(De profesión cura) Me maravillan esas personas que hacen gala de un equilibrio y una estabilidad a prueba de bombas, dicasterios, información politica y cansancio personal. Las hay que, efectivamente, mantienen impasible el ademán pase lo que pase. Quizá es que han sido educadas en el más puro estoicismo, en la impasibilidad absoluta. Luego están los que se sienten afectados por las cosas pero se lo tragan y disimulan, tal vez por aparentar una fortaleza de la que realmente carecen y vivir de una imagen que tape o al menos disimule la fragilidad de cada cual.
No es mi caso. Los que me conocen, mis feligreses, saben que si algo me falla es la diplomacia y el disimulo. No valgo para aparentar, ni en vivo y en directo, ni siquiera cuando escribo. Me afectan las cosas, qué se le va a hacer. Tengo mis momentos mejores y peores, y mis temporadas con más o menos ánimos. Supongo que como casi todo el mundo. Y si todo el mundo tiene un equilibrio perfecto y servidor no, pues es lo que hay. No va conmigo la hipocresía. Y eso que todavía hay quien me dice que por qué no hablo más claro. ¿Más? Si hay quien piensa que no hablo con suficiente claridad me temo que el problema no está en mis escritos sino en sus entendederas, y en eso un servidor poco puede hacer.
Es lo que hay. Hay listos que me dicen que tengo mis altibajos. Leche, lo que es la inteligencia y la perspicacia. Creerán que han descubierto la pólvora. Ya lo sé. Me afectan las cosas. Unas las puedo contar y otras no. Pero me afectan y se nota. Ni soy una estatua ni me sale lo de fingir. Va en el lote de un servidor. Si les vale, si no les hace daño, si pueden soportarlo, aquí estoy y si no, puerta.
Y las dos buenas noticias.
La primera, que la Comunidad de Madrid acaba de declarar BIEN DE INTERÉS CULTURAL la iglesia parroquial de Braojos de la Sierra. Estamos muy contentos, como se pueden imaginar. Un reto en orden a la conservación, el cuidado y el esmero en la liturgia. Estos días, una locura de llamadas y visitas. Mañana mismo nos viene Telemadrid para el progrema “Madrid directo” y tenemos una agenda de visitas oficiales para los próximos días que asusta.
Y la otra decirles que va muy bien mi programa de noticias de los viernes. El último pasa a estas horas de las 3.000 descargas. No está nada mal.
Una última cuestión: ¿usted D. Jorge seguirá escribiendo? ¿Seguirá en las redes?Supongo que sí. A mi ritmo, a mi manera, con mi estilo. Para alegría de mis amigos y cabreo de mis enemigos, que no me faltan.
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