(RV).- Benedicto XVI asistió esta mañana, en la Capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico, junto a la Curia Romana, al primer sermón de Adviento del predicador de la Casa Pontificia, el padre Raniero Cantalamessa.
El padre capuchino habló sobre "El Año de la Fe y el Catecismo de la Iglesia Católica". Siguiendo la carta Porta Fidei del Santo Padre, el fraile franciscano destacó la importancia de "redescubrir y estudiar los contenidos fundamentales de la fe, sintetizados sistemática y orgánicamente en el Catecismo de la Iglesia Católica".
"Debemos comprender -dijo- el principio que informa y une todo, el corazón del Catecismo ¿Y cuál es ese corazón? No es un dogma, o una verdad, una doctrina o un principio ético; es una persona: ¡Jesucristo!"
El padre Cantalamessa señaló que "nuestra situación ha vuelto a ser la misma que en el tiempo de los apóstoles. Ellos tenían ante sí un mundo precristiano para predicar el evangelio; nosotros tenemos ante nosotros, al menos en cierta medida y en algunos sectores, un mundo poscristiano para reevangelizar". ¿Cuál es el sentido del Catecismo? Lo mismo que en la Iglesia apostólica: formar la fe, dándole un contenido, mostrando sus exigencias éticas y prácticas, volviéndola una fe que "actúa por la caridad"
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