viernes, 14 de febrero de 2025

Fátima y los errores de Rusia. Por Jesús María Silva Castignani

(Rel.) El 13 de julio de 1917, la Virgen María se apareció a los tres pastorcitos de Fátima y les reveló el llamado "Secreto de Fátima", que incluía la advertencia de que Rusia, si no se consagraba a su Inmaculado Corazón, esparciría sus errores por el mundo, causando guerras, persecuciones y sufrimiento para la Iglesia y la humanidad. Esta profecía se interpretó, con el tiempo, como una referencia a la expansión del comunismo y la ideología marxista-leninista que surgiría con la Revolución bolchevique en octubre de 1917.

A pesar de múltiples esfuerzos, la consagración de Rusia no se realizó de la manera exacta que la Virgen había pedido hasta el 25 de marzo de 1984, cuando el papa Juan Pablo II, en unión con los obispos del mundo, consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María. Sin embargo, en una revelación posterior a la vidente sor Lucía, la Virgen indicó que esta consagración se había hecho tarde y que, aunque Dios la aceptó, no evitaría que Rusia esparciera sus errores por el mundo.

La difusión de los errores de Rusia

La advertencia de la Virgen en Fátima se ha cumplido de manera innegable a lo largo del siglo XX y en la actualidad. La ideología comunista no solo se propagó a través de la Unión Soviética, sino que influyó en numerosos países, configurando el escenario político y social del mundo moderno. Estos errores pueden identificarse en diversos aspectos:

1. Expansión del comunismo y el totalitarismo

Tras la Revolución Rusa, la Unión Soviética promovió activamente el comunismo en el mundo, apoyando regímenes como el de Mao Zedong en China, la dictadura de Fidel Castro en Cuba y los gobiernos comunistas en Europa del Este. El resultado fue un siglo marcado por persecuciones religiosas, restricciones a la libertad, represión de la disidencia y genocidios en nombre de la ideología. El comunismo se convirtió en un sistema que, bajo la apariencia de buscar la justicia social, esclavizó pueblos enteros bajo el yugo del materialismo ateo.

2. Persecución a la Iglesia y el ateísmo de Estado

El comunismo promovió un ateísmo militante, prohibiendo o restringiendo el culto religioso y persiguiendo a sacerdotes, religiosos y fieles. En la URSS, la Iglesia Ortodoxa fue duramente perseguida; en China, la Iglesia católica sigue bajo una severa represión; en países como Corea del Norte, la fe aún es castigada con la muerte. Este ataque a la religión no fue simplemente incidental, sino una estrategia deliberada para erradicar la moral cristiana y reemplazarla con la sumisión total al Estado y a la ideología comunista.

3. Relativismo moral y deconstrucción de la familia

El marxismo no solo tuvo un impacto político, sino que derivó en una ideología cultural que promovió la lucha de clases como principio rector de la sociedad. Con el tiempo, esta lucha de clases se trasladó a otros ámbitos: la lucha de sexos (feminismo radical), la lucha de identidades (ideología de género) y la deconstrucción de los valores tradicionales como la familia y la moral cristiana. A través de la infiltración en las universidades, los medios de comunicación y la cultura popular, se ha extendido la idea de que todas las estructuras tradicionales deben ser derribadas en nombre del progreso.

4. De la ideología marxista a la ideología woke

Uno de los desarrollos más recientes de los errores de Rusia es la ideología woke, que ha tomado los principios del marxismo clásico y los ha adaptado al contexto actual. Si en el siglo XX la lucha se planteaba en términos de clases económicas, hoy se presenta en términos de opresores y oprimidos en ámbitos como la raza, el género y la orientación sexual. Esta ideología ha generado una fragmentación social extrema, donde cada grupo busca ser considerado víctima y exige cambios radicales en la sociedad. La cancelación de la disidencia, el adoctrinamiento ideológico en la educación y la imposición de dogmas contrarios a la ley natural son algunas de sus manifestaciones más claras.

5. Pérdida del sentido de Dios en Occidente

Aunque el comunismo como sistema político colapsó en gran parte con la caída del Muro de Berlín en 1989, sus principios materialistas, laicistas y relativistas han permeado Occidente. Hoy en día, vemos sociedades donde el hedonismo, el individualismo y la indiferencia religiosa han reemplazado la búsqueda de la verdad y el sentido trascendente de la vida. La crisis de identidad de las naciones occidentales, la falta de propósito en la juventud y el auge del nihilismo son síntomas de esta enfermedad espiritual que tiene sus raíces en los errores de Rusia

El impacto en Occidente y en el mundo actual

El mundo actual está marcado por la influencia de estos errores. La crisis de valores, la polarización ideológica y el avance de ideologías disolventes han debilitado la identidad cristiana de Occidente. La Iglesia enfrenta ataques desde el interior y el exterior, mientras que las naciones occidentales adoptan políticas cada vez más secularistas. La ideología woke, como heredera del marxismo, ha sido la excusa perfecta para justificar la censura, la persecución de la verdad y la imposición de un pensamiento único que no tolera la disidencia.

En un contexto global donde la confusión reina y la moral objetiva es reemplazada por el subjetivismo, las palabras de la Virgen cobran mayor relevancia. Si bien la consagración de 1984 fue un paso importante, el llamado a la conversión sigue vigente. Solo un retorno a Dios y a los valores cristianos podrá contrarrestar el daño causado por estos errores.

El triunfo del Inmaculado Corazón de María y la esperanza para el mundo

Desde las apariciones de la Virgen en Fátima en 1917 hasta las más recientes en Medjugorje, el mensaje mariano ha sido claro: la lucha entre el bien y el mal es real, pero la victoria pertenece a Dios. En medio de la crisis espiritual, moral y social que afecta al mundo, la Virgen nos ha asegurado que su Inmaculado Corazón triunfará. Este triunfo no es una mera metáfora, sino una realidad que se cumplirá conforme más personas respondan a su llamado de conversión, oración y penitencia.

1. El mensaje de Fátima y la promesa del triunfo

En Fátima, la Virgen advirtió sobre los errores que se propagarían por el mundo si no se atendía su petición de conversión y consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón. Aunque la consagración se realizó tardíamente en 1984, los errores del materialismo ateo, el relativismo y la corrupción de los valores cristianos ya se habían extendido. Sin embargo, la Virgen también aseguró que, al final, su Inmaculado Corazón triunfaría.

Este triunfo no es solo el fin de un sistema ideológico, sino la restauración de la humanidad en Dios. Es el establecimiento de una era de paz y gracia donde Cristo reinará en los corazones y en las sociedades. Para que esto ocurra, se nos invita a la conversión personal, a la reparación por los pecados del mundo y a la confianza total en Dios.

2. El papel de Medjugorje en la confirmación del mensaje

Desde 1981, en Medjugorje, la Virgen ha insistido en los mismos llamados que hizo en Fátima: oración, ayuno, confesión, Eucaristía y lectura de la Palabra de Dios. En sus mensajes, ha dejado claro que el mundo está atravesando una gran batalla espiritual y que la humanidad ha de elegir entre seguir a Dios o sumergirse en la oscuridad del pecado.

Uno de los aspectos más significativos de Medjugorje es la insistencia de la Virgen en la necesidad de formar "apóstoles de su Corazón Inmaculado", es decir, personas dispuestas a vivir y difundir su mensaje con valentía. La Virgen también ha revelado que habrá un tiempo de purificación antes del triunfo definitivo, lo que sugiere que el mundo deberá pasar por tribulaciones antes de alcanzar la paz prometida.

3. ¿En qué consiste el triunfo del Inmaculado Corazón?

El triunfo del Inmaculado Corazón de María no es simplemente un acontecimiento político o social, sino una transformación espiritual global. Este triunfo puede entenderse en varios niveles:

Conversión masiva de almas: La Virgen ha hablado de un tiempo en el que muchas personas regresarán a Dios y la fe cristiana se revitalizará en el mundo.

Renovación de la Iglesia: En medio de las crisis internas que ha vivido la Iglesia, la Virgen ha asegurado que la fe verdadera resurgirá con fuerza y será luz para el mundo.

Paz auténtica: No una paz basada en acuerdos humanos, sino en el reinado de Cristo en los corazones.

Victoria sobre el pecado y la apostasía: La Virgen ha alertado sobre la gran confusión doctrinal y moral de nuestros tiempos, pero ha prometido que la verdad prevalecerá.

4. Cómo prepararnos para este triunfo

Dado que el triunfo del Inmaculado Corazón implica una respuesta de la humanidad, cada cristiano tiene un papel en este proceso. Algunas maneras de colaborar con este plan divino son:

Consagrarse al Inmaculado Corazón de María, entregándole la vida y permitiendo que ella nos guíe a Cristo.

Vivir los cinco pilares de Medjugorje: oración (especialmente el Rosario), ayuno, confesión frecuente, Eucaristía y lectura de la Palabra de Dios.

Ofrecer sacrificios y penitencias en reparación por los pecados del mundo.

Difundir el mensaje de esperanza, recordando a los demás que Dios tiene la última palabra.

Conclusión: la esperanza en el designio de Dios

A pesar de la oscuridad que parece dominar el mundo, el mensaje de la Virgen es de esperanza. Su Inmaculado Corazón ya está obrando silenciosamente en muchas almas, llamándolas a unirse a esta gran batalla espiritual. Su triunfo no será el resultado de estrategias humanas, sino de la intervención divina en la historia.

Cada uno de nosotros está llamado a ser parte de esta victoria. A través de nuestra fidelidad, oración y testimonio, podemos acelerar la llegada de este tiempo de gracia. Confiemos en la promesa de la Virgen: por más que los errores del mundo parezcan avanzar, al final, su Inmaculado Corazón triunfará, y con él, el Reino de Dios se establecerá con mayor fuerza en la humanidad.

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