(ACI).- El Vaticano ha anunciado hoy la creación de un nuevo Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, que absorberá los actuales Pontificio Consejo Cor Unum, Pontificio Consejo Justicia y Paz, así como el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes y el Pontificio Consejo de la Pastoral para los Operadores Sanitarios.
El anuncio se da casi dos meses después de que el Vaticano anunciara la creación del dicasterio para Laicos, Familia y vida; que entrará en funciones este 1 de septiembre y que ha fusionado dos Pontificios consejos: el dedicado a los laicos y el de la familia.
El nuevo departamento de la Santa Sede anunciado hoy 31 de agosto estará presidido por el Cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson –actual presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz– y tendrá una sección especial dedicada a los “prófugos e inmigrantes” expresando de esta manera la importancia que les da el Pontífice.
El comunicado dado a conocer por el Vaticano señala al respecto que “no puede ejercerse hoy un servicio al desarrollo humano integral sin una atención particular al fenómeno migratorio”. Por este motivo, “esta sección estará bajo la guía directa del Sumo Pontífice”, añade.
En la Carta apostólica en forma de “Motu Propio” –quiere decir que la decisión de crear el nuevo organismo nace directamente del Papa–, Francisco recuerda que “la Iglesia está llamada a promover el desarrollo integral del hombre a la luz del Evangelio”.
El Pontífice explica que “el Sucesor del Apóstol Pedro, en su labor de promover estos valores, adapta continuamente los organismos que colaboran con él, de modo que puedan responder mejor a las exigencias de los hombres y las mujeres, a los que están llamados a servir”.
“En modo particular, este dicasterio será competente en las cuestiones que se refieren a las migraciones, los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura”, detalla el Pontífice sobre las razones que le han llevado a crearlo.
En la Carta también anuncia que los dicasterios que serán absorbidos por este nuevo cesarán de sus funciones y serán suprimidos el próximo 1 de enero de 2017.
Por otro lado, el Vaticano también ha dado a conocer los estatutos del nuevo departamento. Entre los diversos artículos y puntos que lo conforman, se explica que promoverá el desarrollo social y humano integral a la sombra de la doctrina social de la Iglesia, para lo que destaca la importancia de las relaciones con las Conferencias Episcopales “ofreciendo su colaboración para que sean promovidos los valores concernientes a la justicia, la paz, así como el cuidado de la creación”.
En otro punto se manifiesta que el dicasterio estará dedicado a “la humanidad sufriente, entra ellos los necesitados, los enfermos y excluidos” y seguirá “con la debida atención a las cuestiones relevantes a las necesidades de cuantos son obligados a abandonar su patria o son privados, los marginados, las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desocupados y las víctimas de las formas contemporáneas de esclavitud y de tortura y las demás personas cuya dignidad está en riesgo”.
El estatuto también revela que el Servicio de Desarrollo Humano Integral trabajará para que “en las Iglesias locales sea ofrecida una eficaz y apropiada asistencia material y espiritual (…) a los enfermos, prófugos, excluidos, migrantes, a los sin papeles, circenses, nómadas y a los itinerantes”.
Además favorecerá y coordinará “las iniciativas de las instituciones católicas que están comprometidas en el respeto de la dignidad de cada persona y la afirmación de los valores de la justicia y de la paz en la ayuda a los pueblos que están en la indigencia, especialmente aquellas que prestan socorro a sus más urgentes necesidades y calamidades”.
En otro artículo se declara que en el dicasterio serán constituidas la “Comisión para la caridad, la Comisión para la ecología y la Comisión para los operadores sanitarios”.
Por último, asume también “las competencias de la Santa Sede respecto a la creación y la vigilancia de asociaciones internacionales de caridad y de fondos instituidos a los mismos fines”.
La nueva medida forma parte de la reforma de la curia que el Papa Francisco lleva realizando desde que fue elegido Pontífice en 2013.
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