lunes, 19 de febrero de 2018

Para saber bien quién es Mons. Pedro Casaldáliga

Llevamos unas semanas en las que el medio de comunicación religioso neo-oficialista (*) por excelencia, Religión Digital, está en plena campaña de marketing y loa permanente a la figura de Mons. Pedro Casaldáliga, CMF, obispo emérito de San Félix de Araguaia (Brasil).

Lo último es la publicación de una “Carta de la Pastoral de la Juventud al apóstol de la Amazonía, Pedro Casaldáliga, ejemplo de esperanza y rebeldía para la juventud".

Pues bien, no hay nada mejor para saber quién es este obispo, que tiene ya 90 años, que copiar la carta que dirigió en su día a Fidel Castro:

Querido Fidel:

Una vez más recibo invitación de Cuba y una vez más he de contentarme con enviar un mensaje. De corazón, eso sí.

Hoy te lo dirijo a ti, personalmente y tuteándote, para quitarle hasta el menor atisbo de ceremonia. Como corresponde a compañeros de luchas y de esperanzas.

Espero no escandalizar demasiado ni a la dereha ni a la izquierda.

Estos días has sido noticia mayor, también en Brasil. Con titulares como éste: «Un ateo en el Vaticano».

Y de eso quería hablarte, a ti y a todos los compañeros y compañeras que están ahí en esta hora histórica de tus 70 años, del proceso cubano y de la macrodictadura neoliberal.

Recuerdo, todavía con emoción, la carta que te entregamos, en 1985, Betto, los hermanos Boff y yo, escrita para ti por el patriarca de la Solidaridad y los Derechos Humanos, el cardenal Paulo Evaristo Arns, arzobispo de São Paulo. «Aunque Vd. se declare increyente -te decía él- yo le pido que rece por mí…».

Fidel, a estas alturas de tu vida y la mía y de la marcha de nuestros pueblos y de las iglesias más comprometidas con el Evangelio hecho vida e historia, tú y yo podemos muy bien ser al mismo tiempo creyentes y ateos.

Ateos del dios del colonialismo y del imperialismo, del capital ególatra y de la exclusión y el hambre y la muerte para las mayorías, con un mundo dividido mortalmente en dos. Y creyentes, por otra parte, del Dios de la Vida y la Fraternidad universal, con un mundo humano único, en la Dignidad respetada por igual de todas las personas y de todos los pueblos.

Con esta fe, abrazo a todo el pueblo de Martí, en la esperanza de su victoria sobre el bloqueo inicuo, en la defensa de sus conquistas sociales y en la consolidación de una democracia sin privilegiados y sin excluidos, con Pan y con Espíritu, con Justicia y con Libertad; en la hermosa patria de la Isla y en toda la Patria Grande de Nuestra América.

No te doy la bendición porque tengo dos años menos que tú y es a los mayores a quienes corresponde bendecir…

Te abrazo, como compañero de camino.

Pedro Casaldáliga,
obispo de São Félix do Araguaia, MT, Brasil

Conmovedor, ¿no les parece? Se pueden hacer una idea de lo que los cubanos que han sido víctimas de la tiranía castrista -o sea, casi todos- pueden sentir al ver que todo un sucesor de los apóstoles se considere compañero de camino del tirano y el régimen que lleva oprimiéndoles más de 60 años. Algo parecido a lo que debió sentir Cristo cuando Judas Iscariote le dio un beso para entregarle.

Poco más tengo que añadir. Si acaso, advertir que la actitud de la Iglesia ante la dictadura comunista cubana ha estado, mayormente, entre la complicidad del silencio y la complicidad de la colaboración más o menos discreta. Nada que ver, sin ir más lejos, con la que mantuvo ante el comunismo en Europa y muy especialmente en Polonia. Sin salir del continente, también es muy distinta la actitud de la Iglesia ante el régimen chavista de Venezuela. No sé qué tienen los cubanos para que se les maltrate de esa manera. Alguien tendrá que dar alguna explicación en el futuro.

Luis Fernando Pérez Bustamante

(*) Religión Digital ha pasado de ser referente de todo lo que se oponía al magisterio pontificio a convertirse en referente de cualquier interpretación de las palabras y gestos del actual pontífice que vaya en el sentido exactamente contrario al magisterio previo. O sea, neo-oficialismo con olor a naftalina postconciliar.

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