HILVANANDO ALGUNOS PORQUÉS. Por D. José Gea Escolano
Hace unos días hablaba de la preparación para
la Navidad, y comentando el estilo de vida que se lleva en nuestra sociedad,
apuntaba algunos hechos que nos pueden descorazonar de cara al futuro; nuestra
misión no es fácil. No olvidemos las palabras de Jesús: "Bienaventurados seréis
cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra
vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será
grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas
anteriores a vosotros" (Mt. 5, 11-12). No es fácil alegrarnos en estas
situaciones.
Decía alguien con mucha gracia que la Iglesia tiene cinco
notas, no cuatro: una, santa, católica, apostólica y perseguida. Efectivamente,
siempre lo ha sido y lo es ahora también, y lo será siempre. Y es el primer por
qué. ¿Y por qué es el primer porqué? Porque el espíritu de la Iglesia es
totalmente contrario al espíritu del mundo. El mundo tiene su estilo de vida y
la Iglesia ofrece otro proyecto, no sólo distinto sino contrario. El mundo no
entiende el espíritu de las Bienaventuranzas. Lean los capítulos de San Mateo
del 5 al 7 y verán que no son fáciles de entender y menos, de practicar si no se
tiene una fe capaz de levantar montañas.
¿Cuáles son los criterios de
gran parte de nuestra sociedad?
1. La amenaza de la vida humana en su
comienzo y en su fin. Algunos incluso llegan a decir que suprimir la ley del
aborto es un retroceso y quieren implantar la eutanasia.
2. La
banalización de la sexualidad y el destrozo que está haciendo la
drogadicción.
3. La indefensión de la familia. Nada de esposo y esposa,
ni de padre y madre, sino progenitor A y progenitor B. Ridículo además. ¿Qué
significa progenitor en vez de padre o madre? ¿Quién puede llamarse progenitor
entre homosexuales?
4. Además, el abandono de los mayores. Han dado su
vida por los hijos y ahora…
5. La corrupción tan generalizada a pequeña
escala, a gran escala y a grandísima escala; a todos los niveles. A uno le da
vergüenza ver a tantos políticos y no sólo de un partido, con acusaciones
gravísimas; y no sabemos, por lo menos yo, que paguen lo que han robado o si van
a la cárcel. Porque el dinero existe, pero ¿dónde está? ¿quién lo tiene? Supongo
que quien lo ha robado. Me parece lógico que lo devuelva y si no, ¿para quiénes
es la cárcel? ¿sólo para los rateros?
6. Y sobre todo, el ateísmo que se
va extendiendo. A nuestra sociedad no le interesa Dios aunque a Dios sí le
interesa nuestra sociedad. Si se prescinde de Dios, desaparecen los valores
morales.
¿Qué hacer?
Si queremos encontrar soluciones hay que ir a
las causas y afrontarlas con principios claros y bien cimentados en la persona
de Jesús. Desde luego, los ataques a la Iglesia se han generalizado en muchos
ambientes. ¿Podemos estar calladitos los cristianos?
Ser cristiano
significa, sencillamente, ser discípulo de Jesús; y ser discípulo de Jesús exige
cumplir los mandamientos: el amor a Dios y el amor al prójimo sea quien
sea.
Fíjense en los que se refieren al prójimo:
Honrarás a tu padre y a tu madre
No matarás;
No cometerás actos impuros
No robarás
No darás falso testimonio ni mentirás
No desearás la mujer de tu prójimo
No codiciarás los bienes ajenos
Están todos los diez, todos. Porque si hablamos de los tres primeros, casi nada:
Amarás a Dios sobre todas las cosas
No tomarás el nombre de Dios en vano
Santificarás las fiestas
Buscando las causas de todo ese desbarajuste que hay en nuestro mundo, ¿No las podríamos ver como raíz de todas ellas, en nuestro egoísmo, en nuestro deseo de disfrutar y nuestro afán de sobresalir? La exaltación de nuestro yo va en contra de la humildad pedida por Jesús.
Y ante la proximidad de la celebración de la Navidad, ¿no podríamos replantearnos si le podríamos dar entrada a Jesús en nuestra vida?
Feliz Navidad
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