lunes, 31 de diciembre de 2012

Santoral Mes de Enero

Enero 1 Santa María Madre de Dios, -Solemnidad. Octava de Navidad 
Enero 2 Santos Basilio Magno y Gregorio Nacianceno, Obispos y doctores de la Iglesia,-Memoria. (Santo Nombre de Jesús y S.Adelardo)
Enero 3 (Santos Genoveva de París, Virgen, Gordius y Antero)
Enero 4 (Beata Angela de Foligno y Santos Rigoberto, Roger y Betty).
Enero 5 San Juan Neuman -USA,(Santos Emiliana,Tarsila, Simeón Estilita y Emiliana)
Enero 6 Epifanía del Señor. -Solemnidad.
>>>>> Domingo después del 6 de Enero: Bautismo del Señor
Enero 7 San Raimundo de Peñafort, Presbítero. (Luciano mártir + 312)
Enero 8 (Santos Severino, Abad y Erardo).
Enero 9 (Santos Julián, Basilisa, B.Gregorio X, Papa, San Julián y San Eulogio).
Enero 10 Laura Vicuña,(Santos Aldo, Ermitaño, Pedro de Urséolo y Nicanor).
Enero 11 (San Higinio, Papa Mártir, Salvio y Martín de León)
Enero 12 (San Benito Biscop, Abad, Tatiana y Nazario)
Enero 13 San Hilario de Poitiers, Obispo y doctor de la Iglesia, -Memoria Opcional.
Enero 14 (Beata Verónica de Binasco, Religiosa, Fulgencio y Dacio).
Enero 15 (Santos Efisio, mártir, Pablo, ermitaño y Mauro)
Enero 16 (San Marcelo I, Papa y mártir y Ticiano)
Enero 17 San Antonio Abad -Memoria, (San Mariano)
Enero 18 (Santas Prisca, mártir y Vicenta María).
Enero 19 (Santos Mario, Marta, Audifaz y Abaco, Mártires, y San Canuto)
Enero 20 Santos Fabián y Sebastián, Mártires, -Memoria Opcional, 
Enero 21 Santa Inés, Virgen y Mártir (304), -Memoria, (San Menrado).
Enero 22 San Vicente, Diácono y Mártir, (San Gaudencio).
Enero 23 (Beato Enrique Suso, Religioso y Santos Idelfonso y Agotángelo)
Enero 24 San Francisco de Sales, Obispo, doctor de la Iglesia,-Memoria,
Enero 25 Conversión de San Pablo Apóstol -Fiesta, (San Publio).
Enero 26 Santos Timoteo y Tito, Obispos, -Memoria, (Santa Paula).
Enero 27 Santa Angela de Mérici, Virgen, -Memoria Opcional,(San Avito).
Enero 28 Santo Tomás de Aquino -Memoria (1274), Presbítero, doctor de la Iglesia, (San Tirso).
Enero 29 (Santos Valerio, Obispo y Pedro Nolasco).
Enero 30 (Santos Martina, Mártir, Lesmes y Barsen).
Enero 31 San Juan Bosco, presbítero, -Memoria

Maternidad de María

Saludo a la Bienaventurada Virgen María
(S. Francisco)
Salve, Señora, santa Reina,
santa Madre de Dios, María,
que eres virgen hecha iglesia
y elegida por el santísimo Padre del cielo,
a la cual consagró Él
con su santísimo amado Hijo
y el Espíritu Santo Paráclito,
en la cual estuvo y está
toda la plenitud de la gracia y todo bien.
Salve, palacio suyo;
salve, tabernáculo suyo;
salve, casa suya.
Salve, vestidura suya;
salve, esclava suya;
salve, Madre suya
y todas vosotras, santas virtudes,
que sois infundidas por la gracia
e iluminación del Espíritu Santo
en los corazones de los fieles,
para que de infieles hagáis fieles a Dios.

1 de enero

 Solemnidad de Santa María, Madre de Dios

La Solemnidad de Santa María Madre de Dios es la primer Fiesta Mariana que apareció en la Iglesia Occidental, su celebración se comenzó a dar en Roma hacia el siglo VI, probablemente junto con la dedicación –el 1º de enero– del templo “Santa María Antigua” en el Foro Romano, una de las primeras iglesias marianas de Roma. 

La antigüedad de la celebración mariana se constata en las pinturas con el nombre de “María, Madre de Dios” (Theotókos) que han sido encontradas en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma, donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa en tiempos de las persecuciones.

Más adelante, el rito romano celebraba el 1º de enero la octava de Navidad, conmemorando la circuncisión del Niño Jesús. Tras desaparecer la antigua fiesta mariana, en 1931, el Papa Pío XI, con ocasión del XV centenario del concilio de Éfeso (431), instituyó la Fiesta Mariana para el 11 de octubre, en recuerdo de este Concilio, en el que se proclamó solemnemente a Santa María como verdadera Madre de Cristo, que es verdadero Hijo de Dios; pero en la última reforma del calendario –luego del Concilio Vaticano II– se trasladó la fiesta al 1 de enero, con la máxima categoría litúrgica, de solemnidad, y con título de Santa María, Madre de Dios. 

De esta manera, esta Fiesta Mariana encuentra un marco litúrgico más adecuado en el tiempo de la Navidad del Señor; y al mismo tiempo, todos los católicos empezamos el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María. 

El Concilio de Éfeso

En el año de 431, el hereje Nestorio se atrevió a decir que María no era Madre de Dios, afirmando: “¿Entonces Dios tiene una madre? Pues entonces no condenemos la mitología griega, que les atribuye una madre a los dioses”. Ante ello, se reunieron los 200 obispos del mundo en Éfeso –la ciudad donde la Santísima Virgen pasó sus últimos años– e iluminados por el Espíritu Santo declararon: “La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios”. Y acompañados por todo el gentío de la ciudad que los rodeaba portando antorchas encendidas, hicieron una gran procesión cantando: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén". 

Asimismo, San Cirilo de Alejandría resaltó: “Se dirá: ¿la Virgen es madre de la divinidad? A eso respondemos: el Verbo viviente, subsistente, fue engendrado por la misma substancia de Dios Padre, existe desde toda la eternidad... Pero en el tiempo él se hizo carne, por eso se puede decir que nació de mujer”.

31 de Diciembre

Hoy a las 19:30 en la Iglesia parroquial
 
Santa Misa en honor de San Silvestre ,Papa .
 
 En ella habrá un recuerdo especial para todos los feligreses fallecidos durante el año . Sobre el altar pondremos también las alegrias , fatigas y vivencias de éste año civil que se acaba , así como pediremos el auxilio del cielo para hacer frente al nuevo año 2013 .
 
A las 12:00 en punto de la noche os esperamos ante la fachada del templo para despedir el año en familia ante la casa que es el hogar de todos . Traer las uvas , y como no la alegría navideña .
 
 
 
Vos sois, Señor, dueño del tiempo y de la eternidad... Sois dueño de mi vida... Me la habéis conservado durante un año más para que os sirviesese, me santificase, mereciese el cielo... ¿Cómo lo he empleado? ¿Que uso hice del tiempo? ¿Cual ha sido el empleo de vuestras gracias?... ¡Cuanta infidelidad, cuanta ingratitud, cuanto pecado he cometido contra Vos durante este año!... ¡Que locamente me olvidé de lo que verdaderamente me importa, y cuantos días y horas dedicados a bagatelas, intereses terrenos, vanidades, pecados!... Y sin embargo, lo único que me importa es lo único que he olvidado. Medítalo bien, alma mía.
 
 

San Silvestre

 
Este Santo Padre ejerció su pontificado en la época en la que Constantino decretó la libertad para los cristianos, dando alto a las persecuciones. El emperador Constantino le regaló a San Silvestre el palacio de Letrán en Roma, y desde entonces estuvo allí la residencia de los Pontífices.

También tuvo este Pontífice la suerte de poder construir la antigua Basílica de San Pedro en el Vaticano, y la primera Basílica de Letrán. Durante su Pontificado se reunió en el Concilio de Nicea (año 325), en el cual los obispos de todo el mundo declararon que quien no crea que Jesucristo es Dios, no es católico. Compusieron allí el Credo de Nicea. Dicen que a San Silvestre le correspondió el honor de bautizar a Constantino, el primer emperador cristiano

El Pontificado de San Silvestre duró 20 años. Murió el 31 de diciembre del año 335.
 

¿Tienes dos horas a la semana? Ya puedes ser voluntario en dos nuevos proyectos de Cáritas

Mucha gente piensa que hay que ser jubilado, o tener mucho tiempo libre para poder ser útil como voluntario en Cáritas, pero Pablo González Díaz, delegado episcopal de Cáritas Madrid, explica que no es así y anima a cualquier cristiano con 2 horas libres a la semana a consultar con su Cáritas diocesana.

"Nosotros en Cáritas Madrid tenemos al menos dos programas nuevos donde con sólo dos horas a la semana una persona ya puede apoyar, ser voluntaria y prestar una gran ayuda", plantea este sacerdote que conoce bien las necesidades sociales en la capital. Ayuda a 4 familias al mes. Uno de los nuevos programas consiste en acompañar a personas deshauciadas de sus hogares o con problemas de vivienda a examinar y tramitar la posibilidad de alojarse en alguna de las más de 500 viviendas que la Comunidad Autónoma de Madrid va a poner a disposición del servicio de vivienda de Cáritas.

"Nosotros no somos una gestora de vivienda", explica el padre González Díaz. "Necesitamos gente real, voluntarios, que acompañen a los necesitados en estos trámites. Si puedes dedicar una tarde de dos horas a la semana, puedes ayudar a 4 familias al mes. Si se apuntan muchos, atendemos a muchas familias. Así, aunque dediques sólo una tarde semanal, ya es una gran ayuda", afirma. 

Esta es una campaña específica y novedosa que empezará ya en enero y necesita nuevos voluntarios. 

Repaso escolar, prevenir las bandas

Otra forma de ser muy útil dedicando una tarde a la semana es acompañando a niños y jóvenes con fracaso escolar, especialmente inmigrantes.

"Dedicando una tarde a la semana, puedes impedir que un chaval que ahora tiene 9 o 12 años o 14 años ingrese en una banda a los 15 años. Simplemente, dedicas esa tarde a acompañar al niño, ayudarle en sus tareas escolares, estar ahí porque sus padres no pueden estar. Este es un servicio que pueden hacer muy bien universitarios y jóvenes, por ejemplo. Queremos crear grupos de acompañantes para el estudio en las parroquias: unos acompañan un día, otros otro... y así esos chicos, a menudo hijos de inmigrantes, mejoran, son atendidos y no quedan en la calle y en las pandillas", explica el padre Pablo, que conoce bien la realidad de los barrios complicados de Madrid. 

Además de estos programas coordinados desde Cáritas Diocesana de Madrid cualquier persona puede acercarse a su parroquia en cualquier rincón del mundo y preguntar cómo puede apoyar a su Cáritas parroquial. Padres ocupados dan ejemplo. Pablo González señala que aunque un padre o madre de familia puede estar bastante ocupado, siendo voluntario también educa a sus hijos. "No cabe duda de que el ejemplo en la familia se contagia: los que han sido voluntarios lo suelen pasar a sus hijos". 

En Cáritas notan que mucha gente está despertando a la generosidad contra la crisis. Las colectas en las parroquias y en las diócesis para Cáritas aumentan cada año, y también se crean colectas extra en todo tipo de actividades en colegios o asociaciones. También se nota en las empresas. "Hay muchos donativos de empresas medianas y pequeñas y la inmensa mayoría no son públicos, se hacen sin anunciarlo", detalla el vicario de Cáritas Madrid. 

Corazón con corazón

"Hoy se valora muy bien la acción de Cáritas, que es el trabajo de muchos voluntarios con una red en contacto directo con la realidad que son las parroquias, la puerta de entrada donde se ayuda a buscar empleo y promover a la persona para que el pobre deje de ser pobre. Para muchos, es como una terapia de autoestima, de servicios transversales que ayudan a la persona, de acompañar corazón con corazón. Este año intentamos transmitir la idea de que hemos de vivir de una forma más sencilla: el Niño Dios nace en un pesebre: Él vive de forma humilde, porque lo importante de la vida es el corazón. No el tener cosas, sino saberse amados por Dios", concluye.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Persecución religiosa


El sociólogo Massimo Introvigne, coordinador del Observatorio de la Libertad Religiosa en Italia, afirmó que "se estima que en el 2012 murieron por su fe 105 mil cristianos, es decir, un muerto cada 5 minutos". En declaraciones a la Radio Vaticana, el experto sostuvo que se trata de "proporciones espantosas".

En el día en que la Iglesia celebra a San Esteban, Introvigne recordó a los cristianos que actualmente sufren persecuciones en el mundo o que mueren a causa de su fe. "Las zonas de riesgo son muchas, se pueden identificar básicamente tres principales: los países donde es fuerte la presencia del fundamentalismo islámico -Nigeria, Somalia, Mali, Pakistán y algunas regiones de Egipto-, los países donde aún hay regímenes totalitarios de impronta comunista, encabezados por Corea del Norte, y aquellos donde existen nacionalismos étnicos (...) como el estado de Orissa, en India", explicó.

"Por cierto, en muchos de estos países ir a misa o asistir al catecismo -en Nigeria hubo una matanza de niños que estaban en catecismo- se ha transformado de por sí en algo peligroso", destacó Introvigne. A principios del siglo I -época en que se encuadra la vida de San Esteban-, el cristianismo era considerado una secta más del Judaísmo. Esteban era el líder de los siete diáconos nombrados por los Apóstoles en defensa de los judíos helenistas, de la diáspora y que hablaban griego. El mártir denunció las preferencias que la Iglesia daba a los judíos hebreos frente a los helenistas.

Por esas ideas suyas y por su reflexión sobre el Templo de Jerusalén, chocó con la casta sacerdotal y fue acusado de blasfemia contra Moisés y Yahveh. Por ello fue lapidado en las afueras de Jerusalén mientras oraba "Señor, no les imputes esto como pecado". Con su martirio finalizó el cristianismo como secta del judaísmo.

Multitudinaria Misa por la Familia

El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, ha apelado a la familia como soporte fundamental para afrontar la actual crisis y a la fuerza de la fe cristiana para terminar con la "estremecedora tragedia del aborto".

