Priorato de San Lázaro. (107, rue du Faubourg Saint Denis, París, 10º distrito), situado en la zona que hoy comprende la estación del Norte y la iglesia de San Vicente de Paúl, fue la residencia de Vicente de Paúl durante la parte final de su vida, después de que la Congregación de la Misión se trasladara allí desde el College des Bons Enfants en 1632. La propiedad parece remontarse al siglo VI. En la época de Vicente estaba compuesto por el priorato y otros edificios, una granja y huertos, y estuvo bajo la administración de los canónigos de San Víctor hasta que pasó a la Congregación de la Misión en 1632. Además de ser un priorato para los canónigos, la propiedad había albergado un leprosario, un manicomio y el Tribunal de Justicia de la zona. San Lázaro fue saqueado la noche del 13 al 14 de julio de 1789, durante la Revolución Francesa (antes de que la Bastilla fuera asaltada; al parecer, la turba practicó con la Congregación de la Misión). Más tarde, la Congregación de la Misión perdió la propiedad y fue demolido, pero aún quedan vestigios de su antigua presencia y de la obra de Vicente de Paúl. Un recuerdo es el escudo original de San Lázaro, ahora en la pared de un edificio del Hospital de San Lázaro al final de la pequeña plaza Alban Satragne. El escudo representa a Lázaro resucitado de entre los muertos. Salvo un trozo de muro, los edificios originarios de San Lázaro han desaparecido.
Fachada de la prisión de San Lázaro, rue du faubourg Saint-Denis por Paul Schaan,
Dominio público, vía Wikimedia Commons
An original diorama (three-dimensional model) of the Saint-Lazare property, constructed by Jeffrey Wrona, a Chicago USA artist. Un original diorama (modelo tridimensional) de la propiedad de San Lázaro, construido por Jeffrey Wrona, un artista de Chicago (EE.UU.).
Mural de Vicente de Paúl. Una impactante imagen de Vicente de Paúl se encuentra en el área que antaño formaba parte de San Lázaro. Se construyó en 1988 en el extremo de un edificio de apartamentos de cinco plantas que había sido construido a principios del siglo XVIII por los vicentinos, y consiste en «costillas» de metal negro de distintos tamaños fijadas en ángulo recto a la pared. El mural es obra del artista Yvaral y está situado al borde de la plaza Alban Satragne, en el distrito 10, no lejos de la Gare du Nord.
Hospital de incurables. Llegamos al 40 Rue de Sèvres. Fue el Hospicio de los Incurables. Fundado en 1634 por el cardenal de La Rochefoucauld, gran amigo de san Vicente. Nuestro fundador alguno vez vino aquí a visitar a ciertos enfermos conocidos. A su muerte, el cardenal siguió cuidando el lugar, ya que donó buena parte de su fortuna a este Hospicio, que se mantuvo sólido.
Plaza de San Sulpicio. Olier fue amigo de san Vicente y ambos pertenecen a la Escuela de la Espiritualidad Francesa. Olier fundó la congregación de San Sulpicio (sulpicianos). Construyó un seminario. El edificio subsistió hasta la Revolución. Fue demolido entre 1802 y 1808. El antiguo seminario ocupaba la Plaza San Sulpicio.[3] Los sulpicianos volvieron, pasada la Revolución y construyeron otro seminario al costado. Pasando la hoy calle Place Saint-Sulpice. Lo habitaron en 1826. Permanecieron hasta 1906, cuando les forzó a dejarlo la legislación anticristiana. El edificio pasó a ser propiedad del Estado, y lo es aún hoy. Sus locales dan cobijo a algunas oficinas del Ministerio de Economía (Hotel des Finances). Por dentro se conserva el bello patio del seminario. Aquí cursó sus estudios seminarísticos san Juan Bautista de la Salle (1651-1719), fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Él establecería, a petición de los sulpicianos, escuelas en esta parroquia.
