender,
porque me fío de tus mandatos.

Tú eres bueno y haces el bien;
instrúyeme en tus leyes.

Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo.

Cuando me alcance tu compasión, viviré,
y mis delicias serán tu voluntad.

Jamás olvidaré tus decretos,
pues con ellos me diste vida.

Soy tuyo, sálvame,
que yo consulto tus leyes.

jueves, 24 de octubre de 2019

Confer diocesana elige nueva presidenta

(Iglesia de Asturias) El cargo ha recaído sobre la Hna. Begoña Morán, religiosa del Ángel de la Guarda

El padre Simón Cortina Hevia, misionero claretiano y presidente de Confer (Conferencia Española de Religiosos) diocesana desde el año 2014, ha renunciado a su cargo en la última Asamblea anual de esta institución, que tuvo lugar este sábado, en el salón de actos de la Casa Sacerdotal (Oviedo). Una decisión tomada principalmente por su elección, el pasado mes de abril de este mismo año, como presidente de las Escuelas Católicas de Asturias. Una vez aceptada la dimisión del padre Simón Cortina, se procedió en la Asamblea a la elección de un nuevo presidente, cargo que recayó sobre la religiosa Begoña Morán Fernández, superiora de la comunidad del Ángel de la Guarda de Oviedo.

La Asamblea anual de Confer diocesana reúne habitualmente a los superiores de las 95 comunidades religiosas que hay en Asturias. Como suele ser habitual, el encuentro fue inaugurado por el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, con un momento de oración y unas palabras a los presentes.

Carta semanal del Sr. Arzobispo

Recuerdos inolvidables

Los turistas viajan calculando todo cuanto pueden, los grandes y los pequeños pormenores de su trasiego: otra cultura, otra lengua, usanzas diferentes, climas diversos y un largo etc. En la medida que pueden todo lo traen contado, pesado y medido, para evitar imprevistos que les compliquen el periplo. Por el contrario, los peregrinos se dejan llevar por otro, Otro que lleva mayúsculas. Puestos en las manos de Dios le dejan un margen grande, para que sea Él quien venga a sorprenderlos con un don y una gracia que no entra en los cálculos humanos de quien viaja a mundos desconocidos. Así lo he vivido en nuestra misión diocesana de Benín, descubriendo tantas cosas.

En primer lugar, el horizonte de un mundo y una Iglesia que es más grande de las diarias fronteras de mi vida. Asturias es una tierra particularmente bella por su historia y geografía, con la gente preciosa de esta región tan cargada de nobleza y bondad en su acogida. La diócesis de Oviedo que tiene siglos de camino, donde hay santos, mártires, y tantos cristianos con sus diferentes vocaciones que han dado vida, han puesto esperanza y han repartido entrega a manos llenas, por amor a Dios y a los hermanos. Pero, siendo verdad esto, tan gratamente, el mundo y la Iglesia tienen un mapa más amplio, más inmenso, más diverso y variopinto. Entonces tu mirada se dilata, y comprendes que las cosas que a diario te suceden entre valle y valle, entre pueblo y pueblo, entre prueba y prueba, entre lío y lío… no agotan el universo donde hay muchas más cosas con todas sus agradables noticias ensoñadas y con sus todas sus pertinaces pesadillas. Dios te hace ese regalo que agrandar tu pupila, dilatando esa mirada que te permite ver de otro modo lo que cotidianamente acontece en nuestra orilla.

En segundo lugar, los misioneros. Son muy queridos todos cuantos han pasado por estas comunidades cristianas, dejando la buena huella del hacer misionero. No son agentes de promoción cultural o social; no son los comerciales de una ONG altruista de financiación internacional; tampoco vienen a jalear con terapias de guerrilla pirata con reivindicaciones ajenas al Evangelio. Son nada más y nada menos que misioneros, sacerdotes, religiosos, laicos comprometidos hasta el fondo, y todos desde una exquisita comunión con la Iglesia. Enseñan a amar a Dios, a María y a los santos. Preparan la catequesis según la edad y los momentos. Celebran los sacramentos, particularmente la Eucaristía y la Penitencia, pero también el Bautismo, la Confirmación, el Matrimonio, la Unción de los enfermos. Proclaman la Palabra de Dios que predican en estas lenguas locales complicadas muchas veces. Y desde aquí crean comunidad, hacen pueblo, sostienen la esperanza de esta gente sencilla, vendando sus heridas, sembrando paz en sus conflictos, y defendiendo lo que es justo en su dignidad humana.

