lunes, 4 de marzo de 2024

En costelación. Por Jorge Juan Fernández Sangrador

Agradezco de todo corazón el premio El Ciervo–Enrique Ferrán de periodismo, del que me hicieron entrega el pasado 29 de febrero de 2024 en el significativo espacio artístico y universitario «Elisava. Facultad de Diseño e Ingeniería de Barcelona».

Las primeras personas que, en 1968, recibieron el galardón fueron «ex aequo» el sacerdote riosellano Salvador Blanco Piñán (1911-1987) y el periodista barcelonés Agustí Pons Mir (1947-). Al primero le fue otorgado por su artículo «Hacia nuevas fronteras de la teología», escrito cuando era capellán del monasterio de agustinas recoletas de Oviedo.

Otro asturiano, el gijonés Jordi Doce (1967-), recogió, a principios de este año, el premio Lorenzo Gomis de poesía, promovido igualmente por la revista El Ciervo, que el jurado concedió a su poema «Descenso».

Blanco Piñán fue asiduo escritor de un periódico colegial salmantino que se titulaba «Incunable», dirigido por el canonista Lamberto de Echeverría, que, en su primer número, llevaba como encabezamiento el de «Revista de la Residencia Jaime Balmes de Salamanca».

No era la única revista que nacía a la sombra de la Universidad Pontificia de Salamanca, erigida en 1940 con el fin de restaurar, en la Ciudad del Tormes, los estudios de teología y de derecho canónico, suprimidos en 1852. Otras cabeceras de esos años eran «Pax», «Ambiente» y «Reparación», que confluyeron, en 1958, en la revista que aún se publica hoy «Vida Nueva», de la que fue director Bernardino M. Hernando, segundo ganador del premio El Ciervo–Enrique Ferrán, en 1970, por el artículo «La abolición de la pena de muerte».

De esos años es también la creación de la asociación «Propaganda Popular Católica», fundada en 1955. Hoy es sello editorial PPC y está, al igual que la revista «Vida Nueva», dentro del grupo SM.

Y bajo los auspicios de la Universidad Pontificia de Salamanca nació, en 1944, la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), que comparte un mismo logo con la revista El Ciervo. Se trata del ciervo del salmo 42, que comienza con el conocido verso en latín: «Sicut cervus ad fontes». Igual que va el ciervo hacia las fuentes de agua viva, así te anhela mi alma, Dios mío.

Además, tanto en el origen de la BAC como en el de la revista El Ciervo han estado presentes miembros de la Asociación Católica de Propagandistas.

¿Y por qué cuento todo esto?

Pues porque he sido profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca, columnista de la revista «Vida Nueva», director de la Biblioteca de Autores Cristianos, mi último libro fue publicado por PPC y, en 2020, recibí el Premio «Ángel Herrera Oria» de periodismo, otorgado por la Universidad San Pablo-Ceu de Madrid, promovida por la Asociación Católica de Propagandistas.

Está claro que somos seres en constelación. Así que yo debía acabar necesariamente, de una forma u otra, en El Ciervo, que es, por otra parte, la primera revista de carácter social y cultural que manejé en mi vida. En el Seminario de Oviedo. Tenía yo dieciséis años.

Recuerdo el enorme esfuerzo intelectual que por entonces yo hacía para tratar de adentrarme del modo que fuese en un mundo de ideas que me rebasaba, dada la altura de los argumentos expuestos en sus páginas y la aún poco desarrollada trayectoria cultural en aquel tránsito mío entre la adolescencia y la juventud.

Fue la convocatoria de este concurso la que salió a mi encuentro cuando tuve que presentar hace unos meses a un periodista que ganó varios premios de relatos cortos. Buscando algunos de esos títulos en la red me encontré con el argumento de la «soledad» que la revista proponía para que se escribiese una reflexión sobre esta realidad que tiene, como todo lo humano, un aspecto bifronte: belleza y negación, sentido y caos, horizontes y rutina, esperanza y decepción.

Agavillé cuatro casos reales, en los que la soledad no es una maldición, sino una posibilidad de poder desarrollar la vida personal como uno desea que discurra. El de Luisa, la señora que reside sola en un pueblo de Asturias, se corresponde plenamente con la foto de Nara Fusté, alumna de Elisava, que figura en la portada del número de la revista.