Iglesia de San Sulpicio. Cruzamos la plaza y estamos. Dedicada San Sulpicio, obispo de Bourges que murió mártir en el año 621. En el mismo lugar había otra Iglesia, construida en 1211. Quedan algunos vestigios en la cripta. La Iglesia actual cuadruplica las dimensiones de la anterior. La construcción concluyó en 1736. San Sulpicio figura actualmente entre las iglesias parroquiales más grandes de París. La Iglesia es estilo Luis XVI, propia del siglo XVIII francés. La torre derecha es diversa y está sin terminar. La revolución lo convirtió en templo de la Victoria. Fue devuelta al culto cristiano católico en 1802. Actualmente esta parroquia continúa siendo pastoreada por los sulpicianos. En la época de Vicente de Paúl, siglo XVII, la parroquia de San Sulpicio era muy extensa. Su población era numerosa y un poco distante de lo religioso. La parroquia de San Sulpicio fue ofrecida a Juan Santiago Olier por Julián de Fiesque, su predecesor en el cargo. Olier lo consultó con el Sr. Vicente, quien le aconsejó que la aceptara. Asumió el 25 de junio de 1642. Vicente de Paúl conoció el antiguo templo. En esta Iglesia dijo misa y predicó varias veces. Un detalle, San Vicente vio nacer la nueva Iglesia, ya que en febrero de 1646 ponía la reina Ana de Austria (1601-1666) la primera piedra de la actual iglesia. Aquí fueron establecidas las primeras Damas de le Caridad de París. Las Hijas de la Caridad llegaron a esta parroquia en 1641. En esta iglesia se ordenó de diácono (en mayo de 1825) Juan Gabriel Perboyre. Federico Ozanam aquí fundó la primera Conferencia Vicentina. Reuniéndose varias veces en la cripta del templo. En este lugar, tuvieron lugar los funerales de Federico Ozanam, el 24 de diciembre de 1853. En el templo hay una capilla dedicada a san Vicente. Continuando por el lateral ya en el lado izquierdo, es fácil encontrar la estatua de Vicente de Paúl. Llegamos, podemos entrar. En la capilla hay dos grandes frescos de san Vicente ejecutados por Guillemont (1786-1831), en 1825. El de la izquierda representa a san Vicente hablando sobre los niños abandonados a las Damas de la Caridad del Hótel- Dieu, el de la derecha representa al santo asistiendo a Luis XIII en su lecho de muerte. El techo pinta a san Vicente entrando en el cielo, escoltado por ángeles. En los cuatro ángulos de la pintura, otras escenas de su vida: Vicente de Paúl rechaza el soborno de una persona que solicita el favor del rey; Vicente de Paúl entona salmos en su cautiverio; Vicente de Paúl distribuye alimentos a los pobres; y finalmente, Vicente de Paúl lleva alivio a los presos. Estas pinturas necesitan urgente restauración. Se ve poco; Una pena. Es más, si de algún dibujo dijera que es la cara de Gérard Depardieu, me creerían igual... Dentro de la capilla hay una estatua sedente del Sr. Vicente. Sentado ayudando a niños pobres (2c). Es obra de Emiliano Cabuchet (1819-1902), esculpida en 1857. Es una copia del original en bronce que se encuentra en la vicentina ciudad de Chatillon-les Dombes.
LA ABADÍA DE SANTA GENOVEVA. Era muy antigua, vinculada al rey Clodoveo, y a la misma Santa Genoveva. Tuvo un momento de gran esplendor religioso y cultural. Destruida por la Revolución, de la abadía original sólo se conserva su torre, llamada Torre de Clodoveo. San Vicente ponía a santa Genoveva por modelo de caridad a las hermanas. Fue una buena campesina como ellas. San Vicente llegó a conocer la abadía. Que no estaba en su mejor momento. Incluso debió ser reformada por el buen cardenal La Rochefoucauld. Dicho sea de paso, los canónigos regulares de la abadía de Santa Genoveva no eran partidarios de que san Vicente creara una nueva congregación. Por la zona, Luisa de Marillac tuvo por aquí su casa. Fallecido su esposo, posiblemente trasladó la vivienda a la calle San Víctor entre los años 1626-1631.
IGLESIA DE SAN ETIENNE DU MONT. Al costado del Panteón encontramos esta Iglesia en Place Sainte-Geneviève, 75005 Paris.Fue construida para los laicos cercanos a la abadía. Comenzada en 1492, no se consagró hasta 1626, por el arzobispo Juan Francisco de Gondi. Pasaron 130 años... Esta lenta construcción le dio un talante bellamente ecléctico. Entre sus estilos hallamos el gótico flamígero, elementos renacentistas, neo románico, etc. La fachada es muy bella y original. Destaca su torre y su espadaña. Dentro: En la iglesia yacen enterrados importantes personajes: el cardenal Francisco de la Rochefoucauld (1558-1645), asistido en el último trance por Vicente de Paúl en la propia abadía; Blas Pascal (1623-1662) científico y filósofo jansenista, el dramaturgo Juan Racine (1639-1699). Francisco de Sales rezó varias veces aquí, en su época universitaria de París. Vicente de Paúl rezó algunas veces aquí. Hay un retrato de san Vicente, atribuido a Simón Frangois, y tomado en vida del santo, a sus 68 años. Hay también un cofre que contiene reliquias de Santa Genoveva y de San Vicente. Pero poca gente lo sabe... Aquí estuvo la tercera Cofradía de la Caridad en París (finales de 1636). Las Hijas de la Caridad sirvieron aquí desde 1640. Margarita Naseau, la "primera" Hija de la Caridad, atendía en esta parroquia de San Esteban del Monte. En 1652, Luisa de Marillac asistió allí a misa durante la guerra civil que llamamos La Fronda. Luego de san Vicente. Esta iglesia fue testigo de las primeras actividades de Federico Ozanam y sus compañeros, al servicio de los más pobres, alentados por el P. Faudet. En esta iglesia se fundó una de las primeras Conferencias de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Muchas veces aquí participaron de la misa. En una capilla lateral, hay un medallón con su retrato y una placa grabada que conmemora las primeras actividades de la Sociedad de San Vicente de Paúl en esta parroquia.
BONS ENFANTS. Salimos de la Iglesia por la puerta del costado y tomamos a la izquierda la 3 rue Clovis son visibles restos del muro de Felipe Augusto (siglo XII).Este muro delimitaba la propiedad de Bons Enfants en tiempo de san Vicente. Fue la Primer Casa de la Congregación de la Misión en París desde 1625 hasta 1632. Lugar emocionante, que recuerda la vocación misionera de la Familia Vicentina.
Rue des Irlandais. Llegamos. Esta zona de París fue el barrio de los irlandeses. Primero llegaron huyendo de las matanzas protestantes. Más tarde, venían a estudiar a París. Fue momentáneamente Hospital militar durante los crueles combates de la guerra Franco Prusiana de 1870-1871. Recibió alumnos y especialmente seminaristas polacos durante la Segunda guerra mundial, debido al afecto recíproco entre Irlanda y Polonia. Juan Pablo II vino a este colegio como presbítero, como obispo y como cardenal a visitar a los seminaristas. No como papa. Actualmente es un centro cultural irlandés. Es además, residencia de jóvenes irlandeses que vienen un tiempo a París a hacer intercambio estudiantil. San Vicente está entre los bienhechores del clero irlandés, principalmente durante las persecuciones protestantes. Casi genocidas. En ese contexto, varios irlandeses entraron en la Congregación de la Misión. Vicente de Paúl mandó a algunos valientes a volver y misionar en la patria y otras islas británicas. También, Sacerdotes de la Misión llegaron en 1858 para dirigir el Colegio Irlandés, donde continuarían más de un siglo. La capilla ostenta una imagen de san Vicente. Hoy prácticamente nadie sabe que los vicentinos estuvimos allí.
SAN NICOLÁS DE CHARDONNET. Desde Bons Enfants nos dirigimos al este por Rue Clovis hacia Rue du Cardinal Lemoine. Giramos a la izquierda hacia Rue du Cardinal Lemoine. Caminamos por ella 110 m. Giramos a la izquierda hacia Rue Monge. Giramos a la derecha hacia Rue Saint-Victor. Llegamos a 23 rue des Bernardins, 75005 París. Construida en el siglo XIII, La Iglesia toma el nombre de cierto espacio poblado de cardos (chardonnet), signo de salud. La iglesia fue reconstruido en los siglos XVII y XVIII. Su campanario es de 1625. La fachada es mucho más moderna, de 1934. En esta iglesia se celebra la liturgia tradicional desde 1977. Aquí predicó varias veces Francisco de Sales. Esta fue la parroquia de san Vicente desde 1625 hasta 1632, y la de santa Luisa desde 1626 hasta 1636. En esta parroquia visitó Luisa de Marillac por primera vez una Cofradía de la Caridad, la segunda de estas cofradías establecida en la ciudad. Recordemos que Santa Luisa tuvo una segunda casa en la calle de Versátiles entre 1632 a 1636. Es interesante saber que en la parroquia de San Nicolás de Chardonnet, ella reunió a las primeras cuatro o cinco muchachas campesinas, el 29 de noviembre de 1633, con las que fundó a las Hijas de la Caridad. Las charlas formativas que el Sr. Vicente daba a las primeras Hijas de la Caridad fueron en uno de los salones parroquiales. Aquí varias veces Vicente de Paúl celebró misa y dio la comunión a Luisa de Marillac, así como a las primeras Hijas de la Caridad. Aquí trabajó Margarita Naseau, como lo harían otras Hijas de la Caridad. Las Damas de la Caridad de esta parroquia atendían a los galeotes, presos en la cercana prisión de La Tournelle. Vicente de Paúl valoraba al párroco, Adriano Bourdoise (1584-1665), quien era su amigo. Este buen presbítero fundó una comunidad, la de los Nicolaítas. Desde 1631, dirigían el seminario de San Nicolás de Chardonnet. Bourdoise está enterrado bajo el coro. La capilla lateral dedicada a san Vicente. Conmemora su obra una placa. La capilla ostenta también una estatua de san Vicente, obra de Stouf, réplica de otra en la iglesia de Santo Tomás de Aquino, París. Donde se alza el Palacio de la Mutualidad, estaba el seminario de Bourdoise. Lo frecuentó algún tiempo Miguel-Antonio Le Gras, hijo de Luisa. El seminario de San Nicolás de Chardonnet continuó hasta la Revolución. Dio a la Iglesia universal numerosos sacerdotes. Algunos fueron víctima de las matanzas revolucionarias de septiembre de 1792. El seminario volvió a abrirse en 1815. Carlos León Souvay (1870-1939), que fue General de la Congregación de la Misión, destaca como alumno de este seminario. Fue suprimido en 1906. Se demolió en 1911 para ser el Palacio de la Mutualidad.
