martes, 5 de abril de 2016

LA PARROQUIA NO ES EL PÁRROCO, PERO SIN PÁRROCO NO HAY PARROQUIA


            Comienzo este artículo cuando la paz y el silencio de la noche me ayudan a pensar en la siguiente “batalla” tras la vorágine litúrgica y celebrativa de la Semana Santa.

            Sin la menor duda, TODOS tenemos muchos motivos para estar satisfechos de nuestra parroquia y de nuestro trabajo en ella. Pienso, sincera y humildemente, que la misma ha crecido y avanzado mucho en los últimos años. No sólo en lo material, que exige una constancia y un permanente esfuerzo, sino principalmente en lo espiritual y pastoral, y, muy particularmente, en la participación plural. Muchos de nuestros proyectos comunes que ya son una realidad, eran, no hace mucho tiempo, puras utopías y buenas intenciones. Sabemos que son muchos los que comparten nuestra alegría, no pocos los que valoran lo realizado y que seguro habrá algunos a los que les moleste, luego está claro que estamos en el camino adecuado.

            Del buen entendimiento y reciprocidad de colaboración entre los que formamos esta comunidad parroquial dependen en gran medida los “éxitos” pastorales. De nada le sirve a un párroco ser muy dinámico y emprendedor si tiene unos feligreses apáticos e indiferentes. De nada le sirve a una feligresía un párroco muy preparado y capaz si se arredra y acomoda ante cualquier iniciativa de sus fieles.

            Esto es lo que fundamentalmente hace diferentes a unas parroquias de otras, y, por qué no decirlo, lo que a veces genera también celos entre unas y otras (curas y feligreses). Nosotros, en Lugones, no estamos exentos de discrepancias internas y visiones diferentes en todos los aspectos, pero el motivo que nos ha de enorgullecer principalmente y que puede servir de ejemplo y reflexión para otros, es el de poder y saber caminar juntos, feligreses y párroco. Teniendo claro que lo que es bueno para la Parroquia es bueno para el párroco, y lo que beneficia al párroco, beneficia sin duda a la Parroquia.

            Por eso, y por medio de éste, quiero dar las gracias más sinceras a TODOS los feligreses de Lugones por su ejemplo de participación e implicación sincera en la vida de la Parroquia. Los que actúan en diferentes iniciativas y tareas (Catequésis, Cáritas, Cofradía -muy particularmente en estas fechas-; Liturgia (lectores permanentes y esporádicos) Equipo de Monaguillos/as, Consejo Pastoral, Limpieza, profesionales que nos ayudan permanentemente y a cualquier hora (Albañil, electricista, carpintero…), Organista, sacristanes, voluntarios para las colectas, Funeraria S. Mateo… y también a los periodistas locales, siempre atentos a nuestras iniciativas y transmisores de nuestras noticias, pero, sobre todo, a la feligresía incondicional que abarrota con su presencia, participación, cantos y oraciones, nuestras celebraciones de todo  el año.

            No hay nada más pleno y satisfactorio para un párroco que saber que cuenta con una Parroquia viva y participativa, por eso a todos y de todo corazón, perdón por los errores y “meteduras de pata” (que también las hay) y muchas; muchas gracias por estar ahí. Y a TODOS… ¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!!


Joaquín (Párroco)

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