María es el pilar de nuestra fe; una afirmación que todo católico de cualquier parte del planeta puede decir con el corazón lleno, pero los españoles lo decimos además, no como una verdad figurada, sino en nuestro caso como un hecho literal. En la historia de la Iglesia en España la Santísima Virgen ha sido, es y será nuestro pilar, nuestro apoyo; aquella que nos sostiene.
Presumen las mañas y los baturros de que bajo la actual Basílica del Pilar de Zaragoza se encontraron restos arqueológicos de un pequeño templo del siglo I dedicado a la Santísima Virgen, por lo que no es descabellado afirmar que hablamos del primer santuario mariano de la historia. España es tierra de María, pues ella misma se tomó como algo muy propio los comienzos del anuncio del evangelio en este suelo, cuando en torno al año XL se apareció en carne mortal sobre un pilar junto al Ebro para animar al Apóstol Santiago para que no se rindiera. María sabía que este suelo iba a ser muy importante para su Hijo, lo que quizá Nuestra Señora no imaginaba era que esta tierra iba a sentirla tan propia como si fuésemos sus mismos paisanos de Nazaret. La tradición nos dice que esa santa columna o pilar no será destruido hasta el fin del mundo; una alegoría de que España nunca dejará de ser católica, como tampoco dejará de ser mariana.
Todo está entrelazado en esta festividad: historia, fé, sentimiento... Pero hay algo muy curioso que no se escapa a los devotos de la Virgen del Pilar; se ha cumplido la profecía y aún hoy se conserva la columna sobre la cual se apareció Nuestra Señora. A pesar de las persecuciones contra los cristianos, la invasión islámica, la francesa, o más recientemente la guerra civil en la que milagrosamente las bombas lanzadas contra la Basílica entraron en el templo sin explotar -conservándose éstas hoy para la admiración de los visitantes- la columna permanece. Como dice el cantar: ''En el Pilar, los de fuera/ exclaman, para admirarse:/ ¡que imagen tan chiquitica/ y que devoción tan grande!''.
Un día del Pilar de 1492 llegaron nuestros antepasados a América, y con ellos llegó a aquellas tierras el Evangelio; qué mejor día que el de la Madre para empezar a anunciar al Hijo. Por eso decimos que Santa María del Pilar es la Patrona de la Hispanidad, dado a que se puso bajo su amparo el Descubrimiento y la Evangelización del Nuevo Mundo. San Juan Pablo II visitó en dos ocasiones siendo pontífice el Pilar de Zaragoza reconociendo que acudía a dar gracias por la fe de América, pues eso quería ser su presencia junto al Ebro, como él mismo en 1984 aún con un español poco fluido afirmando que era ''un homenaje a la evangelización naturalmente española que comienza en Zaragoza, madre de la Hispanidad”. También quiero volver la mirada al niño del pilar que en sus manos lleva una paloma; qué mejor que pedirle hoy a la Madre que le presente a su Hijo, ''el Príncipe de la Paz'', que interceda por el fin de la invasión de Ucrania y la paz en el mundo.
La Virgen del Pilar siempre gozó de una gran devoción en Aragón y las seis diócesis que se encuentran en esa tierra, pero con el tiempo su culto se ha extendido no sólo lejos de nuestras fronteras, sino de forma muy concreta dentro de ellas. Entre los muchos patronazgos que ostenta cabe señalar que es Patrona del Cuerpo de Correos y Telégrafos desde 1916, del Cuerpo de Secretarios, Interventores y Depositarios de la administración local desde 1928, de la Sociedad Mariológica desde 1940, del Consejo Superior de Misiones desde 1948, o del Arma Submarina de la Armada Española desde 1946. Pero la primera institución en sentirla como propia solicitando a la santa sede su patronazgo fue el Cuerpo de la Guardia Civil, cuyo patronazgo ostenta de forma oficial desde 1913.
¿Pero, por qué la Virgen del Pilar y la Guardia Civil?. Parece que el origen se remonta a septiembre de 1864 cuando fue destinado el sacerdote castrense D. Miguel Moreno Moreno al Colegio de Guardias Jóvenes Valdemoro (Madrid). Este sacerdote era muy devoto de la Virgen del Pilar, e inculcó esta devoción a los chicos del Colegio y en el lugar. Con el paso de los años la imagen, el himno y la medalla del Pilar eran un signo de identidad del propio Colegio por el cuidado que su sacerdote ponía en organizar su fiesta. Avanzando el tiempo las generaciones de guardias civiles que habían pasado por aquel Centro se llevaban con ellos la devoción a la Pilarica a sus lugares de destino, hasta el punto que pocas décadas después los días 12 de octubre en los cuarteles ya se vivía como un día familiar y festivo recordando el paso por Valdemoro. Quién le iba a decir a aquel humilde sacerdote iba a trasmitir tan bien el amor a la Santísima Virgen del Pilar, logrando que fuera proclamada Patrona de la Benemérita. Como dice una letrilla popular: ''Sobre este pilar bendito, que es el pilar de la Patria, tiene su trono la Virgen, Reina y Señora de España''.
Feliz 12 de Octubre a toda la Guardia Civil y a todas las instituciones que la tienen por Patrona, así como a todos los españoles e hispanohablantes de bien; y que ¡Viva la Virgen del Pilar!
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