martes, 13 de agosto de 2019

Carta del Sr. Arzobispo ante el día de la misión diocesana

Queridos hermanos:

Estoy concluyendo la peregrinación a Grecia y Turquía siguiendo los pasos de San Pablo. Hemos querido poner el horizonte de una geografía, el atisbo de una cultura, a la predicación primera de los que trajeron el Evangelio a estas tierras al comenzar el cristianismo. La Iglesia nació misionera, y si le falta la misión deja de ser ella misma. Da igual el siglos, el país, la cultura, el idioma... que rodee con su contexto la acción misional de anunciar a Jesucristo como Señor y Salvador proclamando su Buena Noticia. Lo importante es que no haya ningún ''finisterrae'' al que no llegue la luz y la esperanza de Jesús y de su Iglesia. 

Estos días de peregrinación diocesana siguiendo las huellas que San Pablo dejó en Tesalónica, en Atenas, en Corinto... o las que también dejó San Juan en Patmos y Éfeso, me han llevado a las otras andanzas misioneras por las que nosotros nos movemos, tanto en las comunidades y pueblos de Asturias, como en las de quienes habéis ido más allá del puerto del Musel y sus mares o más allá del puerto de Pajares y sus mesetas. 

Nuestra tierra es viajera por tantos motivos, y tiene la nobleza de haber ido a buscar salida a las apreturas económicas y sociales, buscando honestamente trabajo con el que poder sacar una familia adelante y promocionar luego los lugares de proveniencia. Pero también ese éxodo se debe a una llamada que Dios susurró en los corazones invitando a los hombres y mujeres de nuestra tierra asturiana, como sacerdotes, como religiosas, como laicos, a evangelizar otros mundos y culturas, aún a costa de tener que aprender otros idiomas, asumir costumbres y usanzas, haciéndose todo a todos... para ganar a algunos, como decía el Apóstol. 

Tenemos la misión diocesana en Benín, con un nuevo proyecto en la parroquia de Gamia, desde la cuál se atienden muchas comunidades. Es una llamada al reconocimiento y la gratitud por la labor que hacen allí nuestros dos misioneros sacerdotes en el trabajo evangelizador y pastoral, sosteniendo la esperanza desde el Señor y alimentando los motivos de la alegría cristiana en medio de ese pueblo. Al llegar el día de la misión diocesana, elevamos al Buen Dios nuestra alabanza y con un corazón agradecido nos unimos a cuanto nuestros hermanos hacen allí en tierras africanas, sabiéndonos parte de ese proyecto desde nuestras parroquias en Asturias. Pedimos que la entrega misionera en ese surco en el que la divina Providencia los ha querido sembrar, redunde en frutos de buena noticia para la gente a la que sirven fraternalmente por amor a Dios y en comunión con la Iglesia. 

Pido a nuestra Madre, la Santina de Covadonga, que no deje de acompañaros y sosteneros con su maternal intercesión. 

Un abrazo y mi bendición

Oviedo, 11 de julio de 2019
San Benito de Nursia 

+Jesús Sanz Montes O. F. M.
Arzobispo de Oviedo

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