jueves, 26 de junio de 2025

Villaviciosa despide a sus tres últimas Carmelitas Vedrunas: "Habéis sido abrazo y luz"

(Lne) La iglesia parroquial de Villaviciosa acogió este miércoles una emotiva eucaristía de acción de gracias en homenaje a las Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna, que ponen fin a 130 años de presencia ininterrumpida en el concejo. Las religiosas María Virginia García del Cueto, Aurora Villoria de la Fuente e Isabel Nieto Limia, integrantes de la comunidad en el Colegio San Rafael, iniciarán una nueva etapa. Las dos últimas en distintas casas de mayores que la congregación tiene en León y Orense, mientras que María Virginia García permanecerá en Villaviciosa para cuidar a su hermana.

A la hora del adiós, las monjas recordaron que las carmelitas llegaron al concejo para "hacerse cargo de la educación de las niñas, que estaba bastante abandonada en esa época, y gracias al interés de algunos padres de familia y del párroco, don Manuel Fernández". El colegio se abrió el 24 de octubre de 1895, fiesta de San Rafael, de ahí su nombre, en la calle del Agua, en el edificio que hoy ocupa la Casa de Cultura.

"El carisma de Santa Joaquina ha arraigado profundamente poco a poco en los corazones de unas 28 jóvenes de Villaviciosa y su concejo que entraron a formar parte de la congregación", añadieron las hermanas a LA NUEVA ESPAÑA. "Nos despedimos con todo cariño, que nos encomendéis en vuestras oraciones a Nuestra Santísima Madre del Carmen, como nosotras lo haremos también por todos vosotros, para que siempre seamos fieles a nuestra consagración y la vivamos como el primer amor", indicaron.

La comunidad educativa del centro y la congregación convocaron al acto de homenaje en la iglesia a vecinos, familias del colegio, alumnado y a "quienes compartieron camino con las hermanas" para acompañarlas en su despedida. La emotiva eucaristía fue presidida por el párroco local, Gonzalo José Suárez, junto a varios sacerdotes. En su homilía, agradeció la labor de las hermanas en Villaviciosa. "No podemos dejarnos llevar por la nostalgia o el derrotismo ante el cierre de tantas comunidades por falta de vocaciones, pues en tiempos de Santa Joaquina de Vedruna la situación era similar. Sin embargo, el Espíritu suscitó numerosas fundaciones en aquella Cataluña industrial y secularizada. Así es la historia de la Iglesia y la acción de Dios en ella", afirmó.
La eucaristía y el acto de homenaje contaron también con la presencia del alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega, y de varios representantes del Ayuntamiento. Durante la ceremonia, el regidor entregó una placa conmemorativa, con el escudo del municipio, a cada una de las hermanas vedrunas.

"Desde el gobierno municipal queremos expresar, en este momento emotivo por el fin de su presencia activa en la Villa, nuestro más sincero agradecimiento y reconocimiento a la comunidad de Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna. A todas las que han pasado por aquí en más de un siglo de historia y, en especial, a Virginia, Aurora e Isabel, como actuales representantes de la comunidad", expresó el Alcalde. "Queremos destacar su valiosa labor religiosa y educativa, que ha dejado una profunda huella en Villaviciosa. Con nuestra gratitud, les deseamos salud y lo mejor en esta nueva etapa", concluyó Vega.

Las religiosas, además, estuvieron arropadas por las delegadas provinciales de la congregación, así como por la comunidad educativa y la asociación de padres del colegio. Todos ellos les transmitieron su gratitud por tantos años de entrega y cercanía. "Su ejemplo ha sido una lección diaria de humildad, alegría y compromiso con los demás. Su presencia ha dejado huella en la historia y el corazón de Villaviciosa", expresaron los representantes de estas entidades durante el acto.

Gratitud
Estela Miranda, directora del Colegio San Rafael, dedicó unas palabras llenas de gratitud a las Hermanas Carmelitas de la Caridad. "Hoy nos reunimos con el corazón lleno de gratitud y, sí, también con emoción, para dar las gracias a unas mujeres extraordinarias. Nombrar a Virginia, Aurora e Isabel es recordar entrega silenciosa, sonrisas en los pasillos y palabras que han consolado y fortalecido", dijo, destacando su legado humano. Miranda añadió emocionada: "Habéis sido abrazo en los días difíciles y luz en los momentos de oscuridad. En cada rincón del colegio hay huellas vuestras: en las aulas, en la capilla y en los corazones de quienes os conocimos". "Esto no es un adiós, sino un reconocimiento al legado que queda y que seguirá guiando nuestro camino como faro que no se apaga", concluyó la directora del colegio.

La tres hermanas, que recibieron medallitas de la Virgen del Portal, se mostraron visiblemente emocionadas y agradecidas. Aseguraron que se sentían profundamente conmovidas por el cariño recibido. "Nos vamos con el corazón lleno por tanto amor compartido durante estos años", expresaron con emoción. Agradecieron "cada gesto, cada palabra, cada mirada", y aseguraron que llevarán consigo a Villaviciosa "en el alma y en la oración cotidiana".

Durante décadas, las hermanas María Virginia García del Cueto, Aurora Villoria de la Fuente e Isabel Nieto Limia no solo desempeñaron labores docentes, sino que también estuvieron implicadas en la vida pastoral de Villaviciosa. Así impartieron catequesis, acompañaron a jóvenes en San Justo y Sietes, organizaron celebraciones litúrgicas en Amandi y colaboraron como monitoras en campamentos.

Una historia compartida durante 130 años que deja una huella imborrable en generaciones de maliayeses. El acto de ayer fue un agradecimiento sincero a una vida de entrega, cercanía y vocación, así como un deseo de que el espíritu de su fundadora, Santa Joaquina de Vedruna, siga guiando su camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario