domingo, 9 de octubre de 2016

Reseñas de prensa sobre un día histórico para nuestra diócesis


Cuatro nuevo beatos para la Iglesia en Asturias
(Iglesia de Asturias) Una Catedral de Oviedo repleta de gente acogió este sábado por la mañana la esperada beatificación de los Mártires de Nembra. El Cardenal prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Mons. Angelo Amato presidió la celebración, acompañado por el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, los Obispos de la Provincia Eclesiástica (León, Astorga y Santander), junto con los obispos asturianos Mons. Atilano Rodríguez y Mons. Juan Antonio Martínez Camino.

El rito de la beatificación fue especialmente emotivo, sobre todo en el momento de la lectura de la Carta Apostólica del Papa Francisco por parte de Mons. Amato, por la que los Siervos de Dios Isidro, Segundo, Antonio y Genaro pasaban a formar parte del nomenclátor de los beatos. En ese momento, se destapó el cuadro de los Mártires de Nembra, obra del pintor asturiano Juan Luis Valera, y un diácono acercó hasta el presbiterio unas reliquias de los mártires en el interior de la Caja de las Ágatas, acompañado por ocho seminaristas, portando ramas de laurel y lámparas, símbolo de la luz y la victoria del martirio.
Los asistentes a la celebración prorrumpieron en aplausos, ante la mirada emocionada del único descendiente directo vivo de los mártires, Enrique Fernández, de 85 años, quinto hijo de Isidro Fernández. Junto a él, su esposa e hijos, y también en primera fila, los presidentes mundial y nacional de la Adoración Nocturna, asociación a la que pertenecían los cuatro mártires.
En su homilía, el Cardenal Amato recordó que “han pasado 80 años de esta masacre y las heridas se están cicatrizando poco a poco. Cada día que pasa la tragedia se aleja más y más, haciéndose cada vez menos visible. Nos preguntamos entonces: ¿por qué no cancelamos esta página negra de la historia española?¿Por qué la Iglesia evoca aún aquél período de la matanza de seres inocentes?”
“La respuesta –dijo– yace en el hecho de que, contra el riesgo real de la desaparición de aquel suceso sangriento, la Iglesia reclama, no por un sentimiento de venganza y de odio hacia los perseguidores de entonces, sino por un justo deseo de recuerdo. Si se olvida el pasado, estamos condenados a repetirlo”.
“El recuerdo es necesario en el caso de nuestros mártires, porque, matados por odio a la fe, respondieron a sus asesinos con el perdón, convirtiéndose así en héroes de auténtica humanidad y vencedores inermes de una diabólica y ciega violencia. A distancia del tiempo su recuerdo pone en evidencia la sublimidad de la mansedumbre cristiana y la fragilidad del mal. Sólo la piedad vuelve humana a la sociedad”.
Al finalizar la celebración, el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, pronunció unas palabras en las que le rogó al señor Cardenal que transmitiera “nuestro más profundo agradecimiento al Santo Padre el Papa Francisco por haber señalado a estos hermanos de nuestra tierra, de nuestra Iglesia diocesana y casi de nuestro tiempo, como nuevos beatos honrados con la palma del martirio”. Así mismo, deseó que “junto a la Santina de Covadonga, encomendemos nuestras vidas a los mártires Genaro, Isidro, Segundo y Antonio, y que podamos ser testigos en nuestra circunstancia cotidiana del amor y el perdón que ellos nos han enseñado”.

Resultado de imaxes para martires de nembra

Los mártires «respondieron a sus asesinos con el perdón»

(Alfa y Omega)

«La finalidad de la persecución era la anulación de la Iglesia Católica, exterminando a sacerdotes, religiosos y fieles y profanando, quemando y destruyendo todo», ha añadido Amato, que ha calificado de «espantoso» el balance final en España con la muerte de 13 obispos, 6.838 religiosos «y decenas de miles de laicos, asesinados sólo por su condición de católicos practicantes»

El cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha asegurado hoy que la Iglesia Católica sigue recordando a sus mártires en la Guerra Civil española «no por un sentimiento de venganza» sino porque «matados por odio a la fe, respondieron a sus asesinos con el perdón».

