(COPE) Recuerda el Pregón de la Vigilia Pascual que Dios para liberar al esclavo, entregó al hijo. Esto se nota con bastante claridad en la Santa que recordamos hoy: Josefina Bakhita. Nacida en un poblado primitivo en Sudán Occidental en torno al año 1869. En su familia se hablaba con horro de la esclavitusd, una lacra que le había tocado a sus antepasados. A los ocho años un día cuando va con una amiga por el bosque dos hombres les piden comida y les aislan para que les recojan frutas de los árboles.
Ella será apresada y vendida como esclava. Durante todo este tiempo sufrió muchas cruedades y tormentos pasando por diversos amos. Sus intentos de escapar fueron en vano. El quinto señor que le compró era un italiano que le trató muy bien comparación con los demás. Cuando este hombre retornó a su tierra, ella en gratitud, le acompañó haciendo buena amistad con la familia del colono que, por primera vez le ayudaron y le fueron devolviendo al dignidad que había perdido.
Josefina ya había tomado contacto con el entorno cristiano y había reparado en unasreligiosas -las canosianas- que habían sido fundadas por Santa Magdalena de canossa para atención de huérfanos y necesitados. Cuando la familia en la que estaba compra un gran hotel, ella ya no les sigue, sino que entra en las religiosas para abrazar este carisma. Le acompañará también la hija de sus señores.
En este periodo de formación aseguró que Dios desde el Cielo le había ayudado, junto a su Madre en este tiempo. Su humildad hizo que todos le considerasen una mujer de Dios, consagrada del todo a Él. Cuando muere, invoca a la Virgen y deice que le hubiese gustado haber conocido a sus captores porque, gracias a ellos, se acercó al Dios que libera y salva. Era el año 1947 cuando emigró a la Casa del Padre.
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