martes, 5 de mayo de 2015

«¿Bautizas a tu hijo y desapareces hasta la Primera Comunión?»: pregunta del Papa en una parroquia


(Álvaro de Juana/ Arciprensa) Hay padres que luego de bautizar a sus hijos se desaparecen y no los vuelven a traer a la iglesia hasta su Primera Comunión, advirtió el Papa Francisco durante el encuentro con las familias en Ostia (Italia), al recordar que luego de este primer sacramento es importante seguir llevando a los niños a las parroquias y continuar el acompañamiento en su camino de fe.

“Ser siempre cercanos al Señor, que ha dado la fe a estos niños. Y después vendrá la catequesis. Vendrá la Primera Comunión, la Confirmación, pero siempre este camino. Que no sea: ‘Hago esto y después regreso seis años más tarde’. No, no… Siempre acercarse un poco, en el tiempo que tiene uno para hacerlo. Pero no alejarse, porque es mejor ser así de cercanos”, señaló el Papa durante el encuentro con el que concluyó su visita pastoral a Ostia.

El Santo Padre advirtió que luego del Bautismo hay personas que dicen “‘ahora, padre, yo he cumplido, he hecho lo que debía hacer, ahora adiós…’ Pero, ¿qué quiere decir esto? –preguntó el Papa-. ‘No, he bautizado, ahora me voy a casa y no nos veremos más, hasta la Primera Comunión...’”.

“Pero no –exclamó Francisco-, es importante también caminar con el niño en este camino de la fe nueva y acercarse a la parroquia”. En ese sentido, se dirigió a un matrimonio que estaba presente. “¡Cuando tengan ustedes tiempo! Porque no siempre se tiene tanto tiempo con los niños. ¡Y ustedes, con cinco, no sé como hacen!”, les dijo.

El Pontífice, que agradeció la presencia de los niños bautizados este año, afirmó que “es un paso precioso bautizarse” porque “se comienza la vida de la fe”.

En ese sentido, explicó que “en el Bautismo les damos la luz de la fe. Por ello, al inicio del cristianismo, el Bautismo se llamaba también ‘Iluminación’” porque con este sacramento “el niño recibía del padre y de la madre la fe”.

“Y desde el momento en el que Jesús nos ha mandado bautizar hasta hoy se ha hecho una  cadena. Uno bautiza al otro, al otro, al otro… Y estos niños, que han sido bautizados ahora, con el paso de los años se pondrán en su lugar y llevarán a sus niños”, afirmó.

Por ello, reiteró su llamado a “que siempre exista esta transmisión de la fe, dar la luz de la fe”. Francisco aseguró que esta “es la mejor herencia que podemos dar a los niños: la luz de la fe. Junto con el testimonio cristiano”.

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