lunes, 29 de septiembre de 2025

El monasterio de Corias se queda sin dominicos tras 165 años: así fue la despedida de Pachi y Emiliano, sus dos últimos frailes

(Lne) Los dos últimos frailes dominicos del monasterio de Corias, en Cangas del Narcea, se despidieron este fin de semana de sus parroquias. La Orden de Predicadores ha decidido poner fin a su presencia en el Suroccidente desde 1860. En 2002 ya habían vendido al Principado de Asturias las instalaciones, reconvertidas ahora en un parador de turismo, dentro del que se mantenía una casa para dar cabida a los últimos religiosos.

Francisco Javier García, más conocido como "Pachi", llegó en 1965 para incorporarse como profesor al Instituto Laboral que la orden tenía en Corias. Era el único centro de enseñanza media que había por entonces en la zona. Cuando se cerró el instituto, sobre el 1980, llegó Emiliano Burgos, que venía de las misiones en Perú y que pronto pasaría a encargarse de algunas parroquias de la zona, las primeras en Ibias.

Ambos coinciden en que con su marcha se cierra un importante capítulo de la historia de los dominicos en España, puesto que en Corias, en 1860, siete frailes comenzaron la restauración de la llamada "Provincia dominicana de España", fundando en el monasterio –que hasta la desamortización de 1836 había sido benedictino– un colegio de misioneros. A partir del resurgir de este monasterio la orden fue recuperando otros por todo el país.

Emiliano Burgos se trasladará a León, al santuario de la Virgen del Camino, mientras que Francisco Javier García lo hará a la casa de los dominicos de Oviedo. Un traslado que para el primero es algo que ve "normal" y no le provoca "nostalgia", porque reconoce que les toca estar "a merced de la necesidad que surja y de lo que decida el prior provincial", detalla Burgos, que llevaba cinco parroquias en el partido de Sierra y la de Santa Marina, de las que este fin de semana recibió unas fiestas de despedida. “Me llevo la satisfacción de que me aprecian e incluso lo sienten, nosotros realmente, con las limitaciones que tenemos, nos dedicamos a nuestras parroquias y la gente es muy agradecida”, subraya.

Por su parte, a Francisco Javier García le resulta más difícil el cambio: "Desde el primer día que vine aquí, hace 60 años, me encontré muy a gusto con el ambiente, dando clases, después de tantos años lo tienes todo organizado, tienes amigos y conocidos.".

Llegó como profesor del Instituto Laboral y luego se pasó a la enseñanza pública como profesor de Religión, y en la que permaneció hasta jubilarse. Una labor que compaginó con la atención de varias parroquias Corias, Cibea y Genestoso. De estas últimas fue párroco desde 1984 y este sábado le rindieron un gran homenaje.
Reunión de antiguos alumnos

Este domingo coincidió que los antiguos alumnos del instituto de Corias celebraron su encuentro anual que sirvió de despedida y agradecimiento a los dominicos. “Es un año muy especial porque puede ser el último que vamos a disponer de esta iglesia en el formato que veníamos haciéndolo”, anunció José Manuel Cuervo, presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de Corias, que promueve la reunión anual que incluye una misa y posterior comida de hermandad. Cuervo reconoció que se trata de “un día triste” el conocer el fin de la comunidad de dominicos en Corias. “Crecimos vinculados a la comunidad de dominicos y quiero aprovechar para agradecerles el milagro que Corias supuso para esta comarca y para Asturias por su labor docente”, resaltó.

No en vano, los antiguos alumnos guardan un buen recuerdo de su paso por el Instituto Laboral, sobre todo, de los conocimientos que adquirieron en él durante los siete años de internado que tenían que realizar. “Salíamos con una preparación muy buena, era un bachillerato laboral muy fuerte, yo hice aparejadores y dibujo y matemáticas lo sacaba con la gorra”, recuerda Miguel Ángel González, natural de Campomanes (Lena).

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