2 Cuando entro en la Iglesia trato de santiguarme, y al pasar ante el Santísimo hago genuflexión o inclinación de cabeza.
3 Si llego tarde me incorporo en silencio y sin llamar la atención (Puedo comulgar si he llegado a tiempo de escuchar las lecturas)
4 Durante la celebración (que es lo más importante) no se deambula por el templo ni se ponen velas
5 Respuestas que se confunden:
Evangelio según San…_ ¡Gloria a ti Señor!
Palabra del Señor…_ ¡Gloria a ti Señor Jesús!
6 Cuando el sacerdote dice “orad hermanos’’ nos ponemos en pie y respondemos: El Señor reciba de tus manos este sacrificio para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
7 La oración: ‘’Por Cristo con Él y en Él’’ (rezada o cantada) es exclusiva de los sacerdote. Al final sólo respondemos ¡Amén!
8 El momento de la Paz es un gesto simbólico, basta con dar la paz a los que tengo más cerca sin necesidad de moverme del sitio. A menudo alargamos este gesto demasiado hasta el punto de socializar el acto y despistarnos de la fracción del Pan.
9 En la reserva, cuando el sacerdote guarda al Santísimo en el Sagrario es aconsejable que nos pongamos en pie como muestra de afecto y respeto a Jesús Sacramentado.
10 Desde que el sacerdote imparte la bendición hasta que salimos del templo mantenemos el clima de silencio por respeto a las personas que quieran seguir orando. No nos movemos del sitio hasta que el sacerdote haya llegado a la sacristía.
Parroquia de San Félix Mártir de Lugones (Asturias)
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