Monumento conmemorativo en la plaza Alban Satragne
En el parque de la plaza Alban Satragne, en el emplazamiento de la antigua Saint-Lazare, cerca de la estación del Norte, se ha erigido un monumento en memoria de Vicente de Paúl.
Hôtel-Dieu, Beaune. El Hôtel-Dieu de Beaune se construyó en el siglo XV para servir de hospital, y así se mantuvo hasta 1971. Es un ejemplo típico de los hospitales que regentaba la Iglesia en tiempos de san Vicente de Paúl. «Ancianos, minusválidos y enfermos, huérfanos, mujeres a punto de dar a luz e indigentes han sido acogidos ininterrumpidamente para recibir tratamiento y refugio desde la Edad Media hasta nuestros días. Esta institución católica se centraba en curar tanto el cuerpo como el espíritu de sus pacientes». San Vicente, siempre alerta ante las necesidades particulares, y con el corazón siempre dispuesto a dar respuesta, fundó un grupo de mujeres para servir en el Hospital Hôtel-Dieu de París.
Toul. En 1635, san Vicente de Paúl envió a miembros de la Congregación de la Misión a Toul, para hacerse cargo del Hospital del Espíritu Santo, más un refugio que un centro médico. A través de estos hombres y de los loreneses que habían huido a París, Vicente se dio cuenta de la difícil situación de la provincia. Llamó a sus seguidores a identificarse con el sufrimiento de los habitantes mediante la oración y el sacrificio: «Es tiempo de hacer penitencia, pues Dios aflige a su pueblo. ¿No deberíamos estar al pie del altar lamentando sus pecados? Estamos obligados a hacerlo. Pero, además, ¿no deberíamos reducir parte de nuestra comida habitual para aliviarlos?». Durante tres o cuatro años, Vicente y su comunidad de París se contentaron con comer pan negro. Como hombre de acción que era, el santo acudió al cardenal Richelieu, cuyas órdenes habían enviado las tropas a Lorena y las habían mantenido allí. Vicente le imploró que hiciera las paces. El astuto estadista, que pretendía incorporar el ducado a Francia, se negó y respondió: «Ah, señor Vicente, yo deseo la paz tanto como usted. Pero la paz no depende sólo de mí». Ante la crisis, el santo comenzó a organizar una misión de socorro. Recogió dinero que envió a los miembros de la Congregación de la Misión de Toul para que lo distribuyeran. Consciente, sin embargo, de que un solo donativo no cubriría las continuas necesidades de la población, convoca en París una reunión de las siempre generosas Damas de la Caridad y les describe la tragedia que se había apoderado de Lorena. Se elaboran normas para un grupo que se reúne mensualmente. Las damas solicitaron fondos a sus amigos, lo que aseguró un flujo regular de ayuda mientras durara la crisis. Pero las necesidades de Lorena superan sus recursos personales. Vicente se dirigió a Luis XIII y a su consorte, la reina Ana de Austria. Respondieron generosamente. Su generosidad sirvió para que otros les imitaran. San Vicente confió a sus hermanos de la Congregación de la Misión de Lorena la distribución de los fondos.
Annecy. La formación del clero era uno de los fines de la Congregación de la Misión y se desarrolló de manera muy significativa. Todas las casas de la Congregación se dedicaron a dar retiros a los ordenandos y a predicar misiones. Poco a poco, estos retiros preparatorios para la ordenación evolucionaron hacia la creación de seminarios. El primer seminario aceptado formalmente por la Congregación de la Misión fue el de Annecy (1642). Qué grande es el ministerio de la formación sacerdotal. Siempre se necesitan hombres nuevos para atender las nuevas inquietudes de la gente. Por eso Vicente vio la necesidad de crear seminarios para que floreciera la espiritualidad sacerdotal. La formación de buenos sacerdotes se convirtió en su gran preocupación. Detrás de todo esto había una preocupación por la salvación eterna del pueblo de Dios, especialmente de aquellos que habían sido desamparados por la Iglesia. El estilo propio de la formación vicenciana se manifiesta en su atención centrada en los pobres.
