lunes, 23 de diciembre de 2024

Campaña de Navidad en Cáritas, «cerca de quien lo necesita»

(Iglesia de Asturias) «Navidad también es estar cerca de quien lo necesita» es el lema de la Campaña de Navidad de Cáritas este año. Un mensaje que recuerda la necesidad de pasar un tiempo de «cercanía» y de «cuidado». Empezando por uno mismo, para después poder «dedicar tiempo de calidad a los demás».

La donación tanto económica como del propio tiempo, como voluntario, son dos factores que desde Cáritas se recuerdan como necesarios para poder seguir llegando a las personas más necesitadas. Navidad es un tiempo donde la solidaridad se acentúa, tal y como recuerda Elsa Suárez, Directora de Cáritas diocesana de Oviedo. Este año los donativos han estado marcados muy especialmente por la DANA y los terribles estragos que ha causado en toda la zona del Levante español. Desde el primer momento Cáritas lanzó una Campaña de Emergencia en toda España, y en Asturias concretamente, entre lo entregado directamente a Cáritas y lo recogido en la colecta extraordinaria organizada por la Conferencia Episcopal el 24 de noviembre, se han recaudado 430.000 euros aproximadamente, aunque destacan que la emergencia sigue abierta y la cifra va cambiando día a día.

En esta cifra «no contamos con las parroquias asturianas que, directamente, enviaron sus colectas directamente a otras parroquias conocidas en la zona», señala Elsa Suárez, y reconoce que «es una muy buena aportación en general, y que valdrá para que podamos asistir durante mucho tiempo las necesidades de la zona, porque con lo que pasó, la recuperación será lenta», afirma.

Cáritas no ha tenido que ir allí, puesto que está presente en las parroquias desde siempre. «Y lo va a seguir estando –afirma la Directora de Cáritas diocesana de Oviedo–, lo que pasa es que va a tener más implicación y más trabajo, porque van a ser más las personas a las que tenga que atender». La idea principal en la zona es que «según se vaya viendo el desarrollo de las vidas de estas personas, podamos ir trazando proyectos para restaurar esas vidas, y no sólo en lo material, sino también en lo que caracteriza a Cáritas, que es el acompañamiento, la escucha y el estar cerca de los que, por desgracia, lo perdieron todo o casi todo».

Volviendo a Asturias, en estas próximas fiestas habrá personas que no tengan cerca a sus familias. Especialmente aquellas que se encuentran en programas de Cáritas en régimen de internamiento, donde se intenta que vivan estas fechas de la manera más parecida a lo que podrían haber vivido con sus familias. «Son días duros para ellos –explica Elsa Suárez–, porque, obviamente, todos tienen a sus seres queridos lejos en estos casos de los que hablamos. Lo que solemos hacer es celebrar la eucaristía con ellos y los trabajadores les acompañan, se celebran comidas y cenas especiales que intentan simular a lo que sería una familia», explica Elsa.

Estos programas se centran principalmente en personas con dependencias a las drogas o al alcohol, o personas sin hogar. Y es que el acceso a la vivienda es para Cáritas en Asturias –al igual que en el resto de España– uno de los problemas que más preocupa. «Los precios que tiene la vivienda y sobre todo la cantidad de requisitos que ponen a las personas para poder alquilar una, que no están al alcance de cualquiera y menos de las personas a las que se acompaña desde Caritas, suponen un problema muy importante porque la vivienda es indispensable para poder desarrollar una vida, una familia y complementar un trabajo», explica Elsa Suárez. Otro de los problemas que preocupan especialmente en estos últimos meses es el último reglamento que desarrolla la Ley de Extranjería. «Aún no sabemos todavía el alcance exacto que va a tener porque es muy extenso, pero nos tememos que puede afectar especialmente a las personas migrantes en situación irregular, un número importante de las que atendemos, y que van a ver en peligro la forma de encontrar trabajo o de permanecer en España», explica la Directora de Cáritas diocesana.

El Delegado episcopal de Cáritas en Asturias, el sacerdote José María Hevia, pone como ejemplo a San José, «un voluntario que pasa a veces desapercibido», dice. «Él está muy cerca y vivió en primera persona estos problemas. El de la inmigración, incluso como refugiado, como cuando tuvieron que huir a Egipto, e incluso el de la vivienda –explica–, porque no había sitio para ellos en ningún lugar, con un Niño a punto de nacer».

«65 plazas en el Albergue Cano Mata; 28 plazas en la Santina de Deva, en Gijón; 17 en Luz Casanova en Avilés; 16 en el CEA, o 22 hogares de la Red de Hogares para cuando van teniendo algo más de autonomía… Con todo, es poco para lo que realmente hace falta, pero tenemos que ofrecer una posada, tenemos que hacer algo por los demás. También es importante que hagamos silencio interior, ver cómo podemos echar una mano y acoger. Ahí nos puede ayudar el lema de la Campaña de Navidad de este año, recordar estar cerca, no una Cáritas virtual, sino una Cáritas en proximidad, en cercanía, en presencia«.

No siempre es fácil dar el paso para hacerse voluntario. Pero para el Delegado episcopal de Cáritas diocesana «Cuando se ve la necesidad, surgen la virtud y surge el voluntariado. Cada uno ofrece lo que tiene y es necesario estar disponibles para encauzar, porque Cáritas lo que tiene que hacer es ofrecerle cauce al amor y así, el voluntariado crece, desde luego que sí». Y siempre, «con esperanza», recordando este Año Jubilar a punto de comenzar, que nos anima, desde el ámbito de la fe, a «abrir la ventana a la esperanza».

No hay comentarios:

Publicar un comentario