(Rel.) Este miércoles se presentó en la Ermita Virgen del Puerto de Madrid y ante un numeroso público el libro A la sombra del Evangelio (Voz de Papel) escrito por el sacerdote Juan Pedro Ortuño, al que acompañaban el cardenal Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid; monseñor Alfonso Carrasco, obispo de Lugo; el periodista y exdirector de Alfa y Omega Miguel Ángel Velasco, y el editor Álex Rosal.
En su intervención, el cardenal Rouco señaló que “la historia del Señor no es pasado, sino presente, por eso que un sacerdote como Juan Pedro Ortuño profundice en su vocación sacerdotal enmarcado en la meditación diaria del Evangelio, lo lleva a vivir en la caridad y en la verdad”.
En este sentido, el cardenal Rouco recordó una idea del Papa emérito Benedicto XVI, sobre la situación actual del mundo y el papel de los cristianos en la misma. “En una sociedad fracturada, dividida y debilitada, los cristianos deben saber que el primer ejercicio de caridad que tienen con sus semejantes es transmitir la verdad”.
“No hay peor falsedad que ejercer una supuesta caridad sin que la acompañe la verdad”, manifestó Rouco Varela.
Un libro que es un oasis donde descansar…
Por su parte, Alfonso Carrasco, obispo de Lugo, subrayó que “leer A la sombra del Evangelio ayuda a recobrar fuerzas e ilumina el camino que todos tenemos, muchas veces de dificultades, y con su lectura aprendemos del Maestro que nos ayuda a discernir sobre nuestra propia vida”.
“El ritmo de la liturgia que aparece en A la sombra del Evangelio se transforma en un oasis en el que detenernos, y el descanso vivido junto al Amigo hacen posible el caminar por las difíciles sendas de nuestra sociedad, así como de las inquietudes que asaltan nuestro corazón cuando percibe su soledad o se quiebra la ilusión de la autosuficiencia”, dijo Don Alfonso Carrasco.
No es un libro más sobre reflexiones del Evangelio
Éste no es un libro más sobre reflexiones del Evangelio. Es un libro diferente. Tiene una pedagogía nueva a la hora de sumergirte en la meditación del Evangelio. El autor propone un reto: “Métete dentro del Evangelio!… `como un personaje más´, siendo testigo de lo que allí está aconteciendo. Como si el mismo Jesús te estuviera hablando, o te dirigiera esa mirada de cariño… Habla con Santiago, con Juan… Pregúntales acerca de lo que han entendido de las palabras de Jesús al bajar del Tabor”.
“Cada Evangelio –señala Juan Pedro Ortuño- posee, su peculiar sombra que, en compañía del Señor, nos va enseñando con calma, a convivir con nuestras circunstancias, con los que nos rodean, y, sobre todo, con nosotros mismos, es decir, con el ejercicio de la paciencia, el saber esperar y dejándonos querer. Pero, siempre, sin descuidar que, aunque lo olvidemos, hay Alguien que nos amó primero” (I Juan 4,19).
Una de las motivaciones que le llevaron a Juan Pedro Ortuño a escribir A la sombra del Evangelio fue “la necesidad de tratar la humanidad de Cristo. Llevar al día a día el latido del corazón de Cristo a nuestra vida”.
“La pandemia –señala Juan Pedro- es un momento que Dios permite para que volvamos a buscar su rostro, así como nuestra conversión al corazón de Cristo”.
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