Amato se ha expresado así durante su homilía en la beatificación de los denominados ‘Mártires de Nembra’ celebrado en la Catedral de Oviedo, el primer acto de este tipo que se realiza en Asturias, y con el que la relación de beatos asturianos se eleva a 33 e incorpora, por primera vez, a tres seglares.

La beatificación, seguida por el único descendiente vivo y sus familiares de una de las cuatro personas asesinadas el 21 de octubre de 1936, ha sido concelebrada junto al representante del Papa por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, así como por el prelado emérito de la diócesis, Gabino Díaz Merchán, y otros cinco obispos.

Para el cardenal Amato, la década de los años 30 fue «sacudida por la tormenta ideológica marxista, que provocó innumerables víctimas» en Asturias tanto en el periodo de la Revolución de Octubre de 1934 como en «los cuatrocientos días de zona roja» durante el primer año del conflicto bélico.

En ese periodo, ha afirmado, fue prohibida la enseñanza religiosa en la escuelas públicas y fue retirado el Crucifijo y se «confiscaron» los inmuebles eclesiásticos además de dictarse leyes «contra la institución familiar» en lo que constituyó «una tiranía feroz a favor del ateísmo social».

«La finalidad de la persecución era la anulación de la Iglesia Católica, exterminando a sacerdotes, religiosos y fieles y profanando, quemando y destruyendo todo», ha añadido Amato, que ha calificado de «espantoso» el balance final en España con la muerte de 13 obispos, 6.838 religiosos «y decenas de miles de laicos, asesinados sólo por su condición de católicos practicantes».

A su juicio, ochenta años después «las heridas se están cicatrizando poco a poco» y la tragedia «se aleja más y más, haciéndose cada vez menos visible» por lo que se ha preguntado por qué no se cancela «esa página negra de la historia española».

El cardenal ha hecho además una semblanza de los cuatro nuevos beatos -Genaro Fueyo Castañón, Antonio González Alonso, Isidro Fernández Cordero y Segundo Alonso González-, cuya causa de martirio se abrió en 1991 impulsada por sus familiares.

Durante la ceremonia, las reliquias de tres de ellos -el cadáver de Antonio González nunca fue localizado- han sido trasladadas en procesión en la Caja de las Ágatas hasta el altar mientras sonaba el himno de los Mártires de Nembra, compuesto para esta celebración.

En el altar de la basílica ovetense se ha descubierto además el cuadro con los retratos de los cuatro nuevos beatos realizado por encargo de la parroquia de San Martín de Turón, donde se exhibe, antes de que el arzobispo de Oviedo recibiera del representante del Papa la denominada Carta Apostólica.

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Los mártires de Nembra, beatificados en Oviedo

(El Comercio)

El cardenal Angelo Amato, prefecto de laCongregación para las Causas de los Santos, ha asegurado hoy que la Iglesia Católica sigue recordando a sus mártires en la Guerra Civil española "no por un sentimiento de venganza" sino porque "matados por odio a la fe, respondieron a sus asesinos con el perdón".

Amato se ha expresado así durante su homilía en la beatificación de los denominados 'mártires de Nembra' celebrado en la Catedral de Oviedo, el primer acto de este tipo que se realiza en Asturias, y con el que la relación de beatos asturianos se eleva a 33 e incorpora, por primera vez, a tres seglares.

La beatificación, seguida por el único descendiente vivo y sus familiares de una de las cuatro personas asesinadas el 21 de octubre de 1936, ha sido concelebrada junto al representante del Papa por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz así como por el prelado emérito de la diócesis, Gabino Díaz Merchán, y otros cinco obispos.

Para el cardenal Amato, la década de los años 30 fue "sacudida por la tormenta ideológica marxista, que provocó innumerables víctimas" en Asturias tanto en el periodo de la Revolución de Octubre de 1934 como en "los cuatrocientos días de zona roja" durante el primer año del conflicto bélico.

En ese periodo, ha afirmado, fue prohibida la enseñanza religiosa en la escuelas públicas "y fue retirado el Crucifijo y se "confiscaron" los inmuebles eclesiásticos además de dictarse leyes "contra la institución familiar" en lo que constituyó "una tiranía feroz a favor del ateísmo social".

