Querida comunidad parroquial:
El Señor no deja de cumplir su palabra dándonos pastores según su corazón, para que nos apacienten en nombre de Cristo y nos lleven a los pastos de las moradas eternas. Así lo experimenta hoy está feligresía de San Francisco Javier de la Tenderina que recibe con los brazos abiertos al sacerdote que de ahora en adelante hará las veces del Señor en medio de vosotros predicándoos con solicitud la palabra, administrando los sacramentos y poniéndose en medio de vosotros no como el que manda, sino como el que sirve. Como arcipreste de Oviedo me toca presentároslo en nombre del Sr. Arzobispo, quién lo ha nombrado considerando es la persona idónea para apacentar esta parroquia tan bien insertada en la realidad de este bella zona de Oviedo de La Tenderina, Fozaneli y Villafria. Este cambio viene producido como bien sabéis por el relevo del que durante diecisiete años ha sido vuestro párroco, Don Alberto, que aquí se ha gastado y desgastado sin límite a vuestro servicio. Agradecemos también sus años de fructífero servicio pastoral y que tanto bien ha hecho a esta feligresía con su tesón para la ampliación y reforma del templo, así como tantas iniciativas desarrolladas en estos años con especial énfasis en la apuesta por la religiosidad popular que tan hondo ha calado en este lugar y donde tiene su sede canónica la Hermandad de los estudiantes. Querido Don Alberto, muchísimas gracias por tanto y tan bueno; la Tenderina hoy no se entiende sin tu paso por aquí.
Querida comunidad parroquial, religiosas del santo Ángel y Hermandad y cofradía de los nazarenos: al presentaros a vuestro nuevo párroco Don Jesús Manuel os pido le acojáis con el mismo cariño y generosidad que lo habéis hecho con todos los párrocos que aquí habéis tenido: Don Manuel, Don Manuel, Don Ceferino, Don Dositeo, Don Avelino, Don Alberto, y junto a ellos tantos otros sacerdotes que aquí ejercieron de vicarios parroquiales o adscritos, y sacerdotes jóvenes que por aquí han pasado ejerciendo su diaconado o sus años de seminaristas encontrando en estas Parroquia una escuela de pastoral. Gracias muy especiales a Don Diego Cruz que ha ejercido de vicario parroquial en estos últimos años ayudando a Don Alberto tan de cerca: te deseamos lo mejor en tu nuevo destino en la Unidad Pastoral de La Carrera, así como a Don Felipe Cabezas, generoso colaborador de esta familia parroquial.
Parroquia de San Javier: os invito a recibir a Don Jesús Manuel en vuestras vidas como un regalo de Dios en este momento de nuestra historia; necesitará de vuestra ayuda y apoyo, de vuestro ánimo y acompañamiento. Sé que es difícil en estos casos, pero os invito a evitar las comparaciones entre el sacerdote que se va y el que llega; todos somos diferentes, más me atrevo a pediros ese esfuerzo de ver al nuevo párroco como quien viene en nombre del Señor, y qué, además, tendrá aún un poco de la compañía de D. Alberto. Os llega un sacerdote inteligente y muy bueno, que puede parecer -y tal vez lo sea- algo tímido, pero que guarda en su interior una gran vivencia de Dios y un profundo conocimiento de Él y de las personas y las cosas. Descubriréis a un pastor humilde y sencillo sin doblez enamorado de las sagradas escrituras y con el que habréis de crecer con sus predicaciones y enseñanzas. Embarcaros con él en esta aventura; los que habéis ayudado a Don Alberto el mejor homenaje que le podéis hacer es continuar con vuestra colaboración en la Parroquia, y los que por el motivo que fuera no lo hicisteis hasta ahora, tenéis la oportunidad de una nueva singladura.
Querido Don José Manuel, querido “Pin”, te ha tocado un lote hermoso: un barrio obrero y trabajador que sabe muy bien lo que es ganarse en pan de cada día, lo que implica ser y hacer verdaderos discípulos en el seguimiento del maestro, y lo que supone salir de las fronteras y acomodos para misionar como hizo San Francisco Javier hasta las puertas de la China, tal como hace hoy está Parroquia con sus procesiones saliendo de los límites de esta feligresía para llevar un evangelio catequético al corazón de nuestra ciudad.
Pido a la Virgen del Carmen madre del cielo, a san Francisco Javier, al Beato Luis Ormieres y a los santos titulares de la Hermandad de los Estudiantes que no dejen de bendecir a esta querida Parroquia que hoy no cierra ni abre nada, sino que continúa imparable con un nuevo eslabón de servidores que han caminado y caminan a vuestro lado. Seguid haciendo parroquia en el corazón de vuestro barrio y que el Pastor de los pastores os bendiga.
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