El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, aseguró ayer que no entiende cómo las cajas de ahorro rescatadas con dinero público «se están atreviendo a hacer desahucios», una decisión que calificó de «gran inmoralidad».
En
una rueda de prensa para presentar la campaña de Cáritas en Gipuzkoa, el prelado
recordó que, si bien nadie se libra de culpa en la crisis actual, eso no
significa que «todo el mundo tenga la misma responsabilidad moral».
Munilla animó a los ciudadanos a firmar la iniciativa legislativa
popular para promover en el Congreso la dación en pago (saldar la deuda
pendiente con la entrega del piso), la paralización de los desahucios y el
alquiler social.
El obispo lamentó que durante estos últimos años se haya
levantado en España «una economía falsa sobre cimientos falsos, sobre un
desarrollo no sostenible» al que todo el mundo se ha querido sumar. A su modo de
ver, la sociedad debe hacer «una crítica muy seria» y reconocer que el
crecimiento descansaba «sobre bases muy débiles».
No obstante, el obispo
apuntó expresamente a las «contradicciones» del sistema financiero como el
origen de la crisis y centró el foco sobre las cajas de ahorro. Recordó que,
pese a haber sido las que «más necesidad tuvieron de ser rescatadas con el
dinero de todos, y no los bancos más saneados», ahora son las que están
ejecutando el 95% desahucios.
Según Munilla, tales lanzamientos carecen
de «utilidad», puesto que muchos inmuebles que se adjudican las entidades
financieras en las subastas difícilmente pueden venderse. El prelado de la
diócesis donostiarra cree que, en realidad, la finalidad de los procedimientos
de ejecución hipotecaria es muy diferente. «Parece que algunos desahucios tienen
únicamente vocación de meter miedo a otros», sugirió.
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