sábado, 30 de septiembre de 2017

"La nota de la Conferencia Episcopal recoge todos los temas importantes, pero es tan suave y tan neutral que parece que estamos hablando de otra cosa"


"Defender la secesión con mentiras, insidias, corrupción y violencia es inmoral y es pecado"


JESÚS SANZ MONTES |
Arzobispo de Oviedo, miembro de la comisión permanente de la Conferencia Episcopal Española

Pablo Álvarez, Oviedo (lne)

Jesús Sanz Montes (Madrid, 1955), arzobispo de Oviedo desde el año 2009, no es de los que se esconde. Como miembro del Comité ejecutivo y de la Comisión permanente de la Conferencia Episcopal Española, es uno de los autores de la declaración sobre el proceso independentista de Cataluña difundida el pasado miércoles por la permanente de los obispos. En la nota, los obispos apuestan ''por el recurso al dialogo desde la verdad y la busqueda del bien común de todos, como señala la Doctrina Social de la Iglesia''. En esta entrevista, el arzobispo de Oviedo señala que algunas de sus propuestas para incluir en el documento no fueron aceptadas y reconoce que el texto ha sido tan ''aséptico, neutra y quintaesenciado'' que termina por no llegar a nadie, ni a unos ni a otros''; motivo por el cuál precisa algunas aclaraciones. A juicio de Jesús Sanz, ser independentista no es pecado, pero el actual proceso secesionista de Cataluña constituye una ''profunda inmoralidad'', porque sus promotores incurren en ''mentiras, corrupciones, insidias y engaños''. El arzobispo critica a los sacerdotes que ''ponen fronteras desde el púlpito'', a quienes acusa de desplegar ''una praxis no cristiana, sino sectaria''.

-''Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios''. La eventual secesión de Cataluña ¿compete a Dios o al César?.

-Es una pregunta parecida a la que hicieron a un cura en Cataluña: si Dios esta a favor o en contra de la independencia. En España nos dimos hace cuarenta años una Carta Magna que es perfectible, pero que fue un verdadero ejercicio de respeto, consenso y concordia. Pusimos por encima lo que nos unía. Pesaba la sombra de conflictos bélicos fratricidas, el aislamiento internacional de España y una pesada gobernanza que condicionaba libertades dictatorialmente. Ese marco legal de convivencia supuso acercamiento, hacer concesiones, siempre y cuando fueran razonables en aras de una memoria histórica atendible y respetable. Y, sobre todo, no tanto mirando al pasado, sino hacia adelante para construir juntos desde nuestra rica pluralidad un futuro mejor en la paz y en la concordia.

-¿Y ahora?

-Romper este marco de modo unilateral...

PARA LEER LA ENTREVISTA COMPLETA CONSULTE EL PERIÓDICO DE HOY
http://www.lne.es/espana/2017/09/30/defender-secesion-mentiras-insidias-corrupcion/2170944.html

Para Dios, lo que cuenta es "volver". Por Fray Miguel de Burgos Núñez

El evangelio de Mateo (21,28-32), con la parábola del padre y los dos hijos, es provocativo, pero sigue en la misma tónica de los últimos domingos. Se quiere poner de manifiesto que el Reino de Dios acontece en el ámbito de la misericordia, por eso los pecadores pueden preceder a los beatos formalistas de siempre en lo que se refiere a la salvación. Una parábola nos pone en la pista de esta afirmación tan determinada, la de los dos hijos: uno dice que sí y después no va a trabajar a la viña; el otro dice que no, pero después recapacita sobre las palabras de su padre y va a trabajar.

Lo que cuenta, podríamos decir, son las obras, el compromiso, recordando aquello de no basta decir ¡Señor, Señor!. El acento, pues, se pone sobre el arrepentimiento, e incluso si la parábola se hubiera contado de otra manera, en la que el primero hubiera dicho que sí y hubiera ido a lo que el padre le pedía, no cambiarían mucho las cosas, ya que lo importante para Jesús es llevar a cabo lo que se nos ha pedido. Sabemos, no obstante, que los dos hijos corresponden a dos categorías de personas: las que siempre están hablando de lo religioso, de Dios, de la fe y en el fondo su corazón no cambia, no se inmutan, no se abren a la gracia. Probablemente tienen religión, pero no auténtica fe. Por eso, por ley de contrastes, la parábola está contada con toda intencionalidad y va dirigida, muy especialmente, contra los primeros.

El acento está, justamente, en aquellos que habiéndose negado a la fe primeramente, se dejan llenar al final por la gracia de Dios, aunque esto sirve para desenmascarar a los que son como el hijo que dice que sí y después hace su propia voluntad, no la del padre. Los verdaderos creyentes y religiosos, aunque sean publicanos y prostitutas, son los que tienen la iniciativa en el Reino de la salvación, porque están más abiertos a la gracia. El evangelio ha escogido dos oficios denigrados y denigrantes (recaudadores de impuestos y prostitutas); pero no olvidemos que el marco de los oyentes también es explícito: los sacerdotes y ancianos, que dirigían al pueblo. Pero para Dios no cuentan los oficios, ni lo que los otros piensen; lo que cuenta es que son capaces de volver, de convertirse.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Las oraciones reservadas de la Misa. Por Rodrigo Huerta Migoya

Antaño no había megafonía en los templos, pero a día de hoy la cosa ha cambiado, y con ello no sólo escuchamos las palabras que el sacerdote a veces dice en alto sino hasta los susurros que en su dialogo con Dios mismo lleva a cabo. Estas oraciones que sólo son rezadas por el celebrante son las llamadas ''reservadas'', no por que no se puedan saber, sino por que son oraciones únicamente entre el sacerdote que actúa "in persona Crhisti" y el Padre.

Hay gente que tiene un concepto distorsionado de esto, quizá por ignorancia, pues consideran con criterios actuales que no se deberían de decir "esas cosas por lo bajo", que no se pueden decir o cantar en latín por "eso está obsoleto o prohibido", y demás cantinelas que casi siempre son fruto de un atrevimiento ignorante.

Me contaba un miembro del Consejo Pastoral que en una de las primeras reuniones que el actual Párroco hizo al llegar a la Parroquia, una mujer le reprochó que hacía mal en hacer dichos y rezos por lo bajo, y peor aún si estaban en latín. ¿Pensaría esta señora que el cura los sacó de la manga; que los guisó a su gusto o que era el inventor de la pólvora?. Es curioso cómo algún cristiano, digamos "de base", no tiene el menor remordimiento de asistir a una Eucaristía donde el sacerdote celebre de calle, utilice un trozo de pan integral o se invente la plegaria; ahora bien, como se le ocurra a otro cantar la "Salve Regina" o rezar el "Pater noster", que Dios le pille confesado por que le comen y le ponen de carca para arriba.

Las personas que habla sin saber (y haberlas hailas) son atrevidas, pero los que ni saben, ni conocen, ni les importa, pero luego pontifican con desparpajo y descaro, son ignorantes y atrevidos.
A continuación, para los que desconocían estas realidades celebrativas, adjunto algunas de las oraciones reservadas de la Santa Misa:

Cuando el sacerdote se dispone a proclamar el evangelio reza para si: ''Munda cor meum  ac lábia mea, omnípotens Deus, ut sanctum Evangélicum tuum digne váleam nuntiáre''. Traducción: ''Purifica mi corazón y mis labios, Dios Todopoderoso, para que anuncie dignamente tu Evangelio''.

Otros sacerdotes dicen también esta formula que no es otra que la bendición en singular: Dominus sit in corde meo, et in labiis meis: ut digne et competenter annuntiem Evangelium suum. Amén. Traducción: "El Señor este en mi corazón y en mis labios, para  que pueda anunciar digna y debidamente su Evangelio. Amen".

