(Infovaticana) El presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Luis Argüello, ha ofrecido un amplio balance sobre el legado del Papa Francisco en una entrevista concedida a El Debate.
El arzobispo de Valladolid, que se desplazará a Roma para asistir el sábado al funeral del Papa Francisco, subraya que el Pontífice argentino ha dejado una huella profunda en la Iglesia, no por una ideología, sino por una propuesta “integral y centrada en lo esencial”: el Evangelio, la dignidad humana y la cercanía a los más pobres.
“Francisco ha querido transmitir el anuncio del Evangelio, no sólo con palabras, sino con obras”, afirma Argüello. El prelado destaca que el Papa puso especial énfasis en “la dimensión social del Evangelio”, expresada tanto en la comunión eclesial —a través de la sinodalidad— como en la opción preferencial por los pobres. “Detrás de su propuesta había una antropología, una visión política y económica con el ser humano en el centro, basada en el diálogo, el encuentro y la amistad social”, añade.
Ni de derechas ni de izquierdas
En un momento en que algunos han querido encasillar ideológicamente a Francisco, Argüello es claro: “No era ni de izquierdas ni de derechas. Su propuesta superaba esas categorías”. Según el arzobispo, el Papa combatió el individualismo —defendido tanto por el liberalismo conservador como por el progresismo cultural— con una visión de la persona y de la familia abierta a la vida, que ha sido poco subrayada en los análisis mediáticos.
Argüello reconoce que muchas propuestas del Papa resultaron incómodas tanto para la derecha como para la izquierda. Desde su impulso a la “Economía de Francisco” hasta su defensa de una “alianza social por la esperanza”, con la natalidad como eje, el Pontífice rompió moldes. “El Papa ha hecho un llamamiento a construir el bien común desde el encuentro, pero siempre con los más pobres en el centro”, apunta.
Un cónclave abierto a la sorpresa
Respecto al próximo cónclave, monseñor Argüello anticipa que podría deparar sorpresas. “Debemos recibir al nuevo Papa sin prejuicios y con asombro”, afirma. Señala que la composición del colegio cardenalicio, más internacional y diverso que nunca, podría dar lugar a una elección inesperada. “El hecho de asumir la sede de Pedro es, en sí mismo, un revulsivo de sorpresa”, recuerda.
Preguntado por cuestiones como el diaconado femenino o la bendición de parejas del mismo sexo, Argüello considera que son temas “periféricos” que han tenido escasa relevancia real en los sínodos. “El Papa ha abierto procesos, no ha cerrado debates. Pero nos ha pedido centrarnos en lo esencial: el anuncio de la misericordia, la vida en comunión, el valor de cada vocación”, señala.
En su reflexión final, el presidente de los obispos españoles sintetiza el legado de Francisco con una invitación clara: “Francisco quería que la Iglesia, en esta hora, se centre en lo esencial”.
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