"Sólo la familia concebida y vivida en la plenitud de su verdad, como la enseña el lenguaje inequívoco e indestructible de la naturaleza humana, despeja el horizonte de la esperanza para el hombre y la sociedad de nuestro tiempo", ha dicho Rouco en su homilía en la tradicional Misa de las Familias, que se ha celebrado esta mañana en la madrileña Plaza de Colón.

El cardenal-arzobispo de Madrid ha señalado que este año 2012 que ahora concluye ha sido "crítico y doloroso" y por ello ha dado gracias a Dios por las familias "enraizadas en la fe en Jesucristo", para las que ha pedido "verdadera esperanza para hoy".

"Las familias cristianas serán y son la esperanza para hoy", ha afirmado Rouco. En su homilía, centrada en la familia y el matrimonio cristiano, ha apuntado la necesidad urgente de actualizar "la doctrina de la fe sobre la verdad eterna del matrimonio y de la familia".

"¡Hoy, quizá, mucho más! Esta verdad del matrimonio cristiano es la verdad de vuestras vidas", ha dicho dirigiéndose a las familias presentes en la Eucaristía, antes de apostillar: "Ignorarla y, más aún, despreciarla es poner en juego su misma viabilidad histórica. Sin la verdad del matrimonio, el organismo vivo, que es la sociedad, se desintegraría. Se pondría en peligro el hombre mismo".

Rouco ha señalado que la fe "clarifica y dignifica las relaciones humanas, y las convierte en cauce de auténtico amor". "Amor que una a los hombres como hijos de Dios en la familia, en la sociedad y, por supuesto, en la Iglesia. El amor que hará posible terminar con esas dramáticas situaciones que se derivan de la extrema facilidad con que se llega al divorcio, se rompen las familias y se somete a sus miembros más débiles, a los niños, a una dolorosísima tensión interior", ha añadido.

Un amor, ha continuado, "dispuesto al socorro y a la ayuda sacrificada y generosa de las familias entre si y entre sus miembros en las circunstancias tan frecuentes y dolorosas del paro, de las dificultades económicas, morales y espirituales".

"Un amor, que, perseverantemente vivido al calor y con la fuerza de la fe cristiana, hará posible terminar con la estremecedora tragedia del aborto practicado masivamente desde los años 70 del pasado siglo en la práctica totalidad de los países europeos, incluida España, al amparo de una legislación, primero despenalizadora del mismo y, luego, legitimadora", ha opinado.

Para Rouco, "hay esperanza para afrontar victoriosamente estos tremendos desafíos planteados al hombre y a la sociedad". Ha insistido en la importancia de las familias cristianas y las ha exhortado "a ser fuertes" y "valientes en la fidelidad y en la renovación constante de un amor fecundo como esposos y padres de familia".

Y ha apostillado: "Seamos fuertes y valientes todos con vosotros en la Comunión de la Iglesia: los Pastores -Obispos y presbíteros-, los consagrados y todos los fieles laicos".

"Sería una gravísima responsabilidad pastoral y apostólica dejaros solos en esta situación tan dramática, producida por una crisis que os afecta muy directamente en lo económico; pero, sobre todo, en el reconocimiento social, cultural y jurídico que se os debe", ha indicado Rouco. Una crisis moral y espiritual que surge y se plantea en sus orígenes, ha destacado, como "una crisis de fe con pocos precedentes en la historia de Europa y de España".

Miles de personas en Colón

Miles de personas asisten desde primera hora de la mañana en la Plaza de Colón de Madrid a la festividad de la Sagrada Familia. El frío no ha hecho mella en el ánimo de los numerosos matrimonios que asisten en esa plaza a la misa de la familia, una celebración eucarística que dio comienzo tras el mensaje del papa Benedicto XVI, que se ha emitido desde Roma por las pantallas instaladas en Colón.

Familias con hijos pequeños, abuelos y jóvenes han llegado desde distintos países de Europa y desde las diecisiete comunidades autónomas para dar testimonio de su fe y de la necesidad de la familia, sobre todo en estos momentos de crisis, como han comentado a Efe algunos de los asistentes. Entre ellos, se encuentra Avelina, que ha llegado hace dos días a Madrid desde Granada para participar en esta "fiesta fantástica" con su marido y sus siete hijos.

También los voluntarios encargados del orden, como David, Daniel o María, que se han mostrado ilusionados por asistir a esta celebración en la que se encuentran jóvenes de Italia, Francia, Polonia, Portugal o Croacia que ondean las banderas de sus países.

"Si no hay familia, no hay nada", repite María, una opinión que comparte Esteban, que ha salido a las 4 de la madrugada de la provincia de Alicante en autobús junto a su mujer y sus cuatro hijos de entre 3 y 14 años para poder llegar a la misa que presidirá el arzobispo de Madrid.

"La familia es un pilar para la sociedad, porque conforme está el tema de la crisis, el paro y los jóvenes, hay que apoyarse en ella, que al final es lo único que nos queda porque el Estado no puede dar más de sí", insiste Esteban, que, como muchos padres, lleva a uno de sus hijos a hombros.

sábado, 29 de diciembre de 2012

Jornada de la Familia Cristiana


Devociones a la Sagrada Familia de Nazaret

 

ORACIÓN

Sagrada Familia de Nazaret: enséñanos el recogimiento, la interioridad; danos la disposición de escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros. Enséñanos la necesidad del trabajo de reparación, del estudio, de la vida interior personal, de la oración, que sólo Dios ve en lo secreto;enséñanos lo que es la familia, su comunión de amor, su belleza simple y austera, su carácter sagrado e inviolable. Amén.

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CONSAGRACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA I

Oh Jesús, Redentor nuestro amabilísimo, que habiendo venido a iluminar al mundo con la doctrina y con el ejemplo, habéis querido pasar la mayor parte de vuestra vida, humilde y sujeto a María y a José en la pobre casa de Nazaret, santificando a aquella Familia que había de ser el modelo de todas las familias cristianas; acoged benigno la nuestra, que ahora se dedica y consagra a Vos. Dignaos protegerla, guardarla y establecer en ella vuestro santo temor, con la paz y concordia de la caridad cristiana, para que imitando el ejemplo divino de vuestra Familia, pueda alcanzar toda entera, sin faltar uno solo, la eterna bienaventuranza.
María, Madre de Jesús y Madre nuestra, con vuestra piadosa intercesión haced que sea aceptable a Jesús esta humilde ofrenda, y obtenednos su gracia y bendición.
Oh san José, custodio santísimo de Jesús y de María, socorrednos con vuestras plegarias en todas las necesidades espirituales y temporales, a fin de que en unión con María y con Vos, podamos bendecir eternamente a nuestro divino Redentor Jesús. Así sea.

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CONSAGRACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA II

Señor Jesucristo, quien con María y José consagraste la vida doméstica con Tus inefables virtudes, concede que nosotros, con la asistencia de los dos, podamos aprender con el ejemplo de La Sagrada Familia y podamos atender a su eterna fraternidad. Por quien vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 
 

Reflexión Dominical. Por Fray Miguel de Burgos Núñez

Esta escena del evangelio, “el niño perdido”, ha dado mucho que hablar en la interpretación exegética. Para los que hacen una lectura piadosa, como se puede hacer hoy, sería solamente el ejemplo de cómo Jesús es “obediente”. Pero la verdad es que sería una lectura poco audaz y significativa. El relato tiene mucho que enseñar, muchas miga, como diría algún castizo. Es la última escena de evangelio de la Infancia de Lucas y no puede ser simplemente un añadido “piadoso” como alguno se imagina. Desde el punto de vista narrativo, la escena de mucho que pensar. Lo primero que debemos decir que es hasta ahora Jesús no ha podido hablar en estos capítulos (Lc 1-2). Siempre han hablado por él o de él. Es la primera palabra que Jesús va a pronunciar en el evangelio de Lucas.

