El pasado sábado día del Beato Luis Antonio Ormières, no pasó desapercibido ni por alto en nuestra agenda parroquial. Por la mañana las Hermanas creaban su propia cuenta de facebook -''Hermanas Santo Ángel Lugones''- con la que compartían con todos la alegría de celebrar al Padre fundador.
A las dos de la tarde el Sr. Arzobispo, tras haber concluido esa misma mañana su semana de ejercicios espirituales en Madrid junto a otros diecisiete prelados, llegaba a Lugones para encontrarse con el Párroco y juntos poner rumbo a casa de las Hermanas. Allí aguardaban ilusionadas las cuatro religiosas, las cuales enseñaron al Pastor de la diócesis las instalaciones de la Comunidad, orando todos juntos en la capilla.
Compartieron mesa y mantel en una fraterna comida familiar donde Don Jesús departió con las hermanas tantas realidades que les unen por su vocación religiosa. Fue un encuentro gozoso que se alargó hasta las cuatro y media cuando hubo que levantar la mesa por la agenda del Párroco que le reclamaba para presidir un funeral en la Parroquia.
En la misa de las siete y media se celebró por todo lo alto la Fiesta del Beato Ormières en una entrañable eucaristía en la que no faltaron numerosos gestos para la Congregación y para las hermanas de Lugones. Se cantó el himno del P. Luis, "Reina de Ángeles", "Hoy quiero cantarte", "Día y noche van tus ángeles Señor, conmigo", y cómo no, el salmo 137 que las hermanas entonaron como acción de gracias tras la comunión: ''Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti''.
En su homilía, el Párroco desgranó en varias pinceladas la figura del Beato Luis Antonio destacando su alma de educador por vocación, su lucha por dar respuesta a los problemas de alfabetización de la Francia rural de su época, y su anhelo de pasar por la vida como mensajeros de Dios para los demás, siendo maestro sólo desde la humildad del que reconoce que Cristo es el único Maestro.
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