(Rel.) De cara al Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, Cáritas Española ha presentado su informe anual de Economía Solidaria donde muestra los datos de 2021, un año claramente marcado por una gran inestabilidad y precariedad del mercado laboral.
En un año marcado por la crisis desatada por la pandemia, Cáritas consiguió acompañar a 57.233 personas, de la cuales 12.677 (una de cada cinco) lograron acceder a un puesto de trabajo. Los programas de empleo de esta entidad de la Iglesia lograron mejorar cuatro puntos porcentuales su tasa de inserción, al pasar del 17% de 2020 al 21% el año pasado.
Cáritas dedicó el año pasado 98.774.151 euros a todas sus iniciativas de economía solidaria (programas de empleo, empresas de inserción, comercio justo). La suma es un 13 por ciento superior al año anterior (casi 13 millones de euros más). De ese total, 31,7 millones fueron destinados concretamente a itinerarios de inserción sociolaboral.
“Con 31,7 millones de euros logramos que casi 12.000 personas encontraran empleo, es decir, que nos ha costado de media unos 2.500 euros que una persona acceda al mercado laboral, gane en autonomía, cubra sus necesidades, deje de percibir prestaciones y pase a pagar impuestos. No es gasto, es inversión. Con estos fondos además, atendimos a otras 45.000 personas con las que trabajamos en distintos ámbitos de su vida para tratar de que, cuanto antes, accedan también a un empleo”, explicó Rubén Requena, técnico del equipo de Economía Solidaria de Cáritas.
Con el objetivo de contribuir a la construcción de la economía solidaria y de atender las necesidades de las personas en situación de desventaja social, Cáritas contó en 2021 con 67 iniciativas relacionadas con empresas de inserción, centros especiales de empleo y empresas sociales, que generaron 2.225 puestos de trabajo. La mayoría de sus 252 líneas de negocio están relacionadas con la actividad textil (38,6%), la gestión ambiental y de residuos (19,7%), limpieza (7,5%), transporte y mensajería (5,9%) y restauración y catering (4,3%).
La mayor promotora de empresas de inserción
“Estas iniciativas tienen el objetivo de mejorar la empleabilidad de los participantes y son una oportunidad para miles de personas para formarse y adquirir competencias mientras trabajan. Podemos decir con tranquilidad que Cáritas es la mayor promotora de empresas de inserción de España”, comentó Requena.
El perfil de los participantes en los programas de empleo se mantiene similar a años anteriores: la mayoría son mujeres (63%), de más de 45 años (37%), con estudios básicos (46%). Las personas procedentes de otros países son ligeramente superiores a las nacionales (53%).
“Detrás de ese perfil, se dan multitud de situaciones aisladas o que se suman y que hay que ir superando para lograr el objetivo de inserción laboral. Se trata de personas sin apenas competencias digitales y con dificultades de aprendizaje en algunos casos. También tienen una escasa experiencia laboral y graves carencias socioeconómicas, incluso en muchos casos tienen dificultades con el idioma y baja autoestima, por lo que es necesario articular una atención integral que ayude a superar las dificultades que les alejan del mercado laboral”, señaló Requena.
Durante el año pasado, Cáritas invirtió en estas acciones que generan empleo protegido 66,5 millones de euros, casi 9,4 millones más que el año anterior. De este importe, el 78% procedió de la facturación por ventas, que fue de 52,1 millones de euros.
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