El marco de referencia: la Pascua, en Jerusalén, como la escena anterior del texto lucano, la purificación (Lc 2,22-40), dan mucho que pensar. Por eso no podemos aceptar la tesis de algunos autores de prestigio que se han aventurado a considerar la escena como un añadido posterior. Reducirla simplemente a una escena anecdótica para mostrar la “obediencia” de Jesús a sus padres, sería desvalorizar su contenido dinámico. Es verdad que estamos ante una escena familiar, y en ese sentido viene bien en la liturgia de hoy. El que se apunte a la edad de los doce años, en realidad según el texto podríamos interpretarlo “después de los doce”, es decir, los treces años, que es el momento en que los niños reciben su Bar Mitzvá (que significa=hijo del mandamiento) y se les considera ya capaces de cumplirlos. A partir de su Bar Mitzvá es ya adulto y responsable de sus actos y de cumplir con los preceptos (las mitzvot). No todos consideran que este simbolismo esté en el trasfondo de la narración, pero sí considero que se debe tener en cuenta. De ahí que se nos muestre discutiendo con los “los maestros” en el Templo, al “tercer día”. Sus padres –habla su madre-, estaban buscándolo angustiados (odynômenoi). En todo caso, las referencias a los acontecimientos de la resurrección no deben dejar ninguna duda. Este relato, en principio, debe más a su simbología de la pascua que a la anécdota histórica de la infancia de Jesús. Por eso mismo, la narración es toda una prefiguración de la vida de Jesús que termina, tras pasar por la muerte, en la resurrección. Esa sería una exégesis ajustada del pasaje, sin que por ello se cierren las posibilidades de otras lecturas originales. Si toda la infancia, mejor, Lc 1-2, viene a ser una introducción teológica a su evangelio, esta escena es el culmen de todo ello.

Las palabras de Jesús a su madre se han convertido en la clave del relato: “¿no sabíais que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?”. Yo no estaría por la traducción “¿no sabíais que debo estar en la casa de mi padre?”, como han hecho muchos. El sentido cristológico del relato apoya la primera traducción. Jesús está entre los doctores porque debe discutir con ellos las cosas que se refieren a los preceptos que ellos interpretan y que sin duda son los que, al final, le llevarán a la muerte y de la muerte a la resurrección. Es verdad que con ello el texto quiere decir que es el Hijo de Dios, de una forma sesgada y enigmática, pero así es. Como hemos insinuado antes, es la primera vez que Lucas hace hablar al “niño” y lo hace para revelar qué hace y quién es. Por eso debemos concluir que ni se ha perdido, ni se ha escapado de casa, sino que se ha entregado a una causa que ni siquiera “sus padres” pueden comprender totalmente. Y no se diga que María lo sabía todo (por el relato de la anunciación), ya que el mismo relato nos dirá al final que María: “guardaba todas estas cosas en su corazón” (2,51). Porque María en Lc 1-2, no es solamente María de Nazaret la muchacha de fe incondicional en Dios, sino que también representa a una comunidad que confía en Dios y debe seguir los pasos de Jesús.

Y como la narración de Lc 2,41-52 da mucho de sí, no podemos menos de sacar otras enseñanzas posibles. Si hoy se ha escogido para la fiesta de la Sagrada Familia, deberíamos tener muy en cuenta que la alta cristología que aquí se respira invita, sin embargo, a considerar que el Hijo de Dios se ha revelado y se ha hecho “persona” humana en el seno de una familia, viviendo las relaciones afectivas de unos padres, causando angustia, no solamente alegría, por su manera de ser y de vivir en momentos determinados. Es la humanización de lo divino lo que se respira en este relato, como en el del nacimiento. El Hijo de Dios no hubiera sido nada para la humanidad si no hubiera nacido y crecido en familia, por muy Hijo de Dios que sea confesado (cosa que solamente sucede a partir de la resurrección). Aunque se deja claro todo con “las cosas de mi Padre”, esto no sucedió sin que haya pasado por nacer, vivir en una casa, respetar y venerar a sus padres y decidir un día romper con ellos para dedicarse a lo que Dios, el Padre, le pedía: anunciar y hacer presente el reinado de Dios. Es esto lo que se preanuncia en esta narración, antes de comenzar su vida pública, en que fue necesario salir de Nazaret, dejar su casa y su trabajo… Así es como se ocupaba de las cosas del Padre.

Evangelio Dominical


Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,41-52)

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»

Él les contestó: « ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»

Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.

Palabra del Señor

jueves, 27 de diciembre de 2012

Dios me contestó

Si fue en sueños o en un momento de enajenación, lo cierto es que formulé a Dios una pregunta atrevida, a la que benévolo y sonriente, Dios me contestó.



-¿Qué es lo que más le sorprende de los hombres?

*Que se cansan de ser niños por la prisa de crecer y luego desean regresar a ser niños.

*Que pierdan la salud por tener dinero y luego pierdan el dinero por tener salud.

*Que preocupándose tanto del futuro, descuiden su presente; y luego no vivan ni el presente ni el futuro.

*Que vivan como si no fueran a morirse y mueran como si no hubiesen vivido

*Que se agiten con problemas de su vida y no depositen su vida en mis manos.

*Que se fíen más de sus planes que de mi amorosa y paternal providencia.

*Que con la libertad e inteligencia que tienen, apuesten por lo perjudicial y lo peor.

*Que por amor les entregué a mi Hijo y me pidan todavía más señales de mi amor

*Que me visiten muy pocos, cuando día y noche les estoy aguardando sacramentado

*Que me pidan cosas materiales y no me pidan las espirituales: su salvación eterna.

*Que teniendo a mi misma madre por madre suya, vivan como hijos huérfanos.

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN

Navidad, ¡qué glorioso está el heno!. Por el Cardenal Ricardo M. Carles



El momento más trascendental para la vida de la humanidad lo ha relatado Martín
Descalzo -poniéndolo en labios de María- con esta brevedad y hermosura: «¡Fue
todo tan sencillo! Él vino, simplemente. Me lo encontré llorando entre las 
pajas, como si el sol hubiera entrado por la puerta de la gruta, sin dolor, sin 
alaridos. - Y entonces... no podía creerlo. Le esperaba distinto, un Dios enorme
y resplandeciente, algo que señalase la presencia divina. Y era un niño. Sólo 
un niño. Un niño que lloraba, que tendía inerme su boca hacia mi pecho, 
que no hubiera podido vivir sin mi ternura. - Y yo... no me atrevía casi ni a 
tocarle porque sabía que al otro lado de la piel y de la sangre estaba Dios
latiendo, el mismo Dios que creó el universo».

Desde que en esa noche Dios se hizo hombre, aún comprendemos mejor 
que el hombre no pueda volver la espalda al Dios que ha querido compartir
nuestra historia para que nosotros pudiéramos compartir su vida. Jesús 
es transparencia del rostro del Padre: de su fuerza y bondad sin límites.

