miércoles, 9 de abril de 2025

Munilla: «Santiago Cantera es el hombre que ha dado a España la lección moral que necesitaba»

(Rel.) El obispo de Orihuela Alicante, José Ignacio Munilla, ha dedicado parte de su programa Sexto Continente en Radio María a analizar los últimos acontecimientos en torno al Valle de los Caídos y su futuro próximo tras las negociaciones del gobierno socialista de Pedro Sánchez con la Conferencia Episcopal española, que él integra.

El obispo comenzó cuestionando la integridad del gobierno por la filtración de parte de las conclusiones de los acuerdos (que detallamos en Religión en Libertad) con las que, a juicio del obispo, el gobierno pretendía “distraer la opinión pública agitando el anticlericalismo” y así “utilizar a la Iglesia para distraer la atención”.

Denuncia también que el objetivo de dichas filtraciones habría sido “convertir sus derrotas en triunfos”, ya que a juicio del obispo Munilla, las negociaciones finales no serían sino la renuncia del gobierno a sus exigencias originales -desacralización de la basílica, expulsión de los monjes y la eliminación de signos religiosos-, resultando definitivamente en el mantenimiento de los símbolos, la permanencia del monasterio y que la basílica no sea sacralizada.

El obispo lamentó que, sin embargo, las filtraciones del gobierno tendrían una tercera finalidad que sí habrían conseguido, como es “dividir a los católicos”, logrando que “algunos hayan puesto como objetivo a la Conferencia Episcopal, a la Santa Sede o al secretario de Estado, y en vez de manifestarse ante la Moncloa, se manifiestan ante la Iglesia. Este ha sido el triunfo de esas filtraciones”.

Munilla se dirigió a quienes consideran que la Iglesia ha renunciado a su deber de preservar la integridad del conjunto monumental recordando que “es de propiedad estatal y no eclesial”, de modo que “por decisión unilateral, el gobierno podría cerrarlo definitivamente”.

El problema “es que las hemerotecas existen” y el resultado de las negociaciones, por el momento, es a juicio del obispo que “la Iglesia no ha cedido porque ha dicho [al Gobierno] que si quiere un acuerdo, no vamos a ceder” en los tres puntos citados.

Por ello, Munilla se refiere a lo sucedido como “una manipulación”, pues “quieren dar la impresión de que necesitan el consentimiento de la Iglesia para esa resignificación y no es así: ellos pueden hacerla sin ningún tipo de colaboración por nuestra parte, porque la propiedad es suya”.

De este modo, el obispo quiso decir que los obispos se encontrarían con las manos atadas pero que tratarán de “aminorar cualquier intento de manipulación”.

Frente al relato que el gobierno habría logrado transmitir desde los medios, el obispo cree que la verdadera noticia es que “el Gobierno ha tenido que ceder porque la Iglesia ha permanecido firme y dicho que en esto no cedemos”.

Un discurso que, según Munilla, sería de un valor especialmente reseñable teniendo en cuenta la “complicada situación” de un lugar que “es de propiedad estatal”, y que deja a la Iglesia con pocas posibilidades de actuación. Entre ellas, mencionó que se seguirá “rezando en estos espacios por los difuntos, por la reconciliación y por este momento tan delicado de la vida de España”.
Cantera, "maravilloso, potente y luminoso"

El obispo concluyó dirigiendo una “mención especial” al anterior prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, cuyo periodo al frente de la comunidad concluyó en plenas negociaciones y que, a juicio de Munilla, habría “dado un paso a un lado voluntariamente… para que se salve la sacralidad de la basílica y la presencia de los monjes. Es un auténtico testimonio. Me parece maravilloso, potente y luminoso por la gracia de Dios”.

Pata el obispo de Orihuela-Alicante, “Santiago Cantera es el hombre que ha dado a España la lección moral que necesitaba. Porque mientras el mal de España consiste en supeditarlo todo con tal de aferrarse al poder […], el padre Cantera nos ha dado un ejemplo diciendo que, si conviene dar un paso para que el monasterio permanezca, lo hará. Es un testimoniazo”.

Munilla concluyó su intervención admitiendo que “seguro que habrá cosas que se podrían haber hecho mejor”, remarcando al mismo tiempo como algo “totalmente injusto escuchar insultos y ver pintadas contra el cardenal Arzobispo de Madrid contra el presidente de la Conferencia Episcopal o contra el secretario de Estado del Vaticano”.

“Dios nos dé la gracia de que esa cruz salvadora, la cruz salvadora del Señor, reine en nosotros, en nuestras familias, en nuestra sociedad y en el mundo”.

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