Y en tercer lugar, está el regalo de este increíble pueblo: niños, jóvenes, adultos y ancianos. Un misionero lo da todo y todo lo recibe con creces hasta quedar conmovido y lleno de gratitud sincera. ¡Cuántas cosas he recibido yo en esos pocos días con ellos, de pequeños y grandes, de gente que comienza con su fe y de cuantos ya llevan años de andadura creyente! Especialmente el domingo, día del Señor que permite asomarse a un verdadero pueblo en fiesta. Es la alegría contagiosa que se torna en el anuncio cristiano, como ya ocurría con la primitiva Iglesia: ¡mirad cómo se aman! Es el comentario impávido de cuantos los ven pasar como dulce provocación que supone la presencia de una comunidad cristiana. Feliz buena nueva, de una misión que no acaba.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

miércoles, 23 de octubre de 2019

Nota de prensa de la Abadía de la Santa Cruz

Ante los acontecimientos producidos en las últimas semanas en relación con el conjunto del Valle de los Caídos y para evitar noticias distorsionadas, esta Comunidad benedictina quiere hacer las siguientes puntualizaciones:

1. Las actuaciones producidas en el Valle de los Caídos desde finales de septiembre, dirigidas al parecer por la Delegación del Gobierno, se han excedido, y mucho, de los términos de los acuerdos del Consejo de Ministros de 15 de febrero y 15 de marzo de 2019 que se pretenden ejecutar.

2. A partir del 11 de octubre, tras el acuerdo del Consejo de Ministros que decretaba el cierre del recinto del Valle de los Caídos, se permitió, exclusivamente, la estancia de los huéspedes de la Hospedería y, con muchas dificultades y algunas prohibiciones, la asistencia de fieles al culto de la Basílica.

3. Desde esa fecha, la Guardia Civil, sin autorización judicial que lo permitiera, accedió y deambuló por dependencias de la Abadía y, lo que es más grave, accedió y deambuló por la Basílica sin autorización eclesiástica alguna y ocupándola durante las 24 horas del día, vulnerando, de esta manera, tanto el derecho a la inviolabilidad domiciliaria como el derecho a la libertad religiosa.

4. Sorprendentemente, desde el domingo 20, a las 14 horas, se ordenó el cierre de la Basílica con la excusa de hacer preparativos para la exhumación de los restos de D. Francisco Franco, impidiéndose incluso el acceso a los miembros de esta Comunidad, únicos titulares y custodios del templo (colocándose cadenas y candados en la puerta de acceso entre la Abadía y la Basílica), produciéndose la paradoja de que accedían a la Basílica terceras personas, sin garantía alguna de que sus conductas no contravinieran el carácter sagrado del templo, desconociendo si se han producido actuaciones incompatibles con el culto, la piedad o la religión, ya que no se ha permitido la más mínima vigilancia por parte de esta Comunidad. Es decir, de prescindir de la autorización eclesiástica para acceder a la Basílica, se pasó a prohibir a los benedictinos de esta Comunidad el acceso a su templo. Incluso, según aparece en las noticias, se impide que los miembros de la Abadía asistan al responso religioso en el acto de exhumación -sólo se autoriza al prior.

5. En vista de lo anterior, esta Abadía, tras protestar por estas actuaciones ante el Tribunal Supremo y ante la Delegación de Gobierno, presentó la correspondiente denuncia ante el Juzgado competente.
Queremos dejar constancia que la actuación de las Fuerzas de Seguridad y de los operarios ha sido y es totalmente incompatible con el principio de inviolabilidad de los lugares de culto y los derechos de esta Comunidad benedictina, lo que hemos puesto, igualmente, en conocimiento de la jerarquía eclesiástica.