Cuando proclama el evangelio un diácono este dice al celebrante: Jube, dómne, benedícere. Traducimos: Padre, deme su bendición. Y el celebrante le bendice diciendo: +Dóminus sit in corde tuo, et in lábiis tuis: ut digne et competénter annúnties Evangélium suum: in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Amen. Traducimos: "El Señor esté en tu corazón y en tus labios para  que pueda anunciar digna y debidamente su Evangelio. Amen."

Al echar la gota de agua en el caliz: ''Per huius aquae et vini mysterium eius efficiamur divinitátis consórtes qui humanitátis nostrae fieri dignátus est participes''.Traducción: ''El agua unida al vino sea signo de nuestra participación en la vida divina de quién ha querido compartir nuestra condición humana''

Después de la presentación de las ofrendas: ''In spiritu humilitátis et in animo contrito suscipiámur a te, Domine ; et sic fiat sacrificium nostrum in conspecto tuo hódie, ut placeat tibi, Dómine Deus''.Traducción: ''Acepta Señor nuestro corazón contrito y nuestro Espíritu humilde; que este sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro''.

En el lavatorio de las manos: ''Lava me, Dómine, ab iniquitate mea, et a peccáto meo munda me''.Traducción: ''Lava del todo mi delito ,Señor, limpia mi pecado''.

Tras la fracción de pan, al introducir un fragmento del Santísimo Cuerpo del Señor en el Cáliz reza: ''Haec commixtio Córporis et Sánguinis Domini nostri Iesu Christi fiat accipiéntibus nobis in vitam aeterbam''. Traducción: ''El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sen para nosotros alimento de vida eterna''

Antes del Cordero de Dios se hace una oración secreta, el Misal siempre ha ofrecido dos opciones para elegir una. La primera dice: ''Domine Iesu Christe, Fili Dei vivi, qui ex voluntate Patris, cooperante Spiritu Sancto, per mortem tuam mundum vivificasti: libera me per hoc sacrosantum Corpus et Sanguinem tuum ab omnibus iniquitatibus meis et universis malis: et fac me tuis semper inhaerere mandatis, et a te numquam separari permittas''.Traducción: ''Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo, diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tú Cuerpo y de tú Sangre, de todas is culpas y de todo mal. Concédenos cumplir siempre tus mandatos y jamás permitas que me separe de ti''.

La segunda opción de oración dice: ''Perceptio Corporis et Sanguinis tui, Domine Iesu Christe, non mihi proveniat in iudicium et condemnationem: sed pro tua pietate prosit mihi ad tutamentum mentis et corporis, et ad medelam percipiendam''.Traducción: ''Señor Jesucristo, la comunión de tú Cuerpo y de tu Sangre no sea para mí un motivo de juicio y condenación, sino que, por tu piedad, me aproveche para alimento de alma y cuerpo y como remedio saludable''.

Antes de comulgar el sacerdote: ''Corpus Christi custódiat me in vitam aetérnum''.Traducción: ''El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna''.

Y es que la Eucaristía no deja de ser un continuo diálogo que va más allá de las palabras del sacerdote y las respuestas de los fieles; en ello se incluye el diálogo de lo transcendente; es decir, el suscitado entre Dios y el sacerdote, así como entre Dios y sus fieles. También diálogo en torno a la Palabra proclamada y asumida, el dialogo corporal y gestual, y así un largo etc. de signos, símbolos, gestos y palabras. La Santa Misa es misterio de misterios, y, aunque nunca lleguemos a comprender con nuestra razón su grandeza, no podemos dejar de aprender sobre ella para vivírla cada día mejor, prescindieno, cuando no se sabe "por qué", de frivolidades o simplicidades.

Orar con el Salmo del Día

Sal 137,1-2a.2b-3.4-5.7c-8
R/. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario.

Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.

Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Reacciones a la corrección de los sesenta y dos. El insulto como contra argumento. Por Jorge González Guadalix

(de profesión cura) Pasó lo que se sabía podía pasar. Desde hace tiempo, especialmente desde la publicación de “Amoris Laetitia”, la cosa está entretenida. Y esto no me lo van a negar. Amoris Laetitia ha conseguido el nada despreciable logro de hacer que, no ya obispos y cardenales, sino conferencias episcopales, mantengan posturas diametralmente opuestas sobre el acceso a los sacramentos de los católicos que rompieron su matrimonio canónico y viven una posterior unión more uxorio. Por ejemplo, Wuerl y Burke. Por ejemplo, Malta y Polonia.

Carta hubo con preguntas, las famosas dubia, que aún están esperando respuesta. Se habló de algún tipo de “corrección formal” al santo padre por parte de algunos cardenales. Lo que sí ha ocurrido ha sido una corrección que un grupo de intelectuales católicos ha hecho llegar a Francisco dese su convicción moral que debían hacerlo. Están en su derecho. Si una persona o grupo cree en conciencia que debe dirigirse al santo padre, a su obispo o a quien sea para manifestarle algo, hágalo con su firma.

Me ha resultado interesante la catarata de reacciones al escrito de estos intelectuales. Especialmente porque aún no he leído argumentos en contra, sino apenas una ametralladora de adjetivos y descalificaciones que yo creo más bien descalifican a quienes disparan.

Hubiera deseado un debate serio. La carta de los sesenta y dos intelectuales es indudablemente un texto de peso. No es afirmar por afirmar. Cada una de sus “correcciones” viene avalada por una profunda reflexión que se elabora a partir de innumerables textos de la Escritura y el Magisterio. Para nada un texto superficial. Para nada algo a vuelapluma.

Las reacciones son, naturalmente, de varios tipos. Una inmensa mayoría de católicos pasa ampliamente porque no está para dudas, correcciones, líos ni gaitas. Los hay preocupados por la confusión teológica y moral que hoy se vive y por un relativismo creciente. De estos más preocupados, la inmensa mayoría, incluyendo naturalmente obispos y cardenales, mantiene un mutismo total, porque el silencio, piensan, es su mejor aliado. Eso tan viejo de no dar la cara por si te la parten. Otros se alegran de este texto y esperan pacientes a ver si desde el Vaticano se pone en claro lo que parece color de hormiga. Los hay, incluso, que se posicionan con su firma a favor de esta respuesta clara aun barruntando que nada de nada.

Hay otras reacciones. Las de aquellos que se revuelven y, a falta de argumentos, simplemente sueltan adjetivos y barbaridades. Ya saben: carcas, conservadores, ultraconservadores, antiguos, negados a la evolución. Mal empezamos. Porque uno quisiera saber qué es exactamente lo de ser carca, la diferencia entre conservador y ultra conservador y por qué tal cosa sea mala.

Se sigue por el argumento “ad hominem”, según el cual tanto los cardenales de las dubia -los dos que quedan- y los 62 intelectuales lo que buscan es el poder, mandar, aferrarse a sus antiguos privilegios, resucitar la Iglesia de Constantino e implantar una nueva inquisición.

Qué quieren que les diga. Personalmente preferiría una contra argumentación. En primer lugar, sobre la legitimidad del hecho de que cuatro cardenales o sesenta y dos intelectuales puedan dirigirse al santo padre exponiendo sus dudas y pidiendo aclaraciones a lo que ellos, en su pobre ignorancia quizá no saben ver. Si no es legítimo, se demuestre con el derecho canónico y con lo que sea menester.

Y si es legítimo, me encantaría leer la contra argumentación. Es decir, textos mal interpretados, magisterio manipulado, continuidad o no con el magisterio precedente. Porque no me negarán que atacar la carta de estos sesenta y dos porque son unos ultraconservadores que buscan seguir viviendo de sus privilegios parece argumento débil. Pero así es la vida.

