(Iglesia de Asturias) El próximo mes de septiembre se conmemorarán los 25 años desde que el sacerdote diocesano Celestino Castañón, entonces párroco de San Lázaro, en Oviedo, lograra añadirle a su parroquia el apellido “Del camino”, por encontrarse ésta en el último tramo del Camino de El Salvador, que permite a los peregrinos que llegan a León, por el Camino Francés, desviarse hasta Oviedo para visitar la Catedral de El Salvador, con sus reliquias, especialmente, el Santo Sudario. Con este motivo, en aquel momento, se organizó una peregrinación por el Camino de El Salvador, y aquella fue la primera actividad y germen de la asociación que se creó con el nombre de “Asociación Astur-Leonesa de Amigos del Camino de Santiago”. Hoy, la asociación cuenta con cerca de 200 socios, realiza actividades y peregrinaciones durante todo el año, y su presidente es José Luis Galán, que explica que el “objetivo y la razón de ser de esta asociación, según sus estatutos, es la promoción del Camino de El Salvador y del Camino Primitivo, así como la ayuda y la asistencia a los peregrinos que llegan a Oviedo. Esos son los dos motivos principales, pero después hay otros, como el fomento de las peregrinaciones por todos los caminos jacobeos de la península”.
A pesar de que Oviedo es el lugar donde nació el Camino de Santiago –según cuenta la tradición, fue el rey Alfonso II el primer peregrino a Santiago–, durante muchos años las rutas más frecuentadas por los peregrinos para llegar hasta la tumba del Apóstol han ignorado este destino, que sin embargo, desde hace unos años hasta ahora, vuelve a tener importancia. “La Catedral de Oviedo, de El Salvador –indica José Luis Galán– es un destino que no debe perderse nadie cuando hace el camino primitivo. En ella está la Cámara Santa, con las reliquias, y precisamente por eso cobra sentido el conocido dicho de Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y olvida al Señor”.
Y es que la cifra de peregrinos que llegan hasta Oviedo se incrementa año tras año. “Los años jacobeos son años de más afluencia de gente, pero en esta ocasión no volverá a ser año jacobeo hasta 2021 y sigue aumentando la llegada de peregrinos por el camino de El Salvador, de León a Oviedo. Probablemente –añade el presidente– el trabajo de las asociaciones y de las administraciones ha tenido mucho que ver. Pero lo cierto es que se vuelve a recuperar el esplendor y la importancia del camino de Santiago en Asturias y León. El año pasado, por el albergue de Oviedo pasaron peregrinos de 69 nacionalidades distintas, pernoctaron 4.400 personas, pero fueron muchos más los peregrinos que pasaron por aquí, cerca de 8.000”. Como detalle curioso, es importante señalar que al menos por Oviedo pasaron más peregrinos extranjeros que españoles, (un 58% del total), y es que, como afirma el presidente de la Asociación, “el Camino de Santiago es una marca turística acreditada en todo el mundo, es tan conocida que no hay que hacer gran publicidad de ella porque se conoce ampliamente, y eso es algo que en Asturias tenemos que aprovechar y fomentar aún mucho más”.
Se trata de una experiencia de gran calado a nivel personal. No todos los peregrinos, ni mucho menos, tienen una motivación religiosa para caminar a pie o en bicicleta durante días, soportando las inclemencias del tiempo y las incomodidades de albergues que, en su mayoría, distan mucho de parecerse a un hotel. Hay motivaciones deportivas, culturales y muchas otras, pero “no deja de ser una experiencia, como mínimo, espiritual en un sentido amplio de la palabra”, señala Galán: “Muchos comienzan como turistas, otros como peregrinos, otros como deportistas, pero todos acaban con un nudo en la garganta cuando llegan a Santiago”.
De la misma manera opina Lourdes Campillo, vocal de cultura de la Asociación, y responsable del boletín bianual, que se edita desde sus comienzos: “El Camino aporta muchas cosas, pero sobre todo la experiencia de compartir. Compartes la amistad, compartes la compañía, la visión de otros pueblos, de otras gentes… tienes una forma distinta de conocer, que no tiene nada que ver con la de ir en coche, sino paso a paso”.
Un nuevo albergue para los peregrinos en Oviedo
En el caso de Oviedo, el albergue de peregrinos tiene carácter municipal, pero su dirección está encomendada a la Asociación Astur-Leonesa de Amigos del Camino de Santiago, que llevan a cabo esta labor de forma voluntaria y desinteresada. “Hoy podemos decir que Oviedo cuenta con un albergue a la altura de la ciudad, pero no siempre hemos podido decir lo mismo”, explica Antonio Crespo, Vicepresidente de la Asociación. “Que pasen 8.000 peregrinos en un año por Oviedo es algo bueno para la ciudad –afirma– y hay que reconocer que el Ayuntamiento, al margen de ideas políticas o de formaciones, está por encima de todo eso y apoya al Camino de Santiago”. Y es que el primer albergue con el que contó la ciudad se situó en San Pedro Mestallón, allá por 1990. Tenía 16 camas, y pronto se quedó pequeño, pasando a ocupar el que ha estado activo hasta hace varias semanas, en Adolfo Posada. Sin embargo, tal y como explica Antonio Crespo, “esa casa se encontraba en una situación que no cumplía los mínimos exigibles, con humedades y una serie de problemas estructurales que lo hacían inviable”. Ante este problema, buscaron varias alternativas, hasta que se decantaron por un espacio que ofrecía el Seminario Metropolitano, que convenció “porque estaba para entrar al día siguiente”.
Además de limpieza, higiene y amplitud, con el nuevo albergue, situado en la calle Leopoldo Alas, número 20, han ganado plazas, pasando desde las 32 hasta las 51 en total que hay ahora”. “Una cifra –señala– que puede que se quede algo corta en verano, donde seguramente se llenarán las plazas a diario, pero el resto del año será más que suficiente”. En él, a los peregrinos se les ofrece cama y ducha, quedándose sólo un día, excepto aquellos que presenten algún problema físico o de salud.
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