CAHORS. En 1643, Alain de Solminihac, obispo, barón y conde de Cahors, cuya memoria es venerada en toda la Iglesia por las eminentes virtudes de su vida, introdujo en su diócesis a la Congregación de la Misión. Monseñor Alain de Solminihac (1593-1659), nacido en Perigord, fue abad de Chancelade, cerca de su ciudad natal. Trabajó denodadamente por la reforma de esa abadía y de otras. Fue nombrado obispo de Cahors en 1636. Creó un seminario para la formación de su clero y se lo confió a san Vicente. Murió en 1659, a la edad de sesenta y siete años. El papa Juan Pablo II lo beatificó en 1981. El obispo Solminihac destacó por su vigilancia pastoral, su celo por la gloria de Dios y por la salvación del pueblo de su diócesis. Era sensible a las gracias singulares que reconoció en el Señor Vicente y en su instituto. Consideró que prestaría un gran servicio a su diócesis invitando a la Congregación de la Misión a abrir una casa en Cahors.
Colegio de Bons Enfants. París. Cuando la Congregación de la Misión se instituyó oficialmente en 1625 por iniciativa de Madame de Gondi, la pequeña comunidad de cohermanos se instaló en el Colegio de Bons Enfants de París, en lo que hoy es la esquina de la Rue des Écoles y la Rue du Cardinal Lemoine en París (5º Arrondissement). Fue el hogar de Vicente de Paúl de 1625 a 1632, momento en que se trasladó al priorato de San Lázaro. Vicente permaneció en San Lázaro hasta su muerte en 1660. De 1632 a 1707, el Colegio de Bons Enfants fue un anexo de San Lázaro como Séminaire (Noviciado) y Casa de Ejercicios. De 1707 a 1792 fue el Seminario diocesano de Saint Firmin, dirigido por la Congregación de la Misión. El 3 de septiembre de 1792, durante la Revolución Francesa, Bons Enfants fue el lugar de la masacre de Louis Joseph François CM, John Henry Gruyer CM y unos 70 residentes más del edificio. La propiedad fue confiscada por el Estado durante la Revolución Francesa y no fue devuelta a la Congregación de la Misión. Poco queda del edificio original.
Seminario St-Vincent-de-Paul, sustituyó al antiguo Bons-Enfants; lugar de la masacre de 76 sacerdotes,
entre ellos Louis-Joseph François CM.
Esquina de Rue des Écoles y Rue du Cardinal Lemoine, París
(Ubicación del extremo oriental de la antigua propiedad del Colegio de Bons Enfants)
Marsella. Tras su nombramiento como Capellán Real de las Galeras, el Señor Vicente visita Provenza y Guienne para prestar ayuda material y espiritual a los presos. Cuando el general de las galeras vio las bendiciones producidas por los esfuerzos del Señor Vicente en sus esfuerzos por la salvación de las almas, quiso ampliar el campo de ejercicio de su caridad, es decir, a los condenados a servir en las galeras. Los galeotes eran condenados a la servidumbre en la flota y en tiempos de guerra participaban en las batallas navales. Sin embargo, los galeotes estaban bajo una jurisdicción separada de la marina, con un general nombrado por el rey. El general solicitó al rey Luis XIII el nombramiento del Señor Vicente como capellán real de las galeras, a lo que accedió. La fecha de su nombramiento fue el 8 de febrero de 1619. Este nuevo cargo obligó al Señor Vicente a viajar a Marsella en 1622. Tenía que ver por sí mismo la condición de estos pobres convictos y atender a sus necesidades en la medida de sus posibilidades. A su llegada se encontró con un espectáculo de lo más lamentable que pueda imaginarse. Esas pobres criaturas estaban doblemente agobiadas, por el peso de sus pecados y por el peso más tangible de sus cadenas. Estaban abrumadas por el dolor y la miseria que destruían cualquier pensamiento de salvación y se entregaban a la blasfemia y la desesperación constantes. Era una imagen del infierno. No mencionaban a Dios más que para negarlo o maldecirlo, y las malas disposiciones de estos pobres desgraciados hacían inútiles todos sus sufrimientos. El señor Vicente se sintió tan conmovido por lo que pudo ver de aquellos condenados que resolvió hacer todo lo que estuviera en su mano para ayudarles. Alentándoles, esperaba levantarles el ánimo y hacerles receptivos al bien espiritual que esperaba proporcionarles. Escuchó sus quejas con gran paciencia, se compadeció de sus sufrimientos, los abrazó, besó sus cadenas. Hizo todo lo posible por suplicar y protestar ante los oficiales de las galeras para que los condenados recibieran un trato más humano. Al hacerlo, se ganó su confianza, disponiéndolos a mostrarse más abiertos a Dios. Deseaba servir a estos pobres convictos y llevar un mayor número de almas al cielo. Esto le llevó a aceptar este nombramiento como capellán real de las galeras. En este puesto tendría a su cargo a los demás capellanes, y así estaría en mejores condiciones para tener éxito en sus planes caritativos. Esto estaba en consonancia con el ardiente amor que ardía en su corazón. Le impulsaba a emprender todo lo que pudiera procurar la salvación y la santificación de las almas, particularmente de las más abandonadas. Después de algún tiempo en Marsella, se vio obligado a regresar a París, donde Dios quiso servirse de él en otras ocasiones para su gloria. El viaje a Marsella fue importante para él, ya que le permitió ver de primera mano el miserable estado de estos pobres convictos. Así pudo idear algún alivio para sus grandes sufrimientos y alguna esperanza para su bienestar espiritual. Pudo avanzar en esta dirección asignando a algunos sacerdotes de la Congregación de la Misión el cuidado del Hospital de las Galeras. También llevaron a cabo misiones en las propias galeras.