Carta del Sr. Arzobispo

Cuentas de otoño, por la cuenta que nos tiene

Había pensado escribir sobre el tema que nos tiene a todos preocupados cuando hay una amenaza de ruptura en ciernes, de insidia colmada, de mucha mentira y demasiado tejemaneje con intereses inconfesados. El mensaje que acabamos de dar en la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, es lo que suscribo y a él me remito, pues estuve presente en su redacción. Hoy hablaré de otra cosa.

No tiene botón de pausa el calendario. Y las hojas de los días van cayendo como las de los árboles en esta época otoñal. Poco a poco irán cambiando los paisajes revistiendo su entorno de color pastel, mientras suavizamos los incipientes tiritones con las primeras prendas de abrigo. En este mes de magia y calma, los cristianos vivimos una advocación mariana llena de sabor en nuestra tradición espiritual: el santo rosario.

Todavía recuerdo en mi casa, cómo algunas tardes de otoño terminábamos el día rezando a la Virgen cinco misterios del rosario. La abuela convocaba y ella dirigía, y los demás, con desigual afición y afán, nos dejábamos poco a poco enganchar con esa oración que al final la sentíamos como una plegaria nuestra y sencilla. No he dejado nunca de rezar el rosario. Aunque luego haya aprendido otras formas de orar, me parece un modo realmente evangélico de recorrer los pasos de esa historia de salvación a la que también cada uno de nosotros pertenece. Particularmente cuando voy en el coche en mis viajes, o cuando camino de acá para allá, cuando subo a la montaña en silencio, cuando tengo un momento calmo de paz. Son ocasiones preciosas para vivir como hijo de Dios, como hijo de María, los avatares en los que la vida me lleva y me trae.

Rezar el Padrenuestro al comienzo de cada misterio es un modo de recordar la oración de Jesús, la plegaria cristiana por antonomasia, cuando llamando como hijos al Padre Dios y santificando su nombre, le pedimos que venga su Reino, su sueño y proyecto de amor; que nos conceda buscar y hacer siempre su divina voluntad como en el cielo y en la tierra tantos seres la buscan y la hacen fielmente; que no deje de darnos el pan cotidiano y de suscitar en nosotros el perdón que nos hace parecernos a Él; pidiendo al final que el maligno y su mal no nos ganen nunca la partida.

Pero lo mismo decimos a nuestra Reina y Madre cuando con las palabras del arcángel Gabriel también la saludamos con el saludo del “alégrate por estar llena de gracia”, y porque estando el Señor contigo a nosotros se nos allega. No olvidamos en las diez Avemarías de cada misterio, que somos pobres, pequeños y pecadores, y que necesitamos el ruego materno de Santa María la Madre de Dios, ahora y siempre, especialmente en el momento de nuestra muerte. Y así concluimos recitando la alabanza a la santa Trinidad, dando gloria al Padre amante, al Hijo amado, y al Espíritu amor.

Rezar el rosario tiene esta entraña de vieja oración, con la que tantas generaciones cristianas, tantas personas sencillas y buenas han querido rezar la vida, esa vida que, como sucede con los distintos misterios que componen esta oración mariana, está tejida de gozo, de dolor, de luz y de gloria. Son los colores de nuestra biografía humana y cristiana: la alegría de nuestros gozos, las pruebas de nuestros dolores, el resplandor de nuestra luminosidad y la gloria de nuestra esperanza. Rezar el rosario es como rezar la vida, viviéndola bajo la intercesión dulce y discreta de quien el Señor nos dio como Madre que acompaña nuestros lances y trances en esta hora que nos toca vivir tan llena de motivos para orar con San Pedro Poveda: Madre mía de Covadonga, sálvanos y salva España.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Desde la plenaria de la CEE


Sobre las Intenciones de Misa











Recordatorio acerca de las intenciones de Misa:

1º Cuando se aplica el Santo Sacrificio de la Misa por un difunto, lo que cuenta no es el número de veces que se nombra al difunto, pues -pongamos por caso- aunque el sacerdote ni lo nombrara, bastaría con "su intención" para  que celebración se aplicase por el alma de éste o aquél difunto. Esta realidad forma parte lo que llamamos el valor salvífico universal de la entrega de Cristo, que se actualiza sobre el Altar.

2º Al celebrar la oración por excelencia de los creyentes por un fallecido, estamos colaborando al bien espiritual de su alma, ya que no tenemos la certeza de que haya alcanzado ya el cielo, por lo que contribuiríamos también a acortar su posible purgatorio. Este es el verdadero sentido y misión de encargar misas por nuestros seres queridos que han partido de este mundo.

3º No podrán aplicarse misas por difuntos ni intenciones particulares en las siguientes fechas: Misa Mayor de Corpus; Solemnidad de Todos los Santos (1 de noviembre); Memoria de Fieles Difuntos (2 de Noviembre), Primeras Comuniones; Confirmaciones; Oficios del Jueves, Viernes y Sábado Santo; Misa de Medianoche (Gallo,24 de diciembre), así como en las Misas mayores de la Fiesta de la Parroquia (San Félix, Buen Suceso y Visitación de María).

4º El Párroco siempre aplica tanto la Misa Mayor del Domingo como las fiestas preceptivas de la diócesis ‘’pro populo’’; es decir, por todos los vivos y difuntos de la parroquia, en cumplimiento del canón 534 del Código de Derecho Canónico.

5º El estipendio se remonta a las ofrendas que los fieles presentaban -desde siempre- durante la celebración eucarística, con las que significaban la incorporación de su propia vida y de su propio sacrificio al del Señor. Junto a este significado, el estipendio es también manifestación de la comunicación de bienes y de la participación en las necesidades de la Iglesia, entre las que se encuentra el sustento de sus ministros. La limosna, es expresión de fe en la mediación eclesial, y, más en concreto, en la del sacerdote que preside la Eucaristía.

Del Oficio del Día

SEGUNDA LECTURA

De los Escritos de san Vicente de Paúl, presbítero.
(Carta 2.546: «Correspondance, entretiens, documents», París 1922-1925, 7)

EL SERVICIO A LOS POBRES HA DE SER PREFERIDO A TODO

Nosotros no debemos estimar a los pobres por su apariencia externa o su modo de vestir, ni tampoco por sus cualidades personales, ya que con frecuencia son rudos e incultos. Por el contrario, si consideráis a los pobres a la luz de la fe, os daréis cuenta de que representan el papel del Hijo de Dios, ya que él quiso también ser pobre. Y así, aun cuando en su pasión perdió casi la apariencia humana, haciéndose necio para los gentiles y escándalo para los judíos, sin embargo, se presentó a éstos como evangelizador de los pobres: Me envió a evangelizar a los pobres. También nosotros debemos estar imbuidos de estos sentimientos e imitar lo que Cristo hizo, cuidando de los pobres, consolándolos, ayudándolos y apoyándolos.

Cristo, en efecto, quiso nacer pobre, llamó junto a sí a unos discípulos pobres, se hizo él mismo servidor de los pobres, y de tal modo se identificó con ellos, que dijo que consideraría como hecho a él mismo todo el bien o el mal que se hiciera a los pobres. Porque Dios ama a los pobres y, por lo mismo, ama también a los que aman a los pobres, ya que, cuando alguien tiene un afecto especial a una persona, extiende este afecto a los que dan a aquella persona muestras de amistad o de servicio. Por esto nosotros tenemos la esperanza de que Dios nos ame, en atención a los pobres. Por esto, al visitarlos, esforcémonos en cuidar del pobre y desvalido, compartiendo sus sentimientos, de manera que podamos decir como el Apóstol: Me he hecho todo para todos. Por lo cual todo nuestro esfuerzo ha de tender a que, conmovidos por las inquietudes y miserias del prójimo, roguemos a Dios que infunda en nosotros sentimientos de misericordia y compasión, de manera que nuestros corazones estén siempre llenos de estos sentimientos.

