(Religión Confidencial)
El libro sobre mártires cristianos del siglo XX arroja datos poco conocidos: más de tres millones de víctimas por la persecución religiosa. La Iglesia ortodoxa rusa es la mártir por excelencia
Martirologio matritense del siglo XX
Arzobispado de Madrid (BAC)
Al fin la Iglesia en Madrid cuenta con un Martirologio en toda regla. Bueno, en sentido estricto no lo es como tal, dado que no es un libro litúrgico en el que se recojan los santos mártires y confesores canonizados. Es un Martirologio en sentido amplio, en el que se resume de forma más completa posible “la peripecia biográfica y material básica de todos los sacerdotes y seminaristas relacionados con la diócesis de Madrid-Alcalá que fueron víctimas de la persecución del siglo XX por ser tales, con independencia de que sus muertes hayan sido reconocidas como martiriales de modo canónico o puedan llegar a serlo”.
Es, por tanto, una obra que se echaba en falta. No es la primera vez que se haya planteado el proyecto de hacer un trabajo de esta naturaleza. Pero siempre fracasó. Ha tenido que ser la constancia, adecuada dirección, empeño y comprensión de la trascendencia del proyecto por parte del obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, la que ha hecho posible este volumen de casi novecientas páginas.
Cifras en el mundo y en España
En la clarificadora introducción que escribe monseñor Martínez Camino, hay datos que no deben pasar inadvertidos. Se habla, según Riccardi, de tres millones de mártires cristianos en el siglo XX. La Iglesia ortodoxa rusa es la mártir por excelencia, con 250 obispos y más de 200.00 clérigos, además de innumerables laicos.
Las cifras de España son más conocidas: 12 obispos, 4.200 sacerdotes y seminaristas y cerca de 3.000 religiosos y religiosas, junto con decenas de miles de laicos. Son ya cerca de 2.000 los que han sido elevados a los altares. En Madrid los números globales de sacerdotes y personas consagradas se acerca a los 1.000. Unos 400 han sido beatificados o canonizados, la mayoría religiosos o religiosas.
En concreto, y según el estudio que ha dirigido monseñor Martínez Camino y que ahora se presenta, murieron en Madrid víctimas de la persecución religiosa de los años treinta 427 sacerdotes y seminaristas diocesanos. De ellos, 355 residían habitualmente en Madrid. Los 72 restantes eran de otras diócesis, pero se encontraban circunstancialmente en la capital de España. Como curiosidad hay que decir que en este Martirologio se recogen 62 mártires que no aparecen en el clásico de Antonio Montero. Un texto, el de Montero, que es cotejado y rectificado en algunos aspectos por este volumen.
Más de 400 biografías
La característica principal de estas 427 biografías es el rigor. Rigor en la investigación, en la exposición y en las referencias documentales. Por lo tanto, se puede decir que es una obra pionera en muchos aspectos. Es cierto que hay datos incompletos. Aquí se ha seguido el criterio de que lo bueno es enemigo de los óptimo, y algunas carencias no debían paralizar los éxitos historiográficos conseguidos.
Las reseñas biográficas no son homogéneas, precisamente por las circunstancias y condicionamientos aludidos. Pero el conjunto de esta obra es impresionante, necesaria y de mucha utilidad. Por cierto que, tal y como reconoce quien ha dirigido los trabajos, este volumen es fruto de un amplio equipo que bien merece un reconocimiento.
Solo queda que el lector se entregue a la edificante tarea de ir pasando páginas, sacerdote tras sacerdote, seminarista tras seminarista, para que las preguntas sobre el sentido del martirio sigan fluyendo en la historia. Preguntas que han tenido la respuesta en la vida entregada por Cristo.
¿Seguirá el trabajo con los fieles laicos, con los seglares? Esperemos. Este tesoro debe ser conocido, difundido y enaltecido.
El libro sobre mártires cristianos del siglo XX arroja datos poco conocidos: más de tres millones de víctimas por la persecución religiosa. La Iglesia ortodoxa rusa es la mártir por excelencia
Martirologio matritense del siglo XX
Arzobispado de Madrid (BAC)
Al fin la Iglesia en Madrid cuenta con un Martirologio en toda regla. Bueno, en sentido estricto no lo es como tal, dado que no es un libro litúrgico en el que se recojan los santos mártires y confesores canonizados. Es un Martirologio en sentido amplio, en el que se resume de forma más completa posible “la peripecia biográfica y material básica de todos los sacerdotes y seminaristas relacionados con la diócesis de Madrid-Alcalá que fueron víctimas de la persecución del siglo XX por ser tales, con independencia de que sus muertes hayan sido reconocidas como martiriales de modo canónico o puedan llegar a serlo”.
Es, por tanto, una obra que se echaba en falta. No es la primera vez que se haya planteado el proyecto de hacer un trabajo de esta naturaleza. Pero siempre fracasó. Ha tenido que ser la constancia, adecuada dirección, empeño y comprensión de la trascendencia del proyecto por parte del obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, la que ha hecho posible este volumen de casi novecientas páginas.
Cifras en el mundo y en España
En la clarificadora introducción que escribe monseñor Martínez Camino, hay datos que no deben pasar inadvertidos. Se habla, según Riccardi, de tres millones de mártires cristianos en el siglo XX. La Iglesia ortodoxa rusa es la mártir por excelencia, con 250 obispos y más de 200.00 clérigos, además de innumerables laicos.
Las cifras de España son más conocidas: 12 obispos, 4.200 sacerdotes y seminaristas y cerca de 3.000 religiosos y religiosas, junto con decenas de miles de laicos. Son ya cerca de 2.000 los que han sido elevados a los altares. En Madrid los números globales de sacerdotes y personas consagradas se acerca a los 1.000. Unos 400 han sido beatificados o canonizados, la mayoría religiosos o religiosas.
En concreto, y según el estudio que ha dirigido monseñor Martínez Camino y que ahora se presenta, murieron en Madrid víctimas de la persecución religiosa de los años treinta 427 sacerdotes y seminaristas diocesanos. De ellos, 355 residían habitualmente en Madrid. Los 72 restantes eran de otras diócesis, pero se encontraban circunstancialmente en la capital de España. Como curiosidad hay que decir que en este Martirologio se recogen 62 mártires que no aparecen en el clásico de Antonio Montero. Un texto, el de Montero, que es cotejado y rectificado en algunos aspectos por este volumen.
Más de 400 biografías
La característica principal de estas 427 biografías es el rigor. Rigor en la investigación, en la exposición y en las referencias documentales. Por lo tanto, se puede decir que es una obra pionera en muchos aspectos. Es cierto que hay datos incompletos. Aquí se ha seguido el criterio de que lo bueno es enemigo de los óptimo, y algunas carencias no debían paralizar los éxitos historiográficos conseguidos.
Las reseñas biográficas no son homogéneas, precisamente por las circunstancias y condicionamientos aludidos. Pero el conjunto de esta obra es impresionante, necesaria y de mucha utilidad. Por cierto que, tal y como reconoce quien ha dirigido los trabajos, este volumen es fruto de un amplio equipo que bien merece un reconocimiento.
Solo queda que el lector se entregue a la edificante tarea de ir pasando páginas, sacerdote tras sacerdote, seminarista tras seminarista, para que las preguntas sobre el sentido del martirio sigan fluyendo en la historia. Preguntas que han tenido la respuesta en la vida entregada por Cristo.
¿Seguirá el trabajo con los fieles laicos, con los seglares? Esperemos. Este tesoro debe ser conocido, difundido y enaltecido.
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