Vista del puerto de Marsella, mostrando el hospital de convictos que san Vicente fundó y dirigió con el Chevalier de la Coste, piadoso caballero y gran ayudante de los misioneros, y Mons. Gault, obispo de Marsella.
Saint-Germain-en-Laye. En la postrimería de su vida, Vicente de Paúl estuvo asociado a la Corte Real francesa en Saint-Germain-en-Laye, al oeste de París. En 1638, por orden del rey Luis XIII, algunos sacerdotes de la Congregación de la Misión formaron parte de un grupo organizado para dar una misión a la Corte Real. Vicente habla a menudo de St-Germain-en-Laye a propósito de las Misiones que allí se realizan, y al referirse tanto a las Damas de la Caridad como a las Hijas de la Caridad. A finales de 1648 se inicia un periodo turbulento en Francia, y Sus Majestades se ven obligados a huir a Saint-Germain-en-Laye en enero de 1649. Las tropas bloquean los accesos a la ciudad. Vicente decidió ofrecer sus servicios a Sus Majestades en Saint Germain y partió de San Lázaro el 13 de enero. Relató la inspiración divina que le había llevado a Saint Germain para hacer lo posible por resolver pacíficamente las dificultades. Tras ser presentado a la reina, pasó casi una hora con ella. Después se entrevistó largo rato con el cardenal Mazarino. Fue bien recibido por ambos, que apreciaron su sinceridad y sus rectas intenciones. Su intervención no tuvo el resultado deseado, es decir, la paz y el restablecimiento de la unidad en el reino, pues las circunstancias aún no eran favorables. Pero al menos tuvo la satisfacción de haber hecho cuanto estaba en su mano al servicio de Sus Majestades para procurar el bien público y el alivio de los pobres. Aunque eran los menos culpables, eran los que más iban a sufrir con la tormenta que se avecinaba.
El castillo de St-Germain-en-Laye, hoy Museo Nacional de Arqueología de Francia; sin duda, San Vicente acudía allí a menudo para el Consejo de Conciencia y para entrevistarse con Ana de Austria o el cardenal Mazarino.
Otras vista del Castillo
Se dice que San Vicente predicó desde este púlpito en su misión a la corte de St-Germain-en-Laye
Val-de-Grâce. Vicente fue consejero personal de la reina Ana de Austria y la visitaba regularmente en su residencia (villa) de Val-de-Grâce (1, Place Alphonse-Laveran, 5º Arrondissement, París), lugar al que se retiraba con frecuencia para escapar de las presiones de la Corte.
Paris, Val de Grace
Grabado de la abadía real de Val-de-Grâce, construida por Ana de Austria.
Joigny. Françoise Marguérite de Silly (1580-1625), también conocida como Madame de Gondi, fue quien pidió a Vicente de Paúl que creara el grupo que pasó a llamarse Congregación de la Misión. También fue fundadora y miembro de las Cofradías de Joigny, Montmirail, Folleville, Courboin; es una de las más célebres Damas de la Caridad. Fue esposa de Philippe-Emmanuel de Gondi, conde de Joigny. San Vicente pasó doce años en su casa. Cuando el señor o la señora de Gondi iban con sus hijos a sus posesiones de Joigny, Montmirail, Villepreux u otros lugares, su principal ocupación consistía en emplear su tiempo libre en impartir instrucción religiosa a los campesinos. Predicaba al pueblo, exhortaba o administraba los sacramentos, en particular el de la penitencia. La primera Cofradía de la Caridad se estableció en Châtillon, la segunda en Villepreux, la tercera en la ciudad de Joigny y la cuarta en Montmirail. San Vicente se preocupó por implicar a todos los laicos en el servicio misionero de la caridad, y la confradía de Joigny (1621) fue una experiencia típica y reflejó la insistencia de Vicente en atender a los verdaderamente pobres y/o enfermos.