23 de octubre de 2019

La comunicación cristiana de bienes. Por Joaquín M. Serrano Vila

A iniciativa de un párroco en la Zona Nordeste del Arciprestazgo de Oviedo y con la anuencia de otros se ha puesto en marcha -sin que falten críticas, escepticismos y reservas- una red de comunicación cristiana de bienes que trata de abarcar a toda la diócesis y sobre lo que quisiera reflexionar hoy.

En mi humilde opinión, creo sinceramente que es algo que puede hacer un gran bien a la Iglesia que peregrina en Asturias; sin embargo, se requiere para un buen resultado la implicación y respaldo de varios factores: el apoyo centralizado del proyecto, la colaboración del clero y de la Curia y, lo más difícil, concienciar, explicar y catequizar sobre esta necesidad a los fieles.

No estamos ante algo nuevo, pero quizá sí es necesario recuperar de forma oficial y pública este buen hacer que se remonta a los tiempos del Señor y los apóstoles.

En Asturias, por ejemplo, experimentamos esta generosidad en la postguerra, cuando la mayoría de templos de la geografía diocesana fueron destruidos y diócesis con más posibles y menos afectadas por la contienda "partieron su capa" con nosotros enviando no sólo dinero sino ornamentos, orfebrería, imágenes, etc... Aún hoy, en muchos pueblos de montaña de Asturias se pueden ver en sus humildes parroquias cálices de plata que vinieron de Pamplona con la inscripción de su donación, o imágenes venidas de Castilla, o casullas más anteriores a los años treinta en templos de los años cincuenta.

Incluso pasada la etapa de recuperación de templos, se mantuvo en la diócesis hasta los años sesenta la buena costumbre de los párrocos que daban a conocer mediante el boletín oficial diocesano lo que les sobraba o faltaba: un altar, un retablo, una pila, un armonium...

Y siempre se ha seguido haciendo en mayor o menor medida. En Lugones, por ejemplo, se regalaron cantidad de enseres a parroquias rurales: la megafonía anterior, focos y apliques, el ambón viejo, campanillas, lavabos, cálices de escaso valor, y muchísimos objetos que con el tiempo se fueron almacenando sin uso pero que en una parroquia rural "pobre" hacen un gran bien. Hasta los bancos viejos fueron a parar al mundo rural, la lámpara de forja, un calentador de aire caliente o el viejo órgano que se instaló en la hermana parroquia de Viella... Y estas cosas me consta que lo han hecho, hacen y harán siempre muchas otras parroquias grandes colaborando con las más pequeñas y necesitadas. 

Aunque haya quienes piensen lo contrario, creo que es mucho más fácil ser párroco en una parroquia "grande" que en un pueblo, pues en una parroquia mayor el párroco puede encontrar respaldo en su Consejo Pastoral y en su Consejo Económico. El tamaño de la localidad difumina todo un poco, pero un pueblo pequeño, como dice el refrán, siempre tiene algo de "infierno grande" y cualquier cosa siempre es magnificada para bien o para mal.

No hace falta siempre decir o justificar dónde está cada cosa o a dónde fue a parar cualquier cachibache, ni si estaba mejor en un trastero esperando con los años la basura ante una limpieza general, que en otra parroquia que lo necesiten... Creo que esos juicios no nos tocan a nosotros; la buena obra solidaria hecha queda, y sabiéndolo Dios mismo y los colaboradores es suficiente. Todo esto, no obstante, ha de hacerse sin perder de vista el marco jurídico y, en casos de cosas "más importantes" tratar de conjugar la buena acción con las exigencias canónicas sobre los bienes muebles de cada parroquia.

Recuerdo un sacerdote que estuvo en zona rural mucho tiempo y tenía una parroquia sin sagrario; estuvo diez años mendigando uno por toda Asturias y al final lo hizo él mismo de madera como buenamente pudo. Lo trasladaron después a una parroquia de Oviedo y se encontró en un armario con cuatro sagrarios "viejos". Se enfadó y dijo: con lo que yo mendigue un sagrario y aquí me encuentro cuatro ya inservibles muertos de risa...

