Querida Comisión de "Los Paxarros",
feligreses y hermanos todos:
"¿Quién es ésta que se muestra como el alba,
hermosa como la luna, esclarecida como el sol,
imponente como ejércitos en orden?"
(Cant 6,10)
Estas palabras del Cantar de los Cantares escritas muchos siglos antes de nacer María de Nazaret, parecen una descripción pensada para este este día mirando a la imagen de María asumpta al cielo. En esta celebración tan querida y vivida en tantos rincones de España y de Asturias, quiero empezar teniendo un recuerdo muy especial en la oración para los numerosos afectados por el desolador fuego que arrasa nuestro Paraíso Natural, especialmente para mi querido occidente asturiano, donde me estrené como sacerdote al amparo de la Virgen del Acebo. En este día nuestra plegaria por esos hermanos nuestros, por sus sacerdotes así como por todo el personal y voluntarios que siguen luchando contra las llamas. Alguna vez ya me habéis escuchado que el 15 de agosto se invoca a la Santísima Virgen como defensora de los cristianos: que la Santina del Acebo cuyo año jubilar está a punto de comenzar interceda por el occidente de Asturias donde es Patrona.
75 años del dogma
Este año 2025 es un tiempo igualmente especial, pues se cumple el setenta y cinco aniversario de la proclamación del "dogma de la Asunción" de la Santísima Virgen. Fue una fecha memorable, quizá incluso alguno los más mayores recuerden aún las imágenes en blanco y negro de la única cadena que se veía en Televisión Española de aquél 1 de noviembre de 1950 en que se proclamó.
No estamos ante una novedad; sabemos que ya en el siglo IV hay noticias de una liturgia llamada "del recuerdo de María"; después, en el siglo VII se empezó a denominar "de la dormición". A partir del siglo XII se denomina ya "de la Asunción"... Al final el dogma sólo recoge reconocimiento explícito del pueblo fiel de que María no recibió cristiana sepultura como otro mortal más; ni siquiera se atrevían a hablar de la muerte de la Virgen, sino en todo caso "dormición". Por eso Su Santidad Pío XII proclamaba: ''declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado:Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial (1).
En el Catecismo se recoge ésto, aunque en la traducción española dice ''terminado el curso de su vida en la tierra''(2) en lugar de "cumplido". Pero lo que nos importa es que estamos ante una verdad de fe que tiene poco tiempo de oficial -es cierto- pero qué, sin embargo, se pierde en el devenir de los tiempos por la cantidad de sabios y santos que siempre defendieron esta glorificación de la Santísima Virgen, desde San Agustín a Santo Tomás de Aquino, hasta Pío V o Benedicto XIV... También para nuestra Parroquia es una efeméride que nos toca de lleno, por algo ''el día 15 de agosto, de fiesta vistese Viella'' (3) que dice el himno, y nos vestimos de fiesta por dentro y por fuera y aún más que eso: de solemnidad para honrar a María, a la que vemos como nos ha descrito la primera lectura del Apocalipsis como el Arca de la Alianza que se abrió en el cielo del santuario de Dios. Es un honor para nosotros tenerla por Patrona, y también una exigencia de ser mejores cristianos, más marianos y también buenos asuncionistas defendiendo esta verdad que creyeron y testimoniaron nuestros antepasados. El salmo de hoy dice ''de pie a tu derecha está la reina'' (Sal 44); y es que están muy unidas la Asunción de María a los cielos con su coronación como Reina de cielos y tierra, por eso ocho días después de la Asunción, concluida su Octava, la Iglesia celebra el 22 de agosto la Fiesta de Santa María Reina. Así la imaginamos: en el cielo, sentada a la derecha del Altísimo como Reina de todo lo creado.
María, modelo de unidad
La realidad de nuestra Parroquia de Viella como sabéis se encuentra en un momento de cambio; ahora somos la Unidad Pastoral de Lugones y Viella, desde el pasado 10 de diciembre en que el Sr. Arzobispo firmara el Decreto por el cual nuestra Parroquia dejaba de pertenecer al Arciprestazgo de Siero y se incluía en el de Oviedo, y hemos iniciando un camino conjunto con la de Lugones, que es ya la cabecera de ambas parroquias y corazón de la vida pastoral para ambas, así como centro de referencia para las celebraciones litúrgicas mayores. Por este motivo hemos cerrado el Facebook y el blog de esta Parroquia, y ahora todas las noticias relativas a ésta aparecerán en los de la parroquia de Lugones. Estamos llamados a caminar juntos, como todos los cristianos, a unir fuerzas y a que ambas parroquias se sientan una misma realidad ¡pues lo somos! Discípulos todos del Señor, aunque con diferentes domicilios, realidades y templos. Se nos pide vivir en estos ''tiempos recios'' (4) más unidos que nunca, y vivir así la experiencia de Pentecostés. Perseveremos unánimes y unidos en oración en torno a María invocando al Espíritu Santo para que nos guíe en este cambio de época que nos toca vivir. Yo agradezco de corazón a todos los que habéis asumido con normalidad esta realidad y participáis en las celebraciones sin distinción, tanto aquí como en Lugones.
Quiero tener también un recuerdo y agradecimiento para mi predecesor en esta Parroquia, Don José Luis Fernández Polvorosa, hermano y amigo, quien durante veintidós años pastoreo esta comunidad parroquial con no pocos disgustos y sinsabores. Le deseamos lo mejor en la nueva etapa que comienza con esa esplendorosa jubilación activa que comenzará el próximo mes como canónigo de Covadonga. Una vida más tranquila para su edad, sin tanto coche, agenda y preocupaciones; más centrado en la confesión y la vida espiritual y la atención de los peregrinos que se acerquen al Santuario. Cuando en 2013 él pidió ser liberado de esta Parroquia, sé que comentó en el Arzobispado que yo era un buen candidato para ésta. En los meses previos a mi llegada aquí él me fue informando de cómo estaban las cosas. Recuerdo que me dijo: "doy gracias a Dios de que vengas tú a Viella, pues tienes más juventud y más carácter para hacer frente a las cosas, y que aunque no te sea fácil al principio, al final te lo agradecerán"...
En estos casi doce años que llevo aquí, apenas he cambiado nada de la vida litúrgica; mantuve las misas de sábado y domingo como así tenía Don José Luis desde hacía veinticinco años. Con el comienzo del pasado curso y con la creación de la Unidad Pastoral consideré que era ya el momento de suprimir una de las celebraciones y que Viella tuviera una única misa el fin de semana, preferentemente en domingo. No ha sido castigo del cura, ni capricho sin sentido. Los tiempos de privilegios terminaron hace mucho para todos, y ahora mismo sacerdotes y fieles laicos debemos de responder al momento que vivimos con testimonio y responsabilidad. Los que siempre critican pero nunca aportan ni suman nada, serán también siempre los mismos y pueden seguir instalados en su queja continua y permanente. Nunca nada estará a su gusto, pero también es cierto que su opinión tampoco le quita el sueño a nadie, ni su ausencia es notoria.
A los que hay que agradecer y reconocer su compromiso es a los fieles de cada domingo que mantienen viva la parroquia con su oración, con su participación y presencia y con su limosna, más allá de bodas, bautizos, funerales, la Asunción y difuntos en noviembre. Dios que ve en lo escondido a buen seguro les pagará con creces su fidelidad a esta Parroquia.
Como sabéis, tenemos nuevo Papa -León XIV- que como comenté en mi artículo para el Portfolio de Fiestas es estadounidense, bautizado en la parroquia de St. Mary of the Assumption (Santa María de la Asunción) en la frontera de Chicago con Dolton. Un motivo para sentirnos muy cercanos a él y para pedir también por su ministerio. Él recientemente ha dicho algo asombroso: "La pobreza más grave es no conocer a Dios"(5). Y qué gran verdad, pues esto es sinónimo de no haber encontrado el amor con mayúsculas. No dejemos a Dios fuera de nuestra vida. De todas las horas que tiene una semana, regalémosle una a Él. Busquemos hueco para Él en nuestra agenda para que luego tengan sentido nuestras plegarias y peticiones en horas bajas.