El servicio a los pobres ha de ser preferido a todo, y hay que prestarlo sin demora. Por esto, si en el momento de la oración hay que llevar a algún pobre un medicamento o un auxilio cualquiera, id a él con el ánimo bien tranquilo y haced lo que convenga, ofreciéndolo a Dios como una prolongación de la oración. Y no tengáis ningún escrúpulo ni remordimiento de conciencia si, por prestar algún servicio a los pobres, habéis dejado la oración; salir de la presencia de Dios por alguna de las causas enumeradas no es ningún desprecio a Dios, ya que es por él por quien lo hacemos.

Así pues, si dejáis la oración para acudir con presteza en ayuda de algún pobre, recordad que aquel servicio lo prestáis al mismo Dios. La caridad, en efecto, es la máxima norma, a la que todo debe tender: ella es una ilustre señora, y hay que cumplir lo que ordena. Renovemos, pues, nuestro espíritu de servicio a los pobres, principalmente para con los abandonados y desamparados, ya que ellos nos han sido dados para que los sirvamos como a señores.

RESPONSORIO 1Co 9, 19. 22; Jb 29, 15-16

R. Siendo libre en todo, me he hecho esclavo de todos. Me he hecho débil con los débiles. * Me he hecho todo para todos, para salvarlos a todos.
V. Yo era ojos para el ciego y pies para el cojo; yo era padre de los pobres.
R. Me he hecho todo para todos, para salvarlos a todos.

ORACIÓN.
Señor, tú que adornaste a san Vicente de Paúl con las cualidades de un verdadero apóstol, para que se entregara al servicio de los pobres y a la formación de los ministros de tu Iglesia, concédenos a nosotros que, animados por un celo semejante al suyo, amemos lo que él amó y practiquemos lo que él enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

martes, 26 de septiembre de 2017

Formación permanente en el Instituto San Juan Pablo II

(iglesiadeasturias) El Instituto Diocesano de Teología y Pastoral San Juan Pablo II vuelve, un año más, a ofrecer formación básica y permanente para laicos y religiosos que estén interesados en conocer los fundamentos teológicos y pastorales de la fe y su misión evangelizadora. Los estudios están organizados en cuatro módulos troncales y uno de especialización, obteniéndose, al finalizar, un diploma diocesano de agente de pastoral. 

Las sedes en las que se impartirán los cursos este año son Avilés (parroquia San Juan de Ávila), Oviedo (Seminario), Gijón (Basílica del Sagrado Corazón), Pola de Siero (Parroquia), Navia (Parroquia) y Cangas del Narcea (MM. Dominicas). Además, las especialidades que se pueden cursar este año son tres: “Historia de la Iglesia”, “Catequistas y Catequesis: para la transmisión de la fe” y “Ministerios laicales: la celebración dominical sin sacerdote”.

El Instituto San Juan Pablo II fue creado por el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, en el año 2015, y está vinculado al Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Melchor de Quirós, además de patrocinado por la Universidad Pontificia de Salamanca.

Los créditos formativos que se obtienen son reconocidos oficialmente y también se puede acceder al examen para el reconocimiento DECA de educación Infantil y Primaria.
Es posible obtener más información en el teléfono 985 22 08 97 y en el blog www.institutodiocesanoasturias.blogspot.com.

Santoral del Día

San Cosme y San Damián 

Dos hermanos santos desde los primeros tiempos; mártires y popularísimos patronos de médicos y boticarios. Dicen que curaban sin pedir dinero y que, después de muertos, repartieron salud a manos llenas sobre quienes recurrieron a su intercesión.

Una idea de la extensión de su devoción la dan los numerosos lugares de culto que llevan sus nombres casi siempre inseparables. De Oriente a Occidente fue pasando la veneración: Constantinopla, Panfilia, Matalasca en Capadocia, Jerusalén y Mesopotamia. Patronos del Hospital de Edesa, donde san Sabas transformó la casa heredada de sus padres en basílica en honor de los santos. En Egipto testifica su culto el calendario Oxyrhynco del año 535. También entre los coptos se extendió su devoción y en Tesalónica hay un mosaico con sus figuras. San Gregorio de Tours escribió sobre los dos hermanos en De gloria martyrum; San Fulgencio promueve su culto en Cagliari (Cerdeña); Rávena conserva mosaicos de ellos que se remontan hasta los siglos vi y vii y el santoral visigótico Veronense los incluye entre los santos que celebra la Iglesia en España. Más de diez templos llevan sus nombres en la ciudad de Roma. Una aclamación tan popular no podía menos de terminar con sus nombres incluidos nada menos que en el Canon de la Misa.

Cosme y Damián murieron, según parece, a finales del siglo III o comienzos del IV.

Remontando la historia hasta allá, se nota que la leyenda ha ido sedimentando en torno a su indudable existencia histórica y final martirial capas y más capas de afirmaciones y sugerentes posibilidades que llegaron a tomarse como verdades; se fueron contando de ellos anécdotas más o menos verosímiles y referencias prodigiosas que los devotos oyentes escuchaban gozosos entre la sorpresa y la admiración.

Era lógico que un culto tan ampliamente extendido acabara por crear en torno a las figuras de los supuestos médicos y hermanos una aureola formada por las respuestas que siempre alguien estuvo dispuesto a dar con la sana intención de saciar la curiosidad sana de los fieles seguidores de los santos. No intentaron mentir; sí hubo voluntad de ensalzar; la fantasía transmite lo posible como verdadero y de ahí no es difícil llegar a la exageración. Y más, todo eso se da en un tiempo y circunstancias en los que no importaba demasiado el actual criterio de historicidad.

¿Qué queda entonces de las lejanas figuras de estos santos?

Parece ser que los dos eran hermanos, que entendían cosas de la medicina de su tiempo y la ejercían, que conocieron el cristianismo y recibieron el don de la fe. Luego llega su bautismo y el martirio final.

No es ni mucho ni poco. A mí me parece suficiente.

Alguien se atrevió a describir su martirio diciendo que sufrieron diversos tormentos, que fueron cargados de cadenas, metidos en cárceles, pasados por agua hirviendo y fuego, crucificados y luego asaeteados sin que sufrieran daño alguno, hasta morir decapitados en el año 300. Pero estas Gesta Cosmae et Damiani no merecen mucho crédito por ser leyenda hagiográfica y conocerse bien su género.

El éxito de sus intervenciones posteriores, como son las milagrosas curaciones que se le atribuyen, está en dependencia del querer de Dios y de la fe de quien las pide. El siempre agobiante problema de la salud humana no está sometido a la evolución de la historia ni del tiempo. Como hubo enfermos siempre, y, como se cuenta que estos santos fueron médicos, entra dentro de la lógica humana que la riada de débiles-físicos-creyentes-verdaderos acudiera entonces a ellos y algunos se curaran.

La manía del escéptico de todos los tiempos se pregunta: «¿y por qué no se dan esas curaciones ahora?». Sin conceder la pregunta que supone negación, tengo una respuesta pronta y formulada a lo gallego: «¿Se pide con la fe de ayer, con agradecida disposición al cambio de vida, o se pone hoy más la confianza en el diagnóstico por imagen de los sofisticados medios técnicos de que disponen los médicos?».

Algún santo que difundía su devoción, sin negar las curaciones de las que hablaba sin miedo, puede sugerir otra pista sobre la salud que protegen los santos mártires desde el Cielo: daba el salto y afirmaba –por altura– que la salud verdadera que propician Cosme y Damián consiste en llevar a la conversión a quienes les rezan con fe. ¿O es que no es mejor vivir cerca de Dios, con alegría y sin salud, que vivir pletórico de fuerzas y lejos de Dios? Un cristiano está convencido de que vale más que el bien físico estar sano por dentro.

