lunes, 25 de noviembre de 2013

Clausura del Año de la Fe a nivel diocesano

 
Ya ha comenzado este reinado, y tantos hombres y mujeres han vivido así. Pero también, ¡cuántos aún no viven así ni ante el Padre Dios, ni ante el hermano hombre, ni ante la confraterna creación! Por eso, es un Reino de Jesús, que está sólo empezado, que se encuentra sin terminar, sin su plenitud final. Sólo hay un trono y éste es para Dios; y en ese trono se brinda libertad. Toda suplantación de ese Rey supondrá un camino de esclavitud, de inhumanidad, de corrupción, como lo demuestra la historia de siempre y la más reciente. Por Jesucristo Rey y por ese Reino hay que seguir trabajando, construyén­dolo cotidianamente con cada gesto, en cada situación y circunstancia, para ir des­terrando y transformando cuanto en nosotros y entre nosotros no corresponda al proyecto del Señor. Donde este Rey no tiene cabida, surgen los ídolos en cuyo nombre se destruye la vida, se cercena la libertad y se propaga la insidia. Decir ¡viva Cristo Rey! Es lo mismo que decir ¡vivan los hombres mis hermanos!
 
Mons. Jesús Sanz Montes.
 

La diócesis conmemoró el final del Año de la fe con una Eucaristía ayer  domingo 24, a las 18:30 h. de la tarde, en la Catedral de Oviedo. Estuvo  presidida por el Sr. Arzobispo .

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