Ciudadanos del cielo
Somos ya anticipadamente ciudadanos del cielo, pues el hombre no es capaz de de nada sin Dios. No es éste nuestro lugar; no nos engañemos, aquí nadie se va quedar, y cuánto tiempo gastamos en aferrarnos a las cosas sí se van a quedar aquí y van a desaparecer. Cuántas veces se nos llena la boca con los pronombres posesivos "mi casa", "mi dinero", "mi propiedad"... Realidades efímeras que desaparecerán tarde o temprano como nuestra propia vida terrenal y que no me voy a llevar conmigo en el ataúd, y sin embargo, cuánto nos preocupan... Por el contrario nuestra alma, es lo único que va tener valor llegada la hora de nuestra muerte, y es a menudo lo que menos cuidamos y preparamos.
En la segunda lectura de este día San Pablo dice a los cristianos de Corinto: ''Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos'' (1 Cor 15,20), y su afirmación tenía su motivo propio, y es que el Apóstol sabía que había miembros de esa comunidad que se decían cristianos, pero no creían que Jesús había resucitado. A veces hacemos de Jesús una idea romántica, o un amuleto o talismán para el futuro, pensando que con decir que le queremos aunque no lo demostremos ya está todo hecho... Celebrar este 15 de agosto con la Santísima Virgen en su Pascua es siempre una jornada para el Santo temor de Dios y para la santa alegría. Temor, sí; pues mirando a Nuestra Señora elevarse sobre las nubes nos auto examinamos cada uno de nosotros haciendo revisión de lo que hemos mejorado o empeorado, y de lo mucho que nos falta para llegar a ser lo que espera el Señor: que seamos, "santos". No olvidemos que Dios no envía a nadie al infierno, ese destino lo elegimos nosotros cuando libremente optamos por darle la espalda al Creador y vivir como si Él no existiera. Y es también día de alegría y gozo, pues admiramos cómo una mujer mortal de carne y hueso como nosotros ha vivido con tal fidelidad a Dios que ha sido librada de la corrupción del sepulcro y asumpta a los cielos. Esto nos llena de esperanza que el cielo está a nuestro alcance también si como María sabemos decir sí al Señor y no al mal. Somos "Peregrinos de Esperanza", de esa esperanza que jamás defrauda y que no es otra que nuestro Salvador, quien con su muerte y resurrección nos abrió las puertas del cielo.
Dejemos de vivir de apariencias y postureos, de cumplimientos del que sólo cumple y al mismo tiempo miente. Superemos eso: Cuántas veces venimos al templo criticando antes de entrar, dentro y nada más salir... No caigamos en esa trampa que el demonio nos tiende, sepamos utilizar nuestra lengua y nuestros ojos para el bien
Yo os invito y animo a hacer parroquia y hacer pueblo, os animo a coronar en este 75 aniversario a nuestra Virgen de un modo especial, fomentando la unión y escapando de la crítica y descalificación de otros descubriendo lo bueno de cada persona y tratando de ponernos incluso en el lugar de esa persona que no tolero. Mi párroco siempre lo dice: ''es un escándalo que comamos a Dios, cuando no trago a un semejante''. Pidamos a Nuestra Señora que reine en nuestros corazones, en nuestras vidas, en nuestros hogares... En Naón, Cogollu, La Belga, el alto Viella, en la Fresneda Vieja de toda la vida, y en todos los rincones de este territorio paxarro; que sea Ella nuestro amparo, nuestra esperanza y la causa de nuestra alegría. Que con María proclamemos hoy el Magníficat y ensalcemos al Señor, pues sólo Él mira nuestra humildad con misericordia. Amén.
Joaquín, Párroco
Viella 15/08/2025
(2) Catecismo de la Iglesia nº 966.
(3) Himno de Viella (Siero) compuesto por Vicente Prado "El Pravianu".
(4) Santa Teresa de Jesús (Libro de la vida, 33, 5).
(5) Mensaje del Santo Padre para la IX Jornada Mundial de los Pobres.
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