La sana propuesta tropezará seguro con viejos modelos y conceptos, pues todos tenemos muy metido en la cabeza que las cosas de "mi" parroquia son de "mi" parroquia, y si la nuestra tiene dos pilas bautismales y la de al lado una ensaladera para bautizar, que ahorren y se la compren que las nuestras las compramos nosotros. La cuestión nunca conjugada será si la ensaladera está porque no hay forma de comprar una pila...

Otro tópico un tanto "aldeano" que dificulta la iniciativa, es la consideración de que lo que hay en la Iglesia no es de la Iglesia sino "del pueblo"; ahora vete y explicales que la iglesia, la rectoral o el cementerio no es de "todo" el pueblo -entidad abstracta por otra parte y sin personalidad jurídica- sino del pueblo fiel, de la comunidad cristiana, de la feligresía y parroquia, finalmente llamada a compartir.

Me parece brillante esta iniciativa por su capacidad de solucionar y dar respuesta solidaria a muchos problemas ordinarios, pero para evitarles disgustos a los párrocos que la secunden, entiendo que desde la administración diocesana y Consejo de Vicarios se debería respaldar, apoyar y refrendar este proyecto para que pueda llevarse a efecto satisfactoriamente. Sé de muchos sacerdotes que si no han compartido en el tiempo muchas cosas que les sobran es por "miedo a conflictos": a los fieles, al propio arzobispado, a disgustos innecesarios en una edad en la que ya no se está para ello... Al final, ¿sacamos al burro del pozo y curamos en sábado siendo éste para el hombre, o será el hombre para el sábado?...

martes, 22 de octubre de 2019

Horarios Santos - Difuntos


San Juan Pablo II: el Pontífice que llevó a la Iglesia al Nuevo Milenio

(Cope) Muchos Pontífices gloriosos ha tenido la Iglesia en la época de la modernidad. El siglo XX ha dado verdaderos. Santos que han sabido entregarse por completo a la formación espiritual y humana de los hombres. Han profundizado en la Doctrina Social de la Iglesia. Y entre ellos se encuentra el de hoy 22 de octubre: San Juan Pablo II. Karol Wojtyla nace en Wadovice, cerca de Cracovia en 1920. Una hermana suya moriría antes de nacer él. 

Y una vez ya en el mundo perdió a sus padres y hermanos en un periodo de tiempo corto. Polonia estaba entonces sumergida en la dictadura de la Unión Soviética como país satélite de Rusia que era. Cuando se va haciendo joven entiende que debe salir él adelante. Su trabajo lo lleva a cabo en las minas. Su faceta de hombre enamorado de la belleza le introduce en grupos teatrales donde será actor.

Pero no hay que perder de vista su Fe. Un día el director espiritual le da unos libros sobre San Juan de la Cruz. La lectura de sus páginas incrementa el amor a Dios y pensar que tal vez debería ver lo que le pide. Poco a poco tiene seguro que su vocación es el sacerdocio. Ordenado sacerdote, tiene en su haber preparación en Filosofía, de la que ejercerá como profesor. Elegido obispo es consagrado como Auxiliar de Cracovia y en 1967 es creado Cardenal. En 1978 muere Pablo VI y asiste al Cónclave. 

En poco tiempo es elegido Albino Luciani, que tomará el nombre de Juan Pablo I, pero en 33 días muere y hay que ir de nuevo al Cónclave. El 16 de octubre todos los votos convergen y Karol Woktyla será welegido Pontífice asumiendo el nombre de Juan Pablo II. Su Pontificado estuvo lleno de viajes misioneros por todo el mundo. Las Jornadas Mundiales de la Juventud, la oración en Asís, o el Jubileo 2000 son algunos de sus hitos pastorales. Gran devoto de la Virgen, a la Señora de Fátima le atribuye que le librase de morir en el atentado que sufrió el 13 de mayo de 1981. Muere el 2 de abril de 2005, Fiesta de la Divina Misericordia que había instituído. Se le puso de sobrenombre Juan Pablo II “El Magno”.

lunes, 21 de octubre de 2019

Muñón recuerda al beato José María Fernández Martínez

(lavozdelena.es) La parroquia lenense de Muñón rindió este domingo, 20 de octubre, un emotivo recuerdo a José María Fernández Martínez, nacido en La Iglesia en 1915 y fusilado el 7 de octubre de 1934, con sólo 19 años de edad. 