Sin embargo, los efectos negativos que la soledad está acarreando no sólo a personas ancianas, sino también a jóvenes, han llevado a los gobiernos del Reino Unido y de Japón a tomarse en serio esta situación de grave emergencia social y a crear el Ministerio de la Soledad (Ministry of Loneliness)

El teólogo Olegario González de Cardedal, amigo y colaborador de la revista El Ciervo, dice que, de los tres vocablos que existen en castellano para referirse a ella, «soledumbre», frente a «muchedumbre», sería, desde la perspectiva de las lesiones anímicas, el más adecuado, mientras que «soledad» se referiría a la necesaria distancia que se requiere para poder reconocernos a nosotros mismos y a los demás. «Solitud», el tercero, designaría la absoluta cerrazón de quien se afianza a sí mismo sin relación con nadie. Ni con los demás ni con Dios.

Reitero mi agradecimiento a Jaume Boix Angelats, director de El Ciervo, al igual que a los restantes cargos directivos y al personal de la revista por sus atenciones para conmigo, así como a los miembros del jurado que han tenido a bien concederme este galardón, que me colma de felicidad porque me une a quienes lo han recibido en ediciones anteriores con mayores merecimientos que yo y, sobre todo, porque me une a una historia intensa, poblada de personalidades de primer orden y de máxima categoría, colmada de logros y de realizaciones, como ha sido, es y será la de la revista El Ciervo.

domingo, 3 de marzo de 2024

''Zelus domus tuae comedit me''. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

En este Domingo III de Cuaresma el evangelio nos muestra una escena que rompe el esquema estereotipado de Jesús, al verle expulsar a los mercaderes y cambistas del templo con un azote de cordeles. Vemos al Señor enfadarse, ponerse serio e incluso echar de un lugar tenido por casa de todos a los que no consideraba dignos de estar allí pervirtiendo el destino de aquel santo recinto. Este pasaje del capítulo 2 de San Juan, nos lo propone la Iglesia para interiorizar en este camino cuaresmal que este hecho es un retrato auténtico de Jesucristo; no es que tuvo un mal día y el resto de su vida todo fueron alagar los oídos de los que se acercaban a Él; éste es el mismo Jesús que invita a los pequeños a que se le acerquen, y a los enfermos, los marginados, los pobres. Pero Cristo no es bipolar, sino que da a cada uno lo que en justicia le corresponde. A veces cada cual ha construido un Redentor a su medida, un Dios a su gusto, una Iglesia que se adapte a mis deseos, etc. Y estamos equivocados si actuamos así, pues nos autoengañamos en algo que algún día habrá de ser de otro modo y  desaparecer como un castillo de arena al subir la marea. Jesús no es ese que tengo en la estampita de la cartera siempre sonriente y que parece que aplaude y aprueba todo lo que yo hago, sea lo que sea. "Dios es amor", pero esto no es sinónimo de aprobación de todo y que comparta lo que va en contra del Evangelio. Si busco una Iglesia que se adapte a mi forma de ser, ideas, gustos y criterios, no será esa la Iglesia de Jesucristo y nada tendrá que ver con la verdad de la doctrina católica por mucho que me empeñe en decir que yo soy Iglesia. Lo cierto es que algo así nos situará fuera de ella: "Extra Ecclesiam, nulla salus" (fuera de la Iglesia no hay salvación).

Es un mensaje que no nos gusta escuchar, nunca agrada que nos digan que no somos perfectos o hacemos las cosas mal y cometemos errores, pero como dice el refrán mejor: ''Más vale ponerse una vez colorado que ciento amarillo''... La Cuaresma es un tiempo idóneo para preguntarnos: ¿en qué momento de mi vida de fe estoy? ¿Qué le presentaría al Señor hoy si terminara por casualidad en esta jornada mi existencia terrenal? ¿Me esfuerzo en encaminarme hacia al cielo, o simplemente acudo al templo sin superar los apegos mundanos, y las miserias de mi existencia?... Con la Sagrada Escritura tenemos el riesgo de quedarnos sólo con los textos en los que sentimos identificados cuando estos nos dan caricias y, sin embargo, pasamos la página corriendo cuando aparece una enseñanza que nos interpela e incomoda en nuestra realidad pecadora... Es como aquella señora que miraba el día antes el evangelio del día, y si era el evangelio de la resurrección de Lázaro el tema le daba esperanzas, pero si era el joven rico u otro pasaje que que igualmente identificada la incomodaba, ese domingo veía la misa por la tele y en el momento de la homilía quitaba la voz  aprovechar para fregar los cacharros... A veces hacemos esto con nuestra fe, buscamos amoldar a Jesús a nosotros mismos en lugar de amoldarnos nosotros a Él. No hagamos un Dios a nuestra imagen y medida, sino esforcémonos en ser santos, dado que nuestro Dios es Santo. 