"La finalidad de la persecución era la anulación de la Iglesia Católica, exterminando a sacerdotes, religiosos y fieles y profanando, quemando y destruyendo todo", ha añadido Amato, que ha calificado de "espantoso" el balance final en España con la muerte de 13 obispos, 6.838 religiosos "y decenas de miles de laicos, asesinados sólo por su condición de católicos practicantes".

A su juicio, ochenta años después "las heridas se están cicatrizando poco a poco" y la tragedia "se aleja más y más, haciéndose cada vez menos visible" por lo que se ha preguntado por qué no se cancela "esa página negra de la historia española" y por qué la Iglesia sigue evocando aquella "matanza de inocentes".

"Contra el riesgo real de la desaparición de aquel suceso sangriento, la Iglesia reclama, no por un sentimiento de venganza y de odio hacia los perseguidores de entonces sino por un justo deseo de recuerdo. Si se olvida el pasado, estamos condenados a repetirlo", ha añadido.

Según Amato, los beatificados hoy -un sacerdote, dos mineros y un estudiante de Magisterio- murieron "por odio a la fe, respondieron a sus asesinos con el perdón, convirtiéndose así en héroes de auténtica humanidad y vencedores inermes de una diabólica y ciega violencia".

El cardenal ha hecho además una semblanza de los cuatro nuevos beatos -Genaro Fueyo Castañón, Antonio González Alonso, Isidro Fernández Cordero y Segundo Alonso González-, cuya causa de martirio se abrió en 1991 impulsada por sus familiares.

Durante la ceremonia, las reliquias de tres de ellos -el cadáver de Antonio González nunca fue localizado- han sido trasladadas en procesión en la Caja de las Ágatas hasta el altar mientras sonaba el himno de los Mártires de Nembra, compuesto para esta celebración.

En el altar de la basílica ovetense se ha descubierto además el cuadro con los retratos de los cuatro nuevos beatos realizado por encargo de la parroquia de San Martín de Turón, donde se exhibe, antes de que el arzobispo de Oviedo recibiera del representante del Papa la denominada Carta Apostólica.

Tras esta ceremonia, a la que han asistido también representantes de la Adoración Nocturna a la que los cuatro beatos pertenecían, la diócesis de Oviedo pasará a tener una fiesta más, la del 21 de octubre, en memoria de los "Mártires de Nembra".

Amato en la beatificación de los mártires de Nembra

La Iglesia Asturiana beatifica a los ``Mártires de Nembra´´

(Asturias mundial)

Una Catedral de Oviedo repleta de gente acogió este sábado por la mañana la esperada beatificación de los Mártires de Nembra. El Cardenal prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Mons. Angelo Amato presidió la celebración, acompañado por el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, los Obispos de la Provincia Eclesiástica (León, Astorga y Santander), junto con los obispos asturianos Mons. Atilano Rodríguez y Mons. Juan Antonio Martínez Camino.

El rito de la beatificación fue especialmente emotivo, sobre todo en el momento de la lectura de la Carta Apostólica del Papa Francisco por parte de Mons. Amato, por la que los Siervos de Dios Isidro, Segundo, Antonio y Genaro pasaban a formar parte del nomenclátor de los beatos. En ese momento, se destapó el cuadro de los Mártires de Nembra, obra del pintor asturiano Juan Luis Valera, y un diácono acercó hasta el presbiterio unas reliquias de los mártires en el interior de la Caja de las Ágatas, acompañado por ocho seminaristas, portando ramas de laurel y lámparas, símbolo de la luz y la victoria del martirio.
Los asistentes a la celebración prorrumpieron en aplausos, ante la mirada emocionada del único descendiente directo vivo de los mártires, Enrique Fernández, de 85 años, quinto hijo de Isidro Fernández. Junto a él, su esposa e hijos, y también en primera fila, los presidentes mundial y nacional de la Adoración Nocturna, asociación a la que pertenecían los cuatro mártires.
En su homilía, el Cardenal Amato recordó que “han pasado 80 años de esta masacre y las heridas se están cicatrizando poco a poco. Cada día que pasa la tragedia se aleja más y más, haciéndose cada vez menos visible. Nos preguntamos entonces: ¿por qué no cancelamos esta página negra de la historia española?¿Por qué la Iglesia evoca aún aquél período de la matanza de seres inocentes?”
“La respuesta –dijo– yace en el hecho de que, contra el riesgo real de la desaparición de aquel suceso sangriento, la Iglesia reclama, no por un sentimiento de venganza y de odio hacia los perseguidores de entonces, sino por un justo deseo de recuerdo. Si se olvida el pasado, estamos condenados a repetirlo”.
Al finalizar la celebración, el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, pronunció unas palabras en las que le rogó al señor Cardenal que transmitiera “nuestro más profundo agradecimiento al Santo Padre el Papa Francisco por haber señalado a estos hermanos de nuestra tierra, de nuestra Iglesia diocesana y casi de nuestro tiempo, como nuevos beatos honrados con la palma del martirio”. Así mismo, deseó que “junto a la Santina de Covadonga, encomendemos nuestras vidas a los mártires Genaro, Isidro, Segundo y Antonio, y que podamos ser testigos en nuestra circunstancia cotidiana del amor y el perdón que ellos nos han enseñado”.