En el homenaje en su memoria se descubrió una placa en su casa natal y hubo una misa cantada, presidida por el rector del Seminario Metropolitano de Oviedo, Sergio Martínez Mendaro, el canónigo de la Catedral, José María Hevia, y el párroco Bernardino Fernández Barbón.

José María Fernández fue beatificado por el Papa Francisco, junto con otros ocho seminaristas asturianos que fallecieron en idénticas circunstancias en aquellos convulsos tiempos.




San John H. Newman: un santo para la postmodernidad. Por Fidel García Martínez

La canonización del primer santo británico, no mártir, de la Edad Moderna, supone un hito importante en la historia de la Iglesia católica. En tiempos postmodernos líquidos y dominados por el pensamiento débil en general y religioso-teológico en particular, así como por la ausencia de los grandes relatos que unifiquen la Historia y le den sentido, como sucedió en la antigüedad con la caída del imperio romano, en donde San Agustín con su teología de la historia, La Ciudad de Dios, supo y pudo interpretar los nuevos tiempos que se avecinaban, en la actualidad San John Henry Newman es uno de los referentes obligados para comprender la crisis postmoderna y darle respuesta.

El nuevo santo de la Iglesia católica es una de las personalidades más influyentes del mundo actual. Toda su extensa e intensa vida fue una búsqueda de la Verdad por encima de todo, verdad que encontró en su plenitud cuando se convirtió al catolicismo, lo cual en el mundo anglicano suponía un traición alevosa, por cuanto el mundo católico anglosajón se encontraba en postración total y marginal.

Cuando se convirtió, en 1845, la Iglesia católica no fomentaba ni la lectura de la Sagrada Escritura, ni el estudio de los grandes Padres, tanto latinos como griegos, ni existía una apertura a una visión crítica de la Teología. San John H. Newman es uno de los más grandes teólogos de los siglos actuales. Con sus geniales intuiciones teológicas, es considerado como uno de los grandes precursores del Concilio Vaticano II. De hecho en plena celebración del Concilio se le nombró como el padre conciliar ausente. Su influencia fue muy importante en la famosa constitución conciliar Lumen Gentium (Iglesia Luz de la Naciones). San John H. Newman habría estado completamente de acuerdo con el Papa San Juan Pablo II en la valoración de la Iglesia oriental y occidental, griega y latina, como los dos pulmones necesarios de la única Iglesia. También estaría de acuerdo con el Papa Benedicto XVI al proponer una visión del Concilio, no de ruptura, sino de continuidad histórica.

El que quiera conocer en profundidad la personalidad de este inglés universal, una de las mentes más lúcidas no solo del catolicismo, sino también de anglicanismo en general y del inglés en particular, así como la vida y los entresijos de la universidad más famosa de Inglaterra, Oxford, tiene la posibilidad de acercarse a dos de sus obras más interesantes y que mejor reflejan todo su proceso de conversión hasta llegar a su canonización. Estas obras son la Apología pro vita sua una especie de biografía testimonial y de confesión según el modelo de San Agustín (Confesiones). Está considerada como una obra cumbre de la literatura biográfica universal. Su finalidad era muy clara: Newman quería defenderse de los ataques, descalificaciones y mentiras que sus adversarios anglicanos inventaron para difamarlo por su conversión al catolicismo. Es un relato de su itinerario vital e intelectual, un claro ejemplo de su honestidad y libertad en su camino hacia el catolicismo, a la vez que una defensa respetuosa del anglicanismo del que procedía. En esta obra Newman defendió la autoridad infalible de la Iglesia católica frente al protestantismo, postulando a la vez una legítima libertad teológica dentro de la misma Iglesia católica, así como contra cierto autoritarismo fundamentalista .