Cartuja de Joigny donde San Vicente de Paúl hizo un importante retiro
Capilla de la Charité de Joigny
Gannes. En la época del Sr. Vicente, Gannes era menos poblado que Folleville, hoy es al revés. Gannes es en la actualidad un pueblo tranquilo con casas sencillas y agradables. Según Abelly, aquí fue donde Margarita de Silly supo que había un anciano deseoso de recibir el sacramento de la Reconciliación. Confesión que se hizo posible gracias a Vicente de Paúl. El moribundo quedó tan agradecido, que públicamente dijo que habría caído en el castigo eterno, de no haber sido por esta confesión general. Evidentemente que esa frase respondía a la teología de la época, hoy la podríamos discutir bastante. Sea como sea, a través de estos sucesos, el Sr. Vicente verá en la señora de Gondi un instrumento de la Providencia de Dios para que se funde la Congregación de la Misión. Es cierto que ya antes el Sr. Vicente había recomendado y oído confesiones generales. Es decir, invitaba a la confesión general desde hacía un tiempo. Pero este hecho puntual catalizó muchas experiencias y reflexiones previas. De acuerdo a una antigua tradición, aquel moribundo era el molinero del pueblo. Por tanto, no olvidemos Gannes, este hermoso lugar bendito, donde todo va a empezar con la conversión del molinero. Es decir, ¡No habría Folleville si no fuera por Gannes! San Vicente fue varias veces más a Gannes. Una carta de 1633 señala que conocía a las autoridades de la población, así como a sus familias. ¿QUÉ VER EN GANNES? La actual iglesia. Dedicada a Saint Denis. Hoy es una capilla que pertenece a la parroquia de San Vicente de Paúl.La iglesia de Gannes era una construcción gótica, pero ha sido objeto de muchas restauraciones y modificaciones. El exterior muestra un reloj de sol del año 1660. El interior. Miremos varias cosas: 1. La pila bautismal, de piedra local cincelada. Muy probable del siglo XVII. 2. El corazón del señor de Gannes, "Monsieur de Lannoy". Importante para nosotros ya que es el bisabuelo de la señora de Gondi. Hay una bella representación en piedra de los corazones unidos de Raúl de Lannoy y Juana de Poix: las letras R y J entrelazadas por un lazo. 3. La estatua de san Vicente de Paúl. Construida alrededor de 1940. Se debe al entonces párroco. La inscripción parece un poco ansiosa: "Diciembre de 1616", ya que tendía que decir "enero de 1617". Hay otra estatua del Sr. Vicente en el presbiterio. 4. Los bancos son del siglo XVII. 5. El Cristo que cuelga al comenzar el presbiterio es original y es el que vio el Sr. Vicente. Posee un bello rostro y la Cruz expresa el árbol de la vida. 6. El Presbiterio es de la época de Vicente de Paul. Sus nervaturas son bien artísticas.
Grabado de la iglesia de Gannes e iglesia de Gannes actualmente
VILLEPREUX. En Villepreux (Francia), el 23 de febrero de 1618, Vicente de Paúl estableció la segunda Cofradía de la Caridad (véase Abelly: Libro Primero, Vida de Vicente de Paúl). Había estado viviendo en la zona desde 1613 aproximadamente como tutor de la familia de Philippe-Emmanuel de Gondi. En 1617, mientras Vicente predicaba allí una misión, acudió a confesarse Margarita Naseau, reconocida como la primera de las Hijas de la Caridad. Villepreux está a unas 14 millas de Suresnes, la ciudad natal de Margarita. Ella le contó a Vicente su deseo de servir a los pobres; él la llevó a París, que está a unas 20 millas al este, donde la puso al cuidado de Luisa de Marillac. En enero de 1649, Vicente se refugió brevemente en Villepreux; el cardenal Jules Mazarin, primer ministro de Francia, se había enfadado por la sugerencia de Vicente de que Mazarin dimitiera para poner fin a la guerra civil (La Fronda) que había estallado. La última visita de Vicente a Villepreux tuvo lugar en diciembre de 1652. En Villepreux hay una iglesia dedicada a Vicente de Paúl. Destaca el mural de la fachada, obra del artista del siglo XX Robert Lesbounit. En el interior hay un Apocalipsis de Lesbounit, realizado íntegramente en tonos grises.
Entrada al Castillo de Villepreux
Parroquia de Villepreux
Residencia de Philippe-Emmanuel de Gondi, en el pueblo de Villepreux. San Vicente
iba allí a menudo. La tradición afirma que esta es la casa en la que vivió san Vicente.
