sábado, 12 de septiembre de 2020

Gracias Catequistas. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

En este mes de Septiembre cuando comenzamos el curso pastoral, quisiera rendir mi personal homenaje a tod@s l@s catequistas que a lo largo del tiempo han prestado un impagable servicio a la comunidad parroquial de San Félix de Lugones. A veces estamos absortos en tantísimas ocupaciones que se nos ha podido pasar por alto esta entrega que ahora más que nunca tiene un mérito digno de todo reconocimiento. 

Nuestras catequistas de hoy no realizan esta impagable labor por compensación económica ni por prestigio social ni por que sea una tarea grata; detrás sólo hay un factor: la fé que mueve montañas y que empuja ese amor a Dios y a la Iglesia encarnado en el aquí y ahora del servicio a la comunidad parroquial a la que pertenecen. 

Algunas están jubiladas, por lo que podrían estar disfrutando de su merecido descanso, otras compaginan esta misión con su vida laboral o académica, por lo que recortan su tiempo libre para darlo desinteresadamente a los niños del Cate. Hay mucho que reconocer en ellas: su paciencia para con los guajes, su esfuerzo por tratar de ser transmisoras de la fé a contra corriente del ambiente que nos rodea, así como el compromiso que semana tras semana les lleva a preparar los distintos temas, trabajos o cantos... Sin duda son héroes de la evangelización de nuestro tiempo. 

Hay que dar gracias a Dios por ellas; por sus silencios, por sus disgustos e incomprensiones ahogadas en su prudencia y discreción, por ser transmisoras de alegría y por tantísimas horas dedicadas a dar a conocer a Cristo, algo que a Él no se le escapa y que por tanto serán merecedoras del ciento por uno. Ellas son una de las joyas de nuestra Parroquia que semana a semana y año tras año dan lo mejor de sí mismas en la preciosa tarea poco agradecida de dar a conocer no sólo teorías, sino a Jesús mismo vivo en medio de nosotros.

Sólo conociendo a Jesús y experimentando que Él vive, uno se decide a seguir sus pasos y a vivir la vida en esta gran familia de amigos que llamamos Iglesia haciendo el esfuerzo por tratar de que nuestras obras, palabras e ideas, nos lleven por el mejor camino para ser igualmente mejores con los demás y con nosotros mismos, y así construir también un mundo mejor.

El Papa Francisco en un acto hace dos años con más de 500 catequistas de 48 países organizado en el Vaticano por el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización decía: ''Piensénlo bien: en este mundo, en esta área de tanta indiferencia, vuestra palabra siempre será un primer anuncio que llega a tocar el corazón y la mente de muchas personas que están a la espera de encontrar a Cristo. Incluso sin saberlo, pero lo están esperando...''

El nuevo curso se presenta con muchísimo trabajo y complejidad por la pandemia que nos asola, pero no tenemos miedo al futuro ni la faena o contratiempos; todo lo afrontaremos con la ayuda del Señor. Desde la unidad y comunión a la que somos llamados y en el momento histórico que nos toca vivir, entendemos que toda obra de Iglesia es catequesis: liturgia, caridad, familia, pastoral de enfermos, cofradía, religiosas... Dejemos ser "catequizados" por los demás y superemos complejos, pues ni somos tan pocos ni tan poco importantes como pretenden hacer ver algunos, a sabiendas que la misión a la que somos llamados sigue siendo apasionante y será compensada con el ciento por uno.

De corazón: ¡GRACIAS CATEQUISTAS!

No hay comentarios:

Publicar un comentario