Otra obra importante para co-nocer al Newman auténtico es Perder y ganar. Una novela autobiográfica, publicada después de su conversión, cuando vive y estudia en Roma. Hacía solo unos meses que era sacerdote y después de dos años de su conversión al catolicismo. Aunque no tenía en un principio una finalidad estética, se sintió libre para plasmar sin tener en cuenta las exigencias de las técnicas narrativas actuales, sus vivencias, recuerdos y emociones. El realismo está siempre presente, especialmente cuando describe el Oxford universitario. Entre los grandes logros de la novela autobiográfica se pueden citar: el humor clásico inglés, incluida la sátira e ironía, en el que Newman es un auténtico maestro como la fue otro gran converso, el gran Chesterton. Parece escrita entre risas: Newman nos ha dejado un testimonio palpitante de una opción moral y religiosa, como volvería a dejarnos, con acentos más dramáticos, en la Apología pro vita sua, escrita entre sollozos y extenuación física.

domingo, 20 de octubre de 2019

Evangelio Domingo XXIX del Tiempo Ordinario















Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,1-8):

En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer.

«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.

En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle:

“Hazme justicia frente a mi adversario”.

Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:

“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”».

Y el Señor añadió:

«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».


Palabra del Señor

sábado, 19 de octubre de 2019

Bautizados y enviados


«Orar sin desfallecer». Por Jorge de Juan

Por tercer domingo consecutivo el Evangelio nos remite a la fe como realidad fundamental de nuestro quehacer cotidiano como cristianos. En este caso, se trata de una fe que desemboca en oración, de una oración empapada de fe. Para enseñarnos la necesidad de orar siempre sin desfallecer, Jesús nos propone la parábola del juez inicuo que atiende los ruegos de una viuda únicamente para que le deje en paz. A partir de esta imagen, el Señor nos invita a reflexionar acerca de la actitud de Dios para con sus hijos. El hombre de fe tiene que ser un hombre de oración, aunque el modo varíe de unos a otros. De la misma forma que no se puede concebir una estrecha relación con una persona sin un trato cercano y constante con ella, de igual modo no se puede concebir el creer sin el rezar. 

La parábola tiene un trasfondo escatológico y parece referirse a la situación de la primitiva Iglesia, ansiosa por la segunda venida de Jesucristo y en constante peligro de sucumbir en un mundo lleno de hostilidades e injusticias. El texto dice que Dios hará justicia «sin tardar». En efecto, tarde o temprano el Hijo del Hombre vendrá, pero... ¿encontrará fe en la tierra cuando llegue? 

La Iglesia, peregrina en el tiempo, debe dominar su impaciencia por la justicia o la revancha contra sus adversarios, porque el juicio de los hombres corresponde exclusivamente a Dios. Entre tanto, la Iglesia debe vivir en la fe y en la confianza, denunciando las injusticias con voz profética, sí, pero no condenando; alentando a la esperanza y trabajando por la implantación de su Reino, con coherencia y entrega total. La oración sincera nos conducirá a la vivencia radical del Evangelio.

viernes, 18 de octubre de 2019

La oración cambia el mundo


Santoral del día: San Lucas evangelista

(biografiasyvidas)
San Lucas Evangelista; siglo I, Autor del tercer Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles. Se ignoran los detalles de su biografía, si bien la tradición indica que nació en Siria y que fue discípulo de San Pablo, quien se refiere a él como su ayudante e iluminador. De sus obras se infiere que acompañó a San Pablo a lo largo de toda su vida, que dedicó a la enseñanza y a la predicación. Se le atribuye la autoría del tercer Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles, obras que en realidad conforman un mismo libro.

La prosa de San Lucas, muy rica, denota una alta formación académica y es, sin duda alguna, la más literaria de los autores del Nuevo Testamento. Escrito en griego, su evangelio relata la predicación y los hechos de Jesús de Nazaret, aunque afirma que no fue testigo de sus obras; por ello, y también por el estilo y vocabulario utilizado, la crítica suele fechar sus escritos alrededor del año 70 d.C. Patrón de pintores y de médicos, puesto que la tradición lo describe como amigo de artistas y con conocimientos de medicina, la Iglesia Católica lo venera el 18 de octubre.