Cuando Jesucristo se puso a echar a los que hacían negocios en el templo, nos dice el evangelista: "sus discípulos se acordaron de lo que está escrito": «El celo de tu casa me devora», correspondiente al salmo 69. En este caso los apóstoles sí comprendieron la actuación del Maestro; no pensaron: ¡Cómo se ha pasado! o ¡Que duro ha sido!.. ¡No! Entendieron que actuaba correctamente: ''Zelus domus tuae comedit me'' (El celo de tú casa me devora). ¿Qué significan estas palabras? Quizá si cambiamos celo por ardor interior o fuego espiritual nos suene mejor y más entendible; se busca explicar esa fuerza o energía que a uno le impulsa a defender, cuidar o proteger hasta incluso firmemente si es necesario aquello que es objeto de su amor. En este caso celo religioso por Dios y sus cosas, entre las que está también la preocupación por que los hombres estén a la altura de éstas, en especial por respetar la morada del Todopoderoso entre nosotros: el templo. Pero es más que todo eso también: Jesús viene a recordarnos que necesitamos de purificación, necesitamos hacer un azote de cordeles para expulsar de templo de nuestro cuerpo y de nuestra alma todo lo que ensucia esta morada querida del Espíritu Santo. No convirtamos esta casa de Dios y templo de su Espíritu en un mercado; lo hacemos cuando en la iglesia rompemos el silencio y salimos hablando a voces como si estuviéramos en la plaza de abastos. Pero especialmente hoy pedimos al Señor la fuerza para expulsar de nuestra vida todo aquello que nos lleva a la ruina moral y personal y nos aleja del Cielo; lo impide estar en su gracia. Sólo así podremos salvarnos, pues en la medida en que trabajemos por vivir la santidad, así será el día de mañana nuestro destino definitivo. De poner los medios para cambiar y mejorar o mantenernos en la inercia del pecado será la diferencia cuando tengamos que comparecer ante el tribunal eterno donde anhelamos ver a un Jesús sonriente que nos diga: ''Venid a mí benditos de mí Padre'', o enfadado, nos expulse como los mercaderes del templo. 

El evangelio comenzó diciendo: ''Se acercaba la Pascua''; que esto sea un aviso también para nosotros, ya falta menos para la meta pascual. Y en otro momento del texto afirma Jesús: "Destruid este templo, y en tres días lo levantaré"... Como dijo el Papa Benedicto XVI: ''estas actitudes de Jesús, nos van preparando para vivir esta cuaresma: imitando a Jesús en su celo por la casa del Padre, destruyendo nuestro cuerpo con el ayuno y la abnegación, y sabiendo sufrir como Él, para después levantarnos con Él en la resurrección. ¡Y qué mejor manera de venerar la casa de Dios, que viviendo la caridad para con el prójimo, cuyo cuerpo es el templo del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!''... Y hablando de prójimos, no quisiera olvidar en este 3 de marzo en que las Obras Misionales Pontificias celebran el día de Hispanoamérica. Actualmente hay 150 sacerdotes españoles sirviendo en esas tierras hermanas, y son muchísimos los hispanoamericanos que viven entre nosotros y forman parte de nuestras parroquias y comunidades religiosas, y de nuestros presbiterios diocesanos. España ha sido un regalo para ellos al llevarles la fe, ellos ahora son un regalo para nosotros al venir a recordarnos lo que tenemos algo un tanto olvidado: ¡Gracias Hispanoamérica! Feliz Domingo a todos. 

Evangelio del Domingo III de Cuaresma

Lectura del santo evangelio según san Juan (2,13-25):

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?»
Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»
Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

Palabra del Señor

sábado, 2 de marzo de 2024

La fachosfera católica digital. Por Jorge González Guadalix

(De profesión cura) Si es que los datos son los que son, y parece que hay obispos brasileños muy preocupados por el hecho de que los medios digitales católicos tradicionales arrasen en las redes. Es lo que hay y los datos son los que son.

