martes, 7 de enero de 2025

El cardenal asturiano Ángel Fernández Artime nombrado Pro-Prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica

(VN) Señala el artículo 13 de la constitución apostólica ‘Praedicate evangelium’ que “cada institución curial se compone de un prefecto, o equiparado, de un número adecuado de miembros, de uno o más secretarios que asisten al prefecto, junto a uno o más subsecretarios, aunque en línea subordinada, a quienes a su vez se suman los diversos oficiales y consultores”. Esta organización se ha ido adaptando a las distintas fusiones y tiene una novedad más desde el pasado 6 de enero cuando el papa Francisco nombró al cardenal Ángel Fernández Artime como proprefecto –con el prefijo latino equivalente a vice, quien hace las veces de– del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, a la vez que se daba a conocer que la religiosa Simona Brambilla sería la prefecta de dicha sección. El organigrama trae novedad no solo porque sea la primera vez que una mujer en la historia ocupa este cargo de rango cardenalicio en el que ya hay un laico –el prefecto Paolo Ruffini que llegó al Vaticano para hacerse cargo de una secretaría–; sino porque hasta ahora los dos proprefectos que hay en el Dicasterio para la Evangelización –al que el Papa se ha autonombrado como prefecto– son en realidad jefes autónomos de las dos secciones que estaban ya en los organismos fusionados en dicho dicasterio. Es el caso de Rino Fisichella en la “Sección para las cuestiones fundamentales de la evangelización en el mundo” y el cardena Luis Antonio G. Tagle en la “Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares”.

Nueva estructura

Por lo tanto, es un misterio cómo funcionará un proprefecto dentro de este Dicasterio y su posible reparto de funciones. Mientras el cardenal asturiano, que hasta el mes de agosto pasado fue superior general de los salesianos, ha destacado precisamente que el Papa “había creado este nuevo servicio como proprefecto, que evidentemente considera de particular importancia, pidiéndome este servicio”. El purpurado hizo estas declaraciones a la agencia salesiana ANS tras concelebrar en la eucaristía de la Epifanía en la basílica de San Pedro y no faltar el pasado 24 de diciembre al rito de apertura de la Puerta Santa del Jubileo. Fernández Artime confesó, además, que “en los últimos meses conocía la intención del Santo Padre y le había dado mi plena disponibilidad, con un sentido de fe y obediencia al Papa”, algo que ha hecho, asegura, “con una gran disposición de corazón, para dar mi contribución después de estos años de servicio en la congregación salesiana, que han sido de una gran riqueza espiritual y humana para mí”.

Ahora el cardenal dice estar “contento con este servicio que me piden, y estoy plenamente disponible, así como tengo toda mi disponibilidad en mi servicio eclesial como miembro del colegio cardenalicio, para acompañar y asistir al Santo Padre, y también en mi servicio pastoral como obispo, en las diversas necesidades de la Iglesia”. Fernández Artime ha señalado también que ha tenido diferentes encuentros con el cardenal João Braz de Aviz, que deja ahora el dicasterio y con la entonces secretaria Simona Brambilla, “siempre en un clima óptimo de diálogo, entendimiento y comunión de visiones”, destacó. Además, alade que cree que el Papa “ha acertado con la composición del dicasterio, que sin duda es la más adecuada y enriquecedora para este momento”.

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