Del total de personas infectadas en el mundo con el VIH/, aproximadamente el 25 por ciento es atendida por alguna institución de la Iglesia Catolica, lo que la convierte en la institución más importante a nivel mundial en este tema. Este porcentaje aumenta en el caso deÁfrica, en donde la Iglesia cuida de casi el 50 por ciento de los afectados por este flagelo.
En entrevista concedida a la plataforma multimedia de la organización Ayuda a la Iglesia que Sufre, Wheregodweeps.org, el P. Michael Czerny, fundador de la Red Jesuita para lucha contra el SIDA en África, precisa que en algunos lugares alejados de las grandes ciudades, la cantidad de personas que sufren esta enfermedad y que son atendidas por la Iglesia llega incluso al 100 por ciento.
"Con frecuencia los únicos servicios para lidiar con el SIDA en áreas remotas con las clínicas de la Iglesia", añade el sacerdote jesuita que dirige la mencionada red en la ciudad de Nairobi, Kenia.
El sacerdote resalta luego que "la Iglesia en el mundo es la entidad que más cuida a enfermos de VIH, a quienes ya padecen el SIDA y cuida además de quienes son afectados por este flagelo: las viudas, los huérfanos y demás personas que tienen que lidiar con este problema".
"Dado que el HIV y el SIDA no son solo una infección o enfermedad sino también un problema personal, familiar, social y espiritual, lo que la Iglesia puede hacer y lo que efectivamente hace que me enorgullece es acoger a la personas de manera integral, considerando su dimensión psicológica y espiritual, básicamente, y no solo al nivel médico", explica.
El SIDA y el condón
Tras comentar que se lucha contra el SIDA con espíritu de familia , llevando a Cristo a todos los afectados, amigos y parientes, el P. Czerny recuerda lo dicho por el Papa en su viaje a África en 2009 sobre el hecho de que el condón no resuelve el problema, sino una auténtica humanización de la sexualidad.
Esta afirmación secundada por el Dr. Edward Green, entonces Director del programa para la prevención del SIDA de la Universidad de Harvard. Este experto explicó, días después del viaje del Santo Padre, que "el condón no previene el SIDA, solo la conducta sexual responsable puede responder a esta pandemia".
Luego de explicar que la clave para la lucha contra el SIDA está en la promoción de la abstinencia y la fidelidad, que permiten vivir la sexualidad de manera sana y bella, el sacerdote denuncia que en África, "la masiva promoción del condón es sinónimo de destrucción".
"Eso no está haciendo frente al problema, pero desafortunadamente no es el único ejemplo de aproximaciones equivocadas impuestas a África a las cuales ha sobrevivido este continente", añade.
Finalmente el P. Czerny expresa su esperanza de que "con la enseñanza que el Santo Padre ha dado progresemos. El éxito real está en que la gente joven sea capaz de vivir su sexualidad más responsablemente. Cuando las parejas casadas viven su sexualidad de esta forma, y cuando el SIDA se enfrenta todos juntos como la familia de Dios, entonces avanzamos en África".
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