Bastan para creer los milagros del Evangelio: los ciegos que ven, los paralíticos que saltan, los leprosos que sanan, los endemoniados que empiezan a gozar y hasta los muertos que resucitan. Pero aún esos mismos –históricos– no son más que expresión imperfecta de la definitiva salud que Cristo trajo al hombre enfermo. Sí, ese que somos tú y yo, y el vecino, y la novia, y el abuelo.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Cataluña, tierra de santos. Por Vicente Alejandro Guillamón

Con este mismo título, como he descubierto a toro pasado, Francisco José Fernández de la Cigoña pronunció una conferencia en la localidad de Sentmenat (Barcelona) el 18 de mayo de 2003, en la que expuso un completísimo catálogo de santos nacidos o ejercientes en tierras catalanas desde la aparición del cristianismo en España hasta nuestros días. De él tomo muchos datos para componer este artículo, pero limitándome al siglo XIX, la época de mayor florecimiento religioso de Cataluña, en contraste con el tremendo laicismo, solo un siglo después, que sufre ahora. ¿A qué se debe cambio tan radical en tan breve periodo de tiempo? Es la conclusión a la que pretendo llegar, según mi leal saber y entender, en estas líneas.

Empecemos sucintamente por la nómina de santos decimonónicos. Abro la lista con San Antonio María Claret, nacido en Sallent (Barcelona), fundador de las congregaciones de Misioneros del Corazón de María y su rama femenina, con el tiempo arzobispo de La Habana y confesor de Isabel II, muy liberal en cuestiones de entrepierna, o la “de los tristes destinos”, como la llamó el diputado valenciano tradicionalista Aparisi Guijarro. El arzobispo Claret murió cerca de Narbona (Francia) en 1870, desterrado por el gobierno masónico de la época.

Contemporáneo del anterior fue el sacerdote y filósofo Jaime Balmes, nacido en Vich (Barcelona), autor, entre otros muchos escritos, de El Criterio, tratado del sentido común. Yo lo leí en mi juventud y me considero tributario de su pensamiento lúcido y racional. No ha sido elevado a los alteres pero tuvo gran influencia en el catolicismo español de toda una época.

La Beata Madre Rafols (María Rafols Bruna, nacida en Villafranca del Panedés, Barcelona, 1781; fallecida en Zaragoza, 1853), fundadora de las hermanas de la Caridad de Santa Ana. Durante la guerra de la Independencia tuvo una actuación muy meritoria asistiendo a enfermos, heridos de ambos bandos y pobres.

Santa Joaquina de Vedruna Vidal (Barcelona 1783-1854), de familia acaudalada y nobiliaria, se casó y tuvo una numerosa prole. Al enviudar se hizo religiosa y fundó la congregación de las Carmelitas de la Caridad, dedicadas a la educación de jóvenes sin recursos y a la atención de enfermos desvalidos.

El obispo de Vich, franciscano de ascendencia suiza, Raimundo Strauch y Vidal, nacido en Tarragona en 1760 y asesinado en 1823 por sicarios de las autoridades liberales (masónicas) en Vallirana cuando era trasladado a pie, en unión de otros presos, a Barcelona, para ser juzgado.

Santa Teresa Jornet e Ibars (Aitona, Lérida, 1811, Liria, Valencia,1897), fundadora de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados).

Beato Francisco Palau y Quer, pariente cercano de la anterior. Nació, como ella, en 1811, y en la misma población, Aitona; murió en 1872, después de una vida muy agitada. Fundó las carmelitas misioneras teresiana y las carmelitas teresianas.

Beato Manuel Domingo y Sol (Tortosa,Tarragona, 1836-1909). Preocupado siempre por la formación del clero, fundó la congregación de los Operarios Diocesanos, dedicados principalmente a la enseñanza en seminarios y el Colegio Español de Roma, famosa institución docente por la que han pasado numerosos sacerdotes ilustres, como don Antonio Montero, primer arzobispo contemporáneo de Mérida-Badajoz, los escritores José María Javierre, José Luis Martín Descalzo, José María Cabodevilla, etc.

San Enrique de Ossó y Cervelló, nació en Vinebre (Tarragona) en 1840, falleció en Gilet (Valencia) en 1896. Fundó la Compañía de Santa Teresa, congregación femenina dedicada a la enseñanza.

Santa María Rosa Molas y Valltvé, nacida en Reus (Tarragona) en 1815, falleció en 1876 en Torosa. Fundó la congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación, dedicada también a la enseñanza.

Beata María Ana Mogas Fontcuberta, originaria de Hostal del Lledoner (Granollers, Barcelona) nació en 1827. Se trasladó a Madrid y en la capital de España fundó las Terciarias Franciscanas de la Divina Pastora, hoy Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, que se ocupan del cuidado de enfermos y educación de niñas pobres. Murió en Fuencarral, Madrid, en 1886.

Beato Francisco Coll Guitart, dominico. Nació en Gombrén (Gerona) en 1812, murió en 1875 en Vich (Barcelona). Fundó las Dominicas de la Anunciata, dedicadas también a la enseñanza.

San José Mañanet Vives (Tremp, Lérida, 1823; falleció en 1901). Fundador de los Hijos de la Sagrada Familia y las Hijas de la Sagrada Familia. Inspiró a su amigo el arquitecto Antonio Gaudí, ferviente católico y genio del modernismo arquitectónico, el grandioso templo de la Sagrada Familia de Barcelona.

Acaso otros más, porque se pierde uno en tan larga lista, hasta llegar a la guerra civil española, donde fueron asesinados en Cataluña cerca de 1500 sacerdotes del clero diocesano, más de 500 religiosos, 46 monjas solo en la diócesis de Barcelona, y cientos y cientos de seglares simplemente por el hecho ser católicos practicantes y miembros de asociaciones religiosas. La generalidad de los mártires de la fe lo fueron a manos de ancestros siquiera ideológicos de algunos de los políticos soberanistas actualmente en ejercicio.

De aquella eclosión de fe, ahora apenas quedan las migajas. ¿Qué ha ocurrido en Cataluña para semejante desertización religiosa? Pienso, por un lado, en el crecimiento paralelo de la masonería en esa región. La orden del mandil, enemiga declarada de la Iglesia católica desde el nacimiento de aquella en el siglo XVIII, no pierde ocasión de atacar a la fe. En segundo término al aumento en las últimas décadas del espíritu separatista. En la medida que este crece, baja la adhesión a la Iglesia. No sé si se trata de un fenómeno de causa y efecto, pero ciertamente está sucediendo así.

Papa Francisco: Dios no descarta a nadie, quiere que todos reciban su recompensa

(ACI).- Durante el rezo del Ángelus este domingo 24 de septiembre en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco recordó que la justicia de Dios nada tiene que ver con la justicia humana, y que en su Reino “habrá una recompensa para todos otorgada por Él”.

En el comentario del Evangelio del día previo al rezo del Ángelus el Santo Padre comentó la parábola en la que Jesús cuenta cómo el propietario de una viña contrata por la mañana a un grupo de jornaleros y les promete un denario al día. Posteriormente, encontrando al medio día a otro grupo de jornaleros también los contrató por el mismo salario, a pesar de trabajar media jornada.

De esta manera, “Jesús comunica dos aspectos del Reino de Dios: el primero es que Dios quiere llamar a todos para trabajar en su Reino. El segundo es que, al final, quiere dar a todos la misma recompensa, es decir, la salvación, la vida eterna”.

