domingo, 27 de enero de 2013

En la «progre» San Francisco, 50.000 marchan por la vida y menos de 500 por el aborto libre

 
 
 
Si el viernes se celebraba la Marcha por la Vida en Washington, con décadas de tradición y hasta 500.000 asistentes, al otro lado del continente, en la muy progresista San Francisco, se celebró el sábado la Caminata por la Vida (www.walkforlifewc.com), un paseo de 3 kilómetros que finaliza en un mitin. Es una convocatoria mucho más joven (esta era la novena edición) que crece año tras año.
 
 
Cuando nació contaba con unos 5.000 participantes; este sábado eran diez veces más.
Pero el participante católico más novedoso fue el Nuncio Apostólico, Carlo Maria Viganó, presentado como "el embajador del Papa", que se dirigió a la multitud -en un acto perfectamente aconfesional y cívico- asegurando el apoyo y la bendición del Santo Padre y proclamando que "los que estáis aquí sois los mejores de Estados Unidos·. El mensaje papal era una variante de su tuit del viernes, encomendando a Dios el "impresionante testimonio público al derecho fundamental a la vida".
Aunque la Caminata es un evento aconfesional, recibe con normalidad la participación de líderes religiosos, y así se inició con una breve intervención del arzobispo Cordileone, que bendijo a los participantes y afirmó: "sois unos poderosos testigos de que la verdad de Dios no puede silenciarse. Sí, estamos aquí para quedarnos, porque la vida es buena y la vida es santa".  La manifestación y la caminata fue precedida por una Feria Informativa y ponencias de sensibilización "No Más Silencio", con la actriz Jennifer O´Neill (www.jenniferoneill.com)
 

Otros oradores fueron:
• Lacey Buchanan, una joven madre cuyo vídeo de YouTube sobre su hijo ciego ha llegado a más de 11 millones de espectadores;  Elaine Riddick, una mujer que fue esterilizada por la fuerza a los 14 años bajo las órdenes de la Junta de Eugenesia de Carolina del Norte, cuyo objetivo era purificar la población del estado eliminando a los enfermos mentales, enfermos, débiles mentales y otros considerados indeseables;
 
Kelly y Mateo Clinger, una pareja que abortó, que compartieron su historia sobre la angustia y el dolor causado por la vida en la industria de la música, el divorcio, la adicción y el aborto.

Mientras tanto, el acto convocado en el centro de San Francisco por asociaciones feministas y abortistas para celebrar los 40 años de la decisión judicial Roe vs. Wade que liberalizó el aborto en Estados Unidos, apenas consiguió reunir entre 300 y 500 personas. El "derecho al aborto" genera pasiones, pero el entusiasmo y la celebración no están entre ellas.

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