En Navidad se revela la grandeza de Dios y, al mismo tiempo, su proximidad
y amor. Sabemos que Dios sobrepasa cuanto podemos pensar o imaginar; 
pero que no es, por eso, un Dios lejano o indiferente. La Navidad te dice: 
Confía en su proximidad. Ni tu vida ni tu entorno están nunca vacíos: 
están repletos del amor y cercanía de tu Dios a ti. Piérdete en él y 
te encontrarás. Date a los hermanos y te harás rico. Porque, si se quiere 
saber lo que un hombre cree, hay que preguntarle lo que espera. 

Podemos tener ideas cristianas, pero aspiraciones paganas, anteponiendo
valores muy relativos al bien ajeno o a la propia santificación. 
En definitiva, dejar en clara secundariedad a Dios.

Preguntémonos serenamente si Navidad nos trae luces, añoranzas, 
regalos... (¿Sólo? ¡Qué falsa Navidad!). O si también nos recuerda que
Dios en esa noche santa vino a apagar nuestra sed de eternidad. ¿Disuena,
acaso, esta afirmación en Navidad para oídos de hijos de Dios? Sin ella 
-sin la sed de eternidad- me es todo igual. Y no se nos diga que no
amamos esta vida y nos alienamos hacia otra como idealizada 
compensación. Más bien al contrario: los que gozan «al día» de la 
vida, sin cuidarse de si han de perderla, o no, del todo, es que no la quieren.

La primera Navidad dio la medida del deseo que Dios tiene de los hombres.
Pero el deseo de Dios, la esperanza del cielo, ¿han perdido su papel dinámico
en la vida de muchos cristianos? Alguno piensa que disminuye el deseo de Dios, 
porque se está más preocupado por el hombre. Más bien nuestro desinterés o 
tibieza por Dios es un juicio sobre nuestra vida y sobre nuestro verdadero interés 
por el hombre.

«De un solo clavel ceñida la Virgen, aurora bella, / al mundo se lo dio, y ella
quedó cual antes, florida: / Caído se le ha un clavel hoy a la Aurora del seno.
/ ¡Qué glorioso que está el heno, porque ha caído sobre él!» (Góngora). El 
humilde heno que es el hombre ha quedado transformado y glorificado por 
el nacimiento de Jesús. Navidad: tiempo de renacer, consciente e 
ilusionadamente, a nuestra condición de hijos de Dios.

Navidad con Cristo




La homilía del Papa durante la misa de Navidad del pasado 24 de diciembre de 2012 no tiene desperdicio (sobra decirlo con cualquier texto de Benedicto XVI pero ésta homilía es especialmente valiosa). La homilía giró en torno a una frase muy sencilla del Evangelio: la falta de sitio en la posada para que Jesús naciera. He desmenuzado la homilía en 7 párrafos que podemos seguir aprovechando durante este periodo litúrgico de la Navidad que finaliza hasta el mes de enero de 2013.

«[…] nos conmueve que Dios se haya hecho niño, para que podamos amarlo, para que nos atrevamos a amarlo, y, como niño, se pone confiadamente en nuestras manos. Dice algo así: Sé que mi esplendor te asusta, que ante mi grandeza tratas de afianzarte tú mismo. Pues bien, vengo por tanto a ti como niño, para que puedas acogerme y amarme».

«[…] llega al corazón esa palabra del evangelista, dicha casi de pasada, de que no había lugar para ellos en la posada. Surge inevitablemente la pregunta sobre qué pasaría si María y José llamaran a mi puerta. ¿Habría lugar para ellos? […] ¿Tenemos un puesto para Dios cuando él trata de entrar en nosotros? ¿Tenemos tiempo y espacio para él? ¿No es precisamente a Dios mismo al que rechazamos? Y así se comienza porque no tenemos tiempo para Dios. Cuanto más rápidamente nos movemos, cuanto más eficaces son los medios que nos permiten ahorrar tiempo, menos tiempo nos queda disponible. ¿Y Dios? Lo que se refiere a él, nunca parece urgente. Nuestro tiempo ya está completamente ocupado».

«[…] la cuestión va todavía más a fondo. ¿Tiene Dios realmente un lugar en nuestro pensamiento? La metodología de nuestro pensar está planteada de tal manera que, en el fondo, él no debe existir. Aunque parece llamar a la puerta de nuestro pensamiento, debe ser rechazado con algún razonamiento. Para que se sea considerado serio, el pensamiento debe estar configurado de manera que la «hipótesis Dios» sea superflua. No hay sitio para él. Tampoco hay lugar para él en nuestros sentimientos y deseos. Nosotros nos queremos a nosotros mismos, queremos las cosas tangibles, la felicidad que se pueda experimentar, el éxito de nuestros proyectos personales y de nuestras intenciones. Estamos completamente «llenos» de nosotros mismos, de modo que ya no queda espacio alguno para Dios».

«[…] el himno de alabanza que los ángeles entonan después del mensaje sobre el Salvador recién nacido: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace». […] Con la gloria de Dios en las alturas, se relaciona la paz en la tierra a los hombres. Donde no se da gloria a Dios, donde se le olvida o incluso se le niega, tampoco hay paz. Hoy, sin embargo, corrientes de pensamiento muy difundidas sostienen lo contrario: la religión, en particular el monoteísmo, sería la causa de la violencia y de las guerras en el mundo; sería preciso liberar antes a la humanidad de la religión para que se estableciera después la paz; el monoteísmo, la fe en el único Dios, sería prepotencia, motivo de intolerancia, puesto que por su naturaleza quisiera imponerse a todos con la pretensión de la única verdad. Es cierto que el monoteísmo ha servido en la historia como pretexto para la intolerancia y la violencia. Es verdad que una religión puede enfermar y llegar así a oponerse a su naturaleza más profunda, cuando el hombre piensa que debe tomar en sus manos la causa de Dios, haciendo así de Dios su propiedad privada. Debemos estar atentos contra esta distorsión de lo sagrado. Si es incontestable un cierto uso indebido de la religión en la historia, no es verdad, sin embargo, que el «no» a Dios restablecería la paz. Si la luz de Dios se apaga, se extingue también la dignidad divina del hombre. Entonces, ya no es la imagen de Dios, que debemos honrar en cada uno, en el débil, el extranjero, el pobre. Entonces ya no somos todos hermanos y hermanas, hijos del único Padre que, a partir del Padre, están relacionados mutuamente. Qué géneros de violencia arrogante aparecen entonces, y cómo el hombre desprecia y aplasta al hombre, lo hemos visto en toda su crueldad el siglo pasado. Sólo cuando la luz de Dios brilla sobre el hombre y en el hombre, sólo cuando cada hombre es querido, conocido y amado por Dios, sólo entonces, por miserable que sea su situación, su dignidad es inviolable».

«[…] en el transcurso de todos estos siglos, no se han dado ciertamente sólo casos de uso indebido de la religión, sino que la fe en ese Dios que se ha hecho hombre ha provocado siempre de nuevo fuerzas de reconciliación y de bondad. En la oscuridad del pecado y de la violencia, esta fe ha insertado un rayo luminoso de paz y de bondad que sigue brillando».