Angelo Amato

La Iglesia recuerda a los Mártires por perdonar a sus verdugos

(Actuall)

El cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha asegurado que la Iglesia Católica sigue recordando a sus mártires en la Guerra Civil española “no por un sentimiento de venganza” sino porque “matados por odio a la fe, respondieron a sus asesinos con el perdón”.

Amato se ha expresado así durante su homilía en la beatificación de los denominados ‘Mártires de Nembra’ celebrado en la Catedral de Oviedo, el primer acto de este tipo que se realiza en Asturias, y con el que la relación de beatos asturianos se eleva a 33 e incorpora, por primera vez, a tres seglares.

La beatificación, seguida por el único descendiente vivo y sus familiares de una de las cuatro personas asesinadas el 21 de octubre de 1936, ha sido concelebrada junto al representante del Papa por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, así como por el prelado emérito de la diócesis, Gabino Díaz Merchán, y otros cinco obispos.

Para el cardenal Amato, la década de los años 30 fue “sacudida por la tormenta ideológica marxista, que provocó innumerables víctimas” en Asturias tanto en el periodo de la Revolución de Octubre de 1934 como en “los cuatrocientos días de zona roja” durante el primer año del conflicto bélico.
Cuatro nuevos beatos

En ese periodo, ha afirmado, fue prohibida la enseñanza religiosa en la escuelas públicas “y fue retirado el Crucifijo y se “confiscaron” los inmuebles eclesiásticos además de dictarse leyes “contra la institución familiar” en lo que constituyó “una tiranía feroz a favor del ateísmo social”.

El cardenal Amato: “La finalidad de la persecución era la anulación de la Iglesia Católica, exterminando a sacerdotes, religiosos y fieles y profanando, quemando y destruyendo todo”

“La finalidad de la persecución era la anulación de la Iglesia Católica, exterminando a sacerdotes, religiosos y fieles y profanando, quemando y destruyendo todo”, ha añadido Amato, que ha calificado de “espantoso” el balance final en España con la muerte de 13 obispos, 6.838 religiosos “y decenas de miles de laicos, asesinados sólo por su condición de católicos practicantes”.

A su juicio, ochenta años después “las heridas se están cicatrizando poco a poco” y la tragedia “se aleja más y más, haciéndose cada vez menos visible” por lo que se ha preguntado por qué no se cancela “esa página negra de la historia española”. El cardenal ha hecho además una semblanza de los cuatro nuevos beatos -Genaro Fueyo Castañón, Antonio González Alonso, Isidro Fernández Cordero y Segundo Alonso González-, cuya causa de martirio se abrió en 1991 impulsada por sus familiares.

Durante la ceremonia, las reliquias de tres de ellos -el cadáver de Antonio González nunca fue localizado- han sido trasladadas en procesión en la Caja de las Ágatas hasta el altar mientras sonaba el himno de los Mártires de Nembra, compuesto para esta celebración.
En el altar de la basílica ovetense se ha descubierto además el cuadro con los retratos de los cuatro nuevos beatos realizado por encargo de la parroquia de San Martín de Turón, donde se exhibe, antes de que el arzobispo de Oviedo recibiera del representante del Papa la denominada Carta Apostólica.

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