Para disgusto me imagino de todos los que siguen apostando por un progresismo cada vez más progresista, lo que todos vemos es que la gente, cuando quiere conocer la Iglesia, lo que pasa en la Iglesia y cómo interpretar los acontecimientos, en aras de su libertad, acude donde le da la real gana, que mire usted por dónde, son los medios más conservadores. Esto me lleva a sacar varias conclusiones:

1. Los medios y planteamientos más progresistas, que en su momento aparecieron en la Iglesia con una fuerza imponente en los años setenta y ochenta sobre todo, se han quedado realmente en nada. No son nada.

2. Estos medios progresistas hoy tienen que reconocer su más absoluto fracaso por más que se empeñen en autoproclamarse el no va más de la autenticidad evangélica y la aplicación real y necesaria del Vaticano II.

3. Los fieles, hartos de ambigüedades, dictadorzuelos de esto es así porque yo lo digo y porque es el espíritu del Concilio, optan cada vez más por redes, influencers sacerdotes o laicos y páginas que transmitan claridad y presenten la realidad desde la fidelidad al magisterio.

4. Los medios de información oficiales de diócesis y organismos eclesiales como conferencias episcopales o el mismo Vaticano no interesan a nadie.

5. La inmensa mayoría de portales, redes, canales e influencers de éxito cuentan con un presupuesto irrisorio, mientras que los medios oficiales o más protegidos por la oficialidad, con dinero en abundancia, se van desplomando.

6. Los medios influyentes y los blogueros o YouTubers más seguidos lo hacen, lo hacemos, no por negocio ni obligación, sino por convicciones. Y eso se nota. Este servidor jamás ha cobrado un euro por la presencia en las redes y el ordenador lo pagué de mi bolsillo.

7. No olvidemos que hoy no se puede controlar la información. Hace años uno no tenía otro medio de conocer lo que pasaba en la Iglesia más que revistas, controladas evidentemente, o medios informativos diocesanos o vaticanos. Si alguna cosa distinta se sabía era sotto voce. Hoy se sabe todo, se conoce casi todo, y la gente es consciente de que si quiere conocer la realidad de lo que está sucediendo tiene que buscar por otra parte, y ahí lo encuentra.

Los obispos, los portales progresistas de siempre, lo que tienen que preguntarse es, por ejemplo, por qué la gente se fía mucho más de los curas de La sacristía de La Vendée que del boletín diocesano, o por qué las noticias que ofrece un servidor los viernes, la media horita del cura de Braojos, tienen mucho más seguimiento que las transmisiones de Jesús Bastante, subdirector de Religión Digital.

Comprendo el cabreo de muchos cuando descubren estas cosas, pero el problema no es que haya mucho influencer y mucho YouTuber ultraconservadores que dicen, el problema es que el mensaje de los autoproclamados defensores de Francisco, partidarios de la primavera eclesial y sinodales hasta la muerte, no interesa a nadie. Pero de eso no tenemos la culpa los demás.

3 de marzo: Día de Hispanoamérica con el lema «Arriesgan su vida por el evangelio»

(C.E.E.) Con el lema «Arriesgan su vida por el evangelio» la Iglesia celebra el domingo 3 de marzo el Día de Hispanoamérica. Una jornada para recordar especialmente a los sacerdotes españoles que han salido de sus diócesis de origen para colaborar con la Iglesia católica en Latinoamérica. Estos sacerdotes se agrupan en la Obra para la Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA). Los sacerdotes de la OCSHA también hacen posible su tarea a través de la ONG ''Misión América''. 

Materiales para el Día de Hispanoamérica

La Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias ha editado diversos materiales para la celebración de esta Jornada: mensaje del presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, cardenal Robert Prevost, (OSA); dos subsidios litúrgicos; otro documento con los datos informativos sobre las cantidades que han aportado las diócesis españolas en la colecta del Día de Hispanoamérica, los sacerdotes de la OCSHA por diócesis de origen y sacerdotes de la OCSHA por país y diócesis de destino; además de la oración y un cartel para este Día.

En la actualidad hay 150 sacerdotes españoles de la OCSHA distribuidos por diferentes países de América Latina. En el año 2023, los sacerdotes diocesanos que marcharon acogidos al servicio de la OCSHA pertenecen a las diócesis de Madrid y Toledo y los países de destino fueron México y Perú. En el documento informativo que ofrece la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias se puede consultar más datos de los sacerdotes pertenecientes a la Obra para la Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana .

Mensaje del presidente de la Pontificia Comisión para América Latina

El cardenal Prevost, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, hace público, además, un mensaje para este Día. A partir del lema de este año «Arriesgan su vida por el evangelio» comienza su escrito con el recuerdo a San Óscar Romero: «Era un hombre que amaba a Dios y a su pueblo. A través de un proceso de purificación y conversión, descubrió que el amor de Jesús hay que ofrecerlo más allá de la zona de confort, arriesgando la vida». «Nuestro querido -añade- santo hablaba desde el evangelio hecho vida».

El presidente de la Pontificia Comisión para América Latina señala que «esta es la más grande verdad. La vida encuentra su destino verdadero en el amor. El amor que implica ofrendar la vida por nuestros hermanos trascendiendo la retórica y sumergiéndonos en la gran aventura que significa seguir la vocación que el Señor nos ha confiado».

En este sentido, invita a la lectura de la encíclica del papa Francisco Evangelii gaudium, donde también se encuentra esta llamada a la radicalidad del evangelio. «La propuesta es vivir en un nivel superior, pero no con menor intensidad»: «La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad», asegura.

viernes, 1 de marzo de 2024

El sacerdote Gabriel Calvo Zarraute deja por los suelos a los «enemigos de la Iglesia»

(Infovaticana) El padre Gabriel Calvo Zarraute, sacerdote de la archidiócesis de Toledo, es quien ha acaparado la mayor parte de las críticas por parte de los medios por el comentario de broma que hizo en el programa de la Sacristía de la Vendée de la semana pasada.

Un corte del programa, descontextualizado, circuló por redes sociales casi una semana más tarde de la emisión del programa. Este clip fue utilizado por Vida Nueva y posteriormente por Religión Digital y el resto de medios nacionales e incluso internacionales para llegar a decir que estos sacerdotes rezaban por la muerte del Papa.

Tras esta polémica, alimentada y jaleada desde la progresía eclesial para tapar otros escándalos de esta semana, los sacerdotes volvieron a encontrarse ayer jueves en el programa que emiten desde YouTube y que generó gran expectación.

Había especial interés por ver qué decía el padre Gabriel Calvo Zarraute tras las disculpas que se hicieron desde la cuenta de twitter/X del programa.

Fiel a su estilo y sin dejarse amedrentar, Zarraute no se cortó en desmontar las mentiras y la agenda ideológica de los «enemigos de la Iglesia». Unas críticas que fueron focalizadas en ‘Vida Muerta’ (Vida Nueva) y ‘Herejía Digital (Religión Digital).

El padre Zarraute recordó que son ellos -los sacerdotes de La Sacristía de la Vendée- quienes defienden el matrimonio natural hombre y mujer y abierto a la vida. En cambio, son ellos -los enemigos de la Iglesia- quienes están a favor del divorcio «porque es lo moderno».

También les recordó que ellos defienden la vida desde su concepción hasta su muerte natural, mientras que son ellos quienes están a favor de la eutanasia y del aborto porque apoyan a políticos abortistas.

Siguiendo con su repaso, Calvo Zarraute afirmó que son ellos los que defienden la sexualidad ordenada por Dios Creador y la ley moral natural, reprochándoles que son ellos quienes están a favor de la homosexualidad, anticonceptivos y la transexualidad.

Además, sin pelos en la lengua reconoció que ellos defiende la cristiandad como régimen político, unitario, tradicional e hispánico. También puso en valor la obra de Francisco Franco quien «salvó a la Iglesia de la mayor persecución de su historia con miles de mártires». El sacerdote toledano recordó a Vida Nueva y Religión Digital que ellos están a favor de la izquierda política y mediática con Jordi Évole, los Castro, Maduro y el resto de comunistas. También les reprochó su apoyo a la ley de memoria democrática que busca reescribir la historia.

El Padre Zarraute insistió en que son ellos quienes defienden la Verdad objetiva y absoluta que «sí existe». En cambio, los enemigos de la Iglesia que reparten carnets de buenos y malos curas son quienes están a favor del relativismo y de la pluralidad de opinión «siempre que no sean las nuestras», apostilló el sacerdote.