«[…] Señor, anúncianos también hoy la paz, a los de cerca y a los de lejos. Haz que, también hoy, de las espadas se forjen arados (cf. Is 2,4), que en lugar de armamento para la guerra lleguen ayudas para los que sufren. Ilumina la personas que se creen en el deber aplicar la violencia en tu nombre, para que aprendan a comprender lo absurdo de la violencia y a reconocer tu verdadero rostro. Ayúdanos a ser hombres «en los que te complaces», hombres conformes a tu imagen y, así, hombres de paz».

«[…] Los pastores se apresuraron. Les movía una santa curiosidad y una santa alegría. Tal vez es muy raro entre nosotros que nos apresuremos por las cosas de Dios. Hoy, Dios no forma parte de las realidades urgentes. Las cosas de Dios, así decimos y pensamos, pueden esperar. Y, sin embargo, él es la realidad más importante, el Único que, en definitiva, importa realmente. ¿Por qué no deberíamos también nosotros dejarnos llevar por la curiosidad de ver más de cerca y conocer lo que Dios nos ha dicho? Pidámosle que la santa curiosidad y la santa alegría de los pastores nos inciten también hoy a nosotros, y vayamos pues con alegría allá, a Belén; hacia el Señor que también hoy viene de nuevo entre nosotros».

martes, 25 de diciembre de 2012

Que sea una ...

Carta de Navidad. Por Ángel Moreno de Buenafuente

Navidad, revelación de la misericordia divina.
Navidad, restauración de la creación entera.
Navidad, el hombre puede llamar papá a Dios.
Navidad, luz transformadora de lo adverso en bueno.
Navidad, prueba histórica del amor divino.
Navidad, éxtasis del cielo.
Navidad, belleza de lo pequeño.
Navidad, punto culmen del proyecto creador de Dios.
Navidad, Dios hecho hombre.
Desde el misterio de la Encarnación, del Emmanuel, de Dios humanado, hecho carne en el seno de una Virgen Nazarena y nacido entre nosotros, descubro y contemplo con sobrecogimiento, la respuesta divina a la debilidad del ser humano: en vez de mostrar el Creador su fuerza irreprimible, un poder amenazador, se revela impotencia, pobreza, pequeñez, ternura, llanto, debilidad, menesterosidad, hecho criatura.
Nunca dejará de asombrarme la forma que tiene Dios de decirme que me quiere. En vez de denunciar mi contingencia, se hace compañero de camino; en vez de llevar cuentas del mal, se olvida constantemente de mi pecado y me ofrece el abrazo de la misericordia. En vez de oprimirme, recordándome mis deudas, me abraza y me perdona.

¿Dónde quedan el miedo, la angustia, la desazón, la tristeza, el hundimiento, la desesperanza, la noche más oscura, ante el brillo de los ojos del Niño de Belén?
Para siempre, cada rostro humano revela el rostro del que se hizo enteramente como nosotros. Para siempre, quien acierte a mirar a su prójimo como revelación divina, gozará de contemplar a Dios. Para siempre, el camino de la humildad, de la ternura, del perdón, de la compasión, será sendero que identifica con el modo en que Jesucristo se nos revela camino de vida en el misterio de su nacimiento.

Los pobres, los pecadores, los marginados, los proscritos, los extranjeros, los débiles, los humildes tienen un abogado, el Hijo de Dios, nacido de Maria como un hombre cualquiera, envuelto en amor por su madre, acogido por San José, cantado por los ángeles, obsequiado por los pastores, adorado por los Magos, bendecido por los ancianos, creído por los sencillos.

Hoy se nos revela cómo todo se hace bueno y se demuestra que los humanos no estamos solos. Ya no es irremediable la quiebra del alma. No estamos destinados al abismo. En Jesús, el Hijo de Dios, nacido en Belén, recibimos la clave para transformar el universo, la convivencia humana, y para llegar a la aceptación íntima de nosotros mismos y a la relación con Dios.

Somos llamados a la alabanza, a la alegría, a la contemplación, al silencio, y a compartir la suerte de los pobres, a responder con amor ante toda violencia, a descubrir la belleza de lo creado, la fuerza de la fe, el ánimo de la esperanza, el poder de la caridad.

¡Feliz Navidad!

Dios se ha hecho visible

Sabemos que Jesús nació en Belén (Cf. Lc. 2, 1-21), marcando un antes y un después en la historia de la humanidad, siendo reconocido y documentado, no solamente por los evangelistas, sino también por historiadores romanos tales como Tito Livio (64 A.C.-17 D.C.) y Flavio Josefo (37-100). El misterio de la Navidad, nos recuerda que Dios, en la persona del Hijo, acortó las distancias, volviéndose uno de nosotros. Lejos de ser el eterno invisible del que hablan algunos agnósticos y ateos, decidió involucrarse, relacionarse con el mundo, hasta hacerse visible y, a su vez, tomar parte en la vida cotidiana del pueblo de Israel, al grado de mantener un vínculo con una familia, formada por María y José. Quienes afirman que el cristianismo es una religión producto de la imaginación, están pasando por alto un hecho de carácter histórico: el nacimiento de Jesús. Con él, Dios se ha hecho cercano, palpable, accesible y hasta cierto punto razonable, pues el intelecto humano no alcanza a comprender la totalidad del misterio divino, que no por misterioso debe ser tomado como una mentira. Se reveló, dejando claro quién es y qué busca. Jesús no es una leyenda, sino alguien que ha dejado su huella en la línea del tiempo. Anunciado por los profetas y, especialmente, por Juan el Bautista, Cristo se hizo presente, naciendo de la Virgen María. Asumió un rostro humano y, desde ahí, demostró que Dios no está lejos, desconectado de lo que sucede, sino que se vale de las personas y de los acontecimientos para hacer realidad su proyecto.

Jesús, es el Emmanuel, el Dios con nosotros (Cf. Mt. 1, 23), aquel que fue visitado por los reyes magos y los pastores que se pusieron en camino para poder encontrarse cara a cara con el salvador. Ahora bien, no hay que olvidar que el nacimiento de Jesús es una piedra con la que muchos han tropezado –y tropezarán- pues como dice Joseph Ratzinger “Dios es amor. Pero también se puede odiar al amor cuando éste exige salir de uno mismo” (La infancia de Jesús, p. 92). El misterio de la Navidad es contra corriente, incómodo, lejano de lo políticamente correcto. Dios se ha hecho visible y, con ello, la verdad se alza sobre la mentira, tocando los intereses de los que, anclados en las estructuras del pecado, no quieren asumir un camino marcado por la plenitud y, al mismo tiempo, por la exigencia. Jesús nació bajo el signo de la contradicción, antesala de la cruz. Por una parte, rompió con la idea de que el mesías traería consigo una potencia militar que liberaría a Israel de la opresión romana y, por la otra, el que lo anunciaran como rey, desató la locura de Herodes. De ahí que la visibilidad de Dios, a través del niño que nació en la sencillez de una humilde gruta, haya sido desde el principio una llamada de atención, capaz de incomodar a los cómodos. Es un amor que vale la pena vivir, pero que no admite frialdad o medias tintas. 