Montmirail. Es un pequeño pueblo del noreste de Francia. A partir de 1617, la misión de Vicente se centró en ofrecer misiones en la finca de los Gondi y establecer cofradías de caridad siguiendo el modelo de la fundación de Châtillon. Las misiones rurales y las cofradías de auxilio a los pobres enfermos se convertirían en los ejes de su ministerio sacerdotal. La cuarta Cofradía de la Caridad se estableció en Montmirail. La Congregación de la casa de misiones de Montmirail fue fundada en 1644 por el duque de Retz (Pierre de Gondi, hijo mayor de Philip Emmanuel de Gondi, y antiguo alumno de san Vicente). Monsieur Toublan, su secretario, contribuyó con parte de su herencia a esta fundación. Mientras Vicente predicaba en Montmirail, Madame de Gondi le envió tres hugonotes con la esperanza de que los convenciera de abrazar de nuevo la fe católica. Pocos días después, uno de ellos presentó objeciones: no podía creer que la Iglesia católica estuviera guiada por el Espíritu Santo porque no se atendía a los pobres. Sólo más tarde, cuando este individuo pudo ver el cuidado y la dedicación de los misioneros mientras instruían a los pobres en su fe, se acercó a san Vicente y le confesó: «Ahora veo que el Espíritu Santo guía a la Iglesia de Roma, ya que se tiene tanto cuidado en instruir y servir a los pobres de las aldeas. Estoy dispuesto a entrar en la Iglesia cuando tengáis a bien recibirme». Esta experiencia quedó grabada en la mente de san Vicente y parece estar implícita en lo que repetía a los sacerdotes de su Compañía: «¡Qué dicha para nosotros, los Misioneros, poder demostrar que el Espíritu Santo guía a su Iglesia, trabajando como trabajamos por la instrucción y la santificación de los pobres!» (SVP ES XI-4, 730). Tras los significativos acontecimientos de Folléville y Châtillon, la experiencia vivida en Montmirail-Marchais vino a confirmar que los pobres están abandonados y que la Iglesia sólo puede revelar a Dios en la medida en que sirve a los pobres. Los sacerdotes están llamados a ser expresiones concretas de la Iglesia y a ser su voz eficaz ante los pobres.
iglesia del pueblo
Casa de la Congregación de la Misión
Castillo del pueblo
Capilla de San Vicente de Paúl de París. Chapelle Saint-Vincent-de-Paul está ubicada en el 95 de la rue de Sèvres, en el distrito 6 de París. Es un santuario profusamente decorado que guarda la urna relicario del Santo. La capilla es la iglesia de los Lazaristas, hermanos y sacerdotes de la Congregación de la Misión, fundada en 1625 por San Vicente de Paúl y trasladada en 1817 a la calle de Sèvres, después de haber sido expulsada del antiguo priorato de Saint-Lazare durante la revolución. En honor a su fundador, los vicencianos construyeron una capilla para recoger las reliquias de San Vicente de Paúl. La primera piedra de la capilla se colocó el 17 de agosto de 1826 y fue terminada al año siguiente, e inaugurada el 1 de noviembre de 1827 por el arzobispo de París, Mons. de Quélen. Sobre el altar se halla la urna de plata que contiene los restos de San Vicente de Paúl. El relicario que contiene el cuerpo de Vicente de Paúl fue colocado en la capilla, encima del altar, el 25 de abril de 1830, y es accesible por dos escaleras situadas a ambos lados del altar. La urna relicario, decorada con esculturas de plata, fue realizada por el orfebre Jean-Baptiste-Claude Odiot. Mide 2,25 metros de largo, 65 centímetros de ancho y poco más de un metro de alto en el centro. Se sitúa sobre un conjunto esculpido que representa a San Vicente de Paúl elevándose hacia el cielo con los emblemas de la fe, la esperanza y la caridad, las tres virtudes teologales llevadas por cuatro ángeles. Para su creación se abrió una suscripción pública, cubierta en gran parte por el pueblo de París, muy devoto de este santo tan cercano a los pobres. El cuerpo de San Vicente de Paúl, fallecido el 27 de septiembre de 1660, fue encontrado intacto en 1712, salvo los ojos y la nariz, 52 años después de su muerte. En 1737 sólo quedaba el esqueleto. Estas reliquias pudieron esconderse y escapar de la agitación revolucionaria. En el esqueleto conservado, la cara y las manos cubiertas de cera han sido remodeladas, de modo que Vicente de Paúl parece descansar tranquilamente, vestido con sus vestiduras sacerdotales. La cruz que tiene en sus manos es aquella con la que dio la extremaunción al moribundo rey Luis XIII. El corazón de Vicente de Paúl se conserva separadamente en la capilla de las Hijas de la Caridad situada muy cerca, en el 140 de la rue du Bac, del distrito 7. En la capilla se encuentran también las tumbas de dos sacerdotes de la congregación que murieron como mártires en China: San Juan Gabriel Perboyre martirizado por estrangulamiento el 11 de septiembre de 1840; y San Francisco Régis Clet (murió enterrado en la Montaña Roja de Wuhan el 18 de febrero de 1820). También está la tumba del Padre Étienne, antiguo superior general de la congregación.
Sotana del Santo
Sombrero de San Vicente
El sombrero del Santo en un busto
Zapato de San Vicente de Paúl
Estola del Santo
Ornamentos que utilizó San Vicente
Rosario del Santo
Su breviario
Corazón de San Vicente de Paúl que se venera en la Capilla de las Apariciones
Rúe du Bac (Paris). Casa Madre de las Hijas de la Caridad
Libro de la vida de Santa Isabel de Portugal, en su interior las Hijas de la Caridad
escondieron el corazón de San Vicente durante la Revolución Francesa
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