Siguiendo con su vapuleo, subrayó que ellos defienden la Misa tradicional porque «lo que era sagrado antes sigue siéndolo para las generaciones venideras» tal y como recordó Benedicto XVI. Por el contrario, remarcó que son ellos quienes están a favor de convertir los cultos católicos en el circo de «Manolita Chen».

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, Gabriel Calco Zarraute les dio donde más les duele: «a nosotros nos siguen cada vez más fieles porque siguen teniendo la fe de sus padres. No tenemos dinero ni respaldo oficial. A vosotros os sigue cada vez menos gente porque se van muriendo los viejos nostálgicos de los años setenta».

Calvo Zarraute cerró su intervención confirmando que seguirán en esta «humilde trinchera de Cristo Rey defendiendo la misma fe que recibimos de nuestros padres, abuelos y antepasados».

Y lo harán -proseguía el sacerdote toledano- «sin concesiones, sin miedo y con sentido del humor. Defenderemos esta posición contra viento y marea. Por Dios, por la Iglesia y por la Hispanidad aquí seguiremos».

Desde nuestro brocal: Si la política se pervierte

Encaramos ya el mes de marzo, con nieves tardías y vientos huracanados. Verdadera parábola de otros escenarios revueltos en las trincheras políticas, donde tanto echamos en falta la altura de miras en este noble servicio público cuando se acierta a enfocarlo como tal. De hecho, la doctrina social de la Iglesia habla de la política desde la virtud de la caridad. Lo recordaba el papa Francisco al decir que la política es «una altísima vocación, una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común» (FT 181), puntualizando que debemos cultivar no solamente «las micro-relaciones, como en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas» (EG 205).

No es ni extraña ni ajena la deriva que pueda darse en la labor que los diversos grupos políticos lleven a cabo, así como tampoco las posiciones de las personas que los conforman puedan tener ante cuestiones que nos afectan a todos, en cualquiera de los escenarios y administraciones. Detrás de unas siglas partidistas hay una toma de posición social, económica y cultural, y esto implica una actitud que puede ser en sus principios y en sus opciones moral, inmoral o amoral. Es aquí donde no cabe la neutralidad por parte de un cristiano y por parte de la comunidad eclesial. Porque no todo da lo mismo, cuando con la perspectiva de los partidos y sus representantes, se dibuja un horizonte que tenga los principios morales que la civilización ha ido acuñando e incorporando a través de la singladura de los siglos: respetar la verdad sin trampas, la justicia sin reducciones, la convivencia sin crispaciones, la libertad sin presiones, abordando la vida en todas sus fases (la del no nacido, la del terminal, la del que está en medio de estos dos extremos), la educación no manipuladora que acaba domesticando o anestesiando la conciencia, la libertad en la expresión de nuestras opiniones y creencias, la justicia desde un bien común protegido e incentivado. 

Faltando esta visión moral que representa el patrimonio ético de una sociedad que ha sido capaz de aprender de sus errores fundamentando sólidamente sus aciertos, nos deslizamos a posturas políticas que son más bien inmorales al trasgredir esos principios por quienes a sabiendas los conculcan. También pueden ser incluso amorales, cuando haya quienes actúan igualmente contra estos principios pero desconociendo que los contradicen desde el nihilismo relativista. 

Esta inmoralidad o amoralidad construiría su propuesta desde la mentira como arma política que impunemente engaña a mansalva, el desprecio de la vida más vulnerable o la más desprotegida desde una clave egoísta, la manipulación de jóvenes y no tan jóvenes a través de programas educativos e industrias comunicativas (como el cine, la televisión o plataformas de redes sociales), el cercenar la libertad corrompiendo los cauces democráticos que garantizan los derechos fundamentales, la separación de poderes, el principio de legalidad y la protección judicial frente al uso arbitrario del poder, la censura persecutoria de instituciones y personas que disienten frente a esa deriva y no comulgan con sus troníos, alharacas e ideológicas promulgaciones. Todo esto entiendo que facilita toda suerte de corrupción, de violencia, de exclusión, que impide que edifiquemos entre todos algo que sea bello, grande, justo y bondadoso. Nos decía el papa Francisco que la caridad social «nos hace amar el bien común y nos lleva a buscar efectivamente el bien de todas las personas, consideradas no solo individualmente, sino también en la dimensión social que las une» (FT 182). Todo un programa de revisión y rectificación cuando la política se pervierte. 

+ Jesús Sanz Montes, 
Arzobispo de Oviedo