Recordar el nacimiento de Jesús, es reconocer la misión que llevaron a cabo María y José. Cada uno tuvo un aporte original en la historia de la salvación, en el encuentro de lo natural con lo sobrenatural. María recibe el título de “Mater Dei”, Madre de Dios, pues acepta libremente llevarlo en su vientre y, desde ahí, acompañarlo en los momentos claves de su vida, de su paso por el mundo. José, conocido como uno de los justos de las Sagradas Escrituras, se mantuvo dispuesto, abierto en su ardua tarea como esposo de la Virgen y, al mismo tiempo, padre adoptivo de Jesús, a quien le enseñará incluso su oficio como carpintero. María y José, son una pareja basada en el amor a Dios, en la entrega incondicional a favor de la humanidad. Cristo no quiso revelarnos la verdad en solitario, sino que prefirió acompañarse de hombres y mujeres de todos los tiempos, santos y santas dispuestos a cambiar las cosas, viviendo con carácter, alegría, fe y esperanza.

Dios ya no es un extraño, pues su cercanía nos ha permitido entrar en un nuevo diálogo con él. La oración, no es centrarse en uno mismo, sino encontrarse con aquel que vive en nosotros y, al mismo tiempo, nos lanza a hacer realidad el proyecto del Evangelio, el significado de la Navidad a partir de lo cotidiano y sencillo. El nacimiento de Jesús, la aceptación de su palabra, implica un cambio interior, supone abandonarse en las manos de Dios, sabiendo que nunca quedaremos defraudados. En conclusión, la fe no es algo que nosotros pensamos o construimos como un mecanismo de defensa, ya que nos ha sido dada por Jesús, explicada por él. Dios nos visitó, quedándose en la Eucaristía. Por lo tanto, sabiéndonos visitados por Cristo, acompañados por su testimonio, no hay argumento que prevalezca sobre la convicción histórica y espiritual de que Jesús es el camino, la verdad y la vida (Cf. Jn. 14:6). 

Bibliografía:
Ratzinger, Joseph: La infancia de Jesús, primera edición, editorial Planeta, México, 2012.

El Papa rechaza la violencia en nombre de Dios durante la Misa del Gallo "Haz que de las espadas se forjen arados"


(RD) Benedicto XVI ofició este lunes por la noche la Misa del Gallo en la que rechazó el uso de la violencia en nombre de Dios, pidió que en lugar de armamentos para las guerras lleguen ayudas para los que sufren y denunció que el hombre está tan lleno de si "que no le queda espacio para Dios y le rechaza". Por cuarto año consecutivo la Misa del Gallo se celebró a las diez de la noche local (21.00 gmt) y no a medianoche, para evitar fatigas al pontífice, que tiene casi 86 años, y mañana volverá a la basílica de San Pedro para pronunciar el Mensaje de Navidad e impartir la bendición "Urbi et Orbi".

Benedicto XVI llegó al templo en la peana móvil que utiliza para desplazarse por la larga basílica de San Pedro y concelebró con 30 cardenales y decenas de obispos y sacerdotes.

Mirando una imagen del Niño recién nacido, el papa Ratzinger dijo que Cristo es nuestra paz y que es necesario en esta época implorarla, "para que Dios ilumine a las personas que se creen en el deber de aplicar la violencia en su nombre, para que aprendan a comprender lo absurdo de la misma y se conviertan en hombres de paz".

"Haz que, también hoy, de las espadas se forjen arados, que en lugar de armamento para la guerra lleguen ayudas para los que sufren", subrayó.

Benedicto XVI agregó que "conmueve" que Dios se haya hecho niño para que los hombres puedan amarlo y recordando el Evangelio de Juan ("Vino a su casa y los suyos no le recibieron") se preguntó si en la actualidad los hombres tienen un puesto para Dios.

"¿Tenemos un puesto para Dios? ¿Tenemos tiempo y espacio para Él? ¿No es precisamente a Dios mismo al que rechazamos? Cuanto más rápidamente nos movemos, cuanto más eficaces son los medios que nos permiten ahorrar tiempo, menos tiempo nos queda disponible", señaló el papa.

Benedicto XVI pidió para que los israelíes y palestinos "puedan llevar una vida en paz y en libertad" Benedicto XVI agregó que en lo referente a Dios, "nada nos parece urgente", y que la metodología de nuestro pensar está planteada de tal manera "que, en el fondo, él no debe existir".

"No hay sitio para él. Nosotros nos queremos a nosotros mismos, queremos las cosas tangibles. Estamos completamente llenos de nosotros mismos, de modo que ya no queda espacio alguno para Dios. Y, por eso, tampoco queda espacio para los otros, para los niños, los pobres, los extranjeros", agregó el Pontífice.

Benedicto XVI pidió para que los hombres oigan a Dios, le hagan espacio en su interior "y de este modo, podamos reconocerlo también en aquellos a través de los cuales se dirige a nosotros: en los niños, en los que sufren, en los abandonados, los marginados y los pobres de este mundo".

El Pontífice agregó que hoy en día hay corrientes de pensamiento que sostienen que la religión, en particular el monoteísmo, es la causa de la violencia y de las guerras en el mundo y que sería preciso liberar a la humanidad de la religión para que se estableciera la paz.

Benedicto XVI añadió que "es cierto" que el monoteísmo ha servido en la historia como pretexto para la intolerancia y la violencia y que "es verdad que una religión puede enfermar y llegar a oponerse a su naturaleza más profunda, cuando el hombre piensa que debe tomar en sus manos la causa de Dios, haciendo a Dios de su propiedad privada". "Si es incontestable un cierto uso indebido de la religión en la historia, no es verdad, sin embargo, que el 'no' a Dios restablecería la paz. Si la luz de Dios se apaga, se extingue también la dignidad divina del hombre", subrayó.

El papa alemán agregó que cuando la luz de Dios se apaga, el hombre ya no actúa como hermano, aparece la violencia arrogante y el hombre desprecia y aplasta al hombre, como lo hemos visto en toda su crueldad el siglo pasado". Benedicto XVI hizo también un llamamiento a la paz en Tierra Santa, Siria, Irak y Líbano y pidió para que los israelíes y palestinos "puedan llevar una vida en paz y en libertad".

El Pontífice abogó para que los cristianos en esos países, "donde ha tenido origen nuestra fe" puedan conservar su morada y que los cristianos y musulmanes "construyan juntos sus países en la paz de Dios". La Misa del Gallo comenzó con el anuncio del nacimiento del Señor con la lectura del antiguo texto de las Calendas. Antes de la misa, el papa encendió en el balcón de su apartamento el Cirio de la paz y se abrió el Portal de Belén instalado en la plaza de San Pedro.

Tiempo de Navidad

Calenda



Os anunciamos, hermanos, una buena noticia,
una gran alegría para todo el pueblo;
escuchadla con corazón gozoso:

Habían pasado miles y miles de años
desde que, al principio, Dios creó el cielo y la tierra
y, asignándoles un progreso continuo a través de los tiempos,
quiso que las aguas produjeran un pulular de vivientes
y pájaros que volaran sobre la tierra.

Miles y miles de años,
desde el momento en que
Dios quiso que apareciera en la tierra el hombre,
hecho a su imagen y semejanza,
para que dominara las maravillas del mundo
y, al contemplar la grandeza de la creación,
alabara en todo momento al Creador.

Miles y miles de años,
durante los cuales los pensamientos del hombre,
inclinados siempre al mal,
llenaron el mundo de pecado hasta tal punto
que Dios decidió purificarlo,
con las aguas torrenciales del diluvio.

Hacía unos 2.00_ años que Abraham, el padre de nuestra fe,
obediente a la voz de Dios,
se dirigió hacia una tierra desconocida
para dar origen al pueblo elegido.