“Naturalmente, los trabajadores que fueron contratados en primer lugar, se lamentan porque creían que iban a cobrar el doble que los que había trabajado menos. El dueño de la viña, en cambio, les recuerda que han recibido aquello que habían acordado; si después quiso ser generoso con los otros, los primeros no deben ser envidiosos”, explicó Francisco.

En contra de lo que pueda parecer, esta parábola no se refiere a los derechos de los trabajadores, “esta ‘injusticia’ del dueño de la viña sirve para provocar en quien escucha la parábola un salto de nivel, porque aquí Jesús no quiere hablar del problema del trabajo y del salario justo, sino del Reino de Dios”.

El mensaje de la parábola es el siguiente: “en el Reino de Dios no hay desocupados, todos están llamados a hacer su parte. Para todos al final habrá una recompensa otorgada por la justicia divina, no una justicia humana, ¡por fortuna para nosotros!, es decir, la salvación que Jesucristo nos ha otorgado con su muerte y su resurrección. Una salvación que no es merecida, sino regalada” por el mismo Jesús.

El Pontífice destacó que “con esta parábola Jesús quiere abrir nuestros corazones a la lógica del amor del Padre, que es gratuito y generoso”.

“Se trata de dejarnos asombrar y fascinar por los planes y los caminos de Dios que, como recordaba el profeta Isaías, no son ni nuestros planes ni nuestros caminos. Los planes humanos están, con frecuencia, marcados por el egoísmo y los intereses personales, y nuestras angustias y preocupaciones no son comparables a los amplios y rectos caminos del Señor”.

El Señor, “ejerce la Misericordia, perdona ampliamente y está lleno de una generosidad y bondad que alcanza a cada uno de nosotros, y abre a todos los territorios su amor y su gracia que pueden dar al corazón humano la plenitud de su alegría”.

De esta manera, “Jesús quiere hacernos contemplar la mirada de aquel padrón, el dueño de la viña de la parábola, la mirada con la que mira a cada uno de los trabajadores que permanecen a la espera de un trabajo, y los llama a ir a su viña a trabajar”.

“Es una mirada llena de atención y de benevolencia, es una mirada que llama, que invita a alzarse, a ponerse en camino, porque quiere la vida para cada uno de nosotros, quiere una vida plena, comprometida, protegida del rostro de la inercia”.

“Dios no excluye a nadie –finalizó el Papa Francisco–, quiere que cada uno alcance su plenitud”.

domingo, 24 de septiembre de 2017

Necrológica Diocesana

En el día de ayer falleció el sacerdote diocesano Rvdo. Sr. D. Jose Antonio González Blanco

Nació en Vega (Aller) el 25 de abril de 1932

Cursó los estudios de latín, filosofía y teología en los seminarios de Valdediós, Covadonga y Oviedo.

Recibió la ordenación sacerdotal el 6 de abril de 1957 de manos de Monseñor Francisco Javier Lauzurica y Torralba.

Entre sus destinos están:

Ecónomo de San Salvador de Abandames así como encargado de San Juan de Alevia y San Pedro de Tobes (1957-1963)

Encargado de Santa Leocadia de Merodio, Santos Cosme y Damián de Narganes y San Juan de Rivadedeva (1961- 1963)

Encargado de San Martín de Vega de Aller (1963-1964)

Ecónomo de San Martín de Vega (1964-2010)

Encargado de San Juan de Llamas y San Miguel de Conforcos (1964)

Encargado de Santa Eulalia de Bello (1965-1984)

Encargado de San Vicente de Serrapio (1978-2000)

Encargado de San Román de Casomera y San Juan de Llamas (1984)

Párroco de San Martín de Soto (1984 - 2010)

Fue también Arcipreste del Aller

Enamorado de su tierra natal, luchó incansablemente por conservar el Patrimonio y la religiosidad propia de la zona, así como la devoción a la Virgen de Miravalles a la que tanto quería. Entre sus publicaciones están: Parroquias centenarias del concejo de Aller, Santuario de Miravalles, punto de encuentro para los alleranos, Seguimiento de la restauración de la Iglesia de San Vicente de Serrapio, Visita guiada a las Parroquias de Aller, así como otras colaboraciones en periódicos y diarios provinciales.

Ante la falta de salud renunció a su Parroquia natal de Vega quedandose únicamente con la de San Martín de Soto mientras las fuerzas le acompañaron. En el año 2012  pasó a la situación de jubilado fijando su residencia en la Casa Sacerdotal Diocesana de Oviedo dónde falleció .

El funeral por su eterno descanso tuvo lugar en la tarde de hoy domingo en la Iglesia Parroquial de Santa María la Real de la Corte en Oviedo y a continuación sus restos mortales fueron encinerados.

D. E. P.

Hora de la tarde fin de las labores. Amo de las viñas, paga los trabajos de tus viñadores.
(Liturgia de las horas)

El juez confirma que el arzobispo de Oviedo es el superior de todas las asociaciones de Lumen Dei

(Rel.) El juzgado de primera instancia nº 77 de Madrid ha ratificado que el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, comisario pontificio de Lumen Dei desde 2009, lo es de las tres organizaciones que incluyen ese nombre, en la medida en que las tres son una y la misma.

Estas tres organizaciones son la Asociación Lumen Dei, creada en 1975 e inscrita en el registro de entidades religiosas; la Unión Sacerdotal Lumen Dei, asociación pública de fieles erigida en Cuenca en 1986; y la Unión Lumen Dei constituida en Cuenca en 1986, que es la que depende del Vaticano.

Aunque el auto se ha conocido esta semana, tiene fecha 2 de junio y corresponde a la vista celebrada el 29 de mayo, en la que los demandantes pedían la suspensión cautelar de los poderes de monseñor Sanz Montes sobre Lumen Dei.

El juez, en consonancia con el ministerio fiscal, deniega dicha petición, al considerar que está acreditado con la abundante documentación aportada que Pía Unión Lumen Dei y Unión Lumen Dei es la misma asociación y así actúa indistintamente tanto internamente como en el tráfico jurídico: "La copiosa documental aportada (administrativa, escrituras públicas, documentación interna…)", dice el auto, "refleja que desde finales del siglo pasado Pía Unión Lumen Dei y Unión Lumen Dei actúan indistintamente con el nombre Lumen Dei o/y Unión Lumen Dei o ambos conjuntamente en sus relaciones internas o externas en sus diferentes ámbitos de actuaciones. También apuntan en el mismo sentido las declaraciones prestadas en juicio. Los indicios que se desprenden de la documental y los testimonios empañan la apariencia del buen derecho en que se debe fundar la solicitud de la medida cautelar, por lo que al no concurrir los requisitos prescritos, se deniega la medida cautelar solicitada, sin prejuzgar el fondo del asunto".

El fondo del asunto son las decisiones tomadas por monseñor Sanz Montes, en el ejercicio de sus funciones, sobre los bienes de Lumen Dei, tomadas en virtud del poder notarial recibido el 9 de julio de 2009 por el arzobispo de Oviedo, en virtud del cual aceptó el cargo de comisario pontificio designado por la Santa Sede e hizo constar que el mismo era para las tres asociaciones.

Pincha aquí para leer el auto en su integridad.

Evangelio del Domingo XXV del Tiempo Ordinario


Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo (20,1-16):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido." Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña." Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros." Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno." Él replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?" Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»

Palabra del Señor

sábado, 23 de septiembre de 2017

Id a mi viña. Por Raniero Cantalamessa

La parábola de los obreros enviados a trabajar en la viña en horas diferentes, que reciben todos la misma paga de un denario, ha plantado siempre problemas a los lectores del Evangelio. ¿Es aceptable el modo de actuar del propietario? ¿No viola el principio de la recompensa justa? Los sindicatos se sublevarían al unísono si alguien actuara como ese propietario. 

