El proyecto llega a a su penúltima reforma con la restauración de la capilla de los Vigiles; falta aún la mejora de las vidrieras góticas de la zona sur
Alberto Arce/ Rosalía Agudín
(El Comercio) Un lustro de paralización, obras que en un principio se realizaron a un mayor ritmo que en la actualidad y proyectos a los que le llegó la financiación varios años después. El plan director de la Catedral, realizado por los arquitectos Jorge Hevia y Cosme Cuenca, cumple veintitrés años. Fue en 1996 cuando se aprobó y las obras que se proyectaban aún no han finalizado.
Esta semana arrancó la penúltima, la rehabilitación de la capilla de los Vigiles, pero aún queda una: la restauración de las vidrieras góticas de la zona sur y las del crucero. Los trabajos dependen del ministerio de Cultura, pero el gobierno por el momento está en funciones. Las últimas cuentas realizadas por Cristobal Montoro, ministro de Hacienda bajo la presidencia de Mariano Rajoy, se alargarán aún más hasta que se forme nuevo ejecutivo. Luego llegará la negociación presupuestaria para ver si se incluyen en el proyecto de 2020.
El plan director de la Catedral se ha llevado más de 5,2 millones de euros (5.263.570,382 euros) en veintitrés años y a pesar de que las obras se han hecho de forma escalonada, el deán, Benito Gallego, dice que el ritmo «ha sido razonable, sobre todo antes del parón». Todos los planes se suspendieron durante un lustro bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero. Se reanudaron en 2011 aunque no al paso que le gustaría al Cabildo. La última obra que se hizo antes de la restauración de la capilla de los Vigiles fue la reparación de fachadas del claustro. Lucen como nuevas desde julio de 2017.
Todas estas obras han sido fundamentales para el futuro del templo. «Se hicieron para que no cayera porque había desprendimientos» y también se han tenido que hacer trabajos con carácter urgente. «Durante todo este tiempo han surgido imprevistos como el rosetón del norte y hemos tenido que atender emergencias sobre la marcha», abunda el deán, quien, también, alaba que hayan sido cinco las entidades que han puesto dinero hasta llegar a estos más de cinco millones.
Cultura, a la cabeza
La administración que más obras ha hecho hasta el momento ha sido la Consejería de Cultura con diez intervenciones. Le sigue el propio arzobispado junto al cabildo (ocho) y la lista la cierran los ministerios de Cultura (con cuatro), Fomento (otras cuatro) y la Fundación María Cristina Masaveu (una).
El problema más preocupante ahora son las vidrieras góticas de la nave sur. Están formadas por diversos santos, obispos y a la Virgen con el Niño y la Cruz de los Ángeles y por ellas entra el agua los días de más lluvia. Narra Gallego que para estos trabajos ya hay un proyecto que «ya han enviado al ministerio» pero el paso del tiempo ha hecho mella. Se hizo hace una década y el coste por aquel entonces era de 357.820 euros. Pero el deterioro ahora es mayor y las arquitectas del Estado ya han visitado la zona y han «visto que está muy deteriorada».
Aun así, y a pesar de que hasta la fecha se hayan gastado 814.985,558 euros menos de lo proyectado inicialmente por Hevia y Cuenca, las intervenciones del plan director ya lucen ejecutadas al 98%, y con la restauración de los Vigiles la Catedral se encuentra en la antesala de lo que en los próximos años se constituirá como la culminación de uno de los proyectos de mayor envergadura del panorama regional en cuanto a lo que patrimonio eclesiástico se refiere.
Asimismo, en esa historia reciente de grandes acometidas en la gran basílica metropolitana de San Salvador, unas de las más importantes por su tamaño y relevancia fueron, en 2003, las de restauración del claustro, la cubierto y el tambor ción de la capilla del Rey Casto, que conllevó, además, la mejora de la red de saneamiento por 848.707,62 euros. Promovidas por la Consejería de Educación y Cultura del Principado, entonces presidido por Vicente Álvarez Areces, fueron licitadas en un comienzo por un millón de euros.
Año Santo
Cinco años después, en conmemoración del Año Santo Jubilar del pasado 2008 y de las cruces de Los Ángeles y de La Victoria, el plan ya sumaba más de 4 millones de euros (4.020.854,902) en veintidós actuaciones. Se habían restaurado las bóvedas de la girola, los accesos a la Cámara Santa, la capilla palatina junto a la conocida torre de San Miguel, la torre románica de la basílica, y la escalera barroca de Francisco de la Riva en tan solo dos años.
Ahora, ya solo falta que los profesionales de Valuarte Conservación de Patrimonio, la empresa encargada de rehabilitar los Vigiles, completen el encargo. Tienen seis meses y la primera fase de los trabajos consistirá en realizar dos sondeos arqueológicos que tratarán de dar con la perdida iglesia prerrománica de Santa María, que, según afirman los investigadores, estaría ubicada al costado norte de San Salvador e ideada en origen a la liturgia funeraria dedicada a Alfonso II.
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