Son escasos los datos que se conocen acerca de San Lucas. Contra la tradición, que lo supone oriundo de Antioquía (Siria), parece haber nacido en la ciudad de Filipos, o al menos en Macedonia; los pasajes donde habla en primera persona se refieren, precisamente, a acontecimientos de estos lugares, por él mejor conocidos que los restantes. El nombre de Lucas, seguramente abreviación de Lucano o Lucio, puede ser el de un liberto entregado al estudio.

Las primeras referencias a su persona están contenidas en las epístolas de San Pablo, en las que se le cita como «colaborador» y como «querido médico». En los Hechos de los Apóstoles, San Lucas habla de sí mismo usando el plural «nosotros». En ese mismo libro aparece acompañando a San Pablo en su segunda misión, en el viaje que éste hizo de Troas a Filipos. Después de permanecer en aquella ciudad por espacio de unos seis años, volvió a acompañar a San Pablo en un viaje a Jerusalén, y nuevamente cuando aquél fue conducido prisionero a Roma. En la víspera de su martirio, San Pablo recordó que «sólo Lucas está conmigo» (II Timoteo 4:11).

La tradición lo considera médico de profesión, así como dotado para la pintura; probablemente, sin embargo, tal noticia no es sino la transposición al campo pictórico del arte con que Lucas supo describir a los personajes en sus textos. Su símbolo como evangelista es el toro. Son diversas las versiones sobre su muerte: unas tradiciones lo hacen sufrir martirio en Patrás; otras, en Roma; otras, en fin, en Tebas de Beocia.

El propio San Lucas se excluye a sí mismo de las personas que fueron testigos directos de Cristo. Interesado por la verdad histórica, San Lucas reprodujo en su Evangelio aquello que había oído directamente a los apóstoles y discípulos de Jesús: «... según nos lo transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y luego servidores de la palabra, también yo, después de haber investigado con exactitud todos esos sucesos desde su origen, me he determinado a escribírtelos ordenadamente...» (Lucas 1:2-2).

El Evangelio de San Lucas es el más extenso de los Evangelios y también es el de expresión y composición literaria más culta y elegante, debido a la preparación cultural de su autor, aunque éste huye del lenguaje clásico para hacerlo más comprensible al pueblo, acomodándose al lenguaje común. Aunque no fue testigo de todos los acontecimientos, su relato es exacto y está lleno de afecto y sentimiento. Después de una breve introducción, Lucas inicia su relato con el nacimiento y los primeros años de la vida de Jesucristo, y lo finaliza con la ascensión de Cristo a los cielos, enlazándolo de esta forma con el versículo inicial de los Hechos de los Apóstoles, obra imprescindible para el conocimiento del cristianismo primitivo.

jueves, 17 de octubre de 2019

La comunidad benedictina del Valle de los Caídos recibe nuevas vocaciones


(InfoCatólica) En medio de la persecución y de la marejada mediática, la vida física y espiritual de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos sigue su curso, al paso de Dios, con ritmo benedictino, «ora et labora».

La web de la Abadía, informa sobre las nuevas vocaciones para la comunidad benedictina que el Señor a suscitado.

El Noviciado de nuestra Abadía Santa Cruz está viviendo la afluencia de nuevas vocaciones. El viernes 2 de agosto y el sábado 14 de septiembre, respectivamente, hicieron su ingreso en la Abadía Fr. Jesús Á., de 29 años de edad, y Fr. José A., de 23, como nuevos postulantes. El primero deja una prometedora carrera en su campo profesional y el segundo entra después de haber terminado el Grado en Filosofía y el Master de Profesorado.

Por otro lado, el miércoles 14 de agosto, después de las I Vísperas de la Asunción de Nuestra Señora, Fr. Pablo hizo su paso del período de postulantado al año de noviciado canónico, en la sencilla y hermosa ceremonia que tiene lugar para la ocasión.

La comunidad benedictina agradece al Señor esta bendición especial que está recibiendo del Cielo. Otros jóvenes más están discerniendo en estos momentos su vocación. En la fiesta de la Inmaculada ingresará otro joven postulante de 20 años.