La dificultad nace de un equívoco. Se considera el problema de la recompensa en abstracto, o bien en referencia a la recompensa eterna. Visto así, el tema contradiría en efecto el principio según el cual Dios «dará a cada cual según sus obras» (Rm 2,6). Pero Jesús se refiere aquí a una situación concreta. El único denario que se da a todos es el Reino de los Cielos que Jesús ha traído a la tierra; es la posibilidad de entrar a formar parte de la salvación mesiánica. La parábola comienza: «El Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana...». Es el Reino de los Cielos por lo tanto el tema central y el fondo de la parábola. El problema es, una vez más, el de la postura de judíos y paganos, o de justos y pecadores, frente a la salvación anunciada por Jesús. Si bien los paganos (respectivamente los pecadores, los publicanos, las prostitutas, etc.) sólo ante la predicación de Jesús se decidieron por Dios, mientras que antes estaban lejanos («ociosos»), no por esto ocuparán en el Reino una posición de segunda clase. También ellos se sentarán en la misma mesa y gozarán de la plenitud de los bienes mesiánicos.

Más aún, puesto que los paganos se muestran más dispuestos a acoger el Evangelio que los llamados «justos» (los fariseos y los escribas), se realiza aquello que Jesús dice como conclusión de la parábola: «Los últimos serán primeros y los primeros, últimos». Una vez conocido el Reino, esto es, una vez abrazada la fe, entonces sí que hay lugar para las diferenciaciones. No es idéntica la suerte de quien sirve a Dios toda la vida, haciendo rendir al máximo sus talentos, respecto a quien da a Dios sólo las sobras de la vida, con una confesión reparadora, en cierto modo, en el último momento.

Aclarado este punto central, es legítimo sacar a la luz las otras enseñanzas de la parábola. Una es que Dios llama a todos y a todas horas. ¡Existe una llamada universal a la viña del Señor! Se trata, en resumen, del problema de la llamada más que del de la recompensa. Este es el modo en que nuestra parábola es utilizada en la exhortación de Juan Pablo II «sobre vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo» (Christifideles laici): «Los fieles laicos pertenecen a aquel Pueblo de Dios representado en los obreros de la viña... "Id también vosotros a mi viña"» (n. 1-2).

La parábola evoca también el problema del desempleo. «¡Nadie nos ha contratado!»: esta respuesta desconsolada de los obreros de la última hora podrían hacerla propia millones de desempleados. Todos sabemos lo que significa estar desempleado para quien tiene familia o para un joven que quiere casarse y no puede porque falta trabajo y con él la mínima garantía de poder mantener dignamente a la familia. Si falta trabajo para muchos, uno de los motivos (no el único, no el principal, pero ciertamente relevante) es que algunos tienen demasiado. Acumulando diferentes trabajos, todos, en modo distinto, retribuidos.

Otra enseñanza se puede sacar de la parábola. Aquel propietario sabe que los obreros de la última hora tienen las mismas necesidades que los demás, tienen también sus niños que alimentar, como los de la primera hora. Dando a todos la misma paga, el propietario muestra no tener en cuenta tanto el mérito como la necesidad. Muestra ser no sólo justo, sino también «bueno», generoso, humano.

Casi 300 sacerdotes catalanes firman a favor del referéndum: son apenas el 12,9% del total del clero


(J. Lozano / ReL) Con el proceso separatista en su momento de máxima tensión, con el referéndum de independencia convocado de manera ilegal para el próximo 1 de octubre y con las actuaciones de las instituciones públicas del Estado haciendo cumplir las sentencias judiciales, una parte del clero catalán ha querido posicionarse.

Hasta el momento, 282 sacerdotes, ya sean diocesanos o de distintas congregaciones y órdenes, de los diez obispados catalanes, así como una veintena de diáconos,han firmado una declaración a favor de la celebración del referéndum.

Hasta ahora primaba la prudencia. Los obispos catalanes publicaban el pasado miércoles un comunicado en el que pedían sensatez ante el momento “delicado” que vive Cataluña y en otro, los abades de Montserrat y Poblet pedian prudencia.


"Movidos por los valores evangélicos y humanísticos"


Sin embargo, los firmantes de este escrito aseguran que ante “la convocatoria de la Generalitat de un referéndum de autodeterminación del 1 de octubre” y “ante la imposibilidad de pactar las condiciones para llevarlo a cabo de forma acordada,consideramos legítima y necesaria la realización de este referéndum”.

En la declaración, afirman que realizan este pronunciamiento “movidos por los valores evangélicos y humanísticos” y “empujados por el amor sincero al pueblo que queremos servir”. Por ello, estos sacerdotes invitan a “votar en conciencia en ejercicio del derecho fundamental que tiene cualquier persona”.

Una minoría del clero catalán

Sin embargo, el posicionamiento político de estos sacerdotes y religiosos catalanes representa una gran minoría del clero catalán, que prefiere mantenerse al margen de esta división política para centrarse en asuntos pastorales, pese a que puedan tener una opinión formada tanto a favor como en contra del referéndum y de la independencia.

Tras analizar las estadísticas que pública el Nomenclátor de la Conferencia Episcopal Española sobre el número de sacerdotes y religiosos de las diez diócesis catalanas, con fecha a 1 de enero de 2016, tan sólo el 12,9% de ellos se ha adherido a este manifiesto.

Escaso apoyo en Barcelona


Según estas estadísticas en Cataluña hay 2190 sacerdotes y religiosos repartidos así: Barcelona (867); Sant Feliú de Llobregat (161); Terrasa (161), Tarragona (161), Gerona (204), Lérida (131), Solsona (106); Tortosa (107); Urgel (106); Vic (176).


Del Arzobispado de Barcelona hay 54 sacerdotes y religiosos firmantes del documento (6,2% del total de su clero). Otras diócesis con un apoyo muy minoritario a la declaración proreferéndum son Tortosa (2,80%); Tarrasa (4,34%); Lérida (5,34%) y Urgel (5,66%).

En el lado contrario, los obispados en los que un mayor porcentaje de sus sacerdotes y religiosos se han adherido son: Tarragona (18,63% del total de su clero diocesano y religiosos); Sant Feliú (16,14%); Solsona (15%); Gerona (14,21%); y Vic (14,20%).

viernes, 22 de septiembre de 2017

Comparativa de los nombres de nuestros pequeños cristianos

Desde el Archivo Parroquial de Lugones

Nuestra sociedad evoluciona (o involuciona) permanentemente. Algunos datos son significativos y muy ilustrativos. Hemos hecho un estudio comparativo de los nombres de niños y niñas más utilizados en el bautismo en nuestra parroquia; así como los menos.

Estos datos corresponden a los párvulos bautizados entre el año 2008 y el 2016. Cada cuál haga sus valoraciones y saque sus conclusiones:

NIÑOS
NIÑAS
Más empleados:
Pelayo
Alejandro
Hugo
Adrián
Marcos
Marco
Martín
Brian
Más empleados:
Lucia
Paula
Alba
Daniela
Alejandra
Candela
Carla
Marta
Menos :
Dimas
Maximiliano
Taylor
Jason
Izan
Ray
Eric
Ian
Darek
Alisson
Gerard
Axel
Ton
Oliver
Iyán
Elio
Lander
Thiago
Teo
Andrei
Kavan
Gorka
Menos:
Isidora
Nayara
Alma
Geovana
Yanelis
Helena
Danna Sophia
Janis
Kassandra
Nadia
Adrianne
Naly
Irina
Naia
Vera
Katarzyna
Yaneisy
Idaira
Noa
Visa
Luca
Dunia

Orar con el Salmo del Día













Sal 48
R/. Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos

¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas,
si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate?

Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa.

No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él.

Aunque en vida se felicitaba:
«Ponderan lo bien que lo pasas»,
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz.

jueves, 21 de septiembre de 2017

A San Mateo Apóstol

Oración :

Dios, que por la boca de tu bendito Hijo llamaste a Mateo del banco de los tributos, para que de publicano se convirtiese en apóstol y evangelista, danos gracia para renunciar a toda avaricia y desordenado deseo de riquezas y para seguir al mismo Jesucristo, tu Hijo, que en unidad del Espíritu Santo, vive y reina contigo eternamente. Amén.

Himno de vísperas:

¡Columnas de la Iglesia, piedras vivas!
¡Apóstoles de Dios, grito del Verbo!
Benditos vuestros pies, porque han llegado
para anunciar la paz al mundo entero.

De pie en la encrucijada de la vida,
del hombre peregrino y de los pueblos,
lleváis agua de Dios a los cansados,
hambre de Dios lleváis a los hambrientos.

De puerta en puerta va vuestro mensaje,
que es verdad y es amor y es Evangelio.
no temáis, pecadores, que sus manos
son caricias de paz y de consuelo.

Gracias, Señor, que el pan de tu palabra
nos llega por tu amor, pan verdadero;
gracias, Señor, que el pan de vida nueva
nos llega por tu amor, partido y tierno. Amén.

Carta del Sr. Arzobispo


Viaje de ida y vuelta: 

Tierra Santa

Esta semana pasada hemos realizado un viaje especial un buen grupo de asturianos: cuarenta cristianos hemos peregrinado a Tierra Santa. Es una tierra que tiene geografía y tiene también historia. Los parajes son los mismos; los barrios viejos de algunas de sus ciudades y aldeas se conservan intactos. Es la geografía que fue testigo de una historia inolvidable, y para los que hemos recibido el don de la fe es el mapa de nuestra patria creyente y el relato que nos describe discretamente.

Es una gracia grande poder peregrinar alguna vez en la vida a donde vivieron Jesús, María y los primeros discípulos cristianos. Por unos días nos convertimos en los viandantes que buscan y esperan como aquellos hombres y mujeres de hace dos mil años esperaron y buscaron. La sorpresa es que te encuentras con Alguien que antes que tú te pusieras en camino, ya se asomaba para ver si llegabas y por dónde venías, cuál era el fardo de tu equipaje y qué luz es la que tus ojos ciegos podían recibir como colirio santo.

Allá fuimos este puñado de cristianos astures, con la edad de nuestros años; con las certezas que nos hacen sólidos y seguros en medio de las intemperies temidas y algunas tempestades que nos sobrevienen; con las dudas que nos hacen mendigos de una luz verdadera en medio de nuestras tinieblas; con las preguntas que palpitan en el corazón esperando poder encontrarnos con las correspondientes respuestas. Y así, entre recuerdos de una vida ya pasada, los sueños de una vida todavía no llegada, y las evidencias de una vida tierna y tercamente presente, hicimos la maleta para emprender este especial viaje.

Pisando las huellas en las piedras que dejaron otros pies nos fuimos metiendo en los lugares cuyos nombres nos eran tan familiares. Nazaret, Jericó, Genesaret, Cafarnaúm, Magdala, Betania, Belén, Ain Karem, Jerusalén… eran las ciudades por donde paseamos nuestra fe mientras recordábamos lo que en cada una de ellas aconteció. Las palabras que en ellas se pronunciaron sin engaño y los gestos que como un milagro en ellas se ofrecieron, nos asaltaban tras el texto evangélico que leíamos para poner significado a ese bendito escenario. Nos sentimos pescadores rudos que de pronto se encuentran con un Maestro distinto, capaz de ver peces donde nuestras redes no vieron nada. Nos descubrimos pecadores de tantos errores con los que nos hacemos extraños ante Dios y deslices que nos ponen como rivales de los hermanos, pero sabedores de que nuestras debilidades no tienen la última palabra cuando Dios se la reserva para balbucir su perdón lleno de misericordia.

Y así fueron desfilando los nombres de aquellos hombres y mujeres que dos mil años atrás se encontraron con Jesús. También ellos tenían nombre, edad y circunstancia, tenían su fardel de esperanza y desencanto que les hacía brindar por los gozos que tan rápidamente caducaban al igual que les hacía llorar con las penas de todos sus sollozos. Pero todos ellos nos prestaban sus cuitas, sus anhelos, sus bondades, sus gracias y pecados, porque también nosotros éramos Pedro, Juan, Santiago, Andrés… Magdalena, Zaqueo, Nicodemo. Y cada cual se sabía colocar como oyente y como testigo de lo que entonces dijo e hizo Jesús, pero escuchándolo y viéndolo como quien oye una palabra o asiste a un milagro que tiene que ver conmigo. En Tierra Santa todo eso se hace presente para poder volver al terruño cotidiano y contar lo que en el camino vimos y oímos tan inmerecidamente. Es un viaje de ida y vuelta, que nos lleva a las fuentes cristianas donde poder renacer de nuevo como creyentes.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Santoral del Día

San Andres Kim Taegon y compañeros mártires +1846.

(http://www.corazones.org) Los laicos llevaron la fe católica a Corea al final del siglo XVI. La evangelización era muy dificil porque Corea se mantenía aislada del mundo, excepto por los viajes a Pekín para pagar impuestos.
En uno de esos viajes, hacia el año 1777, algunos coreanos cultos obtuvieron literatura de los padres jesuitas en China. Comenzaron una igleisa doméstica en Corea. Doce años después, un sacerdote chino fue el primer sacerdote que logró entrar secretamente en Corea. Encontró allí 4000 católicos. Ellos nunca habían visto un sacerdote. Siete años mas tarde, en medio de gran persecusión, habían 10,000 católicos.

San Andrés Kim Taegon es hijo de nobles coreanos conversos. Su padre, Ignacio Kim, fue martirizado en la persecusión del año 1839 (fue beatificado en 1925 con su hijo).

Andrés fue bautizado a los 15 años de edad. Después viajó 1,300 millas hasta el seminario mas cercano, en Macao, China. Seis años después se las arregló para volver a sus país a través de Manchuria. Ese mismo año cruzó el Mar Amarillo y fue ordenado sacerdote en Shangai. Era el primer sacerdote nacido en Corea.

Regresó a Corea y se le asignó preparar el camino para la entrada de misioneros por el mar, para evitar los guardias de la frontera. En 1846 fue arrestado, torturado y decapitado junto al Rios Han, cerca de Seoul, Corea. Tenía 25 años.

Hubieron varios miles de mártires coreanos en esa época. En 1883 llegó la libertad religiosa.

Beatificado en 1925 

Canonizado el 6 de Mayo de 1984 por Juan Pablo II en su visita a Corea, junto con 102 otros mártires, incluyendo el seminarista Pablo Chong Hasang. La mayoría de los mártires canonizados eran laicos. La multitud en la misa de canonización fue una de las mas grandes que jamás se han reunido en la faz de la tierra.

Juan Pablo II en la canonización: "La Iglesia coreana es única porque fue fundada completamente por laicos. Esta Iglesia incipiente, tan joven y sin embargo tan fuerte en la fe, soportó hola tras hola de feroz persecusión. De manera que en menos de un siglo podía gloriarse de tener 10,000 mártires. La muerte de estos mártires fue la levadura de la Iglesia y llevó al espléndido florecimiento actual de la Iglesia coreana. Todavía hoy, el espíritu inmortal de los mártires sostiene a los cristianos de la Iglesia del silencio en el norte de esta tierra trágicamente dividida" (Traducción no oficial del inglés por el P. Jordi Rivero).