Hacía unos 1.250 años que Moisés
hizo pasar a pie enjuto por el Mar Rojo
a los hijos de Abraham,
para que aquel pueblo, liberado de la esclavitud del Faraón,
fuera imagen de la familia de los bautizados.

Hacía unos 1.000 años que David, un sencillo pastor
que guardaba los rebaños de su padre Jesé,
fue ungido por el profeta Samuel,
como el gran rey de Israel.

Hacía unos 700 años que Israel,
que había reincidido continuamente en las infidelidades de sus padres
y por no hacer caso de los mensajeros que Dios le enviaba,
fue deportado por los caldeos a Babilonia;
fue entonces, en medio de los sufrimientos del destierro,
cuando aprendió a esperar un Salvador
que lo librara de su esclavitud
y a desear aquel Mesías
que tos profetas le habían anunciado
y que había de instaurar un nuevo orden de paz y de justicia,
de amor y de libertad.

Finalmente, durante la olimpiada 94,
el año 752 de la fundación de Roma,
el año 14 del reinado del emperador Augusto,
cuando en el mundo entero reinaba una Paz universal,
hace 1991 años,
en Belén de Judá, pueblo humilde de Israel,
ocupado entonces por los romanos,
en un pesebre, porque no tenía sitio en la posada,
de María virgen, esposa de José,
de la casa y familia de David,
nació Jesús,
Dios eterno, Hijo del Eterno Padre,
y hombre verdadero,
llamado Mesías y Cristo,
que es el Salvador que los hombres esperaban.

El es la Palabra que ilumina a todo hombre,
por él fueron creadas al principio todas las cosas;
él, que es el camino, la verdad y la vida,
ha acampado, pues, entre nosotros.

Nosotros, los que creemos en él,
nos hemos reunido hoy (en esta noche santa),
o mejor dicho, Dios nos ha reunido,
para celebrar con alegría
la solemnidad de Navidad,
y proclamar nuestra fe en Cristo, Salvador del mundo.

Hermanos, alegraos,
haced fiesta y celebrad la mejor noticia
de toda la historia de la humanidad.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Un año para la confianza

Reflexión Dominical a la Palabra de Dios





1ª) ¡Se puso en camino 

María se puso en camino y fue aprisa a la montaña. El narrador sugiere al lector que recuerde el sentido de la montaña, sin más precisión. En la montaña, en el monte Sión, habita Dios. Y hacia esa montaña se produjo antaño una peregrinación con el arca de la alianza (en tiempos del rey David: 1Cron 13-16). María, la peregrina de la fe y la primera discípula de Jesús, se pone en camino. Lucas anticipa hasta los relatos de la infancia su teología y espiritualidad del camino. La significación simbólica del camino es anticipada y realizada perfectamente por María. Nos revela que el seguimiento de Jesús es camino que debe mantenerse con firmeza y fidelidad. María corre a casa de su prima Isabel para poner-se a su disposición. La entrada y la salida del Dios-Hombre está iluminada por el servicio a los demás: María, teniendo a Jesús en su seno, corre a servir a su prima. El propio Jesús dirá: No he venido a ser servido sino a servir y dar la vida. El supremo gesto de servicio es dar la vida en totalidad, dándola paso a paso. María se dirige a la montaña. Brota de labios de Isabel y de María la alabanza. Alabanza divina y servicio fraterno deben permanecer inseparables, para que ambos puedan llevar el marchamo de autenticidad. En este episodio ambas realidades —tan entrañablemente interpretadas y entendidas desde la kénosis de la Encarnación— no pueden separarse, porque se desvirtuarían. La alabanza divina daría la perspectiva auténtica del servicio; el servicio fraterno es la señal que autentifica la alabanza divina. Navidad significa ponerse en camino que va de Dios a los hombres, que se hace singularmente presente en Jesús, en todo como los hombres, menos en el pecado, y camino que va de nosotros a Dios, traducido en la obediencia a su plan y en la alabanza. Camino de mí a mi hermano traducido en servicio y en comunión sinceros, incluso hasta el don de la vida como respuesta al don recibido en la Palabra hecha hombre. Camino de mi hermano a mí acogido con franqueza y gratitud en el amor.


2ª) ¡Bendita y dichosa tú que has creído!

Se llenó Isabel del Espíritu Santo, y dijo a voz en grito: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!...¡Dichosa tú, que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. María es bendita por el Hijo recibido como don. En la Escritura, una bendición es la quintaesencia de la proximidad y cercanía de la providencia sobre los seres que ama. Una bendición es una realidad que se recibe y se transmite como garantía del amor de Dios por las personas y por su pueblo (recuérdense las bendiciones patriarcales y la afirmación de Pablo de que Cristo es nuestra Bendición). Por eso Isabel bendice a María y declara bendito el fruto de su vientre que es una bendición para todos los hombres. Toda la obra realizada por Cristo Jesús es una bendición para los hombres. Isabel declara, además, a María dichosa por su adhesión al proyecto de Dios, a su voluntad expresada en el mensaje del ángel. María comienza en la Anunciación un largo camino de fe que habrá de recorrer en fidelidad probada. Lucas conoce este camino total y su final cuando escribe su evangelio. Y sabe que ese camino comenzó en Nazaret. La fe consiste en apoyarse en Dios, que todo lo puede, entrar en diálogo vivo con el Él, que se nos revela como Salvador. Y por esta fe María es declarada feliz. Ambas realidades, la bendición y la fe, nos empujan a los creyentes de hoy a seguir recibiendo la Navidad (aunque celebrada sacramentalmente) como un espléndido don de Dios para todos los hombres de nuestro mundo. Y también sigue declarando felices a los que son capaces de vivir la Navidad con autenticidad. Ésta es la palabra y el testimonio que podemos ofrecer al mundo.

Evangelio Dominical



Lectura del santo Evangelio según San Lucas (1,39-45):

En aquellos días, María se puso de camino y fue a prisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.

Palabra del Señor

sábado, 22 de diciembre de 2012

Jano ya ha sido instituido acolito

El pasado día 20 de diciembre el seminarista Alejandro González Alonso (feligrés de ésta parroquia) seminrista que actualmente cursa 6º de Estudios Eclesiasticos ha sido instituido acolito 

El ministerio del acólito es reconocido por la colación o institución por parte del obispo, aunque este ministerio en la práctica se realiza normalmente por acólitos "extraoficiales", es decir, no instituidos. Normalmente se instituye como acólito a los candidatos a las sagradas órdenes del diaconado y del presbiterado, aunque el ministerio puede ser ejercido por laicos (la condición de clérigo se recibe con la ordenación de diácono). Según el código de derecho sólo podrán ser instituidos acolitos "varones laicos" aunque el ejercicio de ese ministerio no les da derecho a remuneración por parte de la Iglesia católica (cf. CDC 230).

Sus principales funciones concretas son:
  • Distribuir la comunión cuando faltan los ministros por algún motivo o cuando el número de los comulgantes es demasiado elevado.
  • También en circunstancias especiales puede exponer y reservar el Santísimo Sacramento pero no dar la bendición eucarística.
De acuerdo con el Código de Derecho canónico, los candidatos al sacerdocio deben ser instituidos acólitos con, al menos seis meses de antelación a la ordenación diaconal.