jueves, 22 de agosto de 2013

Palabras de Nuestro Párroco ante las Fiestas de Lugones


ESTAD ALEGRES EN EL SEÑOR

            Un año más “nos llama” Santa Isabel. Como en la totalidad de nuestra geografía astur y nacional, un hecho religioso nos convoca inicialmente y nos invita a vivir una fiesta. Sería prácticamente imposible encontrar en todo nuestro entorno un evento de este tipo que no haya surgido, crecido, extendido y permanecido fuera del amparo y promoción de la Iglesia, aunque algunos de ellos ya se hayan paganizado (que cantaría El Mägo de Oz) o diluido en el hedonismo rampante que la propia crisis se está encargando de reducir a yunque y martillo.

            La Iglesia, por tanto, siempre ha estado y ha querido estar presente promoviendo y acompañando la felicidad y algarabía de los acontecimientos históricos y festivos más importantes del pueblo fiel y que tienen su origen en el modelo y ejemplo que a éste le han dado a lo largo de los siglos sus personajes más ilustres, los santos, identificando en Lugones una fiesta especialmente entrañable con el patrocinio y nombre de “Santa Isabel.”

La Iglesia no es pues, ni nunca ha pretendido serlo, una especie de señora cascarrabias y aguafiestas con la que algunos pretenden identificarla, sino precisamente lo contrario y, además, el punto de partida de la expresión y manifestación de esa vivencia compartida de la alegría que debe caracterizarnos a los cristianos: “Estad alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres” (Flp. 4,4-5).

Otra cosa podría ser el concepto de “fiesta” que algunos puedan tener y su devaluación muchas veces hasta el ridículo, el esperpento o el mal ejemplo. Y, la Iglesia, que ni es ciega, ni sorda ni, -auque algunos lo pretendan- muda, tiene la obligación (también sin moralinas anacrónicas) de reivindicar el verdadero encuentro festivo y “sano” de una fiesta que emana de ella, de la que es promotora y protagonista y que lleva por nombre el de una santa que vivió festivamente la alegría de su Buenaesperanza, lo que le hace ocupar un puesto muy significativo en nuestra Parroquia.

 Que al socaire de “Santa Isabel” hay algún desmadre y alopeor algunos beben demasiado, evidentemente sí; pero también se bebe y se desmadra en otras fiestas importantes y relevantes de nuestra localidad y de otras. Tampoco debería esta fiesta de cargar con un “San Benito” sólo por eso. Y en Asturias pedir a la gente que en una fiesta no se beba es como pedir que no llueva. Lo que a mi juicio habría que intentar poco  a poco es no promocionar como “necesidad” la incultura del alcohol para pasarlo bien, sobre todo los más jóvenes, y que, este año al menos, no beban proporcionalmente a lo llovido, sinó…

Santa Isabel, como hemos dicho, comienza en la Iglesia, y lo mismo que ella buscó el encuentro con María y en éste saltó de alegría la criatura en su vientre, su memoria debe ayudarnos a nosotros a buscar y encontrar lo que nos une en la raíz de nuestro corazón y da alegría e identidad a nuestra común existencia en Lugones, y, junto con la misa y la mesa, en un merecido “respirar” (que diría Medina Azahara o Melendi a su pez), cantar y bailar y vivir la fiesta en un fraternal encuentro, estando alegres…en el Señor. Os lo repito.

Joaquín M. Serrano Vila, Párroco

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